Título: ¿You Are For Me?
Autora: Felina
Parejas: 2Yoo, YooSu, YunJae, MinLee
Género: Romance, Drama
Clasificación: NC-17
Resumen: ¿Cuatro años transcurridos desde que un amor mutuo fue fracturado puede volver a florecer? ¿O será un corazón herido que sanado por otro sin querer se enamora de nuevo eligiendo a quién pertenecer?
Advertencia: Lemon
Ni DBSK ni Lee Seung Ki me pertenecen, esta historia se hace sin ningún fin de lucro…
Por si a alguien le interesa saber cómo es Lee Seung http://i197.photobucket.com/albums/aa188/neko2832/LeeSeungGi2.jpg
You Are For Me?
Capítulo 1. ¡Te Detesto!
Los días soleados en Seúl durante sus cálidos veranos atraían cantidades importantes de turismo, y eso por supuesto era bueno para la cadena hotelera más importante de toda Corea, la Franquicia Park, presidida por la elegante Jo Nang Park, heredera líder de personalidad imponente, sagaz e inteligente. Su esposo falleció hace cuatro años en un accidente automovilístico, del cual ningún miembro de la familia ha hablado más.
Un joven de 22 años corría a toda prisa por su habitación, vistiéndose con unos jeans, playera y calzado cómodo, guardando en su bolso el pulcro uniforme de su trabajo. Es alto, delgado, de facciones atractivas, ojos color marrón y su cabello de color castaño lleva un corte moderno que resalta su personalidad juvenil.
- hyung, quieres darte prisa, llegaremos tarde… - una voz masculina vino desde la estancia…
- ya voy… - y un minuto después salió a encuentro de su hermano menor… - vamos, vamos… - apuraba con una sonrisa…
- hijo, ni siquiera desayunaste… - una mujer de 40 años, estatura promedio y cabello oscuro, con el semblante cansado le sonreía de medio lado….
- mamá, no te preocupes, siempre puedo comer algo en el restaurante del hotel… - le besó la mejilla después de que su hermano lo hiciera, y luego ambos chicos salieron y montaron en la moto del mayor de los dos… - no hagas nada que requiera esfuerzo, Syana debe estar por llegar (una joven que ayuda en los quehaceres domésticos y cuida de ella cuando ellos no están), y Min volverá por la tarde, ¿cierto?...
- sí, no queremos un susto como el del mes pasado, mamá… - el joven de 20 años, más alto que su hermano, cabello negro corto, ojos oscuros y porte intelectual, apoyó la petición del otro hacia su progenitora…
- sí, sí, lo prometo, ahora váyanse ya o llegarán tarde… - despidiéndolos con una sonrisa, So Lyn Kim vio partir a sus hijos, ellos quienes son su motivo para luchar contra ese mal congénito de su corazón… - Junsu, ChangMin, estaré con ustedes lo más que me sea posible, pero sé que mi corazón es cada día más débil… - su mano en su pecho, una lágrima resbalando por su mejilla…
Junsu, ése es el nombre del mayor de los Kim, hace cuatro años le detectaron a su madre una enfermedad cardíaca que ha ido consumiendo lentamente su vida, los tres saben que si no le dan un trasplante pronto, un día simplemente su corazón dejará de latir. Por eso es que desde entonces So Lyn está en la lista de espera de donación, y también desde aquél fatídico día el castaño ha estado trabajando arduamente y ahorrando con la fe de que la donación se efectúe y le pueden realizar la operación a su madre.
Sintiéndose responsable por su hermano mejor, Junsu no le ha permitido abandonar los estudios, aún cuando él mismo tuvo que hacerlo años atrás. Pero ha asumido el rol de cabeza de familia, y que Min termine la carrera de medicina está entre las prioridades a cubrir. Por ello es que él trabaja todo el día, cubriendo dos empleos, uno en el Hotel Park, perteneciente a la Franquicia Park.
El castaño frenó en la entrada de la Universidad de Seúl.
- que tengas buen día… - sonriendo alegremente, deseó a su hermano…
- tu también, hyung… - el casco dejado… - procura no enfadarte tanto hoy…
- enfadarme, ¿con quién?...
- tu sabes bien de quién hablo… - y antes de que el mayor pudiera decir nada, el menor dio la vuelta con el bolso al hombro y se dirigió a donde un compañero lo esperaba…
- yo no me enfado, soy todo carisma y simpatía…- se decía a sí mismo, en tanto ponía en marcha su moto y emprendía camino a su trabajo… la imagen de un chico en su mente… - ay, ojala enferme de gripe y no le vea hoy, hace que me duela el estómago nada más verlo.
……………………………
- debes estar ahí a las 4 de la tarde…
- madre, con cuántas mujeres más piensas citarme… - cuestionó con una sonrisa socarrona y una ligera molestia hacia su madre… - ya te dije que no me interesa… - el joven de 23 años, alto, delgado, ojos oscuros como la noche, labios sensuales, cabello azabache ligeramente largo y porte seductor; estaba sentado al otro lado del escritorio desde donde Jo Nang dirige los negocios familiares…
- no cuestiones mis decisiones, Park Yoochun, hasta que no tengas una relación formal, seguirás teniendo citas así sea a diario… - habló con voz fuerte, dejándole claro a su hijo que aún es ella quien manda…
- no importa cuántas chicas hermosas me presentes, nada cambia lo que soy… - haciendo caso omiso de las palabras soltadas con molestia por parte de su madre, el pelinegro abandonó la oficina en lo más alto del Edificio, prefiriendo dar inicio a su aburrida rutina de supervisión…
Subió al ascensor y pulsó el botón de la planta baja, cuando llegó y las puertas se abrieron salió hacia el elegante vestíbulo con un piso impecable de mármol, algunos muebles a disposición para confort de los clientes y personal amable que saludaba y atendía según fuera el caso, ya que en ese Hotel la planta baja se trata de un Restaurante, uno de los más afamados de la ciudad. Y fue justo ahí a donde se dirigió en primer lugar, pasando por entre las mesas donde comensales conversaban de quién sabe exactamente qué cosas, había personas locales, pero también extranjeros, lo que remarcaba la popularidad de que goza la Franquicia Park; y en tanto él saludaba cordialmente con una reverencia a todo aquél que le miraba y dedicaba una sonrisa; el chico de cabellos castaños batía la mezcla para un cake en la cocina del restaurante…
- hoy ha sido una buena mañana, y será un día estupendo si no lo veo… cómo puede un chico tan ególatra como él tenerlo todo en bandeja de plata, ni siquiera creo que lo merezca, seguro que nunca ha tenido que trabajar por nada, o sea, qué de complicada o agotador puede ser pasearse por todos los negocios de su familia solo para ver con sus propios ojos que todos hacemos nuestro trabajo…
- eh, Junsu, yo creo que la mezcla está más que uniforme… - lo interrumpió un chico de linda sonrisa, alto, atractivo, cabello castaño y ojos claros, un año menor que él, trabaja medio tiempo ya que está terminando sus estudios, su nombre: Lee Seung Gi.
