Capítulo 8 LOVE IN THE SOCCER

Este capi está mas corto, tenían que resolverse algunas cosas para continuar con la trama ;D se viene un poco de drama y en unos cuantos capis más, el fic terminará u.u see no sería muy largo porque no está pensado para más de 10 caps

CAPÍTULO 8.

LA JUGADA DEL CORAZÓN

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Incheon

- Yoochun~ no puede ser que aún quieras que hagamos más… - el pelirrojo puchea de todas las maneras que se le ocurren en aquel instante, “luchando” por liberarse de la prisión de los brazos de su novio, acostado entre el colchón y el cuerpo caliente del pelinegro, el pelirrojo se sentía indefenso y vulnerable. Mentira, quiere seguir pero le remuerde la conciencia tras el incidente con ChangMin.

- Besarte así de cerca no significa necesariamente que quiera que lleguemos a más esta noche, baby… - sonríe mimándole el rostro con besos, sabiendo de antemano que el roce de sus cuerpos sigue siendo indecente, demasiado íntimo como para no advertir el calor de las hormonas y el deseo revivido de sus cuerpos rozándose entre sí con algo de descaro y anhelo.

Aunque Junsu aún vaya medio desnudo y Yoochun esté más bien completamente vestido, el calor corporal seguía en aumento y sus corazones palpitándoles prácticamente en la garganta les hacía seguir en el mismo curso sin demasiada tregua para dar marcha atrás.

- ¡Nhh! Chunnie~ ChangMin podría volver y no debiera encontrarnos así todavía… - gimotea alterándose otro poco cuando los labios de su novio han decidido marcar su cuello y más abajo hacia la clavícula succionando algunas porciones de piel con especial interés dejando la marca rojiza de su pasión.

- Dudo que ChangMin regrese, seguro se larga con Yunho antes que venir de nuevo… - concede su teoría y decide deshacerse de la prenda superior de su cuerpo, su torso desnudo atrapa los ojos de su novio, quien traga hondo y evade instintivamente la mirada cuando se percata del calor encendido de sus mejillas coloradas.

- Pero no es correcto que hagamos esto aquí Chunnie… - susurra con toda la vergüenza circulándole por el cuerpo, pero incapaz de apartarle por su propia voluntad. Su cuerpo clama ser tocado, besado, acariciado. Él quiere realmente hacer el amor.

- ¿No lo es? Pero todavía estaríamos haciendo el amor, Junsu ah… - murmura contra los labios de su novio, dejando cortos besos sobre esos labios rosados que suspiran tras cada uno de sus contactos suaves y respetuosos, pero no menos apasionados.

- En serio Yoochun ah… - le sujeta el rostro con las manos para que le mire y deje de besarle por aquí y por allá… - no puedo hacer que te detengas solo con mi voluntad, por favor, vamos a parar aquí, ¿sí?

Yoochun mira a su novio y tras un suspiro resignado asiente dándose por vencido. Le besa la frente y se aparta saliendo de encima de su novio. Junsu le mira un poco preocupado, un asentimiento de cabeza no le es suficiente, siente que ha decepcionado a su novio pero al mismo tiempo se le sacude el estómago inquieto por algo más. No quiere imaginar que esto del “sexo” juegue un papel tan importante en su relación porque eso sería como admitir que para el pelinegro la intimidad es de orden primordial en la razón por la que está con él.

- Voy al baño a… - carraspea y termina dándole la espalda mientras se peina el cabello con los dedos y advierte el sonrojo de sus mejillas. Después de lo que le ha hecho a Junsu ahora viene a avergonzarse. Cosas raras las que suceden con él, sin duda… - me incomoda un poco y no podré dormir con esto levantado… - se apresura a decir y con la misma premura se interna en la ducha de la habitación.

