Confuso Amor, Parte 1

CONFUSO AMOR

PARTE 1

DE PREGUNTAS INCONCLUSAS Y RESPUESTAS INESPERADAS

*****

Una parvada de aves rompió el zumbido que aturdía sus oídos ante aquella escena extraña, Yoochun miró hacia las copas de los árboles del parque decenas de aves emprender el vuelo en busca de… no lo sabe, libertad, alimento, ocio; qué demonios va a tener idea, ni siquiera estaba pensando concretamente en ello. Su cerebro estaba trabado entre la confusión acerca del efusivo abrazo de Junsu, y la afirmación que éste le ofreció ante una pregunta que ni siquiera formuló.

Si quiero.

¿Si quiere qué?

Junsu se separó con el rostro colorado y la mirada más brillante que nunca. Cualquier cosa que haya respondido le hacía inmensamente feliz. El único problema ahí es, que Yoochun no tiene ni remota idea de lo que es.

- ¿Sabes? Hacía mucho que quería decírtelo también, quiero decir, yo sé que no es sencillo decir algo así, pero, estoy emocionado y contento, Chun… - entre sonrojos y titubeos el castaño consiguió decir, parecía entonces que no había lugar donde poder ocultarse ni menos disimular la expresión de su rostro… - dije mucho “decir” ¿verdad?... – rió avergonzado y luego vio más allá al señor de siempre con los algodones de azúcar llamando poderosamente su atención.

Durante muchas ocasiones cuando caminaba por ahí con sus amigos a media tarde y observaba a parejas comprando algodón de azúcar, él había fantaseado con hacerlo en compañía de Yoochun, y hoy aquella fantasía podía hacerse realidad. Había sido bueno tener la charla con ChangMin el día anterior, de lo contrario, nunca habría encontrado el valor de hacer lo que hizo.

***Flashbacks***

Junsu había querido hablar con Jaejoong sobre aquel tema, pero su amigo mayor no había atendido al móvil luego de las tres veces que le marcó en la última media hora. Intentó lo mismo con Yunho obteniendo exactamente el mismo resultado. Largó un suspiro y se tiró sobre su cama mirando el techo con fingida atención.

- debería tener las agallas para declararme, pero… ¿Y si Yoochun no siente lo mismo que yo?... – se había preguntado como tantas y tantas veces antes en meses.

Por supuesto, era solo uno más de los cuestionamientos que terminaba haciéndose cada que pensaba en sus sentimientos, en su amistad con el pelinegro y las citas no citas que han tenido desde que se conocen, lo cual por cierto es toda una vida. Junsu ha querido abrir su corazón y hablar de sus sentimientos un montón de veces con el pelinegro, pero siempre le ganaba la vergüenza, el miedo y los nervios. ¿A quién no? ¿Alguno de ustedes se ha declarado así sin más con absoluta tranquilidad? Es difícil, ¿no? Requiere más que algo de valor, siempre buscas ese empujoncito que te brinde la suficiente confianza en que no serás rechazado, sobre todo si la persona en cuestión se trata justamente de tu mejor amig@.

Sonó su melodía favorita y por unos segundos Junsu se perdió en la letra de aquella canción que tanto le significaba. Era la que escuchaba cuando tiempo atrás las confusiones tomaron forma y comprendió que estaba enamorado de Yoochun. Desde entonces el tema le ronda en la mente a menudo, por no decir que todo el tiempo. Le costó un poco salir de sus cavilaciones y atender el móvil, pero finalmente lo hizo antes de que su buzón de voz hiciera su parte…

- ¿Diga?

- Hyung, ¿Vendrás el fin de semana?

- ¿ChangMin? ¡Oh dios mío! Lo olvidé por completo… - el castaño golpeó su frente ante el recuerdo del favor que su amigo morocho le había pedido hace más de una semana para acompañarle a las competencias preliminares de atletismo de la Universidad.

- Eso no me extraña en realidad… ¿Podrás venir o no?

- Lo siento, he quedado con Yoochun de encontrarnos mañana…

- ¿Mañana? Es raro que ustedes se vean en sábado, generalmente lo hacen los domingos cuando te acompaña al fútbol…

- Lo sé, por eso estoy tan nervioso… - chilló con ese tono tan curioso que sus amigos aluden propio de un delfín.

- Él va a declararse, seguro…

- ¿Qué?... – Junsu entró en pánico ante aquella afirmación.