- ups… - sonrió el castaño enseñando la lengua en tono infantil, mirando la mezcla más uniforme de toda su carrera como repostero. Vació el contenido en un molde y lo metió al horno…
- es realmente curioso… -
- el qué…
- que nadie haga postres tan exquisitos como tú, pero seas un fracaso en los platillos… - el castaño simplemente se encogió de hombros, él tampoco se podía explicar eso, pero era verdad… - ¿supiste la nueva?
- creí que estudiabas medicina, no periodismo… - bromeó el castaño…
- oye, no es que yo ande por ahí de chismoso… - se defendió el chico de ojos claros…
- si tú lo dices… - le sonrió con sorna, realmente Lee siempre conseguía enterarse fácilmente de todo, en ocasiones aún antes que el resto del personal… - bueno, qué nueva… - cuestionó con interés, terminando de decorar un pastel…
- el hijo menor vuelve a la ciudad y se integrará a la administración del hotel…
- Park Yoo Hwan, ¿el hermano menor del patán?
- shh… - le mandó callar, mirando hacia todos lados, esperando que sus compañeros no hayan escuchado, o peor aún, que el propio Yoochun ande por ahí… - que no temes que un día te escuche, podrías perder el empleo…
- pero si rara vez pasa por aquí, se limita a ver la gente en las mesas y luego pasa de largo hasta la oficina del chef en jefe, nunca se involucra con el resto de los empleados…
- sí, pero…
- puedo perfectamente decir que Yoochun es un… - se agachó en busca de los ingredientes que necesitaría para seguir en su labor… - ególatra, engreído, creído, manipulador…
- Junsu… - Lee trataba de callarlo, pues veía venir al pelinegro por el pasillo observando a los demás trabajar…
- patán, hijo de mami, todos los sinónimos que encuentres para lo que acabo de decir, es más… - sus manos dejando algunos recipientes e ingredientes en la mesa, pero aún sin levantarse… - te apuesto que es incapaz de hacer algo por sí mismo…
- Junsu, cállate ya… - el chico de ojos claros bajó las manos para tratar de taparle la boca, pero el castaño se paró dando la espalda hacia el pasillo, el pelinegro estaba a cosa de un metro de distancia de ellos…
- deja, Park Yoochun es un cretino mujeriego que tiene citas todos los días con una chica diferente… - el chico de ojos claros le miró con espanto…
- si quieres te puedo dar el número de alguna… - el castaño brincó en su lugar cuando escuchó esa voz, conoce bien ese tono seductor… porqué, tal vez ni él lo entienda aún… -
- ¡mierda!... – soltó por lo bajo mientras se daba la vuelta y ponía su mejor sonrisa, o arreglaba eso o se quedaba sin empleo, y no podía darse ese lujo… ¿porqué no se había quedado callado?
- así que crees que soy un cretino mujeriego… - el pelinegro llevó su vista a la placa de identificación a la altura del pecho de lado derecho para leer el nombre de ese atractivo chico que todos los días observa de reojo durante sus recorridos… - Kim Junsu… - “lindo nombre” pensó, su mirada clavada en la del castaño…
- esto, yo… - aclaró la garganta… - no hablaba de ti, de usted… - se corrigió rápidamente… - Señor, hay muchos Park Yoochun, ¿sabía?, y el otro día conocí a uno en un bar, y… se puso a contarme de sus conquistas como si fuera una cosa extraordinaria y… - obligaba a su mente a pensar en algo creíble que le salvara el pellejo…
- olvídalo, eres malo mintiendo…
- ¿eh?... – ahora sí, la había hecho buena, ¿dónde demonios encontraría un buen empleo como ese?
- pero no voy a despedirte… - el castaño suspiró… - tus postres son muy populares entre los comensales, sin embargo, no quiero volverte a escuchar hablando de mí, realmente no me conoces… - mirándolo con seriedad, el pelinegro agregó… - limítate a hacer tu trabajo y habla menos… - dio la vuelta y siguió su recorrido, sintiendo una molestia extraña en la boca de su estómago, sí, le molestaba que ese chico en específico pensara así de él…
- ay, como lo detesto, y todavía se ofende, como si fuera mi culpa que sea como es… - volviendo a su trabajo, el castaño pensaba, con el ceño fruncido y un dolor de estómago que solo Yoochun era capaz de generar en su persona…
- en una de esas realmente perderás el empleo, y no puedes darte ese lujo, Junsu… - señaló con seriedad el chico de ojos claros…
- tienes razón… - suspiró… - es solo que… - gruñó, amasando con fuerza la harina… - no lo puedo evitar… lo envidio tal vez… -murmuró, sus ojos adquiriendo una opacidad que solo pocas veces se permitía expresar…
- ¿por tu mamá?...
- sí, supongo que quisiera poder disponer de dinero en grandes cantidades como él, así no estaría tan preocupado por conseguir dinero para la operación de mi madre…
- ¿y qué hay sobre la donación?
- aún nada, la lista es larga, los donadores pocos…
……………………………
Aeropuerto de Boston, Massachusetts.
Dos chicos a bordo…
- ¿qué harás llegando?... – un joven de 24 años, cabello teñido en rubio, rasgos orientales, cuerpo de modelo y ojos oscuros que en ocasiones parecen muy fríos, se sentaba de lado de la ventanilla…
- supongo que instalarme en el departamento…- un chico de 23 años, tez morena clara, cuerpo atlético, rasgos orientales, ojos oscuros muy cálidos, sonrisa segura y cabello castaño oscuro corto, terminó de colocar un pequeño bolso en los cubículos a disposición, luego se sentó a lado de su amigo…
- ¿y después lo buscarás?...
- no lo sé, Jae, es lo que más quisiera, pero temo que no quiere verme ni en pintura… - respondió con voz triste, jugando con un medallón en su mano…
- Yunho, si aún amas a Yoochun, no dudes en buscarlo… - el rubio observó el pequeño medallón en manos del moreno, donde una foto del rostro de su amigo y del pelinegro se encontraba.
- cuatro años, Jaejoong, durante cuatro años ni siquiera le llamé una sola vez…
- pues hay entonces mucho de lo que hablar… - sonriendo, trató de animarlo, aunque en su pecho su corazón lloraba en silencio…
- eres muy optimista… - el moreno guardó el medallón en una cajita que colocó dentro de un maletín… - tienes razón, lo mínimo que puedo hacer es darle una explicación…
- exacto… - murmuró el rubio, mirando por la ventanilla, una lágrima rebelde corrió por su mejilla e inmediatamente la apartó con su mano, fingiendo que se acomodaba el flequillo en la frente…
El avión despegó, rumbo a Seúl, Corea…
……………………….
