Capítulo 6 TOUCH *-*

Porque el público lo pidió ;D

CAPÍTULO 6. HAY QUE DECIR TE AMO

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Hogar Kim-Jung

Junsu estaba esperando en la entrada de la puerta de su casa, recargado en el pilar tarareaba una canción intentando apartar todo pensamiento de su mente. Sabía que ya no había vuelta atrás y que sea como sea, la primer carta había sido puesta sobre la mesa y bajo su propia mano. Sonrió ligeramente cuando vio el auto de su novio entrar por las grandes puertas negras de la entrada principal. Yoochun llevaba lentes oscuros y vestía casual con colores claros… el pelirrojo se golpeó mentalmente por pensar que se veía terriblemente guapo cuando en aquel momento y bajo aquellas circunstancias aquello ni siquiera debería resultarle importante…

El pelinegro bajó del auto con calma… esa que en realidad no sentía a cabal, estaba nervioso y aún no tenía claro lo que debería hablar con su suegro. Miles de veces llevaba pensando en aquello y definitivamente no tenía el discurso ideal para que el Sr. Kim comprenda que Junsu a su lado no solo es feliz, sino que está seguro, que le cuida y le protege… que le ama.

- Chun… - el pelirrojo susurró su nombre con ese dejo de culpa que el pelinegro detecta al instante… - lo siento, yo…

- shh… - el pelinegro cubrió los labios de su novio con uno de sus dedos dedicándole una suave sonrisa… - no te disculpes baby, hiciste lo correcto… - sujetó las manos del pelirrojo y le besó, como era costumbre últimamente en él, los nudillos… - hablaré con él ahora, y pase lo que pase, no dejaré que dude de lo nuestro o de que estoy siendo responsable… - sonrió y al entrar en la casa ambos se sintieron algo más nerviosos…

Era extraño pero incluso de pronto parecía que la casa estaba más fresca, demasiado silenciosa y vacía. La Sra. Jung estaba en el Jardín trasero cuidando de un modesto vivero que tiene ahí. Yunho estaba en el trabajo, o con Jaejoong, a esas alturas ya nadie está seguro del lugar exacto en el que el moreno se encuentra sin importar la hora del día o de la noche.

Junsu le acompañó hasta la oficina de su padre, iban tomados de la mano pero en completo silencio, incluso el camino casi había parecido demasiado largo, casi como si caminaran hacia la Corte donde sería sentenciado en un juicio final; el pelirrojo agitó al cabeza en negación al darse cuenta de la clase de tonterías que estaba pensando, ¡es culpa de los nervios!... y esos nervios en alguna medida considera son culpa suya. Suspiró y bajó la mirada avergonzado ahora de su actuar, estaban ya en la entrada de la oficina de su padre y el mismo pelinegro parecía indeciso por entrar, miraba la puerta pero no se animaba en llamar aún. Tomó un largo respiro y volvió su mirada al pelirrojo…

- escucha, confía en mí, ¿sí?, prometo no defraudarte, Junsu ah… - declaró y se inclinó apenas un poco para besar castamente los labios rosados de su novio, el pelirrojo se sonrojó involuntariamente y asintió incapaz de decir más nada porque estaba demasiado asustado de lo que podría pasar ahí dentro sin él para acompañarle.

Su padre había sido más que claro, quería hablar con Yoochun a solas.

El pelinegro llamó a la puerta y al segundo recibió la autorización por parte del Sr. Kim para ingresar, deslizó la puerta corrediza y tragó hondo de nuevo, el admirable hombre estaba sentado tras el escritorio, mirándole fijamente tras sus lentes y aquello simplemente inspiraba respeto.