- Bueno, no encuentro otra explicación para que rompa la rutina tan establecida que tienen ustedes. Es algo que he intentado hacer por mi propia cuenta, obviamente no estoy hablando de declararte nada a ti…

- No lo estaba pensando… - el castaño sonrió divertido…

- Por si las dudas, tiendes a malinterpretar las cosas…

- Solo ha sido un par de veces ¡Y con justa razón!... – se defiende pero sabe que no hay mucho que decir, realmente ha metido a sus amigos en problemas más de una ocasión. La última vez generó una discusión entre Jaejoong y Yunho cuando mencionó casualmente que había visto al moreno con su novia en el Mall. Por supuesto, no existía tal novia, pero el castaño lo asumió por el simple hecho de verles solos caminando por el centro comercial. Después de que las cosas se aclararan Junsu supo que la chica en cuestión era nada más y nada menos que la hermana menor de Yunho.

- oh bueno, el punto aquí es que, Junsu, creo que Yoochun se te va a declarar, yo lo haría en su lugar, y aclaro nuevamente que no es por ti…

- sí, sí, sí; mensaje entendido ChangMin… - revolea los ojos y luego de pronto parece captar de nuevo el significado de la insinuación del morocho… - ¡Oh por dios! ¡Yoochun va a declarárseme!... – grita con emoción y da maromas por su cama sin importar que ChangMin haya tenido que alejar el móvil de su oreja y revolee los ojos ante la actitud tan colegiala de su hyung. Un minuto después… - ¿De verdad crees que lo haga? Llevamos tanto siendo amigos, creo que estamos adelantándonos a los hechos, ChangMin ah…

- Los hechos me parecen bastante claros. Piénsalo, Yoochun te ha citado en un día en el que nunca se ven a menos que se trate de algún evento; además, ¿No fuiste tú quien dijo que lo ha notado algo diferente, concentrado en algo desconocido? Pienso que estaba planeando cómo decírtelo.

- ¿Crees? No lo sé, ChangMin; él nunca me ha dado ninguna señal acerca de eso, de que yo le guste…

- ¿Parece que estoy coladito por Hayami?

- Sí…

- ¡Claro que no! ¿Qué te hace pensar eso?... – el morocho inquiere con tono indignado…

- Vas a verle todos los días de entrenamiento, no te pierdes una sola de sus competencias, asistes a las clases extracurriculares en las que sabes está él; ¡prácticamente le acosas!

- Entonces me das la razón. Yoochun y tú hacen absolutamente todo, TODO juntos… - espetó con molestia… la molestia que siente cualquier chico de coraza indiferente que tiene que aceptar en silencio que se le ha dicho la verdad de frente.

- De verdad creo que estamos pensando de más…

- Si estoy en un error Yoochun te dirá de frente y sin rodeos lo que tenga que decirte, pero si le notas nervioso, que se traba con las palabras y no dice nada, entonces, él quiere declararse y no encuentra el valor que creyó reunir durante todo este tiempo en que ha estado actuando extraño; entonces te recomiendo que le des una ayudadita…

***Flashbacks***

De modo que, así había pasado. Y Junsu había seguido el sabio consejo de ChangMin. Le había dado una ayudadita siendo él quien aceptara sin que Yoochun tuviera que sufrir buscando las palabras adecuadas, después de todo, Junsu no quería ni siquiera una declaración demasiado elaborada o romántica, le bastaba con saber que sus sentimientos eran correspondidos.

- compraré un algodón de azúcar… - susurró tímido y en un dos por tres ya había corrido hacia el puesto del Señor aquél que le recibe con una grata sonrisa mientras Yoochun permanece sentado en la banca tratando de comprender lo que acababa de pasar ahí… - vamos a comer… - tomó un poco del dulce y lo acercó a la boca del pelinegro…

- Junsu… - carraspeó nervioso, no sabiendo cómo indagar lo sucedido… - ¿Qué estamos haciendo?

- comiendo algodón de azúcar… - respondió con una risita comiendo el trozo que el pelinegro negara antes… - ¿Es demasiado cursi?...

- pues… - el pelinegro se rascó la nariz en gesto confundido, solo que el castaño lo interpretó como una afirmación…

- ¡Lo siento! Fue algo torpe de mi parte, es que lo había imaginado tantas veces antes que no pensé, Chun… - lamentándose de su increíble capacidad para equivocarse, el castaño bajó el algodón de azúcar tratando de ocultarlo entre sus piernas… - me emociona tanto saber que… bueno, que nosotros, ¡lo siento!... – volvió a disculparse haciendo una venia hacia un pelinegro que lentamente parecía captar los hechos…

- Junsu ah… ¿Te gustaría ir a un recital el próximo viernes después de la Universidad?... – cuestionó tratando de ignorar la situación tan vergonzosa en que se supo involucrado.