Lee Seung Gi llegó corriendo a la Universidad, tenía suerte de que le permitieran continuar sus estudios dedicándole medio tiempo solamente, considerando que la Medicina prácticamente exige las 24 horas de cada día. Pero era solo un trato especial por parte del Consejo Administrativo de la Facultad para que el chico pueda seguir costeando su carrera. El chico de ojos claros contaba además con un apoyo muy importante, su mejor amigo, ChangMin…
- cinco minutos tarde… - le recibió el menor Kim en el pasillo del segundo piso del edificio de laboratorios… - el profesor Song Ki ya te advirtió que….
- ya lo sé, ChangMin ah… - interrumpió caminando a toda prisa al Laboratorio de Anatomía… - el tráfico está fatal, la avenida principal está cerrada porque hubo un accidente…
- y ya te daban ganas de quedarte a ayudar, ¿no?... – comentó con una sonrisa…
- me conoces… - y por un momento cuando sus miradas se encontraron y sonrieron, un ligero carmesí se apoderó de las mejillas de ambos chicos…
…………………………….
Yoochun llegó a su casa, una Mansión ubicada en la zona residencial de Seúl, una vez más había ido contra los planes de su madre, y aunque había asistido a la cita en que conoció a una linda chica, se limitó a saludar, decirle claramente que no tenía interés alguno en ella, pagar el café no tomado y salir a pasear por la ciudad antes de volver a casa…
- tu hermano llega al aeropuerto en una hora, ve y recíbelo… - la Sra. Park estaba en la estancia revisando algunos papeles…
- ¿es que temes que Yoo Hwan se pierda en el camino?... – dijo en tono sarcástico, tomando un sorbo de vino que acababa de servirse…
- haz lo que te digo y no discutas conmigo… esa chica era perfecta… - tono molesto…
- voy por Yoo Hwan… - prefería eso a tener una conversación más con Jo Nang acerca de su vida amorosa (prácticamente nula desde hace cuatro años… tal vez nula sea correcto en realidad)
La relación de los hermanos Park es extraña, como han sospechado acertadamente, cambió desde el accidente de hace cuatro años en el que el Sr. Park murió. Yoochun es rebelde con su madre en algunas cosas, pero es muy responsable con el cumplimiento de sus deberes en la empresa familiar. Yoo Hwan, por otro lado, puede olvidar toda responsabilidad si hay una buena oportunidad de divertirse a rienda suelta.
El pelinegro aguardaba en la Sala de Espera por el arribo del vuelo de su hermano, muchas chicas que lo veían sonreían coquetamente hacia él, y por mera diversión, éste correspondía con seductoras miradas y guiños.
Yoo Hwan llega desde París, Francia, en donde estuvo estudiando Administración y Economía… por el simple gusto de estudiar en el extranjero. Tiene 21 años, alto como su hermano, delgado, cuerpo varonil, cabello lacio color negro que llega hasta sus hombros, ojos del color de las penumbras y un brillo pícaro que atrae las miradas de propios y extraños, llegó con una maleta al hombro, pantalón oscuro, camisa blanca, chaqueta oscura deslavada con hilachas en el borde, lentes negros de estilo y un caminar relajado…
- ¿mamá pensó que iría a un antro o un bar antes que llegar a casa?... – el morocho estrechó la mano de su hermano…
- supongo que eso quiso decir cuando me pidió que viniera y te recibiera… - los hermanos caminaron rumbo a la salida, donde el auto del pelinegro está estacionado… - ¿qué no tuviste graduación?
- los actos académicos son aburridos, y las fiestas en París ya me parecieron rutinarias, así que decidí que no valía la pena hacer movimiento alguno, además, mamá tal vez habría dicho que está ocupada en el trabajo y tú no creo que hayas ido feliz de la vida…
- cualquiera que te escuche pensará que no somos una familia unida… - subieron al auto…
- porque no lo somos… -
El camino a la Mansión Park fue bastante incómodo, el silencio se había instalado entre los dos, para ambos recordar, solo mencionar, que todo en sus vidas cambió cuatro años atrás era tema difícil de abordar. El accidente aquél había marcado sus vidas… y aún en ocasiones pensaban que ello no deberían de estar ahí.
La reunión familiar fue… simplemente como si no hiciera más de un par de horas que se habían visto. Jo Nang inmediatamente asignó a Yoo Hwan sus actividades que debía comenzar al día siguiente, más no hubo un emotivo reencuentro.
- mañana es el aniversario luctuoso de Won Jin, iremos a visitar su sepultura, rezaremos y tendremos una cena en su honor, no hagan otro planes… - actuando con esa frialdad que rayaba en la indiferencia hacia sus hijos, la Sra. Park subió a su recámara sin siquiera desearles buenas noches.
- bueno, no puedo decir que extrañaba esto… - el morocho subió a su recámara simplemente a cambiarse para salir a divertirse al centro de la ciudad.
Yoochun simplemente salió a caminar al Parque en donde muchos recuerdos de su exnovio le hacían añorar los buenos tiempos vividos y que desde hace cuatro años no ha vuelto a sentir.
………………………
Jung Yunho llegó a su nuevo departamento en los suburbios de Seúl, el viaje había sido agotador, pero finalmente estaba de regreso. Apenas había respirado el aire de la ciudad se había dado cuenta de lo mucho que su corazón extrañó ese lugar, y del deseo que tenía de recuperar parte de la felicidad que él mismo truncó tiempo atrás, yéndose a Estados Unidos de pronto… con un amargo adiós de por medio.
- ¿quieres que me quede a ayudarte a desempacar?… - ofreció el rubio, de pie en el pasillo de la entrada…
- no Jae, gracias pero estoy cansado y tú debes estarlo igual, ya mañana me encargaré de eso… - desistió sutilmente, regalándole una amigable sonrisa…
- bueno, te veré mañana… o prefieres no verme algunos días… - medio bromeó el rubio, aunque claro está quería saber si ahora que han llegado a la ciudad ellos seguirán siendo tan amigos como en Boston.
- no seas tonto, claro que nos veremos mañana… - sacó su móvil, pero luego cayó en cuenta de algo… - no tengo señal… - ambos rieron por eso… - iba a pedirte un taxi y ni siquiera recuerdo el número de la central… - inconscientemente se rascó la nuca, desordenando un poco su cabello…
- caminaré a la avenida, no está a mas de cinco minutos, ahí tomaré uno rápidamente… - resolvió el rubio…- hasta mañana…
- te acompaño… - tomó las llaves y salió con Jae, caminando un par de calles hacia el sur hasta la avenida… - ¡no se dónde diablos tengo la cabeza!...- exclamó de pronto…
- porqué… - conociendo a su amigo, seguro que había olvidado algo…
- cómo voy a llamarte si no tengo señal y tú tampoco, nuestros celulares no funcionan aquí y…
- fácil, nos ponemos de acuerdo para vernos en algún lugar, no es como si no recuerdes cómo moverte por la ciudad, ¿o si?... – se burló…
- que gracioso estás, Jae, ya me las cobraré… - olvidándose del cansancio, a media acera y sin importarles los pocos transeúntes que andaban por ahí cerca de medianoche, comenzó a hacerle cosquillas al rubio, hasta que éste le suplicó lo dejara en paz… - entonces, nos vemos mañana en el Parque del Centro, a las dos, podemos ir y comprar móvil nuevo y luego nos vamos a comer, o algo, ¿qué te parece?