- tome asiento, joven Park… - el hombre le indicó la silla del otro lado del escritorio, el pelinegro asintió y obedeció sintiéndose algo más nervioso (si era posible) al saberse ahí, ante el padre del chico que ama y que ahora lleva en su vientre el fruto de tal sentimiento… - espero que haya venido con alguna idea acerca de cómo explicarme que mi hijo está embarazado…

- bueno… - aclaró la garganta y trató de mantenerle la mirada a su suegro, que no le viera titubear… - Señor, he estado pensando acerca de esto desde que lo supimos y… sinceramente… - suspiró y se dio cuenta de que estar ahí, era mucho más complicado que todo lo que pensó… porque no estaba ahí el hombre fúrico que gritara y quisiera matarle, no, estaba ahí el hombre maduro que espera tener ante él a un hombre maduro también… es difícil ser un hombre maduro cuando aún en ocasiones se siente todavía demasiado impulsivo y joven…

- ni siquiera te he escuchado una sola vez decirle que le amas, Yoochun… - el hombre interrumpió su hilo de pensamientos… - sé que Junsu piensa que así es, tal vez incluso siente que así es, pero soy su padre, me guío por lo que veo ya que no puedo sentir por él; claro que te considero digno de él, pero necesito más que una serie de acciones de tu parte, necesito que tú te muestres más seguro de lo que sientes…

- si lo dice por los estúpidos rumores que siempre ha habido…

- no son los rumores, Yoochun; aunque me he enterado de algunos, ya sabes Yunho y Junsu suelen discutir por eso y no les importa si están en plena estancia de la casa o donde sea… - el hombre sonrió ligeramente al recordar las “discusiones” infantiles que sus hijos se han montado desde que el pelirrojo comenzó a salir con el chico ante él, al principio también había dudado, pero luego poco a poco conforme fue tratando al pelinegro se dio cuenta de que solo eran eso, rumores y que Yoochun de verdad quiere a su hijo… - en fin, no me refería a los rumores, sino a las palabras que acompañan todas y cada una de tus acciones, formar una familia no es solo la alegría de estar con la persona que amas y tener hijos propios o un hogar, es tomar las responsabilidades que vienen con todo ello, cuidarles en todos los sentidos posibles, amarles y decírselos a diario aunque llegue a parecer una rutina…

- ¿trata de decirme que le diga a Junsu que lo amo, con palabras?

Y entonces el propio pelinegro se dio cuenta de aquello… y también lo recordó… que aquella mañana luego de haber salido de con el Dr. se lo había dicho mientras aguardaban parados en un alto por la calle… y cayó en cuenta también de que ninguno lo notó… de que Junsu quizá pareció no escuchar que por primera vez en años de relación le decía ese “Te Amo” que quizá no habían considerado necesarios… porque él le quería mucho más que a nadie…

- trato de decirte que en esto de amar a una persona e iniciar tu familia con esa persona, tienes que estar abierto a tus sentimientos sin temor a nada… - el Sr. Kim concluyó… - si no eres capaz de eso, Junsu no es digno de ti…

Yoochun se quedó entonces pensativo. El Sr. Kim tenía razón, y no es que él no aceptara abiertamente sus sentimientos por Junsu… pero sin duda, expresarle lo que siente en palabras siempre es un poco difícil para él, suele salirse por la tangente, decirle que lo quiere o mimarle siendo en la mayor de las ocasiones también divertido, no es muy romántico y no es de detalles del tipo un ramo de rosas o una velada romántico, aquellos toques cuando están, suelen venir de la mano y creatividad del pelirrojo.

Él tal vez necesita madurar un poco más en aquel sentido, dejarse llevar y guiar por el corazón.

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Distrito Jongno-Gu
Gleam Model Agency

Jaejoong había llegado al trabajo con la sensación de cansancio corriéndole por las venas, se le veía incluso algo más pálido y las ojeras prácticamente eran imposibles de ocultar, aunque hace dos noches creyó que se habían arreglado las cosas con Yunho, él seguía demasiado molesto como para permitirle siquiera dormir en su departamento, por lo que el moreno ahora incluso parecía estar evitándole con la intención de no enfadarle más. Se conocen lo suficiente como para saber que tarde o temprano solo cometerían alguna estupidez de la que arrepentirse después porque de personalidad ambos son parecidos y la impulsividad les va de la mano cuando se sienten orillados por la molestia o la frustración. Y en aquellos días, Jaejoong sentía mucho de las dos cosas, no solo por Yunho, sino también por su manager que no le daba oportunidad de hablar seriamente con él trayéndole en sesiones de vestuario y fotografía completamente ocupado.