Junsu se ha quedado ahí, tildado entre las palabras de su novio y el repentino sentimiento de culpa al recordar que Yoochun se ha quedado excitado y él no tuvo corazón para apiadarse de su condición botándole así nada más con la excusa de frenar antes de llegar hasta el final. El pelirrojo se sienta en la cama, observa su semidesnudez y luego sus mejillas se encienden nuevamente en rubor. Apenas hace unos minutos su cuerpo tembloroso había sufrido un orgasmo gracias a las placenteras atenciones de Yoochun. Él miró hacia un lado, tras aquella puerta cerrada se escucha el correr del agua –fría seguramente– y el sentimiento de culpa le pincha de nuevo en la boca del estómago, se muerde el labio inferior y titubea entre salir de la habitación e ir a la que comparte con Yunho… o bajar e internarse en aquella ducha y ayudar a su novio con el problema que en parte él generó entre sus piernas.

……………………………

Seong Jo no ha vuelto a su habitación. Permanece sentado a la orilla de la playa contemplando el firmamento estrellado, sintiendo bajo las plantas de sus pies el frescor de la arena. En su cabeza la balanza todavía no se inclina hacia un lado, aún titubea entre dos decisiones presentes. Por un lado le gustaría ir en busca de ChangMin y decirle que está bien, que el beso que le ha dado ha sido maravilloso y que no tiene problema alguno en ver hacia dónde puede ir a parar esta atracción que además de todo, resulta mutua. Pero está ahí también la otra alternativa, hablarle sinceramente y agradecer sus sentimientos pero rechazarlos fidedignamente con algo de tacto.

Cada que el preparador físico piensa en esta segunda opción el estómago le da un vuelco incómodo y un suspiro escapa de sus labios mientras los dedos de sus pies se entierran en la arena cual si intentase aferrarse a algo real y palpable.

Está ajeno sin embargo a aquella mirada a la distancia que le contempla con tristeza y arrepentimiento. ChangMin ha estado caminando por la playa privada del hotel durante largo rato, dando tiempo para que sus amigos terminen lo que estaban haciendo. No quiere encontrarles en una situación aún más comprometedora de lo que ya era antes. Tampoco quiere ir donde Yunho porque entonces sería él quien tendría que echar de cabeza a Junsu y Yoochun y sinceramente que no quiere convertirse en el delatador oficial del lío en que sus amigos se han metido. Así que no hubo mejor opción que caminar –el restaurante del hotel ha cerrado ya y aunque el bar está abierto, él no es de los que optan por licor en una situación de decepción amorosa–

Encontrarse con Seong Jo casi en el mismo sitio de antes cuando tuvo el impulso de besarle, le tenía algo inquieto. Por eso se mantiene la distancia. No, en parte es el sentimiento de conformismo que le retiene ahí. Mirar con prudencia es después de todo lo único que le quedará de ahora en adelante.

- ¿ChangMin?

- ¡Maldición! – gruñe pillado por sorpresa y en reflejo cubre la boca del moreno, quien viene llegando y se encuentra con el morocho ahí de pie a media zona en la playa mirando hacia la aparente nada… - Oh, Yunho hyung… - finge una sonrisa y aparta su mano dejándole hablar nuevamente.

El moreno frunce el ceño y le mira casi con reproche, pero luego de viajar su vista por el frente hacia donde el menor había estado atento, se encuentra con la silueta del preparador físico y suaviza su expresión.

- ¿Tienes idea de lo acosador que resulta encontrarte mirándole a lo lejos?... – cuestiona casi con diversión, pero cuando el menor le responde encogiendo simplemente los hombros, el moreno comprende que algo no va bien… - Deberías declarártele algún día, o algo así. Sería bueno saber su preferencia sexual antes.

- Ya lo hice…

- ¿Le preguntaste si es gay? – el moreno abrió los ojos desmesuradamente. Una escena se formó en sus pensamientos acerca de ese ChangMin directo y serio cuestionando algo tan delicado a su hyung. Por alguna razón lo que debiera haber parecido cómico se torcía en un modo dramáticamente opuesto.

