Hasta ahora los cambios han sido básicamente por el HayaMin, pero con YJ y YS tbn hay modificaciones, podrán ser mínimas pero importantes xD
*****
CAPÍTULO 3. EL LLANTO DEL ZORRO
*****
…
Min Woo es un hombre apuesto, de cabello
lacio y oscuro que coqueto se distribuye por toda su cabeza, dejando un
travieso mechón atravesado en la frente, sus profundos ojos ébano sin embargo
esconden una tristeza enorme que sabe se ha provocado él mismo y casi por
voluntad. Era joven e inmaduro en aquellos años, y sus decisiones obedecieron
más que a su corazón, al deseo inconquistable de libertad. Una libertad que muy
a su pesar, nunca ha llegado. Él es un alma que pena entre ambos mundos, un
humano en el ayer. El hombre que amó y traicionó al zorro de ojos negros.
– No hay opción, tendré que cazarles… – El
de cabellos ébano miró otra vez la caja de madera que la Abuela de los Tres
Dioses le dejara apenas minutos atrás. El contenido en su interior le es
familiar y perfectamente conocido.
Sin embargo, a diferencia de aquella
ocasión cuando el mismo favor le fue pedido por alguien en la dimensión de los
dioses, esta vez, Min Woo no encontraba el valor en su corazón humano para
utilizar de nuevo aquel arma. Después de todo su corazón era todo lo que le
quedaba de su condición humana, aquello había sido su maldición y el principal
motivo por el cual al final del camino recorrido 200 años atrás, el muchacho no
se atrevió a abandonar este mundo; para desgracia suya, ahora no pertenecía a
ninguno, y transitaba entre ambos como un viajero errante. Mitad zorro, mitad
humano.
............................
Universidad
de Seúl
– Junsu…
– ¿Eh?
– Ése será tu nombre, lo estuve pensando en
la clase de idiomas porque el profesor me produce sueño; así que para no
dormirme, pensé en eso…
– Junsu… – El pelirrojo murmuró entre
labios con una sonrisa aflorándole en ellos… – Me gusta. ¡Me gusta mucho,
mucho, mucho! ¡Me gusta porque lo has decidido tú!… – Sonríe ampliamente y
antes de que el pelinegro pueda negarse, ya le está abrazando de manera
asfixiante… – Gracias, Yoochun ah…
– No es necesario que seas tan efusivo para
agradecer… – Le empuja e intenta apartarle, pero cuanto más empuja la fuerza
del pelirrojo parece crecer… – ¡Yah! ¡Suéltame!
– ¡Yoochun es malo conmigo!... – Protesta
con los mofletes inflados al separarse, se cruza de brazos y forma pucheros con
gesto caprichoso. Quiere ocultarse a sí mismo que de algún modo, le duele el
trato de su humano. No se ha arrepentido de las palabras que ha dicho a sus
hermanos anteriormente. Está enamorado, quiere ser humano ya no solo por la
curiosidad ni el deseo infantil de abandonar su mundo. Es la necesidad en su
pecho de querer estar aquí, de vivir con el pelinegro, de conocer todas las
facetas del amor.
– No soy malo, tú eres un encimoso; ¿tienes
idea de lo que puede pensar la gente cuando ve a dos chicos abrazándose así?… –
Espeta y mira alrededor asegurándose de que no haya miradas curiosas
cuchicheando en torno a ellos. Suspira con alivio y se felicita mentalmente por
su gran idea para encontrarle en aquel espacio de los caminos de la universidad
que suelen estar vacíos.
– ¿Me consideras un chico, un humano?... –
El pelirrojo cuestiona con aire soñador, dejando un momento de lado ese
dolorcito en el pecho que viene cada que el pelinegro le rechaza como lo hace.
Cada que insinúa que le molesta su cercanía, quizá incluso su sola presencia.
Él quiere soñar, y los sueños le ocurren incluso a los Gumiho como él.
– En apariencia, pero ambos sabemos que realmente
eres un zorro… – La afirmación tan contundente del pelinegro desinfló
rápidamente la ilusión que había aflorado en los pensamientos del pelirrojo,
golpeando duramente contra su burbuja de sueños.
– Pero ahora tengo un nombre, soy más
humano… – Replicó con ansia, aferrándose a ese simple acto tan propio de los
humanos con la esperanza de ser uno de ellos.
– No tienes un nombre como cualquiera, solo
he elegido “Junsu” para poder hablarte cuando así lo requiera, por ejemplo si
vamos por la calle o en el autobús no puedo decirte “hey zorro”, solo es para
facilitar las cosas mientras estás aquí, pero en unos días mi vida volverá a la
normalidad y al fin podré fingir que todo esto ha sido solo una pesadilla… – El
pelinegro aclaró entonces con tono altanero. Mordiéndose la lengua (en sentido
figurado) cuando notó los ojos avellana del pelirrojo cristalizarse en
lágrimas. Por alguna razón, verle así de vulnerable le producía algo parecido a
la ternura mezclada con culpa. Él no debería decir esas cosas, pero se daba
cuenta cuando ya habían salido de su boca, él sabe que suele ser imprudente y
demasiado honesto con sus pensamientos.