- bien, nos vemos mañana, Yunho… - le hizo la parada a un taxi…
- descansa, Jae… - cerrando la puerta, vio al auto partir, sonrió pensando en que desde que conoció a ese chico la soledad no ha tocado a su puerta… - casi tres años de amistad…
………………….
Kim Junsu llegó a su casa a esa hora, acababa de salir de su segundo trabajo. Estaba cansado y le dolía la cabeza, entró con sigilo para no despertar a nadie. Esta nueva rutina desde hace un mes era agotadora de verdad, pero las cuentas de los medicamentos de su madre y la colegiatura de ChangMin absorbían todo su salario del hotel, y había otros gastos que cubrir y ahorros que hacer, por lo que no tenía otra opción. Se asomó a la habitación de su progenitora y se acercó para besar su frente y susurrarle un buenas noches; luego fue a la de su hermano, encontrándole dormido sobre un libro en el escritorio, la lamparita de noche encendida…
- Min, Min… hermano, vete a la cama… - sacudiéndolo suavemente por el hombro, el castaño despertó al menor…
- hyung… hace cinco minutos estaba despierto… - incorporándose y tallando sus ojos, acomodó los anteojos en su rostro… - necesito terminar este reporte…
- estás cansado, se te nota, duerme y despierta temprano para que lo termines… - sabía que su hermano dedica tiempo no solo a sus estudios, sino también al cuidado de su madre…
- creo que te haré caso, tú también descansa, hyung… - en su tono de voz el castaño pudo notar que se sentía culpable por no trabajar como él y apoyar con los gastos…
- buenas noches, Min… - sonrió como suele hacer, besó la frente de su hermano y se fue a su habitación…
- buenas noches, Junsu…
…………………………
Yunho y Jae llegaron al Restaurante del hotel Park, más por insistencia del rubio, que estaba decidido a apoyar a su amigo para que se reencuentre con Yoochun… porque creía que tal vez viendo feliz al moreno si el pelinegro le da una segunda oportunidad, él estará contento y podrá seguir adelante con su vida sin esperar a que ese guapo chico sentado a su lado en un taxi repare un día en él sin verlo como el mejor amigo.
- el amor verdadero puede incluso con el tiempo, la distancia y algunos errores, ¿no? Si Yunho y Yoochun se aman, volverán a estar juntos… hago lo correcto, soy su mejor amigo y como tal debo ayudarlo… quiero conocer sus sonrisas, sus miradas, sus suspiros por amor y no por tristeza, culpa o arrepentimiento… no importa que mi corazón no sea el destinatario de tan puro sentimiento…
- no puedo… - soltó de pronto el moreno, sacando al otro de sus pensamientos… - Jae, no puedo presentarme así como así, y ahí… no puedo…
- claro que puedes, no es momento de dejarse dominar por el miedo… - el alto edificio del hotel se erguía con elegancia de entre los otros alrededor…
- es solo que, es muy pronto…
- ¿pronto? Hace años que quieres hablar, no puedes dejar pasar más tiempo… -el valet parking con la puerta del taxi abierta esperaba a que los pasajeros bajaran… pero Yunho solo miraba hacia las elegantes puertas de grandes vitrales del hotel…
…………………………
En tanto, dentro del Hotel…
- puedes darme una rebanada de pastel… - el morocho se había presentado ante el personal, y ahora estaba donde el castaño…
- seguro Señor, algún sabor en particular… - preguntó sonriendo ampliamente, aunque a su manera de verlo, el menor Park es como un adolescente que juega a ser adulto pero que solo ve diversión en todo a su alrededor…
- dime… - leyó el nombre en la placa… - Junsu, cuál es el tuyo… - sonrió coquetamente…
- eh… todos los sabores son buenos para mí… - respondió comenzando a sentirse incómodo con la manera en que Yoo Hwan lo observa…
- ven conmigo… - apareció de pronto el pelinegro, y no se le veía contento… y no, tampoco se dirigió a su hermano, sino a Junsu, a quien tomó por la muñeca y llevó casi a rastras hacia su oficina…
- y ahora a éste qué le pasa. Ok que sea mi jefe, pero, me trata como si fuera de su propiedad o algo así, y, ¿tiene que agarrarme tan fuerte? Casi siento que me va a cortar la circulación, y porqué esa cara de pocos amigos, bueno, realmente no debe tener muchos amigos en el medio que vive, ricos, ricos y más ricos que se comportan como sanguijuelas esperando la oportunidad de ensañarse del otro… - pensó el castaño en el camino, siendo observados por alguno que otro compañero de trabajo…
- aléjate de Yoo Hwan… - le dijo con tono golpeado apenas cerró la puerta…
- ¿eh?... – confusión…
- no quiero que te involucres con mi hermano…
- ¿involucrarme? ¿De qué estás hablando?
- en primera, no me hables de tú que soy tu jefe… - el castaño frunció el ceño… - y en segunda, simplemente aléjate de mi hermano, te lo digo por tu propio bien…
- ¿eso es todo, Señor?…- se mostró sereno, aunque por dentro estaba que trinaba de coraje, no entendía a qué venía ahora esa advertencia, es decir, Yoo Hwan solo le pedía una rebanada de pastel!
- no, tendré una cena especial esta noche, quiero que prepares tu mejor postre para mí, es solo para unas pocas personas, no necesito nada demasiado dulce ni amargo, lo recogeré a las siete… - finalmente tomó asiento en su cómoda silla tras su escritorio. El castaño no dijo nada más, porque sentía que si abría la boca terminaría por decirle unas cuantas cosas desagradables al pelinegro…
- no puedo perder el empleo, no puedo perder el empleo…- se repitió mentalmente hasta que volvió a su área de trabajo… - ¡te detesto Park Yoochun! – murmuró mordazmente mientras estrujaba entre sus manos una masa…
En tanto…
- cuál es tu problema, creí que era Yunho por quien sigues esperando… - espetó con molestia el morocho al entrar a la oficina de su hermano…
- no sé de qué estás hablando… - pero su mirada oculta estaba inyectada de ira y tristeza…
- ¿Junsu te gusta?... – cuestionó con firmeza… el pelinegro seguí con la vista en el monitor de su computadora, pero el morocho notó como abría los ojos con sorpresa ante su cuestionamiento…
Continuará……
ADVERTENCIA: Lemon
Capitulo 2. Huellas Del Pasado
Jung Yunho bebió de un solo trago un líquido blanco que el barman llamó “tequila”, lamió la sal en su mano y luego chupó un poco de limón. Era la segunda copita que se llevaba a la boca, y era raro pero delicioso ese ardor que le quemaba la garganta, sentía también como un golpecito en el cerebro que comenzaba a marear sus sentidos. Lo más interesante del caso era estar embriagándose cuando apenas si eran aproximadamente las 2:30 de la tarde, después de no haber tenido el valor de bajar del taxi y entrar en ese maldito edificio donde se encontraba el amor de su vida…
- soy patético, no Jaejoong… - el barman llenando por tercera ocasión el “caballito”…
- es normal que temas enfrentarlo… - el rubio sorbió de su tarro de cerveza… - pero te repito, dejar pasar más tiempo no es la solución, quieres hablar con él, hazlo…
- sí, ya lo sé, pero… no es fácil… - sorbió la tercera copa de tequila, otra vez el ardor en la garganta, un nuevo golpecito en el cerebro, sus sentidos más aturdidos… - mala combinación, primero tomar cerveza y luego éste… - miró la copa llena una vez más…- tequila…
- nadie ha dicho que sea fácil… - observó al moreno sorber la cuarta copa… - no piensas tomar valor embriagándote, ¿verdad?
