Capítulo 8 TOUCH *O*

Actu ;D

CAPÍTULO 8. JEJU (Parte 1)

*****
Residencia Shim

ChangMin estaba que echaba chispas de coraje por los ojos. Por supuesto, está enojado, encrespado como nunca en toda su vida, rojo hasta las orejas parecía volcán a punto de erupción mientras escaneaba hasta el mínimo destrozo de su habitación, culminando en su cama, ahí donde cierto minino se lamía las patas con cierto aire de indiferencia que terminó por colmar el poco, casi nulo autocontrol que tenía en ésos momentos.

- ¡ven acá maldito gato del demonio!… - y en el acto, el morocho se lanzó a su propia cama listo para cazar al minino, quien con total agilidad salió disparado hacia un lado, bajando al mismo tiempo de la cama, pero trepando un par de saltos después en otro de los muebles.

Los gritos y las maldiciones de ChangMin no sirvieron de nada durante toda la persecución que debió durar… en realidad no se sabe cuánto tiempo, pero instantes después, luego de muchos tropiezos, caídas estrepitosas, más cosas rotas por su habitación, algunos golpes por aquí y por allá, mucho sudor y la respiración agitada como si hubiera corrido medio maratón; el morocho finalmente capturó a Luke.

- ¡argh! ¡Déjame maldito demonio!... – pero por supuesto, el adorable minino no iba a rendirse solo así, y sus filosas uñas aún tenían batería para rasgar lo que tuviera a su alcance.

ChangMin lamentó de sobremanera que su rostro hubiera estado al alcance de la pequeña bola de pelos llena de ira. Una vez que consiguió meter de nueva cuenta a Luke en su jaula, y asegurarse de que esa ocasión no se iba a escapar tan fácil (de cualquier manera tomó nota mental de pasarse al día siguiente por la tienda de mascotas y comprarse una más resistente a prueba de gatos del demonio que quieran ganarle la atención de su novi… de Hamao), el morocho se fue a la ducha para limpiarse esos rasguños en el rostro que con un poco de maquillaje (con lo que odia tener que recurrir a eso, ya saben, es el hombre ahí) lograría ocultar cuando tenga que ir a la Universidad; los de los brazos bastarían con una camiseta de manga larga.

- ese gato me odia… - gruñó mirándose al espejo… cerró los ojos y pensó que estaba pasando por ese infierno todo por am… - no, no, no, claro que no es eso… - agitó la cabeza en negación y terminó de vestirse para volver a su habitación.

Aquello lucía como un auténtico campo de batalla de una guerra sin cuartel de la que él fue el protagonista contrincante más inteligente (oh vamos, el joven morocho tiene que alimentar su ego y de paso hacer de cuenta que no está algo loco por andar teniendo batallas de aquel tipo con un simple gato que en realidad, no le molestaba en absoluto. Ok, ok, tal vez un poco… vale, siempre la pasaba interrumpiendo sus momentos con Hamao, pero ¿qué importancia deberían tener si él no está absolutamente interesado de algún modo romántico en el muchacho?)

- ¡mierda! Estoy perdidamente enamorado de él… - sonrió algo bobamente y casi pareció olvidarse del desastre de su habitación… hasta que en su camino pisó el marco de una fotografía que también había terminado tirada en el suelo…. – maldición, tengo que acomodar todo este desorden antes de dormir… - suspiró y se puso manos a la obra, haciendo hasta lo imposible por ignorar al minino.

Luke por su parte parecía haber aceptado su primera derrota. Tranquilo permaneció dentro de la jaula acicalándose el pelaje de sus patas delanteras, o relamiéndose los largos bigotes blancos. Por ahora, para el adorable minino era suficiente lo que había hecho. El brillo dorado de sus iris felinas le dio la impresión a ChangMin de que ese gatito tenía un macabro plan elaborado para darle batalla hasta el final… con la meta de ganarle.

- no me vas a ganar gatito del demonio… - el morocho espetó señalando al minino como si éste en verdad pudiese entenderle o tuviera algún tipo de comunicación con él. y antes de que pudiera continuar atacando al indefenso animal, el móvil del morocho vibró… - ¿hola?

- ChangMin-kun… - reconoció la voz de su tormento… recientemente catalogado como tal porque por su causa tenía que soportar la non grata compañía de Luke…

- Hamao, qué tal… - el morocho sonrió empero con absoluta sinceridad, saliendo al balcón de su habitación para charlar tranquilamente con su… amigo.