– Si llego a ser un humano de verdad antes
de que tenga que tomar mi aliento de vuelta, ¿vas a mirarme diferente, Yoochun?
– ¿Mirarte diferente?... – Cuestiona porque
no comprende el sentido de tal pregunta, y el pelirrojo no le ayuda cuando solamente
asiente por respuesta… – No sabía que querías ser humano, o que pudieras serlo.
Es como si pretendiéramos que cualquier animal de este planeta deseara ser un
humano también y por el simple hecho de quererlo pudiera serlo. No te
conviertes en humano, Junsu, naces como uno; y tú naciste siendo un zorro,
admite eso y deja de pensar bobadas… – Dice con suficiente rudeza como para que
esa vez el pelirrojo llore.
Pero Junsu no llora –a pesar de que las
lágrimas se agolpan ferozmente en sus ojos–; no llora, no quiere darle el gusto
a su humano de verle así de vulnerable. Sin embargo, tampoco quiere quedarse,
no puede; el corazón le duele y parece que se aprieta contra su pecho, se le
contrae el estómago y siente náuseas –ese tipo de cosas que no sentiría si su
aliento estuviera dentro de él–; así que hace lo que instintivamente hace
cualquier ser –humano o animal– que se siente en peligro.
Huye.
Corre en sentido contrario sin mirar atrás,
sin hacer caso de los gritos de Yoochun clamando su nombre. Ya no lo quiere
siquiera, prefiere ser un zorro siempre si es que en ningún momento su humano
va a tratarle como uno de ellos. Quiere alejarse tanto como le sea posible, y
lo hace, corre sin detenerse ni mirar por dónde va, se deja llevar por el aroma
a tierra mojada y termina en un parque oculto entre arbustos y cerca de un lago
artificial. Se esconde entre árboles y arbustos, se encoge sentado en el paso y
abraza sus piernas, llora y del despejado cielo cae una lluvia inesperada, los arcoíris
aparecen por todas partes por los rayos de sol que no han dejado de cubrir la
ciudad, el atardecer está cerca pero no lo suficiente para ocultarlos. Llueve,
no por el clima sino por la influencia que el estado de ánimo de un Gumiho
tiene sobre éste.
Es por eso que el zorro de ojos negros le
encuentra con relativa facilidad, y es también esa la razón por la que sabe del
llanto de uno de los suyos; sus ropas están mojadas, las prendas se le pegan al
cuerpo, de igual manera ocurre con su hermano. Al zorro de ojos negros se le
parte el alma verle así, encogido contra su cuerpo, sollozando quedito.
Probablemente pensando en que salir de su mundo fue la peor decisión que pudo
haber tomado.
– Por eso te dije antes, hermano; lo mejor
es irnos cuanto antes… – La voz de su hermano mayor llega a sus oídos y solo
por ello levanta la mirada, se limpia incesantemente las lágrimas que corren
por sus mejillas pero parecen interminables pues no dejan de caer.
La lluvia tampoco cesa pero el pelirrojo
nota que el atardecer cae raudamente en el horizonte, el cielo destella tonos
rosados y nacarados; inclina ligeramente el cuerpo y es suficiente para mirar
su reflejo en el agua del pequeño lago, la imagen que ve sobre las cristalinas
aguas le resulta desconocida, nunca se había sentido tan triste, tan solo, tan
decepcionado. Es justamente su semblante triste y decepcionado el que acongoja el corazón del zorro de ojos negros
y le vuelve sobre las memorias que tanto había querido enterrar en el pasado;
él se vio así hace tiempo.
– ¿Todos los humanos son así? ¿Lastiman tan
cruelmente y sin miramiento?
– Los humanos actúan también por instinto,
cuando algo les asusta lo atacan, por eso suelen ser así; pero aunque siempre
he dicho que los humanos son malos y no debes confiar en ellos, es probable que
aún haya humanos que no son tan malos y en los que puedas confiar.
– Yoochun no es bueno ni confiable, él no
hace más que ver por sí mismo, habla y siempre terminan doliéndome sus palabras.
Él hace cosas buenas también, pero basta con una acción para hacer que me duela
todo el cuerpo, para sentir estas ganas de llorar como si se me quemara el
interior... – El pelirrojo gimotea, se limpia una vez más el rastro húmedo del
llanto en sus mejillas y respira profundo. Al menos ahora caen más lentamente,
como si estuvieran terminándose; y de igual manera va cesando la lluvia.
– Tal vez… hermano, vamos; se hace cada
minuto más tarde y tu humano no ha parado de hostigar a sus amigos preguntando
por ti, te ha estado buscando como loco en las últimas dos horas…
– ¿En serio?... – El pelirrojo pregunta y
su hermano ve en sus ojos reflejarse la esperanza y la ilusión, incluso una
sonrisa se ha curvado en sus labios, casi amenazando con formar una radiante,
las que son propias de él.
– En serio… – Admite y comprende que no es
nadie para truncar las ilusiones de su hermano por su propia experiencia.