- no… - respondió sonriendo con un dejo de ironía… - no me permitas buscarlo cuando me haya emborrachado, porque eso si lo voy a hacer… - tomó una quinta copa de tequila, probó la sal y el limón, comprobando que eso le daba un mejor sabor, pero también sentía sus mejillas ardiendo y sus sentidos completamente aturdidos…
- de acuerdo… - el rubio hubiera intentado persuadirlo, pero… hasta él tenía deseos de embriagarse… - ¡salud!
- ¡salud!... – y su sexta copa de tequila sonó con el ruido del cristal al golpear suavemente contra el tarro del rubio…
……………………….
Yoochun no respondió el cuestionamiento que su hermano le hiciera más temprano, pero sin duda había dejado a su mente pensando al respecto. Después de todo no puede negar que desde que lo conoció llamó fuertemente su atención, sobre todo por esa risa suya tan peculiar, y sus recorridos son amenos siempre por el simple hecho de verle sonriente haciendo su trabajo.
Eran las 7 en punto, y la hora de salida del castaño había sido hace ya media hora, pero esperó por la llegada de su Jefe, no fuera a ser que le reclamara por no estar cuando llegara en busca del encargo que tan “amablemente le hizo”…
- y ni siquiera sé porqué le he puesto tanto empeño… - miró la caja en la que guardó el delicado postre más exquisito que recuerda haber hecho, no entendía porqué, pero últimamente cuando cocinaba y pensaba en el pelinegro (así fuera solo para insultarlo) le salían con un sabor único y delicioso…
- ¿sigues aquí? Creí que lo habrías dejado simplemente con mi nombre sobre la mesa… - apareció el pelinegro, logrando con sus palabras el castaño frunciera el ceño…
- es el colmo de los colmos… - pensó con molestia… - no vuelvo a preocuparme por éste ingrato hijo de mami…
- gracias por el… - miró al otro y se dio cuenta de la forma en que fruncía el ceño, y por alguna razón se supo único causante de tal gesto, que en realidad le parecía adorable… - postre… - tomó la caja entre sus manos…
- es mi trabajo, que lo disfruten, ahora si me disculpa, tengo que irme… - tomó su bolso y lo cruzó por su pecho dejándolo en su hombro izquierdo… - buenas tardes…
- hasta mañana… - el pelinegro lo observó partir, después dirigió su vista a la caja que desprendía un aroma exquisito que invitaba a probarlo… - no cabe duda que es uno de los mejores reposteros…
En la puerta principal ya esperaba la limousine de la Familia esperando por él, Yoo Hwan y Jo Nang (su madre) ya estaban a bordo. Tomaron rumbo hacia el Templo del Eterno Descanso donde reposan las cenizas del difunto padre y esposo Won Jin Park. Hicieron sus reverencias y elevaron sus rezos por el espíritu del hombre, pero estaba incrustado en sus corazones un pesar del cual ninguno ha querido hablar desde aquél fatídico accidente que se llevó la vida del Sr. Park, y dejó secuelas físicas, pero sobre todo emocionales en los hijos principalmente.
Volvieron a la Mansión y cenaron lo de cada año luctuoso, los platillos favoritos de Won Jin. Nunca antes Yoochun había siquiera pensado en llevar nada, mucho menos un postre, pero esa noche acercó el pastel que Junsu preparara, y cuando hubieron degustado su porción de pastel pudieron sentir la delicia, la suavidad de la textura, una sensación indescriptible e inexplicable de alegría, como viajar en los recuerdos hasta un momento de contentura.
Pero luego de eso, cada integrante de la familia simplemente se fue a dormir, o en caso de Yoo Hwan, salir a disfrutar una noche más de la vida nocturna de Seúl. Yoochun por su parte, aunque hubiera querido salir también, se quedó en su recámara, porque las memorias del pasado habían vuelto a su mente cual tornado impetuoso desordenando todo en su interior.
Primero la reminiscencia aquella en la que vio por primera vez a Junsu, el día que llegó al Hotel a pedir empleo. Llevaba unos jeans formales de color oscuro, una camisa blanca y una chaqueta café, sonreía todo el tiempo y era muy educado. Desde ese momento algo en el pelinegro se había estremecido y por ello le gustaba verlo a diario.
Después, memorias de su relación con Yunho comenzaron a bombardear sus pensamientos, hasta que el sonido de su móvil lo interrumpió, eran pasadas las 10 de la noche, y el número de la llamada entrante le resultaba desconocido, aún así contestó motivado por un presentimiento…
- ¿hola?...
- buenas noches, Yoochun ah… - reconocería esa voz aún si mil años de tiempo transcurrieran… - siento molestarte, yo… quería saludar… - notoriamente nervioso, suspiraba al otro lado de la línea…
- Yunho, hace tiempo que no sé nada de ti… - mil veces imaginó su reacción cuando un momento así llegara, pero ésta tranquilidad con la que hablaba no estuvo en ninguna de sus cavilaciones, siempre creyó que dejaría ver perfectamente su molestia, su rencor, su inconformidad, su dolor…
- lo siento… yo… estoy en Seúl… - el corazón de ambos latiendo apresuradamente… - me pregunto si, podríamos vernos y hablar…
Silencio…
- no, estoy muy ocupado… - y sin esperar o dar tiempo para nada más, el pelinegro colgó y en un impulso apagó su móvil. Ahora comenzaba a sentir varias emociones corriendo por su cuerpo… y no era el único.