- ¿Recital?... – el castaño le miró expectante… el pelinegro asintió… - me encantará… - respondió nuevamente emocionado y sin querer su mano buscó la del otro entrelazando sus dedos… - será una cita, Chun…

- ¿Cita?... – preguntó casi sin darse cuenta, apartando de un tirón su mano y notando la expresión confundida y algo dolida del castaño ante su acción… - quiero decir… - carraspeó y comenzó a arrepentirse de absolutamente todo desde que se le ocurriera complacer a su amigo meses antes de participar en un casting para nuevos talentos en una compañía de música instrumental… - claro, una cita… - sonrió forzando la mueca en sus labios, sintiendo esa conocida punzada de culpa en la boca del estómago cada que veía desaparecer la sonrisa natural de los labios del castaño…

- Yoochun ah, no sé cómo ser tu novio, tal vez sea mala idea serlo… - susurró con tristeza… primero había comprado el algodón de azúcar sin preguntar, luego le había tomado la mano sin saber si el gesto estaba bien, y tomaba por segura una cita que no le era pedida como tal. Definitivamente, algo iba mal con su capacidad para actuar.

Sin embargo, aquellas palabras habían terminado por hacer que el pelinegro comprendiera todo. Junsu había respondido que sí quería… ser su novio… aunque Yoochun nunca lo hubiese preguntado, ni lo hubiera tenido siquiera en mente. Pero, tal vez todo era culpa suya, no debió llamarle para decirle algo importante en un día en el que casi nunca se ven, y menos a solas. No debió ser tan cariñoso con él, ni procurar cada una de sus sonrisas. Pero es que había algo en Junsu que lo impulsaba a velar por su felicidad, no le gustaba verle serio, decaído o enfermo; porque cada que alguna de aquellas cosas sucedía, él se sentía mal, como vacío de algún modo, y entonces era que buscaba animarle, arrancarle una sonrisa, o vigilar que tomara su medicamento aunque formara pucheros e intentara convencerle siempre de que ya estaba mejor.

Y estaba ahí, incapaz de aclarar la confusión y romperle el corazón a Junsu. Porque así, del modo más extraño posible, se daba cuenta de que si Junsu había aceptado su no existente declaración de amor, es porque él le quiere… de ese romántico modo en que nunca se imaginó con su amigo. Oh bueno, tal vez alguna vez lo pensó, pero no es que se lo hubiese planteado en términos reales.

Esos términos reales que se cristalizan en esa escena poco convencional de una pareja que inicia una relación en lo que podría denominarse viento en contra.

- Aprenderemos juntos… - murmura mirando hacia el cielo. Yoochun no sabe por qué lo hace, pero prefiere aprender a quererlo que decir que no está enamorado… - hemos sido amigos durante mucho tiempo, no debe ser tan difícil ser… novios.

Junsu le mira de reojo y se siente extraño, le hubiera gustado el contacto directo, o que le tomara la mano, quizá que le regalara un primer beso. Algo que le hiciera sentir más seguro y no como si hubiera forzado a Yoochun a cumplirle algún capricho. Baja la mirada y suspira. Nunca nadie le dijo que ser novio de la persona que amas fuera a resultar tan difícil, todas las parejas que ha visto en su vida sonríen mutuamente, se toman de la mano y actúan cursimente. ¿Ellos no van a ser así?

*****

Residencia Kim

Jaejoong estaba cocinando junto con su madre un rico pastel de zanahoria para llevar al Hospital para enfermos terminales en el que su adorada madre iba cada sábado por la noche durante un rato para tratar de animar a las personas que aceptan con resignación el final de sus vidas, para algunos demasiado corta, para otros con suficiente experiencia de vida que es más fácil asumir la realidad.