Cuando vio a Yoochun tan alterado diciendo
que había sido su culpa que Junsu (ahí fue donde supo que su hermanito había
sido nombrado por el humano) saliera corriendo y le viera tan angustiado por lo
que pudiera pasarle si andaba por ahí solo y sin conocer a nadie, el zorro de
ojos negros advirtió que el alma de ése humano no estaba tan corrompida y que
tal vez, podía ser bueno para su hermanito y el pelinegro continuar juntos un
tiempo más.
– Pero hyung, Yoochun ah me ha dicho tantas
cosas feas. Él dice que no puedo ser un humano, que tendría que haber nacido
como uno. Y eso me duele, aunque creo que es verdad.
– Junsu ah.
– ¿Eh? ¿Cómo sabes…?
– Yoochun me ha dicho que te sugirió ese
nombre y que te había gustado.
– Me gusta por el solo hecho de que él me lo
dio… – Susurra y sus mejillas se colorean de rosado…
– Está bien. Junsu ah, Yoochun sí pudo
haber sido cruel al decirte eso, pero todavía es pronto para juzgarle después
de cómo le he visto, así que… – Toma un respiro y medita otra vez la decisión
que ya antes tomara… – Vamos a quedarnos un tiempo más, incluso si recuperas tu
aliento, te ayudaré a convertirte en humano si aún lo deseas…
– ¡Gracias, hyung!... – Asiente emocionado
y siente sus energías renovarse. Le abraza y sonríe ilusionado, casi puede
sentir el cosquilleo en su espalda baja, sus colas quieren salir también.
– No me han preguntado, pero somos hermanos
así que también ayudaré en lo que pueda… – El zorro de ojos oscuros aparece y
sus hermanos advierten que aún tiene esa manía de escuchar a la distancia y
camuflarse tan bien que casi nunca le sienten cerca… – Pero que quede claro,
solo me quedaré si sigo viviendo con ese idiota
humano, tiene dinero suficiente para mantener mi apetito y además cocina
delicioso, al menos tiene alguna habilidad.
– Siento pena por Hayami-kun… – El
pelirrojo murmuró con tono resignado.
– ¿Qué estás insinuando?... – El zorro de
ojos oscuros le fulminó con la mirada mientras que el de ojos negros sonrió
cariñoso. Después de todo, esa es su familia.
........................
Residencia
Park
Yoochun había terminado en casa de su
abuelo Myung-Dae no porque realmente quisiera estar ahí –no estaba de ánimos
para escuchar las riñas de su abuelo y menos por su último desdén, antes de
conocer a Junsu y los otros dos zorros–, sin embargo, su abuelo conocía a
algunas personas influyentes en puestos gubernamentales que tal vez podrían
ayudarle a buscar a Junsu. Lo que necesitaba es que se hiciera algo cuanto
antes, Junsu llevaba demasiadas horas fuera, solo, vulnerable. La culpa corroyó
de nuevo las entrañas del pelinegro.
– ¿Y de dónde es este amigo tuyo? – El
hombre de cabello cano cuestionó urgido por una respuesta. Aunque su nieto
tiene muchos conocidos en la Universidad, amigos solo han sido Yunho y Hayami,
saber de otro amigo que aparece de la nada en la vida de su nieto, solo le hace
dudar y pensar lo peor… – Tal vez se haya
metido en problemas de tipo legal, quizá sea un tipo que intenta arrastrarlo al
crimen… – Así de “graves” eran los pensamientos del hombre.
– Abuelo, no es tiempo de contarte la larga
historia… – Carraspeó y miró para otro lado, de lo contrario, su abuelo se
daría cuenta de que una vez más, le estaba mintiendo. ¡Pero ahora es por una
buena causa!
– Vienes a pedirme ayuda para buscar a un
tal Junsu amigo tuyo del que es la primera vez que escucho hablar,
definitivamente exijo saber cómo lo conociste y porqué está “extraviado”… – El
hombre bufó a punto de perder los estribos…
– Appa, por favor tranquilícese… – Min Hee,
la única tía de Yoochun trató de mediar entre los Park.
– ¡Ningún tranquilizarse! ¡He tolerado
mucho el comportamiento de mi nieto por el amor que le tengo, pero no voy a consentir
un solo capricho más! – Vociferó el hombre con las orejas rojas.
– ¡No es un capricho! ¡Sólo quiero que me ayudes
a encontrar a Junsu!... – El tono del móvil del pelinegro irrumpió en la
discusión que iba en aumento. Yoochun se tomó la libertad de atender ya que el
nombre de Yunho parpadeaba en su pantalla… – ¿Has sabido algo? – Urgió con tono
ansioso, ignorando incluso los reclamos de su abuelo que se ha ofendido por ser
dejado con las palabras en la boca.
– Sí.
Junsu está aquí en mi departamento, su hermano le ha encontrado y traído…
– Voy para allá… – Sintiendo que ahora lo
único que le importa es asegurarse del bienestar del zorro de ojos avellana, el
pelinegro se dispuso a marcharse… – Gracias por nada, abuelo; he encontrado a
mi amigo, me retiro.