Como quiera que fuera, era un dolor compartido por un amor interrumpido cuatro años atrás…
…….flashback……
Nunca un día tan hermoso le pareció al pelinegro tan triste, no podía admirar el brillo del sol, ni disfrutar del aire que soplaba con suavidad, o sonreír al escuchar las aves que cantaban en las copas de los árboles del jardín de la Mansión. Era un día opaco para sus percepciones, acababa de haber sido dado de alta del Hospital donde permaneció por varios días después de haber sido intervenido quirúrgicamente de una lesión acaecida del accidente en que su padre murió. Yoo Hwan había tenido más suerte, apenas unos rasguños y el hombro dislocado, pero nada grave. Yoochun no se sentía nada cómodo acostado o sentado las 24 horas del día, aún no le permitían caminar, naturalmente, la pierna fracturada de tal manera que por poco la perdía, le obligaban a meses de rehabilitación, donde la primer etapa es reposo absoluto. Le dolía además no haber podido estar siquiera en el entierro de su padre…
- dónde estás, Yunho… - murmuró, viendo por la ventana el cielo azul bordeado por esponjosas nubes… - ni siquiera te he visto desde… - su voz se ahogó por el nudo en su garganta al recordar el fatídico accidente…
………………….
Yunho subió la última maleta al auto, tenía tiempo suficiente para una sola cosa antes de partir al aeropuerto. Condujo con los nervios a flor de piel, haciéndolo transpirar un poco, llegó a la Mansión Park, un moño negro adornaba las puertas eléctricas de acceso a la propiedad, el guardia le permitió entrar, dirigiéndose hasta la elegante glorieta a pies de la entrada principal. Una empleada le abrió indicándole que Jo Nang quería hablar inmediatamente con él. Siguió a la mujer hasta la oficina de la Sra. Park…
- siéntate, por favor… - ordenó, indicándole la silla frente al escritorio tras el cual está ella sentada… - has decidido por fin presentarte, cuando Yoochun ya pasó lo peor… - al moreno le pareció justa la reacción de la madre de su novio…
- lo siento, Sra. Park… - siendo sincero, ni siquiera tenía palabras para el pelinegro, menos las tenía para ella… sobre todo cuando le han estado ocultando su noviazgo desde hace ya varios meses…
- sentirlo no es suficiente… supe que tus padres se mudan a Estados Unidos, y que tú te vas con ellos porque fuiste aceptado en la Facultad de Leyes de Harvard, así que supongo has venido solo a despedirte…
- así es… - la mujer le miró con tal profundidad que el muchacho se sintió intimidado…
- has sido el mejor amigo de Yoochun siempre, prácticamente dieron sus primeros pasos juntos, sabes que no fue justo que no vinieras antes, cierto? Sabes lo complicado que es la situación de la familia ahora, verdad. Preguntó por ti en cuanto salió de la cirugía y después de ella cada día durante dos semanas…
- Sra. Park, yo… - intentó explicarse…
- no me interesa escucharte… - cortó con tono autoritario… - puedes ir y despedirte de mi hijo, pero no quiero volver a verte en mi casa nunca más, Jung Yunho… - dicho lo cual, la mujer se puso de pie y caminó con orgullo fuera de la oficina, dejando al moreno con un sentimiento de miseria ante lo que estaba a punto de hacer.
Suspiró tratando de controlar el ritmo de sus latidos, pero era inútil. Sentía el corazón en la garganta y todo el cuerpo le temblaba. Se paró, salió de la oficina, caminó hasta las escaleras, subió a la segunda planta, viró a la izquierda y llegó hasta la segunda puerta, la habitación de su novio. Llamó y cuando escuchó la voz del pelinegro permitiéndole acceso, una parte de él quiso salir corriendo a toda prisa. Giró la perilla y por fin vio a su pareja después de poco más de dos semanas…
- Yunho… - una sonrisa de alegría se curvó en los labios del pelinegro. Finalmente sentía que algo agradable pasaba en su vida, tan oscura y cruel en las últimas semanas… - me da tanto gusto verte…
- no hagas eso… - se apresuró hasta él cuando notó que intentaba incorporarse… - debes tener cuidado con tu operación… - cuando estuvo frente a su novio, ligeramente inclinado puesto que el pelinegro estaba recostado en su cama con varias almohadas en su espalda para dejarlo en una inclinación aproximada de 45º, sintió los brazos de Yoochun aferrarse a él y comenzar a sollozar contra su hombro…
- me has hecho tanta falta, Yunho, me sentía morir, yo… - lágrimas mojando la camisa del moreno… - no pude hacer nada, y papá murió, por mi culpa, fue mi culpa, Yunho, mi culpa…
- shh, shh… Yoochun ah, no digas eso, no fue tu culpa, fue un accidente… - el chico se sentó en la orilla, regresando el abrazo, acariciando tiernamente la espalda de su novio… algunos minutos después el pelinegro dejó de llorar…
- Yoo Hwan está molesto con todos, no habla conmigo, y su mirada me parece tan fría como el hielo; y mamá, ella solo lloró cuando nos dieron la mala noticia, y ahora se comporta como si papá se hubiera ido de vacaciones, tomó el mando de la Franquicia un día después de la sepultura, parece inmutable, fría y distante, Yunho, eres lo único que me queda…
- Yoochun, yo… - el pelinegro se separó y lo besó profundamente, uniendo sus labios en un desesperado contacto que le permitía sentir cariño, calidez, seguridad… amor. El moreno correspondió porque es lo que siente… aún cuando sabe que tiene que despedirse.
- Te Amo, Yunho ah…- el pelinegro volvió a abrazarlo con fuerza…
- Yoochun… - su corazón se sentía apretujado, como si algo helado lo atravesara… - tengo que irme…
- porqué, acabas de llegar, no puedes quedarte un rato más… - sus orbes oscuras se clavaron en los ojos cafés del moreno, viendo en ellos un reflejo de algo que inquietó su corazón… - qué sucede…
- me voy a Estados Unidos… - evadió la mirada de su pareja poniéndose de pie…
- qué, porqué ahora, por cuánto tiempo…- su voz salió temblorosa y la ansiedad corría por sus venas, ya antes el moreno le había contado que sus padres planeaban mudarse, pero él había jurado que se quedaría con él….
- voy a estudiar en Harvard… - algo en su interior se rompió cual cristal quebrantado por la crueldad invasora de la inercia… - mis padres se quedarán a vivir allá, el negocio de mamá es próspero en tierras americanas, y la Universidad le ofreció un proyecto de investigación muy importante a mi padre, yo, volveré cuando termine la carrera, lo prometo…
- y esperaste hasta el último momento para decírmelo… - interrumpió con molestia… - ni siquiera pudiste venir en los días anteriores, cuando más te necesité, tú… tú ni siquiera fuiste al hospital una sola vez… cómo puedes hacerme esto… - espetó con brusquedad, sintiendo la sangre hervir de coraje, pero el moreno no tenía respuesta para tal cuestionamiento… - dijiste que me amabas, prometiste que estaríamos juntos siempre, hemos salido por casi un año, y ahora vienes y me haces esto; mi padre acaba de morir, mi hermano tiene ideas suicidas, mi madre actúa con indiferencia, yo casi pierdo una pierna. ¡¡Cómo puedes dejarme en un momento así!!... – soltó con violencia, gritando sin importar quien lo escuche, golpeando el colchón con impotencia e ira…
- lo siento… - atinó a decir el moreno, sus manos empuñadas con tal fuerza que sus uñas comenzaron a enterrarse en su piel y los nudillos blanquecer, sentía frustración e ira contra sí mismo…. Se sentía como un maldito desgraciado que está a punto de dejar a quien considera el amor de su vida…
- ¿eso es todo lo que vas a decir? ¿Lo siento?... – risa sarcástica con un dejo de dolor… - solo así, no hay siquiera una razón de fondo lo suficientemente buena como para dejarme, es que acaso vale más estudiar en Harvard que quedarte a mi lado, te necesito Yunho, que no te das cuenta… es que ya no me amas?