- hijo, ¿Por qué no invitas a Yunho? Creo que a algunos chicos les gustaría verle bailar y se animarían un poco… - la Sra. Kim sugirió con alegría…

- No lo había pensado… - el joven de cabellos cenizos sonrió de medio lado… - voy a decírselo en cuanto terminemos aquí…

Una vez que el pastel y otros platillos fueron terminados, Jaejoong subió a su habitación para hablar con Yunho. Pero el moreno nunca atendió su móvil, y eso hizo que el estómago del pelicenizo ardiera de molestia, últimamente había una chica que perseguía a su amigo a todas partes, y el moreno, atento y amable como siempre, no hacía nada por evitarla. Algo en su cabecita formuló la posibilidad de que estuvieran juntos… haciendo de esas cosas que Yunho solo hacía con él… como los besos… o las caricias…

***Flashbacks***

Tenían 14 años, y como todo adolescente sano, sus cuerpos tenían ciertas reacciones ante ciertas situaciones. A veces al despertar se encontraban con sus sábanas mojadas y la ropa interior manchada; incluso podía ser que el problema entre sus piernas estuviera todavía ahí y tuvieran que recurrir a esa acción que cualquier adolescente: masturbarse. Aunque era por demás vergonzoso y se sentía extrañamente raro, por supuesto, había placer, la reacción natural del cuerpo satisfecho; pero también se sentía vacío, inmoral, inapropiado.

Ellos han sido tan cercanos el uno al otro que hablar del tema no resultó ciertamente tan difícil, Yunho había sido el primero en confesar que hacía días que a diario despertaba excitado o mojado; Jaejoong se había animado entonces a aceptar que le pasaba lo mismo.

- No me gusta masturbarme, se siente raro… - Yunho había dicho aquella tarde luego del Instituto y estando en casa del mayor de los dos.

- Pues es el único modo en que pasa cuando está, ya sabes… duro ahí… - Jaejoong se sentó junto al moreno ofreciéndole de esas galletas que su madre acababa de hornear y un vaso de leche que el moreno dejó en la mesita de noche. Cada que el moreno (o cualquier amigo suyo) iban de visita, su madre preparaba algo.

- ¿Te has preguntado si sentirá diferente si alguien más te masturba?... – Yunho reflexionó acerca de eso dando un mordisco a una galleta. Jaejoong escupió su sorbo de leche y casi se ahoga pues el líquido blanco había encontrado salida por su nariz también… - cuidado, Jae… - golpeó la espalda de su amigo aguantando la risa por el accidente, además, no era su culpa que su morbosa mente adolescente pensara cosas indebidas al notar las gotas blancas que se habían quedado en el mentón y labios del mayor…

- ¿Te refieres a chicas?... – recuperando la compostura, Jaejoong cuestionó mientras se limpia con un pañuelo la cara y se agacha luego para limpiar el piso, por suerte solo eran unas gotas y no todo el contenido de su vaso.

La imagen que se le presentó en aquella oportunidad a Yunho hizo que su erección punzara y amenazara con despertar. Tragó hondo y miró a otra parte que no fuera el trasero de su amigo. ¿Desde cuándo encontraba atractivo ese tipo de panorámicas? ¿Se estaría volviendo rarito?

- Yunho, ¿qué estás pensando?... – preguntó en tanto tira los pañuelos sucios al cesto de basura junto al escritorio de su ordenador personal.

- Nada… - respondió de inmediato…

- Entonces por qué no respondiste lo que te pregunté antes…

- eso… no lo sé… creo que sí, eso es lo normal dado que somos hombres… - respondió encogiendo los hombros… aunque en realidad las chicas no le llamaban mucho la atención.

- hay chicos que se excitan con chicos, y los hay también los que se excitan con chicos y chicas por igual; no tiene que ver con tu anatomía en sí, sino con lo que te interesa…

- ¿A ti qué te interesa, Jae?

- ¡Qué!... – se sonrojó exaltado por el cuestionamiento.

- vamos, soy tu mejor amigo, no voy a juzgarte, ¿te gustan las chicas o los chicos?…

- No te interesa… - intentó evadir sentándose entonces en la silla de su escritorio, lejos del moreno… no quería que notara lo avergonzado que estaba o que su corazón palpitaba algo más rápido y su amiguito ahí abajo quisiera aportar su respuesta en el asunto.

- ¡Já! Dices eso porque seguramente tienes sueños húmedos con tipos musculosos… - el moreno comentó entre bromista y molesto. La idea de molestar a Jaejoong le gustaba; la de que acierte y su amigo sueñe con chicos, no. Y no porque sea homofóbico, sino porque… porque… ¡porque no y punto!

- ¡No tengo sueños húmedos con tipos musculosos! ¡No sueño con chicos!... – aclaró mucho más azorado que antes. Claro que soñaba, pero no iba a decirle con quién. ¡Nunca!

- He escuchado a algunos de nuestros compañeros que dicen que se siente mucho mejor cuando una chica te masturba… - Yunho volvió al tema…

- Hay muchas niñas que seguro aceptan a hacerlo si se los pides… - Jaejoong volvió su atención a su ordenador, sus canciones casi terminaban de descargarse.