- estuve pensando… ¿era en serio lo de ir a Jeju… nosotros?... – el japonés cuestionó con tono tímido. Y solo Dios sabe cuánto le gustaba esa faceta de niño tierno y vulnerable al morocho… ¡No es que sea gay!

- por supuesto, espero que ya tengas todo preparado, pasado mañana es el día, ya tengo todas las reservaciones hechas y por supuesto, estaremos lejos de Junsu y Yoochun…

- ¿ah? ¿Y eso por qué?... – el morocho jura que el japonés parpadeaba contrariado…

- yo me entiendo, créeme, ese par son una mala influencia para ti… - (en algún lugar de Seúl, cierto pelirrojo y un joven pelinegro estornudaron de la nada)

- no comprendo, ChangMin-kun…

- no es necesario… - el morocho sonrió… - ¿ya cenaste?

- sí, mamá me preparó algo rico en vitaminas…

- si tienes antojo, de lo que sea, no dudes en llamarme a la hora que sea, haré lo posible por complacerte…

- ah… etto… arigatoo… - el japonés tartamudeó avergonzado…

- iie, no tienes que agradecerme… hay que cuidar a nuestro bebé, y eso significa cuidar de ti, Hamao… - el morocho se sonrojó cuando comprendió sus palabras, lo cursi que sonaban y la interpretación que podía venir con tales…

- sobre el viaje… - el japonés susurró… y tal vez de no ser porque el morocho está prácticamente pegado al móvil no le hubiera escuchado… - estuve pensando, no es que no quiera ir, demo… - al otro lado de la línea, el japonés mordió la parte interna de su mejilla…

- ¿pero…?

- qué hay de Luke… - al instante el morocho frunció el ceño… - quiero decir, yo sé que debe estar siendo una molestia para ti… - el morocho volvió la mirada al interior de su habitación… aún hecha un desorden… - y que este viaje tal vez te motive mucho, así que, no es que no quiera ir, pero… puedesdejaraLukeconmigosoloesosdíasparaquevayas… - el japonés soltó de corrido…

- no te preocupes, ya tengo arreglado eso… alguien lo cuidará por nosotros esos días… - el morocho… mintió… ¡se había olvidado del pequeño gran detalle acerca de qué hacer con ese gato del demonio esos días!

- ¿de verdad?

- sí, así que, nada de pensar en que no se puede ni nada de eso, has tu maleta que pasado mañana iremos a Jeju a pasarla de lujo…

- ChangMin-kun… gracias… por todo lo que haces por mí… - el japonés murmuró con suavidad, completamente avergonzado… y quiso completar con algo parecido a alguna declaración…

- ya te dije que no tienes que agradecerme… lo hago porque quiero… porque me gusta hacer cosas por ti…

¿Alguno de los dos habrá notado el tono enamorado con que se hablan?

*****
Distrito Gangnam-Gu
Hogar de Park Yoochun

Junsu estaba ahí, ayudando a su novio a hacer su maleta para el súper esperado viaje a las paradisiacas playas de la Isla Jeju. Lo cual significa, un Yoochun nervioso que la pasa tras su pequeño pelirrojo tratando de evitar que lleve la mar de cosas innecesarias…

- baby, es que no entiendo para qué puede sernos útil llevar esos flotadores… - el pelinegro señaló los accesorios que esa tarde su adorable novio había comprado…

- *-* es para evitar que mi ratoncito favorito se vaya a ahogar en la playa… - el pelirrojo respondió con absoluta seguridad… y su novio prácticamente se fue de espaldas…

- baby, soy un excelente nadador… - afirmó mientras se talla el puente de la nariz… a veces su novio era tan… infantil.