- estarás bien, Yoochun… adiós… - sin dar respuesta a las preguntas del pelinegro, sin haber propiamente roto con la relación, el moreno salió de la Mansión Park con el corazón destrozado, maldiciéndose a sí mismo.
Subió a su auto y cuando volvió a la carretera, gruesas lágrimas hicieron un camino húmedo en sus mejillas, golpeó con frustración el volante, gritó hasta desgarrarse la garganta… pero el dolor, la desazón y el rencor consigo mismo lo acompañaría por largo tiempo. Era un cobarde y lo sabía, no había sido capaz de enfrentar a sus padres, y por ello renunciaba a su novio y le dejaba atrás en el momento más duro de su vida…
………flashback…….
Yunho estaba recostado en su cama, la habitación en completa oscuridad, el móvil en la mesita de noche, una dolorosa punzada en el corazón. Aun cuando esperaba, de hecho juraba por una reacción así por parte de Yoochun, dolía. El mismo Jae se lo había advertido, y de igual manera le dijo que no importaba que le dieran una negativa, él debía intentar una y otra vez hasta que el pelinegro le permita la oportunidad de hablar y explicarle aquello que no fue capaz cuatro años atrás…
- una explicación… - habló a la nada, su vista clavada en el techo… - cuanto mas lo pienso, más convencido de mi cobardía me siento… te dejé por estúpido, Yoochun, por intentar protegerte a ti y a tu familia, porque te quiero tanto como desde hace más de cinco años… lucharé por tu perdón, contra todo y quien sea, tu familia, contra ti mismo si es necesario…. – unos instantes de silencio… - Jae, hago lo correcto, ¿cierto?... – y aunque el rubio no estaba presente, el moreno podía evocar su imagen sonriente animándole a seguir… - JaeBoo… - murmuró con una sonrisa…
……………………….
El correo matutino llegó con malas noticias para la familia Kim, el préstamo solicitado había sido negado una vez más por el Banco Nacional, las mismas palabras de siempre: crédito insuficiente.
- pero quiten esa cara, hijos míos…- So Lyn les miró con una sonrisa que no ocultaba a los chicos su propia decepción… - tal vez la próxima vez tengamos más suerte, ahora, seguiremos todos adelante, nada se logra preocupándose y maldiciendo por algo que no se obtiene…
- mamá, si un donador llega pronto, debemos… - pero el castaño fue interrumpido…
- sé eso, Junsu, pero no quiero que te preocupes, si las cosas no salen como esperamos, el destino siempre puede tener algo mejor para nosotros…
- tu corazón no aguantará demasiado tiempo, mamá…- el menor, siendo estudiante próximo a graduarse, solía ser el más objetivo, suficiente ha investigado el tema de la enfermedad de su madre, recordándoles cada que es necesario los pormenores de la misma, que deben preocuparse… - y el Hospital ya ha dicho que eres la siguiente en la lista, en cuanto un corazón compatible llegue deberemos tener estar listos para pagar el costo de la operación…
- ChangMin, cariño, no olvido ningún detalle al respecto, pero no podemos exigirle al Banco el dinero, nadie que conozcamos tiene siquiera esa cantidad para prestárnosla, y preocuparse es casi como gastar energía… solo quiero que entiendan que soy consciente de lo que puede pasar si no se tiene ése dinero, y aceptaré mi destino si así es como debe culminar…
Más nada se habló, ChangMin y Junsu partieron rumbo a sus respectivas actividades, cada uno pensando en alguna solución crediticia para su necesidad económica, la posibilidad de que en cualquier momento el Hospital llame es alta, y los ahorros con que cuentan insuficientes.
El castaño había solicitado incluso un préstamo en la Franquicia, pero éste había sido poco dado su puesto laboral y sólo se había sumado a la cantidad con que cuentan hasta el momento. Estaba muy preocupado por la situación, es su responsabilidad ver que su madre pueda tener esa operación, recuperar la salud… pero realmente pocas las opciones para alcanzar el monto económico.
- ¿Junsu?... ¡Junsu!... – Lee Seung chasqueó los dedos frente al rostro del castaño, logrando por fin que el muchacho le preste atención…
- ¿qué pasa?...
- ChangMin me llamó, tu madre tuvo una crisis y está en el hospital… - el castaño ya había tomado su bolso para salir…
- yo… puedes… - trataba de hablar, pero las ideas se atoraron en su cabeza, estaba asustado, una crisis ahora era muy malo…
- no te preocupes, ve, yo te cubro…
- gracias… - ya en el camino (fue una suerte que no se accidentara él mismo por conducir tan rápido) se puso a pensar en que el tiempo era cruel con ellos, no tenía el dinero y… - ¡diablos! Necesito conseguir esa cantidad… - cuando llegó a la clínica…
- te estuve llamando, porqué no contestabas… - le recibió el menor, tenía los ojos rojos pero se notaba que no ha llorado, seguro ha sido fuerte por su madre…
- lo siento, estaba distraído pensando justamente en todo esto, cómo está…
- estable, pero… - el menor no pudo más y se derrumbó, abrazando a su hermano, sollozando en su hombro… Junsu no necesitaba más palabras, sabía lo mismo que Min, sin un transplante, So Lyn tal vez no salga con vida del hospital…
- vamos… - los hermanos se dirigieron a la habitación donde su madre está conectada a varias máquinas que son ahora soporte de sus funciones vitales, su corazón demasiado cansado para latir por si solo…
- disculpen, ¿Kim Junsu?... – preguntó un doctor que acababa de llegar…
- soy yo…
- soy el Dr. Sang Doo, estoy a cargo del caso de la Sra. Kim So Lyn, madre de ustedes, ¿cierto?... – los jóvenes asintieron… - sé que usted… - el castaño… - es tutor legal de toda decisión médica respecto a la enfermedad de su madre, como ya debe saber el corazón de su madre está muy débil ahora, y a menos que se transplante un corazón nuevo… bueno, no necesita que le diga más. Se también que su seguro no cubre una cirugía de éste tipo, y créame que no quisiera ponerlos en éste dilema, pero, necesito saber si pueden continuar con el procedimiento…
- por supuesto que sí… - respondió sin dudar, el menor le miró un poco confundido, pero su hermano tenía razón, no podían decir que no, tendrían el dinero de una u otra forma… - tendremos el dinero y haremos el pago a la Clínica, ustedes solo cumplan con su trabajo y hagan que mi madre mejore, que pueda recibir el transplante antes de… - tragó luchando contra el nudo en su garganta… - antes de que sea tarde para mi madre, por favor…
- necesito que me acompañe para que llene algunas formas…
………………………..