- ¡Jaejoong, ahí estás muchacho!... – el manager llegó sonriente a la agencia…

- ¿dónde más sino?... – murmuró entre dientes, el modelo no estaba de los mejores ánimos esa mañana…

- ¿te he dicho lo orgulloso que me siento al representarte?...

- ¿qué revista o empresa ofreció esta vez una tentadora oferta?... – el modelo volvió a murmurar entre dientes con el ceño fruncido…

- ok… - el manager sonrió, después de todo ese tiempo trabajando juntos había aprendido a conocer a su representado… - a mi oficina, presiento que tenemos que hablar de algo antes de que comiences a ganar arrugas con ese ceño fruncido… - acotó con tono bromista, tomando al pelioscuro por los hombros y caminando juntos a su oficina, la gente les observó pero nadie dijo nada, en circunstancias como aquellas era mejor dejarle el trabajo pesado al jefe…

- llevo días tratando de hablar pero la pasaba manteniéndome ocupado entre una cosa y otra… - el pelioscuro dijo con tono molesto, cruzándose de brazos mientras toma lugar en el cómodo sofá de la oficina de su manager…

- de eso se trata, eres un Modelo, que tengas trabajo es lo mejor, le gustas a la gente y eso a las empresas le gusta también…

- por supuesto, les hago ganar más… - el modelo dijo con tono algo más molesto y su manager comprendió que no estaba siendo buena idea llevar el tema por ese lado…

- está bien, qué sucede, porqué el humor agrio…

- ¿ahora te interesas por mi humor?... – el pelioscuro espetó…

- generalmente me preocupo por tu humor, pero debo admitir que estos días me dejé estar ocupado por los contratos que te están lloviendo, la popularidad que has ganado parece ascender como espuma, Jaejoong; y cuidar esa parte también es mi trabajo, pensé que estabas bien, aunque algunos rumores acerca de cambios en ti llegaron a mis oídos, pensé que tu novio podría ayudar con eso…

- no menciones a Yunho ahora que estoy sentido con él… - el pelioscuro bufó mirando para otra parte…

- bueno, tu vida personal no es del todo de mi incumbencia pero…

- estoy cansado, necesito vacaciones… - soltó de golpe el modelo, aún sin dirigirle la mirada a su manager…

- ¿vacaciones?... ¿ahora? ¿justo ahora? Cuando te acabo de mencionar que te están lloviendo solicitudes de contrato…

- sí, justo ahora, unos meses, tal vez un año completo…

- ¡no podemos darnos ese lujo, Jaejoong!

- por qué no… - el modelo le miró entonces, ceño fruncido y mirada furiosa… - es mi imagen la que se usa, ¿no tengo acaso derecho de decir cuándo quiero usarla o no?

- no es solo eso, para empezar estamos en medio de un contrato que no puedes abandonar de buenas a primeras, no se trata solamente de ti, sino de la Agencia también; mira, porqué no tratamos de resolver lo que sea que te está poniendo en este plan tan tajante…

- mi plan tajante va a durar unos meses… - el modelo aseguró de mala gana… le molestaba de sobremanera pensar que la gente pudiera pensar que estar embarazado es un problema para él… bien, la gente no sabe de hecho que está embarazado y tal vez si lo supiesen las reacciones serían otras, sin embargo, tampoco podía tomarse aquel asunto a la ligera… he ahí la verdadera fuente de su humor agrio, la preocupación de todo lo que gira en torno a su embarazo, y sentirse de pronto demasiado solo en aquello, porque Yunho ahora está más bien lejos y antes de ello aunque le ofrecía seguridad y amor, parecía medio ausente…

- oye Jaejoong, no te conoceré como Yunho lo hace… - la mirada del modelo volvió a endurecerse resentida al escuchar el nombre de su novio… - voy a preguntarlo solo una vez, ¿estás así por culpa de tu novio?

- ¡No!... – el modelo respondió al instante… - tampoco es así… - suspiró y trató de tranquilizarse… - mira, es algo más delicado que eso, yo con Yunho ahora no estoy del todo bien, pero lo nuestro seguirá adelante, de eso estoy seguro…

- ¿entonces? ¿Por qué la repentina urgencia de unas vacaciones tan largas?

Jaejoong suspiró… ¿decírselo a su manager estaría bien?