- pero Chunnie… - formó pucheritos… - solo me quiero asegurar de que no vaya a pasarte nada…

- no vamos a llevar esas cosas… - señaló con tono firme, yendo entonces hacia esas bolsas de accesorios que su novio colocó sobre la cama listo para meterlas en la maleta…

- ¡pero yo quiero llevarlas!... – el pelirrojo protestó dando un golpe con su pie en el piso… meramente como lo haría un crío en plena apertura de berrinche…

- y yo he dicho que no las llevaremos… - el ratón tomó las bolsas… las guardaría en algún rincón de su departamento…

Junsu ya no dijo nada, se cruzó de brazos e infló las mejillas visiblemente indignado por la negación a su petición. Yoochun le miró de reojo al tiempo que abre su clóset (fue el primer lugar que se le ocurrió y que tenía al alcance) y avienta las bolsas ahí. Era momento de consolar a su querido delfín…

- Susu…

- ¡nada de Susu!... – dio media vuelta dando pasos pesados fuera de la habitación de su novio…

- baby, no te enojes que te hace daño…

- ¡claro! Ahora te preocupas por hacerme enfadar pero no tomas en cuenta mis esfuerzos por cuidarte… - espetó… con ojos cristalizados a punto de llorar…

- baby, no es que no tome en cuenta tu preocupación, pero es ridículo, ¡no necesito flotadores para meterme a nadar!... – exclamó con aspavientos de sus manos…

- ¿¡ridículo!? ¡Bien!... – el pelirrojo frunció el ceño y apuró sus pasos hacia la salida…

- baby… - el pelinegro le siguió.

- estoy enojado y sentido, no me hables ratón feo… - tomó su chaqueta y abrió la puerta…

- pero Junsu ah…

- ¡adiós!... – obviamente, el pelirrojo no le escucharía. Estaba enfadado… aunque en el fondo sabía que estaba actuando meramente por capricho. ¡Eso es culpa de la revolución hormonal de su embarazo!

No es que él sea por naturaleza algo berrinchudo e infantil. Por supuesto, no es nada de eso.

Yoochun suspiró dentro de su departamento. Saldría tras de su novio, pero… lo conocía y Junsu era perfectamente capaz de dejarle fuera del viaje, no de renunciar al viaje, sino irse sin él.

- sino amara tanto a ese delfincillo de agua dulce… - el pelinegro suspiró y volvió a su habitación para terminar su maleta.

*****

Y ahí estaban, contentos en su llegada a la Isla Jeju. Las reservaciones que inicialmente se habían hecho en un Hotel modesto, terminaron (cortesía de Yoochun, que tenía que hacer méritos para bajarle el genio a su novio) en uno de los más populares y lujosos de la región.

El Lotte Hotel Jeju es simplemente ideal, cuenta con los mejores servicios y todo lo necesario para divertirse, relajarse y renovar energía. Las vistas que ofrece dependiendo de la orientación de sus habitaciones puede ofrecer una bella panorámica del mar, las montañas, y hasta a un lago. También se pueden disfrutar de actividades deportivas o recreativas, como por ejemplo piscina cubierta, piscina (niños) y masajes.

- tú tienes altamente prohibido tomar ningún masaje… - ChangMin fue más que rotundo al decirle aquello a un Hamao que todavía estaba disfrutando del simple aire bañado de brisa de mar.

- celoso… - canturrearon los otros cuatro…

- ¿eh?... – pero el japonés esa ocasión de verdad ni se había enterado. Estaba maravillado con la vista del mar. Tan cerca, tan… romántico… - Lo que daría porque ChangMin-kun me besara esta noche en el balcón… - pensaba sumido en sus pensamientos…

- no estoy celoso… - masculló el morocho andando algo torpemente hacia la habitación que reservó…

- ¿Hamao y tú van a compartir habitación?... – Yoochun le miró con picardía… mientras que Junsu temporalmente se había ido por ahí atraído por las albercas…

- eso es porque… porque… ¡argh! No te importa, ratón metiche… - el morocho jaló a Hamao entrelazando en el acto sus manos y tirando de él hasta que se perdieron en su habitación.

Yoochun sonrió divertido y tomó su propio camino a la habitación que compartirá con su adorado novio. El cual por cierto, seguía perdido por ahí actuando como niño inquieto que explora todo el lugar.

- ¿te gusta el lugar?... – Yunho, por su parte y luchando contra el impulso protector hacia su hermano (y una pizca de lo mismo ahora que ChangMin les acompaña), se concentró únicamente en su novio.

- está hermoso, Yunho… - el modelo le sonrió dulcemente… - solo espero que no te moleste que ellos nos hayan terminado por seguir… - suspirando al instante en que vio pasar a un pequeño grupo de gente de su Agencia, enviados ahí por mandato de su manager con la exclusiva oportunidad de tomarle algunas fotos y demás en tan espectacular lugar.

- me las ingeniaré para deshacernos de ellos, Boo… - el moreno le guiñó un ojo y le llevó a su habitación para dejar la maleta y salir luego a comenzar a disfrutar de todo lo que Jeju tiene por ofrecerles.