- No sé… Jaejoong, ¿A ti no te gustaría que alguien más te masturbe?

- Cuando comience a experimentar ese tipo de cosas con alguien más me gustaría que sea con alguien a quien conozca bien, a quien le tenga confianza, alguien que no se vaya a burlar de mí si es que resulto un fracasado sexual y esas cosas… - el mayor dijo con sinceridad.

- ¿Como una amiga?... ¿o amigo?

Jaejoong asintió sin querer volver la mirada atrás. No quería que Yunho le viera todo sonrojado. Es que al responder él había estado pensando justamente en su amigo. Debía estar volviéndose gay.

- ¿Te gustaría que probáramos?

- ¿Qué?... – entonces Jaejoong sí que volteó a ver a su amigo.

- No creo que tenga nada de malo, Jae; somos amigos, me gustaría saber si se siente diferente…

***Flashbacks***

- ¡Jaejoong!... – el llamado de su madre le sacó de sus recuerdos. El pelicenizo se paró tan rápido que dio de bruces contra el suelo porque sus pies se enredaron. Maldijo por lo bajo y se levantó alisando sus ropas, Yunho era un maldito por ignorarle… - Yunho-shii está esperándonos, date prisa querido… - le escuchó decir cuando le faltaban unos cuantos escalones para llegar a la planta baja.

Ahí, parado en la entrada de su casa estaba el moreno sonriéndole juguetonamente y guiñándole un ojo en gesto conquistador. Era un juego al que estaba más que acostumbrado, pero en momentos como ese en que el mayor está molesto, se digna en ignorarle e ir directo a la cocina para ayudar a su madre a sacar todo lo que cocinaron.

- No te escuché saludar, hijo…

- Su hijo está molesto conmigo, señora… - el moreno sonrió de medio lado ingresando a la cocina detrás de su amigo y tomando las bolsas que la Sra. Kim llevaba…

- oh, por qué estás molesto con Yunho-shii, si es un encanto de muchacho… - la Sra. Kim expresó con algarabía y pellizcó una de las morenas mejillas…

- no te dejes engañar mamá, es un lobo con piel de oveja… - el pelicenizo le pasó por un lado sin dignarse a mirarle, yendo hasta la cochera y subiendo las cosas en la parte trasera del auto…

- acabo de recordar que la Sra. Choi me pidió un favor muy especial. Hijo, Yunho y tú encárguense de todo por mí, ¿quieren? Y por favor, hagan las paces, han sido los mejores amigos toda la vida, lo que sea que haya pasado no puede ser tan malo… - la Sra. Kim se despidió de ambos muchachos con una sonrisa y un beso en la mejilla.

Yunho y Jaejoong subieron al auto del primero en absoluto silencio, el moreno presentía que esa vez su amigo estaba realmente molesto por algo de lo que no tiene ni remota idea.

- ¿Vas a decirme qué te pasa?

- ¿Vas a decirme por qué no atendiste tu móvil?

- Pareces una novia celosa… - el moreno bufó por lo bajo…

- Seguro tu noviecita de verdad te tenía ocupado, ¿no? Estaba haciéndotelo mejor de lo que te lo hago yo… - el pelicenizo preguntó con tono mordaz al tiempo que enciendo el motor y se echa de reversa para salir a la calle…

- ¿Qué novia? ¿De qué demonios estás hablando, Jae?...

- ¿Me crees estúpido? Pero desde ahora te digo, olvídate de todo entre nosotros, de ahora en adelante no va a pasar nada…

- Estás haciendo una tormenta en un vaso de agua, ¿sabes? No sé de qué novia hablas y por supuesto que no te creo estúpido, ¡lo eres!... – Yunho espetó con tono áspero y Jaejoong frenó entonces abruptamente en medio de la calle orillándose en un movimiento seco.

- Qué esperas para largarte… - le miró serio, y del mismo modo el moreno le vió. Estaban enojados, tenían una de esas peleas de pareja que últimamente tienen más a menudo, pero… el problema es que no son más que amigos.

Amigos con algunos derechos que incluyen besos y caricias. Sexo.

- No tengo novia Jaejoong, no entiendo porqué lo asumes solo porque no contesté el maldito móvil…

- Tal vez porque nunca, NUNCA haces nada para evitar que las chicas te busquen…

- ¿Estás celoso?

- ¡No!

Yunho sujetó la nuca de Jaejoong y topó sus labios en un beso salvaje…

Continuará……

PARTE 2

DE VISITAS CLANDESTINAS Y BESOS ROBADOS