– ¡Espera! ¡Yoochun! – Pero el pelinegro no
se detuvo ante el llamado de su abuelo, corrió de prisa fuera de aquella casa
que le traía también algunos malos recuerdos. Sin embargo, nada empañaba en ese
momento su felicidad, su zorro está a salvo.
………………………………
Departamento
de Jung Yunho
El zorro de ojos avellana se ha paseado ya
por todo el hogar del moreno, lleva ropa del muchacho (igual que su hermano
mayor) pues al llegar empapados no han tenido más opción que cambiarse; Junsu
no tiene ropa suya ahí y aunque su hermano mayor podría haber utilizado algo de
lo que consiguieron que el pelinegro les comprara, había terminado usando ropas
de Yunho; el pelirrojo, curioso por naturaleza ha hecho una pregunta tras otra
por cada fotografía que ha visto donde Yoochun aparece, sintiéndose incluso
aliviado de que en cada una de aquellas imágenes solo aparezca con el moreno y
el de tez tostada, no hay ninguno de chicas que le hagan sentir inseguro.
Yunho, sin necesitar demasiada inteligencia, se da cuenta de inmediato que su
amigo pelinegro llama demasiado la atención del joven pelirrojo, en otras
palabras: le gusta.
– Yoochun ah aún no llega, por qué… – La
carita triste del pelirrojo le hizo pensar al moreno en un niño que extraña a
su mejor amigo siendo un crío. Sonrió cariñoso y despeinándole un poco le
respondió.
– Estaba en casa de su abuelo que está un
poco más retirado, seguramente llega en unos minutos más, no desesperes Junsu
ah, te aseguro que a él también le hace emoción encontrarse contigo.
El zorro de ojos avellana sonrió tan
ampliamente que su hermano mayor temió que fuera a revelar sus colas, por lo
que despistadamente trató de desviar la atención de su anfitrión acercándose a
él con la excusa de preguntarle o decirle cualquier cosa. Pero entonces el
pelirrojo les miró con suspicacia, el brillo de curiosidad que danzaba en sus
pupilas puso en alerta los sentidos del zorro de ojos negros. Tenía el
presentimiento de que nada bueno
surgiría de labios de su hermano.
– Yunho hyung, ¿también le darás un nombre
a mi hermano ahora que Yoochun me ha dado uno a mí? – Le pregunta de pronto y
el moreno siente que se pierde a media pregunta, el de ojos negros suspira. Al
menos esto no es tan grave como ya
temía.
– ¿Darle un nombre? – Formula y dirige su
mirada hacia el de ojos negros en busca de algo que le ayudara a clarificarse.
– Te lo explicaré irremediablemente en
cuanto Yoochun venga y lleve a Junsu con él, así será mejor para todos, Yunho
ah.
El pelirrojo miró a uno y a otro con la
interrogante dibujada en sus facciones aniñadas. Luego sonríe ampliamente y
efusivamente se abraza al moreno, ignorando inocentemente el ceño fruncido de
su hermano mayor al notar aquella repentina muestra de afecto sin aparente
explicación.
– ¿Sabes? Mi hyung a veces se comporta como
una umma, ¿te gustaría ser mi appa, Yunho hyung?
– ¿Qué?... – Yunho y el zorro de ojos
negros preguntan a la vez. Se miran por un segundo y sus mejillas se bañan de
carmín. La implicación de aquellas palabras hacen eco en sus pensamientos y al
mismo tiempo parece bloquearles el habla. Si es que el zorro de ojos negros
presintió algo de esto.
– Ustedes dos se ven muy bien juntos~ – El
pelirrojo sonrió cual niño pequeño que ha encontrado algo realmente interesante
y emocionante.
– Junsu ah, ese tipo de cosas no se dicen
así como así… – El zorro de ojos negros advirtió, y su mirada fue suficiente
para que el pelirrojo desistiera del tema, con puchero en los labios y ansioso porque
el pelinegro llegue, decidió dar otra mirada a las fotografías sobre el mueble
de la estancia en las que su humano luce tan feliz.
Yunho optó por no mencionar más nada, se
había quedado trabado en la insinuación que Junsu hiciera. Apenas unos segundos
después el timbre llamó la atención de los tres y él se sintió básicamente
aliviado, como salvado por la campana.
– ¿Y Junsu?... – Ni bien el pelinegro entró
en el departamento de su amigo le empujó a un lado con cero tacto en busca del
pelirrojo, su negruzca mirada se paseó de inmediato por la estancia, sonriendo
al notar esa mata de cabellos rojos que atravesó la sala como de rayo.
– ¡Yoochun ah! – Todo sonrisas, el
pelirrojo se arrojó a brazos del pelinegro, liberando inconscientemente sus colas,
las que se desplegaron esplendorosas dejando a Yunho con los ojos desorbitados.
– ¡Yah! ¡No hagas eso así nada más!
¡Escóndelas!... – El pelinegro riñó alterado, tratando en vano de ocultar las
nueve esponjosas colas tinturadas en la punta en tono rojizo, mirando de
soslayo el estado de shock de su amigo moreno.
– ¡No lo puedo evitar!... – Respinga
pucheroso, restregando su mejilla con la del pelinegro aunque él intenta
apartarle y cubrir las colas del zorro… – ¡Estoy tan feliz de verte, Chunnie!