…………………………………
Habitación YooSu

- qué es eso… - el pelinegro cuestionó enarcando una ceja cuando vio a su novio sacar una prenda de su maleta…

- mi traje de baño… - obvió el pelirrojo revoleando los ojos…

Yoochun se acercó arrebatándole la prenda de las manos a su novio antes de que se perdiera en el baño para cambiarse. Junsu le miró interrogante y con poco humor.

- ¿ésta cosa es tu traje de baño?

- sí…

- ni hablar, no vas a ponértelo… - el pelinegro gruñó por lo bajo y arrojó la prenda de nueva cuenta a la maleta.

- ¿Por qué no?... – el pelirrojo cuestionó indignado, intentando recuperar su prenda y terminando en una pelea con su novio que tomándole las manos logró dominarle recostándole en el forcejeo (sí cómo no) en la amplia cama y manteniéndole ahí firmemente… - ¡Chunnie!

- ¿es que acaso piensas que me voy a quedar como si nada cuando quieres ponerte ese diminuto bóxer que además estoy seguro te quedará súper entallado?... – el pelinegro dijo con tono serio, firme, molesto.

- ¿estás celosito, ratoncito mío?... – el pelirrojo entonces cambió su expresión por una linda carita de ojos inocentes y mirada brillante…

- mucho… - el pelinegro aceptó sin dudarlo, bajando sus labios al delgado cuello de su novio… - no me apetece verte contoneando las caderas por ahí y que cualquier baboso te mire el trasero… - gruñó llevando sus manos a aquella pronunciada y bien formada parte de la anatomía del pelirrojo…

- ahh, Chun… no contoneo las caderas, exagerado… - jadeó sintiendo que se sonrojaba por aquel tipo de contacto íntimo tan apenas llegando a tan lindo lugar…

- de todas maneras, te mirarían el trasero… - lamió la clavícula y volvió a apretarle los redondos glúteos…

- Chun… estate quieto nhh… es muy temprano para… hacer cositas así, pervertido… - logró decir entre jadeos y ligeros temblorcitos, su novio sabía perfectamente dónde tocar, cómo hacerlo y llevarlo en segundos a la luna y de regreso…

- ok, let´s go… - se apartó sin demasiado ánimo de hacerlo porque se había comenzado a poner interesante el momento, y tiró de su novio para salir a divertirse y conocer el lugar…

- pero Chun, no me he cambiado… - el pelirrojo protestó… pero no le sirvió de nada cuando ya su novio le tenía fuera y le encerraba en el ascensor, que vacío en ése momento se convirtió en la guarida perfecta para el pelinegro que volvió a devorarle los labios con ansiedad.

Estaba seguro de que Yoochun no aguantaría siquiera a que llegara la noche y terminaría haciéndole el amor en un lugar u otro. Después de todo hay tantos sitios que le dan morbo incluso a él en aquel bello lugar. Junsu se sonrojó de sobremanera por sus propios pensamientos… oh sí, y también porque unos turistas al parecer europeos les pillaron en pleno beso apasionado cuando las puertas del ascensor volvieron a abrirse al llegar a la planta baja.

…………………………………

Hamao estaba tan contento, que por un instante ChangMin tuvo la impresión de que estaba viendo a un niño emocionado con su primer viaje a la playa. Sonreía bobamente cada segundo y aprovechaba toda oportunidad para tomarle fotos, se veía realmente lindo con esa expresión dulce, esa sonrisa inocente y la mirada oscura tan brillante pero con ese matiz de timidez que lo hacía lucir simplemente adorable.

- ChangMin-kun, ¿podemos caminar por la playa?... – el japonés le pidió con tono avergonzado, mirándole apenas con las mejillas teñidas de rubor…

- claro que sí… - el morocho accedió más que encantado. Su mano se movió casi por cuenta propia con la intención de sujetar la del japonés… cayendo en cuenta de ello apenas cuando sus dedos rozaron los del otro…

Se alejó un poco haciendo de cuenta que aquello había sucedido por accidente, notando su corazón latir mucho más rápido cuando Hamao le devolvió una mirada tímida llevando sus propias manos al frente, entrelazándolas entre sí e impidiéndole casi inconscientemente toda posibilidad de tomar una de ellas. ChangMin se maldijo mentalmente por sentir que en tan poco tiempo (no llevan más de una hora ahí) toda barrera que pudiera haber mantenido hasta el momento se derrumbaba con la facilidad con que un terrón de azúcar se derrite bajo el chorro de agua.