- No. Le dije que me gustaba. O al menos le lancé la indirecta cuando lo besé.

- ¡Que tú qué!

- Shh… - le frunce el ceño y gruñe por lo bajo… - No fue la mejor decisión que se me haya ocurrido, pero ya lo hice y no hay marcha atrás.

- ChangMin ah, por qué hiciste algo así sin saber siquiera primero si Seong Jo hyung iba a corresponder tus sentimientos. Porque te gusta más allá de solo gustarte, ¿verdad?

- Supongo. Como sea, yo no dije que me haya rechazado pero tú aposta asumiste que fue así. ¿Crees que era lógico que fuera a rechazarme?

- No dijiste que te rechazó pero sí que no fue tu mejor decisión; además, creo que si te hubiera correspondido tú no le estarías viendo desde aquí y más bien estarías sentado a su lado y besándose… - tras imaginarse la escena, el moreno no pudo evitar sentir el extraño escalofrío. Es que la imagen se dibujó demasiado romántica para encajar en la personalidad del menor.

- ¿Estuviste con Jaejoong hyung hasta esta hora?

- No me cambies de tema…

- Lo hago. ¿Lo hiciste?

- Descarado.

- Acaban de rechazarme, no quiero hablar sobre lo mismo todo el tiempo. Y además tengo hambre.

- Siempre tienes hambre… - el morocho le gruñó… - Está bien. Sí, estuve con Jaejoong hyung hasta ahorita, pero no comiences a hacerte ideas raras en la cabeza, no es que él y yo hayamos estado… - aclara la garganta y al notar la ceja elevada del morocho en gesto inquisitivo se da cuenta de que solo se ha ido de lengua larga… - Platicamos sobre algunas cosas y… decidimos empezar algo…

- ¿Algo…?

- Puede decirse que estamos saliendo…

- ¿Saliendo…?

- ¿No se supone que eres lo suficientemente inteligente como para entender algo tan sencillo como esto?... – es su turno de fruncir el ceño, visiblemente avergonzado.

- Soy inteligente pero tú muy idiota si piensas que voy a captar las medias frases sin sentido que sueltas… - le gruñe de mala gana sabiendo que de cualquier manera tiene algo de razón.

- ¡Respétame que soy tu hyung y no me llames idiota!

- Pues entonces di las cosas como son y no te andes con rodeos. ¡Y baja la voz!

- Seong Jo hyung parece sumido en sus pensamientos. Un tractor podría pasarle por un lado y él ni se enteraría…

- Hyung…

- Jaejoong y yo somos algo así como novios… - suelta de corrido, consciente del rápido latir de su corazón tras soltar aquellas palabras. La frase casi perfecta. Sobra la parte de “algo así como”. Pero es la verdad.

- ¿O sea, no son novios?... – el moreno agita la cabeza en negación y él no puede evitar sentir curiosidad al respecto… - ¿Entonces?

- Jaejoong hyung ha dicho que le gusto, me ha besado y me ha pedido que le bese también…

- ¿Si te besó por ende no le besaste también? Debiste haber estado muy sorprendido si colado hasta la médula por él no le respondías el beso…

- Déjame terminar… - resopla frustrado… - Ciertamente la primera vez que me besó no le respondí. ¡Estaba en shock!

- Tienes que gritar como colegiala… - el morocho gruñó, hasta cierto punto arrepentido de haber cuestionado. ¿Es que sus amigos se han puesto de acuerdo para echarle en cara sus romances mientras que a él le parten el corazón en añicos?

- Le quitas todo lo emocionante a mi anécdota.

- Podrías hacer un resumen y simplemente decir cómo es eso de que son algo así como novios. ¿Amigos con derechos acaso?

- En términos vulgares supongo que ese debe ser el título que describiría nuestra situación… - el moreno suspira y el semblante de su rostro se ensombrece ligeramente.