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Universidad de Seúl

ChangMin tenía un dilema. No sabe exactamente cómo comportarse con Hamao.

- Junsu, cuando Yoochun y tú comenzaron a salir, ¿qué te gustaba hacer con él?... – el morocho le preguntó a su amigo pelirrojo mientras éste devoraba una hamburguesa en la cafetería… después de haber comido ya… sí, su apetito estaba peor que el del mismo morocho…

- ¿hacer? Pues no sé, un montón de cosas… - el pelirrojo respondió apenas, tomando una papa frita y empapándola en cátsup antes de comerla y hasta chuparse los dedos…

- sí pero, me refiero a los lugares que te gustaba visitar con él, a dónde se iban de cita… - el morocho cuestionó inseguro de estar hablando sobre eso con la persona indicada… tal vez debería haber esperado a preguntarle a Jaejoong, o Yunho…

- no tenía un lugar especial, cada lugar lo era para mí simplemente por estar con él… - el delfín sonrió con ojos brillantes, sus mejillas se colorearon y el morocho tuvo la impresión incluso de que en ese momento se había perdido en alguno de sus recuerdos… - ahora, ¿por qué de pronto tan interesado en conocer sobre eso?... – el pelirrojo le miró con curiosidad…

- nada en particular… - el morocho intentó hacerse el desentendido, pero justo entonces Kyousuke entró a la cafetería y al instante los ojos de Shim le siguieron sin detenimiento hasta que el japonés pidió algo de comer…

- ¿tendrá algo que ver con Hamao?... – el pelirrojo le distrajo… sonreía divertido…

- ¡no!...

- alguien aquí está realmente enam…

- ni siquiera lo digas, no es lo que tu reducida mente está pensando… - el morocho le cayó, metiendo una papa en la boca del pelirrojo para callarlo… aún así, Junsu sonreía divertido…

- hola, ¿puedo sentarme?... – Hamao cuestionó tímidamente cuando llegó a la mesa donde ambos estaban sentados…

- seguro… - el pelirrojo respondió amable, mirando de soslayo al morocho que se ponía incluso de pie y le retiraba la silla como si se tratara de una chica… una risita se escapó de sus labios y los otros dos le miraron sin entender, comprendiendo de inmediato al darse cuenta de lo que estaban haciendo, sonrojándose ambos… - si me dejan expresar mi opinión, ustedes dos harían una linda pareja *-*

Sobra decir, que ChangMin casi le asesina con la mirada mientras que Hamao se había sonrojado mucho más y bajado la mirada a su plato completamente avergonzado. Sin embargo, ninguno dijo nada ante el comentario.

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Distrito Gangnam-Gu
Hogar de Park Yoochun

Junsu estaba ahí completamente asombrado. Yoochun le había invitado el día anterior para cenar, pero no imaginó la sorpresa que tenía preparada. Todo en la casa parecía que estaba lleno de pétalos de rosas rojas y blancas, regadas en el piso y sobre algunos espacios en los muebles, todo estaba alumbrado por la luz de las velas y había un dulce aroma a vainilla flotando en el ambiente; música romántica y a ése Yoochun atractivo vestido en un traje oscuro que simplemente estaba demasiado guapo.

- ¿te gusta?... – el pelinegro cuestionó casi con tono tímido, sujetando la mano de su novio entrelazando sus dedos con cariño…

- está precioso… - el pelirrojo respondió todavía embobado con el lindo panorama ante sus ojos… ¿sacado de película? No, era cien veces mejor… - ¿puedo saber porqué he merecido algo tan hermoso, Chunnie?... – le preguntó mirándole sonrojado, demasiado emocionado…

- solo… quise hacerlo, Su… - el pelinegro respondió sinceramente, viendo cómo la mirada de su pequeño pelirrojo brillaba más y sus mejillas se encendían en carmín…

El Sr. Kim tenía razón, él tenía que dejarse llevar más por todo lo que siente.