Así, iban caminando uno al lado del otro a la orilla de la playa, había varios turistas por aquí y por allá disfrutando de la apacible estadía, día soleado, agradable a la vista e incluso al oído, porque las olas golpeando suavemente la arenosa orilla era un sonido cálido que invitaba a la relajación. El morocho se sentía bien, seguro de que había acertado en su decisión de llevar a su nov… amigo ahí para despejar un poco la mente. No es que estuviesen llenos de problemas, es decir, solamente está embarazado, no se lo han dicho a nadie (obviando el hecho de que Junsu y por tanto Yoochun, Jaejoong y Yunho lo saben claro está).

- nee, ChangMin-kun… - la suave y aterciopelada voz del japonés atrajo su atención y truncó su hilo de pensamientos…

- mh… - atendió apenas poniéndose de pronto e inexplicablemente nervioso…

- después de esto, estará bien si paseas por tu cuenta… - susurró…

- ¿por qué dices eso?... – el morocho detuvo sus pasos y le hizo frenar también tomándole por el antebrazo…

- etto… - la mirada del japonés titubeó avergonzada… - hay un montón de personas con las que seguramente querrás… estar… - consiguió decir apenas, aunque tuviese atorado un nudo en la garganta y tuviera ganas de llorar de impotencia.

Analicemos las razones. Hamao iba la mar de contento caminando al lado del morocho, por supuesto no era el sueño dorado que le hubiera encantado fuera porque no iban tomados de las manos ni mucho menos una mano del morocho rodeaba su cintura apegándole a su cuerpo con gesto posesivo y romántico… pero al menos iban juntos, y sentía la suavidad de la arena tibia bajo sus pies descalzos, olía a mar y el viento soplando gentilmente mecía sus lacios cabellos oscuros. Sí, hasta ese punto todo estaba perfecto… bien, casi perfecto. Sin embargo, cuando dejó que su mirada vagara en el entorno, se dio cuenta de aquella otra parte de la realidad que no había considerado hasta el momento.

Estaban ahí las chicas de cabellos rubios y ojos azules que no le despegaban la vista al morocho… por supuesto si él no muriera de vergüenza tampoco le despegaría la mirada, ChangMin llevaba bermuda y una camiseta de resaque, lentes negros y ese cabello rebelde desordenado que le daba cierto toque maduro y la vez sexy que… bueno, Hamao entiende perfectamente porqué las miradas de las féminas le siguen sin tapujo alguno, porqué sonríen y hasta cambian sus posturas por unas tanto más provocativas como una invitación al desliz. Aquella idea le revolvía el estómago pero era algo que consideraba altamente probable dado que a pesar de todo… ellos simplemente habían tenido sexo hace casi tres meses atrás.

Bien, eso en los pensamientos de Hamao. Por otro lado, cuando ChangMin no obtuvo una respuesta inmediata ni concisa por parte de Kyousuke, optó por buscarla por cuenta propia, la mirada del muchacho había estado en los alrededores… y fue ahí donde él notó la otra parte de la escena. Miró como desesperado hacia todas partes en busca de algo con que cubrirlo…

¡Se lo devoraban con la mirada como auténticos lobos al acecho!

Sí, ChangMin había visto a un montón de chicos sonriendo hacia ellos, pero claro, él con lo inteligente y buen observador que es, cayó en cuenta de que estaban viendo específicamente a Hamao.

- ¿quién diría la cantidad de gays que hay por el mundo?... – gruñó por lo bajo y entre dientes, jaló de nueva cuenta al japonés arrastrándole de regreso al interior del hotel.