No era tampoco que Jaejoong lo hubiese planteado de esa manera, tampoco es que hubiera mencionado ser “pareja”. Pero luego de varios besos compartidos y tras ese “Estoy seguro de que un beso mío vale lo suficiente para dar todo de ti en el campo y ganar sin tregua a la derrota” le ha dejado mucho qué pensar, pero no ha tenido el valor de cuestionar. En realidad había consumido sus últimos minutos con su promotor besándose de cuantas formas les fue posible. Podría decirse que estaba aprendiendo a besar a Jaejoong, quien parecía todo un experto mientras que él solo se empeñaba en no quedar como un crío. Luego un beso de buenas noches y caminar medio embobado entre la sensación cosquilleante de los labios del pelioscuro sobre los suyos antes de toparse con ChangMin y volver a la realidad.

- Pareces preocupado…

- Ahora que lo pienso, es como si Jaejoong hyung solo estuviera pasando el rato conmigo…

- Es una conclusión algo dramática.

- Pero una teoría.

- Jaejoong hyung no tiene aura de ser mala persona. No creo que esté jugando contigo. Deberías preguntarle directamente lo que siente por ti o a dónde piensa llevar lo que sea que tengan. Digo, así al menos te quitas de dudas y tienes certeza de la relación que llevarás con él. Por eso dije desde un principio que era peligroso que te enamoraras de tu promotor, las relaciones de trabajo rara vez al mezclarse con lo personal traen buenos resultados.

- Tus palabras me confortan, ChangMin ah… - ironiza con tono agrio.

- Lo siento si mi honestidad es imprudente. Supongo que es algo de familia y cuestión de genética. Pero descuida hyung, quizá por eso el karma se me regresa desde ahora… - entristece involuntariamente y opta por dar media vuelta. No tiene caso seguir mirando a Seong Jo cuando parece que lo que sea que está en sus pensamientos es mucho más importante que el haberle rechazado sin oportunidad alguna de por medio.

Yunho abre la boca con la intención de decir algo. Cualquier cosa que pudiera consolar al menor, pero comprende a tiempo que no es la persona más adecuada para decir nada. Después de todo él tampoco sabe a ciencia cierta sobre qué terreno ha pisado al liarse minutos antes con Jaejoong.

¿Podían haber sido besos que no pasaran de besos?

……………………………

Al amanecer todos se dedican de lleno al entrenamiento. ChangMin se ha instalado férreamente en el restaurante del hotel y ha comenzado el desayuno con platillo tras platillo devorando todo con especial apetito.

Es culpa de Seong Jo hyung, si alguien le pregunta.

- Me puede traer más mermelada de piña, por favor… - solicita a una de las meseras al verle pasar. La chica asiente y su sonrisa le parece al morocho algo falsa. Frunce el ceño y embarra otra tostada de pan con mantequilla, le muerde casi con rencor y mastica con fuerza para terminar con el medio vaso de leche que le quedaba.

- Te indigestarás, ChangMin ah… - la voz del preparador físico le hace atorarse con el bocado y casi morir de asfixia. Encima le debería la vida, se ha salvado gracias a los golpes en la espalda y el jugo de naranja que le acercó… - menudo susto para empezar el día, eh…

- Qué hace aquí, hyung… - cuestiona con algo de brusquedad, sosteniéndole la mirada aunque le duela el pecho.

- Buenos días para ti también, ChangMin ah…

- No intente ser amable conmigo ni quiera hacer de cuenta que ayer no pasó nada. Porque yo recuerdo perfectamente cada cosa que dije e hice, y también lo que dijo y dejó de hacer, hyung…

- Lo sé… - el hombre sonrió suavemente, estudiando detenidamente la expresión en el rostro del morocho… - Tienes 20 años, eres apuesto e inteligente, por qué depositaste tu atracción en un hombre casi 10 años mayor que tú.