- me siento como en un sueño… te ha quedado tan, encantador…

- tú mereces esto… esto y mucho más, Junsu… porque Te Amo… - el pelinegro susurró con tono suave, notando cómo es que sí, se siente demasiado avergonzado y expuesto cuando abre de aquel modo su corazón…

- Yoochun ah… - suspiró casi conmocionado por aquella declaración, no estaba acostumbrado a aquellas palabras, aunque sin duda su novio se lo ha demostrado siempre, escucharlo era… simplemente magnífico… - también Te Amo… - se acercó más subiendo sus manos al cuello del pelinegro y buscando sus labios con cariño…

Era como si resultara necesario sellar aquel momento tan perfecto con un beso cargado de justamente todo ese amor que se tienen. Sus labios danzaron con tal dulzura que ambos sintieron como casi aquel parecía el primero en sus vidas, como si recién se estuvieran descubriendo y sentir cada roce de labios fuera lo más sorprendente y exquisito.

- Junsu ah, seré el mejor novio de ahora en adelante, es una promesa… - el pelinegro susurró contra los labios del pelirrojo, sintiendo esa sonrisa enamorada que les insta a buscar un nuevo beso.

Uno de los tantos que saben caerán esa noche entre los dos, antes, durante y después de la cena; cuando lleguen también las caricias y las ganas de hacer el amor. De sentirse sin prisas y dejarle sentir a ese hermoso ser que crece en el interior del pelirrojo, que es justamente el amor lo que ha conseguido el milagro de su existencia.

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Una semana más tarde
Residencia Kyousuke

ChangMin estaba en casa de Hamao, ayudándole con algunas tareas, con el pretexto de que a partir de ahora él le ayudaría tanto como pudiera para que sus notas no decayeran en la Universidad, ya que comprende que por los cambios de su cuerpo y toda la revolución hormonal, él se cansa más fácil, duerme más y el tiempo no le resulta suficiente para cumplir con todo por si solo.

- mamá me preguntó el otro día si te gustaría venir a cenar el fin de semana; es decir, me pidió que te preguntara si te gustaría venir… - el japonés cuestionó con aquel tinte avergonzado que parece no le deja ni un segundo y que cada vez le cuesta más al morocho ignorar y pasar por alto el hecho de que le inspira ternura y unas ganas enormes de abrazarle y de besarle…

- no quiero ocasionar molestias… - el morocho trató de negar la invitación sutileza… - pero creo que estaré encantado de aceptar la invitación de tu madre… - pero apenas notó la mirada del japonés perder brillo, cambió de opinión…

- gracias, ella y papá estarán contentos contigo, será la primera vez en mucho tiempo que tengamos un invitado en casa…

- tu mamá dijo el otro día, cuando te encontré comiendo ramen, que no tenías muchos amigos…

- es porque no los tengo… ahora puede decirse que eres el único, aunque bueno, ellos todavía no saben que estás aquí por… - se tocó el vientre y bajó la mirada tratando de ocultar también la decepción de su mirada cuando cayó en cuenta de que ChangMin no era en realidad su amigo, solo el padre caballeroso de su hijo… un hijo concebido casi por error…

- estoy aquí porque realmente quiero estar aquí, Hamao… - el morocho aseguró sujetándole el mentón para que pudiera verle a los ojos… - no pienses que no…

- las personas suelen alejarse apenas comienzan a conocerme, no es divertido ser amigo de alguien que se la pasa hablando de su fijación por Egipto o historia en general…

- a mí me parece divertido, e interesante…

- ¿en serio? ¿No te aburres?… - el morocho negó… - haces más difícil no gustarme, ChangMin-kun… - dijo y solo entonces se dio cuenta de que había hablado en voz alta, cubriéndose la boca con sus manos en un vano intento por callar…

- vamos a… vamos a terminar con esto… - el morocho carraspeó nervioso, apartándose y haciendo de cuenta (con una pésima actuación) que no había escuchado.

Kyousuke bajó la mirada avergonzado y más decepcionado, que el morocho evadiera y no dijera nada solo le hacía pensar que no le correspondía de ninguna manera, pero que tampoco quería rechazarlo abiertamente tal vez para evitar que pasara por aquello en su estado. Él sonrió y se mostró sereno, volvió la atención a los libros y bosquejos y ambos hicieron lo posible por ignorar la repentina incomodidad.