– ¿Chunnie? ¿De dónde sacaste ahora eso?
¡Te digo que escondas tus colas, Junsu! – Exclama entre vanos intentos de
controlar la obvia emoción del zorro, casi sudando a chorros ante la imposible
misión de ocultar las grandes y esponjas colas rojizas.
Junsu sonríe como niño pequeño, agita sus
colas un poco antes de concentrarse en ocultarlas, su mirada avellana no se ha
apartado de la figura del pelinegro, quiere ver sus profundos ojos negros y
escucharle decir que estaba preocupado, que también le pone feliz verle de
nuevo. Pero Yoochun no hace más que suspirar aliviado cuando las colas
desaparecen, volver la mirada y observar a Yunho.
– Esto… – Carraspea y se drena el cerebro buscando
el modo de explicarle… – Yunho, verás…
– ¿Qué clase de broma es esta? – El moreno
cuestiona, pero su semblante sigue claramente tildado. El zorro de ojos negros
suspira, es momento de hablarle con la verdad a su anfitrión.
– Yoochun ah, por qué no se van Junsu y tú,
yo me encargaré de explicarle a tu amigo lo que ha pasado… – El zorro de ojos
negros se ofrece con semblante tranquilo; y Yoochun acepta que en esa
situación, es mejor tomar el ofrecimiento.
– Gracias. Vamos Junsu… – Toma la mano del
pelirrojo y tira de él, el zorro de ojos avellana se deja llevar aún todo
sonrisas, mira embelesado el agarre de su humano, entrelaza sus dedos y se
siente contento porque esa vez el pelinegro no reniega ni se aparta de aquel
tipo de contacto.
Una vez que Yoochun y Junsu han salido del
departamento, el zorro de ojos negros camina hasta Yunho, agita su mano delante
del asombrado rostro moreno y al no obtener respuesta clara, hace aquello que
se le ocurre guiado por una especie de voluntad que casi le parece ajena.
– Sal de tu ensoñación, lo que has visto es
real… – El zorro susurra con voz suave al oído del moreno. Su aliento golpea la
piel y eriza el vello de la nuca del moreno, el zorro ha usado un tono sensual
a propósito, sabe que ahora el moreno abandonará su letargo aunque con las
mejillas rojas por la sensualidad de su gesto… – ¿Estás lo suficientemente
lúcido ahora?
– Eso depende, ¿me he vuelto loco?
– No. ¿Recuerdas que te dije que no tenía
nombre y que te explicaría lo que mi hermano dijo? – El moreno asintió por
respuesta… – Bueno, lo que has visto es parte de la explicación. Junsu, mi otro
hermano y yo, somos a lo que ustedes los humanos llaman Gumiho.
– ¿Zorro de nueve colas?
– Sí.
– ¿Estás de broma, cierto?
– ¿Te pareció una broma lo que viste antes?
– Eso es… imposible… – Yunho murmuró
llevándose una mano a la cabeza, enterrando los dedos entre sus mechones cafés.
– No lo es… – El de ojos negros aseguró y
dando un paso atrás, desplegó por primera vez sus colas. Las nueve esponjosas
(aunque no tanto como las del pelirrojo) colas matizadas en azul y blanco se
agitaron elegantemente… – Por favor, no te desmayes ni entres en shock de nuevo.
– Son… realmente son colas de zorro… – El
moreno dijo con obvia sorpresa, todavía incrédulo a lo que sus propios ojos le
muestran…
– Y eres el segundo humano a quien le
muestro mi verdadera esencia como Gumiho, así que guarda el secreto, Yunho ah.
– Pero… ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cómo es que
Yoochun…?
– Sé que tienes muchas preguntas. La noche
es joven, si quieres que responda a algunas de ellas, debes comenzar por
ordenar tus ideas y hacer preguntas claras, te aseguro que responderé cada una
de ellas siempre que sepas cómo formulármelas.
Yunho miró directo en los ojos negros del
otro. La sinceridad cristalizada en sus pupilas sacudió su corazón. ¿Seguro que
no ha enloquecido? Porque encuentra hermosa la imagen ante él. Si antes este
chico ya había agitado su interior poniéndole nervioso, ahora hacía palpitar su
corazón de una forma que le producía más que nervios, ansiedad. Ese tipo de ansiedad
que le pone algo bobo e irracional, ese tipo de ansiedad que viene… de un
probable enamoramiento.
………………………………
Departamento
de Park Yoochun
Durante el camino Junsu no había parado de
hacerle caritas lindas a Yoochun agradecido –según él– por su preocupación,
mientras que el pelinegro negaba en rotundo todo lo que el de ojos negros
hubiera dicho. Por supuesto, recién era consciente ahí mientras caminan ambos
escaleras arriba hasta el departamento del pelinegro, de su comportamiento, y
no piensa admitir que se preocupó porque… ¡Él no tiene por qué preocuparse!
– De todas maneras, ten más cuidado, tal
vez ahora que yo tengo tu Aliento seas más vulnerable a resfriarte. Tu cabello
aún está húmedo y traes puesta ropa de Yunho, seguramente te mojaste bajo la
extraña lluvia de la tarde, ¿verdad?