- Pienso que el amor es algo estúpido y por eso no se detiene a pensar en edad, género o clase social, entre otras cosas. ¿Usted realmente piensa que soy apuesto? – cuestiona con un ligero rubor en las mejillas y ese palpitar esperanzado golpeteándole en el pecho.

- Todas las personas tienen su encanto personal. Eres apuesto por ser genuino y honesto.

- ¿Significa que aún a la señorita en la recepción usted la encontró bonita? No es que haya nada especial en mí, ¿cierto? No debería estar aquí, hyung. Puedo confundirme y generar esperanzas sobre algo que no existe.

- Lo siento, esto de hablar de sentimientos no es sencillo para mí, hace mucho que no tenía que hacerlo.

- Estoy seguro de que hay muchas chicas bonitas que se acercan a usted. Las he visto en el gimnasio, siempre rondando como abejas a la miel en torno a usted.

- Estás actuando celos ahora…

- Por eso le digo que no es bueno que usted esté aquí…

- Me agrada…

- ¿Qué cosa?

- Saber que actúas celoso. Que me prestas atención. Es raro y complicado, pero me agrada. ChangMin ah, ayer cuando me preguntaste si estaba pensando en rechazarte y te respondí…

- Sé lo que respondió, hyung; no necesita repetírmelo que lo capté ayer…

- Incluso si rechazarte es lo más sensato, desde ayer cuando me besaste no he dejado de pensar en que tu beso me gustó mucho. En que hay cosas en ti que me gustan mucho. También pienso que soy demasiado mayor para ti, pero en el fondo me halaga del mismo modo saber que a alguien tan inteligente, centrado y atractivo como tú le guste alguien como yo. No soy el mejor partido que puedas encontrarte y pienso que mereces a alguien mejor.

- Su mermelada, señor… - la mesera les interrumpe con prisas pero es suficiente para que Seong Jo recuerde el lugar dónde está. No hay demasiados huéspedes rondando por ahí, y del resto de los chicos como el entrenador no hay rastro pues continúan con el entrenamiento.

- ¿Debo permitir que se generen esperanzas en mi cabeza, hyung?

- No sé a dónde iría a parar una relación entre nosotros, tampoco me gustaría hacer promesas sobre cosas en las que aún me siento inseguro pero… ChangMin ah, ¿quieres que te de una pista acerca de quién me gusta a mí?... – el hombre sonríe afable y al instante las mejillas del morocho adquieren un escandaloso tono carmín.

……………………………

No falta mucho para salir de la ciudad y volver a Seúl. Los chicos del equipo universitario están agotados por el entrenamiento. Junsu y Yoochun se salvaron de milagro de cualquier llamado de atención de parte del entrenador Jang porque el morocho no le dijo nada a nadie, ni siquiera a Yunho y aquello quedó en secreto entre los tres. Luego de esa noche Junsu casi le huye a Yoochun cada que su novio se pone meloso; la razón es sencilla, su cuerpo parece reconocer y anhelar nuevamente el tacto de las manos del pelinegro, o el calor de su boca. ChangMin y Seong Jo han iniciado su propia aventura en el campo del amor, mientras que Yunho decide indagar exactamente en qué área del terreno se encuentra su corazón…

- Jaejoong ah, cuando volvamos a Seúl, ¿debo seguir viéndole solo como mi promotor?

- No. Yunho ah deberá invitarme a salir. Una cita, una cena romántica y en el transcurso, pedirme lo que tanto desea porque yo ya tengo una respuesta que darle… - el pelioscuro responde con una sonrisa, con esa mirada brillante igual a la de la noche anterior cuando se besaron.

Y de pronto el corazón del moreno se ha disparado a mil por hora. Parece que está a una cita de convertirse en el novio oficial del pelioscuro.

Ninguno piensa sin embargo en que la familia de Jaejoong puede no compartir su mismo entusiasmo.

- Estoy segura de que a mi hijo le gustarás, querida…

Continuará……