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Universidad de Seúl

- te traje esto… - el morocho le extendió al japonés un bento… - estaba leyendo acerca de la alimentación durante el emb… - carraspeó y se pateó mentalmente por estar comportándose tan estúpidamente bobo… - bueno, en tu estado y, decía que los lácteos son muy importantes, y sé que estos días también se te antoja mucho el queso y las frambuesas, así que te preparé unos bocadillos con esos ingredientes…

- gracias… - el japonés sonrió emocionado, no solo por la comida, sino porque era el morocho quien se la estaba entregando, quien se la había llevado especialmente a él, a la universidad, mimándole como no imaginó que haría… enamorándole otro poco más…

- no soy muy bueno en la cocina, así que si no sabe bien, mejor no los comes, me esforzaré para mejorar… - el morocho se sentó con él en el pasto, bajo uno de los tantos árboles que ofrecen su sombra en los campos de la universidad…

- gracias… - el menor de los dos volvió a decir, sollozando esa vez sin poderlo controlar…

- por qué…

- estoy emocionado… - el japonés respondió antes siquiera de dejarle terminar, probando uno de los bocadillos que en realidad sabían delicioso…

- bobo… - el morocho atinó a decir, sonriendo un poco y acariciándole la espalda torpemente…

Volvería a patearse por su comportamiento… pero entonces estaba más ocupado en tranquilizarle… no, en aceptar que no solo se había enamorado como un adolescente, que lo estaba como hombre, y que tendría que encontrar la forma de confesarse.

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Jung Yunho estaba ahí, esperando en el parking del Gleam Model Agency esperando a su novio, hacía días que no estaban bien, que él había estado ocupado en el trabajo sin demasiada oportunidad de tomarse un respiro para aclarar las cosas con Jaejoong. Pero ahora no podía dejar pasar más tiempo, aunque estaba seguro de que por mínimo, el modelo le voltearía la cara apenas al verlo…

- Jaejoong… - el moreno le llamó apenas su novio salió del ascensor… y como había pensado, sucedió, el pelioscuro le ignoró sin dirigirle siquiera la mirada… - Jaejoong, escúchame ¿sí?

- luego de una semana sin llamarme siquiera una vez, ¿quieres que te escuche?... – el modelo espetó sin detener sus pasos…

- lo sé, soy un maldito por no haberte hablado, por desaparecer así cuando apenas estábamos bien, pero te lo voy a explicar…

- pues hazlo… - el pelioscuro se paró justo a lado de su auto, cruzó los brazos y le miró, estaba enfadado, pero claramente también cansado, seguramente no ha dormido bien esos días, y el moreno solo pudo sentirse culpable…

- me gustaría que pudiera ser algo más privado, es… delicado, Jaejoong ah… - el moreno pidió con cuidado, lo que menos quería era hacerle pensar que no quería decirle, y que terminara por enfadarse más…

- ¿delicado? ¿No irá a resultar ahora que tienes a alguien más, verdad?

- ¿¡Qué!? ¡No! Jaejoong, claro que no se trata de eso…

- entonces porqué no simplemente lo dices…

- ya te dije, es delicado… - el moreno trató de razonar… aunque claro está, en el estado del pelioscuro eso era casi como mucho pedir…

Jaejoong le escudriñó con la mirada y agradeció que todavía se conocen demasiado bien como para saber cuando se les habla con la verdad.

- de acuerdo, ¿dónde quieres que hablemos?...

- ven conmigo, te llevaré a un lugar seguro para hablar… - el moreno extendió la mano, no extrañado cuando el pelioscuro la negó caminando simplemente hasta el auto de su novio; tampoco se extrañó de que no le esperara para abrir la puerta o que todavía se mostrara más bien frío con él… - sé que este no es el mejor momento para que lo diga, pero; Te Amo, Jaejoong ah…

El modelo sintió que sus mejillas tomaron algo de calor y que su corazón latió apresurado. La reacción de siempre cuando escuchaba aquella declaración, cuando podía saber por el tono de su voz, que era completamente sincero. Y entonces algo del enojo se diluía pero aún se obligaba a mantener la faceta molesta porque simplemente quería aquella explicación y no darle la mínima oportunidad de que sienta que puede esperar para recibirla.