– Yoochun ah está preocupado por mí~ – El
zorro insistió, sonriendo feliz de que el pelinegro note incluso la ropa que trae
puesta o su cabello húmedo… – La lluvia ha sido culpa mía, cuando un zorro
llora…
– Yoochun oppa… – Una dulce voz femenina
detuvo a ambos muchachos en medio del pasillo. La bonita chica parada junto a
la puerta arrancó una sonrisa enorme en labios del pelinegro, la misma que
borró la alegría del rostro del pelirrojo y rompió su burbuja… – Estaba por
irme…
– Hong SeNa, qué sorpresa tan agradable… –
El pelinegro se apresura en saludarla al estilo americano, besando la mejilla
de la chica en cuestión. Junsu frunce el ceño y tiene un repentino celo hacia
la susodicha… – ¡Aish!... – El pecho del pelinegro se agita en respuesta, sabe
que es el aliento de Junsu que le produce aquella punzada de dolor.
– ¿Estás bien, Yoochun oppa? – La chica le
mira con preocupación, pero el pelirrojo ve en su mirada cierto matiz de
capricho. No le agrada. Además ha obtenido la atención de Yoochun
inmediatamente. Eso le disgusta aún más.
– Sí, SeNa, no te preocupes… – Sonríe y se
hace el fuerte tratando de ignorar el dolor y cada punzada, vuelve la mirada
hacia el pelirrojo y le hace gestos como pidiéndole ayuda. Junsu sin embargo
decide ignorarle, está molesto también. Esta chica acaba de arruinar su momento de reconciliación con el pelinegro.
– Oh, menos mal; he pensado que quizá
estabas enfermo ya que en la Universidad también estuviste actuando un poco
extraño, oppa…
– Solo estuve muy ocupado resolviendo
algunas cosas… – Sonríe coqueto y ahoga un gemido de dolor cuando siente otra
punzada, más fuerte que las anteriores.
– Yoochun ah, ¿vamos a entrar ya? Estoy
cansado, hambriento y con sueño… – El pelirrojo interviene y trata de
acercarse, pero el pelinegro le mira con una sonrisita extraña a ojos del zorro,
no está seguro de lo que significa pero de todas maneras le hace detenerse.
– Adelántate, yo acompañaré a SeNa de
regreso a su casa, es peligroso que una chica tan linda como ella ande sola por
las calles a esta hora… – Alardea galante, y siente de nuevo esa punzada que
casi le sofoca. Fulmina con la mirada al pelirrojo y jura mentalmente cobrarse
esta de alguna manera.
– No seas mal educado, oppa; quién es tu
amigo…
– Oh cierto, lo siento. SeNa él es Junsu,
Junsu ella es SeNa, ¿verdad que es bella?
– Mucho gusto, Junsu oppa… – La chica
sonríe y hace una ligera inclinación de cabeza, finge vergüenza por el cumplido
del pelinegro y se acomoda un mechón de su corta melena tras la oreja con
supuesta timidez.
– SeNa-shii… – Saluda por cortesía,
incómodo y resentido con Yoochun porque prefiere a esta chica que a él… –
Esperaré dentro entonces, Yoochun ah… – Evade el momento y se adentra en el
departamento apenas el pelinegro le abre la puerta, quedándose con las palabras
en la boca cuando intenta decirle algo y la puerta es cerrada en sus narices… –
No me agrada ella… – Repite y reposa su frente contra la superficie de madera
de la puerta, siente una repentina congoja y extraña su Aliento, le siente
molesto y sabe que debe estar siendo una tortura para el pelinegro. Y trata de
no pensar demasiado en eso, porque si Yoochun es capaz de soportar el dolor de
su Aliento molesto, es porque esa chica le importa demasiado… – Entonces si me
convierto en humano, ¿todavía no sería suficiente para que me mires diferente,
Yoochun ah? – Lanza al aire y siente el vacío en su pecho, no es solo la
ausencia de su Aliento sin embargo... – Tengo miedo de no gustarte, de no ser
lo suficientemente bueno para ti como para enamorarte, Yoochun ah.
………………………………
Departamento
de Mokomichi Hayami
– ¡Quiero más! ¡Por qué te niegas a
preparar más de ese delicioso platillo! – El de ojos oscuros exclamó con el
ceño fruncido, incrédulo ante la idea de que este humano se niegue a sus
deseos. Definitivamente debería comérselo.
Ningún humano desaíra a un Gumiho.
– Te he dicho que se terminaron algunos de
los ingredientes que se necesita para la preparación. Si quieres más tendrás
que esperar a mañana. Además, por qué estás comiendo tanto, Sí he notado que tu
apetito es superior a la media, pero incluso pareces más ansioso que esta
mañana o anoche.
– ¿No te lo había dicho? Conservar esta
apariencia requiere mucha energía, y no me gusta sentirme agotado, así que como
mucho por eso.
– Francamente no te entiendo, chico sin
nombre.
– Es fastidioso que me estés diciendo
"chico sin nombre".
– Es que no me has dicho tu nombre.