Hamao se dejó guiar sin entender ni pizca del repentino comportamiento del morocho, pero no animándose tampoco en cuestionarle nada. Después de todo iba como rayo, le apretaba un poco la muñeca y seguía hablando por lo bajo sin que pudiera alcanzar a entender una sola frase coherente. ChangMin iba maldiciendo a diestra y siniestra. Cuando llegaron al lobby del hotel, el morocho vio a sus cuatro amigos sentados en unos cómodos sofás y también…

- ¡oye!... – la toalla que Yunho llevaba al hombro fue arrebatada sin más por las manos del morocho que al instante se encargaron de enredarla en el cuerpo del japonés, quien parpadeó más que confundido…

- o.O what…… - YooSu y YunJae dijeron a la vez…

- ChangMin-kun… - el japonés murmuró con tono inocente…

- ahora mismo subiremos a la habitación para que te cambies… - el morocho dijo con tono serio… y luego sus cuatro amigos estallaron en carcajadas… - ¡Qué!... – les fulminó con la mirada…

- estás que no puedes con tus celos por algo tan insignificante como el lindo Hamao en short súper holgado… - por supuesto, Yoochun respondió… él suele aprovechar las ocasiones para mofarse del morocho… ellos así se llevan en general…

- ¿y me lo dice el novio de cierto delfín que anda aún en pantalones y camiseta?... – el morocho sonrió victorioso… el pelinegro por otro lado, asintió vigorosamente, orgulloso de que su adorable novio se haya olvidado de aquella idea de colocarse aquella diminuta prenda…

- ¿estás aceptando que estabas celoso? *-* ¡kawaii! – sobra decir que ese había sido el comentario de Junsu… Hamao lentamente iba ganando más rubor en sus mejillas…

- ¡no dije eso!... – el morocho se alarmó sonrojándose al instante…

- Minnie, ¡te estás volviendo todo un hombrecito!... – Jaejoong lo abrazó cual madre orgullosa de “la primer novia” de su hijo…

- ¡suéltame! ¡Jaejoong suelta!... – el morocho intentaba apartarle, pero el modelo parecía pegado a él y encima no paraba de pellizcarle las mejillas…

- bueno ya, mucho mimar al crío… - el moreno le apartó con recelo, abrazando posesivamente a su novio.

- también te pones celoso de tu hijo… - el pelioscuro sonrió divertido acariciando los brazos fuertes del moreno…

- ahí van -__- con ese raro complejo de padres… - aunque hacía algún tiempo que Jaejoong y Yunho no se portaban así con él, la reciente situación particular del modelo parecía haber disparado de nueva cuenta su instinto materno…

- ¿se te ha declarado ya?... – escuchó que así de la nada Junsu le preguntaba a Hamao…

- ¡Junsu!... – gritó todo alterado por la naturaleza del cuestionamiento, tomó a Hamao por los hombros (después de todo lo había enredado en la gran toalla del moreno) y mirando feo al pelirrojo por tremenda indiscreción, se lo llevó de ahí con prisas…

- u.u me gritó… - el pelirrojo suspiró sentido como niño regañado por el hermano mayor…

- vamos baby, hay que ir a darnos un chapuzón a la playa… - el pelinegro dijo con tono seductor… él ya tenía cierto plan y eso implicaba perderse por ahí en alguna parte de la playa para hacerle cositas a su delfín… ¡que ya le traía unas ganas terribles!

- *-* ¡a nadar!... – pero lejos de haber salido corriendo con su novio rumbo a la playa… el pelirrojo corrió ligerito hacia el ascensor, alcanzando a entrar en uno de ellos justo antes de que se cerraran las puertas…

Minutos más tarde se ve a Yoochun corriendo tras de Junsu con bata de baño en mano para cubrirle pues su travieso delfín finalmente se había puesto aquel diminuto bóxer azul que definitivamente el pelinegro jura que debe ser una talla menor a la de su novio porque le queda tan entallada que no solo resalta su (apetecible) trasero sino también al frente…



Continuará……




Feli: *-* la actu de hoy

Min: -_- está bien, hoy no pelearé contigo, estoy cansado

Feli: 6.6 qué hiciste con Hamao en mi ausencia, garrosha coshinota

Min: >///< no es nada de eso

Hamao: ChangMin-kun, me duele todo el cuerpo u.u

Feli: 6////6 ¿decías?

Min: ¡malpensada! Eso es porque ayer nadó todo el día

Feli: si claro 6///6

YooSu: ¿hoy no apareció el lindo gatito?

Feli: YooSu!!!!! *O* *se les tira encima*

YooSu: u.ú ahora si nos pelas

YunJae: awww nuestra familia ha crecido

Maki: aparezco por acá para promocionar el Club de fans de Luke *u* del cual por cierto, me autoproclamo Presidenta xD *reparte volantes para quien esté interesad@*

YooSu&YunJae: o.ou

Hamao: *-* un club para mi Luke precioso

Min: -___________- ¡fuck!


Feli: Ya Ne!!!