Yunho se mordió el labio, estaba por romper incluso las reglas como agente, pero seguro de que ambos necesitaban saber aquello.

Sobre todo considerando que en esa semana de investigación, dio con una pista que también indicaba la posible explicación del porqué su novio y su hermano están embarazados.

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ChangMin invitó a Hamao a pasear por la ciudad ese fin de semana, con la promesa de llegar a tiempo a casa del japonés para la cena a que la Sra. Maeko le ha invitado. El morocho tenía una intención con aquella salida, mimarle, así que iba comprándole de todo aquello que se le antoja… descubriendo los pequeños detalles que le atraen del japonés… sus sonrisas tímidas, su manera de morderse la parte interna de la mejilla, en que le brillan los ojos cuando algo le gusta… la manera en que se sonroja cuando él le mira… cuando el alimenta, cuando limpia algún rastro de comida en la comisura de sus labios, cuando le mira tan atentamente que ambos se sienten atraídos por un beso…

Esos momentos que se ven interrumpidos cuando cierto minino molesto salta entre ellos…

- maldito gato del demonio… - el morocho gruñó entre dientes por quinta vez en las últimas dos horas…

- Luke… - el japonés sonrió tímidamente, sujetando a su gato para mimarle sabiendo que nuevamente estaba celoso de la presencia del morocho…

- sabes, ahora que lo pienso, en tu estado, no creo que sea lo mejor para tu salud y la de nuestro bebé que convivas con tu gato, ya sabes, por las posibles infecciones y todo eso… - el morocho comentó casi casualmente… aunque en el fondo sabía que se estaba acordando de eso solo porque le convenía para apartar al gato de su querid… de Hamao… claro, nada de motes cariñosos de aquel tipo…

- pero, mis padres viajan mucho, no puedo dejar a Luke y no tengo a nadie más a quien pedirle que lo cuide por mí durante tanto tiempo…

- bueno… - el morocho miró al gato arrullarse en el regazo del japonés… - si quieres… - Luke entreabrió los ojos mirándole a él, y el morocho jura que era una mirada retadora… - yo puedo cuidarlo por ti…

¡Qué mierda había dicho!

- ¿en serio? Pero ChangMin-kun, ya te causo demasiadas molestias, y además, bueno tú has visto, Luke se pone nervioso contigo aunque no estoy seguro del porqué y…

- descuida, seguro aprenderemos a llevarnos bien…

ChangMin sonrió con malicia cuando Hamao aceptó y le dijo que esa misma noche le permitiría llevarse a Luke de su casa. Tal vez podría aprovechar y con el tiempo hacerlo desaparecer misteriosamente… Luke gruñía inconforme en el regazo de su amo, sus ojos felinos brillaron intensamente y casi pareció que el minino estaba aceptando el reto del morocho.

Y adivinar con los días, cuál mente sería más inteligente para ganarse la total atención de Hamao.


Continuará……




Felina: wiii salió el capi wiii *rueda por la sala de su casa*

Min: o_ó me quieres explicar porqué diablos voy a tener que llevarme a este maldito gato a mi casa…

Luke: *maúlla y se lanza sobre el morocho iniciando una pelea*

Felina: LALA salió capi salió capi *canturrea feliz e ignora la pelea entre la garrosha y el gato del demonio*

YooSu: o.o’

YunJae: u.u nos tocó el drama esta vez

Hamao: ¿han visto a mi gato?

Felina: Ya Ne!!!! Estoy falta de concentración para estas notas Xd

Min: eso te pasa por… ¡argh! ¡suéltame maldito gato del demonio! *se ve a Luke encajar sus uñas en la chaqueta del morocho*

Hamao: o.o ¿ChangMin-kun? ¿Luke?

YooSu: u.u ChangMin en éste caso viene a ser el perro porque está con Luke como perros y gatos bajo el mismo techo.

Felina: *O* YooSu!!!!! *se les tira encima*

YooSu: u.u no nos había visto.

*Felina sigue aferrada a ellos con corazoncitos flotándole en la cabeza*

YunJae: u.u cruelmente ignorados y dejados en drama *suspiran y se van sin ánimos de poner orden esa vez*


Felina: ahora sí, Ya Ne!!! :33