– ¡Te digo que no tengo!
– Y yo definitivamente no entiendo muchas
cosas de las que dices y haces. Tal vez si me dieras un poco más de información
sería más fácil todo para los dos.
El zorro de ojos oscuros resopló frustrado.
Luego pensó que Yoochun sabía acerca de ellos, y tenía la impresión de que su
hermano mayor no ocultaría el secreto por demasiado tiempo para Yunho. ¿Qué más
daba si él le contaba la verdad al japonés de una vez? Cerró los ojos y se
talló el puente de la nariz. Respiró profundo y le indicó al otro que tomara
asiento pues iba a confesarle algo increíble.
– Ni se te ocurra desmayarte porque en
serio te dejaré ahí y esperaré a que recuperes la conciencia cuando quieras.
– Suéltalo de una vez, cuál es el misterio.
Y entonces el zorro de ojos oscuros reveló
sus nueve colas, las suyas estaban tinturadas de un color arena en las puntas
que le daba un toque bastante interesante, se agitaban tranquilamente arriba y
abajo en la espalda del zorro. Mokomichi tenía sus ojos abiertos de par en par,
honestamente sorprendido.
– ¡Wow! Eres hermoso.
Las palabras que brotaron de labios del
japonés no hicieron otra cosa que hacer arder furiosamente las mejillas del
zorro de ojos oscuros. Es la primera vez que un humano halaga su apariencia
Gumiho.
………………………………
Universidad
de Seúl
– ¿Jung Yunho?... – El moreno se detuvo
ante aquél hombre de cabellos oscuros que parecía saber bien quién es él.
Inquieto y listo para defenderse (nada de paranoia) asintió… – Tengo algo para
ti…
– No le conozco, así que preferiría no
aceptar nada que venga de usted…
– Oh, esto realmente te interesará. Sé que
un zorro vive ahora contigo… – La palabra “zorro” fue suficiente para que el
moreno se enganchara en la conversación… – No necesitas saber demasiado ahora,
pero sí esto… – El apuesto hombre extendió una botellita transparente que
contiene un líquido igual de cristalino… – Si quieres entender más sobre el
zorro que cuidas, te recomiendo beber esto en luna llena.
– ¿Qué es? ¿Por qué he de beberlo y en luna
llena? No me gustan los misterios y menos cuando viene de alguien completamente
desconocido.
– Llanto de zorro. Llanto del zorro que
cuidas, llanto derramado en la noche en que un humano le traicionó. Bébelo y
muchas respuestas llegarán a ti, verás lo que sucedió esa noche y decidirás si
lo cuidas, o me ayudas a atraparlo.
– ¿Quién es usted? ¿Por qué está diciéndome
todo esto? No tiene sentido.
– Porque fui ese humano, al que ese zorro
amó hace un tiempo… – Los ojos del moreno se abrieron de par en par al escuchar
tal declaración. Por alguna razón su corazón retumbó inquieto e incómodo... –
Escucha Yunho, conoce la historia verdadera porque a partir de ahora, no les
ayudaré más, voy a cazarles…
……………………………………
Departamento
de Park Yoochun
– ¡Demonios, es tardísimo! ¡No llegaré a la
primera clase! – El pelinegro prácticamente estaba corriendo por toda su
habitación arreglándose.
Le extrañó no ver por ahí a Junsu, esa
noche de hecho ni siquiera había dormido con él, no se había colado en su cama
como todos los días desde que conviven juntos en su departamento. La noche
anterior cuando regresó de acompañar a SeNa a su auto –luego de haber estado
platicando con la chica por cerca de media hora–, Junsu le miró largamente,
suspiró y con expresión decaída anunció que se iría a dormir. Park había
esperado que se colara en su habitación en cualquier momento, aquello no
sucedió. Durante un buen rato el pelinegro no consiguió conciliar el sueño,
aunque el Aliento en su pecho estaba tranquilo, él se sentía extraño. Como si
hubiera cometido una falta muy grave. Y finalmente cuando pudo dormir ya estaba
entrada la madrugada, por eso seguramente que ni se enteró de su reloj sonando
la alarma, la debió haber apagado sumido en letargo y continuado en brazos de
Morfeo. Por eso ahora estaba que corría como loco tratando de salir cuanto
antes rumbo a la Universidad.
– ¿Junsu? ¡Junsu!
– Estoy aquí, no necesitas gritarme.
– ¡Shit! – Exclamó pillado totalmente por
sorpresa cuando el pelirrojo le respondió asomándose en el umbral de su
habitación… – ¿Por qué no me despertaste? ¿Por qué has estado tan callado?
– No sabía que tenías que levantarte a
pesar de que tú mismo apagaste tu alarma despertadora. Y estoy callado porque
no tengo nada qué decir.
Park se le quedó mirando un instante. Algo mal
iba con el zorrito pelirrojo. Se acercó a él y colocó su mano sobre la frente
del zorro, inmediatamente las mejillas claras se ruborizaron, Yoochun lo notó
pero pensó que tal vez era por el decaimiento de Junsu.
– No parece que tengas fiebre. De todas
maneras debería llevarte a chequeo médico. Como ayer te empapaste en la lluvia…
– Estoy bien. Por favor Yoochun ah, no te
preocupes por mí. Se te hará aún más tarde.
– ¡Maldición, es verdad! ¡Vamos!
– La Universidad es para humanos, yo soy
solamente un zorro. Saldré más tarde con mis hermanos. Dentro de poco podrás
librarte de mí, Yoochun ah. Ahora vete que es muy tarde.
Park parpadeó confundido. Este no era el
Junsu al que se había estado acostumbrando –aunque no lo admitiera–, pero aún
así salió de la casa. No quería pensar demasiado, algo dentro de él se negaba a
hacerlo, como si temiera caer en una trampa.
– Se siente extraño… – El pelinegro llevó
una de sus manos a su pecho, el Aliento estaba tranquilo, pero él percibía algo
más que le hacía sentir diferente, inquieto quizá.
Continuará……
Cagacagsga yooo *-*
ResponderEliminarowww
ResponderEliminara ver si nuestro cabeza dura al fin admite lo q le está pasando
y deja de hacer sufrir a nuestro bello zorrito...
la reacción de Hayami un 10!!! asaafgahajsjd ♥
Gracias!!
No te hagas Yoochun eso que sentiste se llama dolor... dolor a que Junsu no este encima de ti hable y hable con la armonia que le caracteriza.
ResponderEliminarSigue tratandolo asi y lo unico que lograrás es hacerle mucho daño.
Adoro al HayaMin en serio que si!!!!
Gracias Felina!!
Awwww se me hace bolita el corazón de ver lo decaído que está JS -n- pero es que YC es un babo! Ojala y se de cuenta de lo que hace. El HayaMin está daldalsdadhshsns! Le dijo hermoso a Min <3 Esta versión me gusta mas ^u^
ResponderEliminar*aparto* porfa me tengo que ir a clases buuuuu :'(.... matta ne
ResponderEliminar<3 yoosu <3
buuuu como puede sufrir tanto junsu y la actitud que esta tomando :'(.... y yunho que hara con las lagrimas de jae???.... el hayamin esta precioso.....
Eliminar<3 yoosu <3
Bello bello hello, era excelente antes, pero con loa arreglos que has hecho es incluso mejor! Gracias! !
ResponderEliminarDiferente va a quedar de los golpes que le vamos a dar por tratar asi a Junsu jejej.
ResponderEliminarMe encantó el capitulo la verdad esta historia esta cada vez mejor... cuando empieza a ponerse misterioso jejejej increibleeee
espero pronto actualzación^^ besoso
la historia me había gustado sin los arreglos, pero ahora me gusta mucho mas (la adoro)
ResponderEliminarsigue actualizando, me encanta como escribes.
estamos entrando al misterio de la historia, que emociiiiiiiiioooooooooooon!!!!!!!!!!!
Nooooo Junsu!!!!, pobresito T^T, si fueron muy duras las palabras de Yoochunnie, pero como va todo angustiado para buscarlo.
ResponderEliminarY sinceramente estuve muy de acuerdo con el cambio de actitud de Junsu para Yoochun... Yoochunnie tiene que reaccionar xD, no sé si sea la palabra adecuada, más bien poner más atención a lo que su corazón le dice, aunque igual lo entiendo también... YooSu hermoso n_n
Jajajajajajajajajaja Junsu me mata de ternura con sus proposiciones a Yunho, waaaaaaaaaa tan lindo *o* ♥YunJae♥
Ahhhhhhhhhhhhhhhh Hayami!!!!!!!!!! "¡Wow! Eres hermoso" morí de amor con el HayaMin.
Noooooooooo, por qué tiene que cazarlos, por qué *^*
Una vez más gracias Feli!!!!!!!!!!!!!! :D
Noooooooo odio a Minwoo :cccc le rompió el corazón a mi Jaejoong y ahora quiere cazarlos :c espero que todo eso se soluciones, aunque presiento que no pasará XD
ResponderEliminarMi Jae ♥ tan hermoso que es, a pesar del dolor y de la desconfianza ayudara a Junsu para que se convierta en humano :cccc Quiero amor YunJae♥
Yoochun malo :c deberías pensar las cosas claramente y darte cuenta que Junsu esta calando muy hondo en tu corazoncito y déjate de mirar a mujeres! :C
La reacción de Hayami me encanto! siento que ellos sin previo aviso tendrán relaciones o pasará algo Isdjnfjksdhfjksdf :D me gusta
Gracias por el cap♥
que mal de parte de YooChun, la verdad se me salieron las lágrimas por JunSu T.T
ResponderEliminarporque se le notaba apagado y el no es así!
por que sera q Yoochun sera a veces tan baboo~~~ aishhh!!!
ResponderEliminartan bien q ya estan en la 'reconciliacion' y se aparece esa tipa grrr y arruina el gran momento u_u ... q sera lo que le pasa a Junsitoo, espero q todo vaya bien
q habra pasado con Yunho cuando JJ le conto sobre los gumihos ???? awww Hayami nunca me decepciona, me encanta cuando hace ruborizar a Changmin >.<
Gracias... se te qiere un monton =)