Hotel Park.
- sabes a quién vi esta mañana mientras corría en el Parque… - Yoo Hwan se sentó al frente de su hermano en la oficina de éste…
- no… - respondió con sequedad, pero conocía bien esa mirada divertida y suficiente de su hermano menor…
- a Jung Yunho… - soltó como si de algo casual se tratara, pero notó la tensión en la expresión de Yoochun… - pero claro, seguro ya sabías que está en Seúl, ¿no?
- y qué si así era… -
- nada, no te pongas a la defensiva conmigo, hyung, yo solo quería decirte que lo vi, y que se ve más atractivo de como lo recordaba, creo que los años y el ambiente americano le favorecieron…
- puedo saber qué diablos te traes… - interrumpió con tono molesto, sobre todo porque no pudo evitar el deseo de haber sido él quien viera al moreno…
- ¿yo? Nada, solo quiero saber si vas a volver con Yunho para poder acercarme a Junsu sin que te pongas como energúmeno… - el pelinegro abrió la boca listo para replicar, pero el morocho no se lo permitió… - el otro día no me respondiste si te gustaba o no, pero me queda claro que te mueve el piso, sin embargo tendrás que decidirte y pronto, Yunho volvió y todavía lo quieres, y yo no te la voy a poner fácil si intentas algo con Junsu… - y sin dar tiempo a su hermano de decir más, salió con un solo pensamiento en mente… conquistar a Kim Junsu.
- no quiero volver con Yunho… - murmuró sintiendo como su corazón palpitaba acelerado de solo recordar el tono de su voz la noche anterior. Confundido también por la molestia que quema en la boca de su estómago cada que ve a su hermano cerca del castaño…
………………………………
En la Clínica…
- voy a volver al Hotel, trataré de tener una entrevista con la Presidenta Park y hablarle sobre la situación, con algo de suerte puede que ella nos haga el préstamo…
- hablar con la dueña de la Franquicia? Hyung, eso en verdad sería un milagro, y no lo digo por ser pesimista, es solo que esa Sra. no es precisamente la mujer más caritativa del mundo…
- lo sé, pero es lo único que se me ocurre ahora… vuelvo más tarde, cualquier cosa, llámame, estaré al pendiente del móvil… -
- de acuerdo… - vio a su hermano mayor partir y luego volvió a la habitación de su madre. Le dolía el alma de verla en esa cama conectada a tantos aparatos, y aunque es algo a lo que él debe acostumbrarse, jamás es lo mismo tratándose de la familia. Su móvil sonando… - Lee, hola…
- hola, ¿cómo van las cosas?... – cuestionó su compañero de carrera al otro lado de la línea…
- pues… como imaginas, mamá está estable solo por los aparatos, esperamos que haya un donador pronto…
- yo quisiera poder hacer más por ustedes, Min, lamento no serles de mucha ayuda, sobre todo por la cuestión económica…
- descuida, haces más que suficiente por el simple hecho de estar con nosotros, de hablarme ahora… -
- sabes que te quiero mucho, Min… - en el hotel, el chico de ojos claros se sonrojó al decir tales palabras…
- gracias, yo también te quiero, Lee… - ambos sonrieron contra el teléfono. Y siguieron hablando unos minutos más…
………………………………..
Yunho bajó de un taxi a las afueras del Hotel Park, y justo cuando dio el primer paso decidido a entrar por fin y hablar con el pelinegro, éste venía saliendo, engalanado en su traje negro se veía extremadamente guapo. Yoochun venía platicando por el móvil de negocios, su auto esperaba por él, pero el moreno no estaba dispuesto a dejarlo ir sin que supiera que estaba ahí por lo menos…
- Yoochun… - llamó con voz varonil, acercándose al pelinegro, quien al voltear hacia esa voz que le erizó los vellos, se quedó impresionado al verlo. El moreno lucía realmente atractivo, vestido con ropa casual, el cabello desaliñado y un caminar tranquilo con su mirada clavada en él…
- Yunho… - murmuró lentamente a la vez que guardaba el móvil en su bolsillo, sintiendo su corazón a punto de explotar de emoción, casi quería devorarlo en un beso, pero… recordó cómo lo dejó años atrás y la ira creció en su interior, cómo podía presentarse así, con aquel semblante tranquilo, ¿se creía en verdad que saltaría a sus brazos y perdonaría todo lo pasado?
El moreno notó en esas orbes oscuras que antes tanta calidez desprendían al verlo un brillo rencoroso que lo hizo detener toda intención de acercarse más, un metro de distancia entre ellos. Junsu llegó estacionándose distraídamente al frente del auto del pelinegro, apenas bajó de su moto cuando sintió un agarre en su muñeca, y cuando miró para ver de quién se trataba se sorprendió al ver al pelinegro…
- Junsu ah, dónde has estado… - le habló con una enorme sonrisa en los labios…
- eh… yo… - balbuceó confundido… porqué le miraba con esa… ¿ternura?
- vamos, estaba esperándote, Susu ah… - lo instó a subir al auto del lado del copiloto, el castaño estaba demasiado contrariado como para negarse, y cuando logró reaccionar, el auto ya había arrancado, Yoochun conduciendo.
Yunho no pudo más que observar la escena, sintió enormes celos al ver cómo su Yoochun trataba a ese chico de cabellos castaños, la forma tan confiada con que lo trató, como si ellos fueran, pareja. Sintió como una puñalada en su corazón al pensar en eso, y tuvo deseos de golpear algo hasta el cansancio, de gritar y pedir mil veces disculpas con tal de tener una segunda oportunidad…
- a dónde vamos, yo, tenía algo muy importante que hacer… - cuestionó el castaño, se sentía ansioso porque su objetivo era hablar con la Sra. Park, no ir con Yoochun a quién sabe dónde…
- tenemos un importante evento la semana entrante, quiero que los bocadillos y la repostería sean los mejores, así que visitaremos algunos locales para que eches a volar tu imaginación y pienses en algo aún mejor de lo que comas…
- pero, ¿ahora, no puede esperar?
- ¿porqué no estabas en el trabajo?... – preguntó, ignorando las cuestiones del otro…
- yo… -
- no importa… - dijo al notar la mirada acongojada del castaño, por alguna razón sintió que tal vez no debía presionarlo en ese momento… - qué es eso importante que tienes que hacer…
- quisiera hablar con su madre… -
- ¿con mi mamá? – el castaño asintió… - sobre qué…
- es algo… muy personal… - respondió, porque tenía la impresión de que si le contaba al pelinegro, terminaría por no tomarlo con la seriedad debida…
- en verdad crees que solo soy un chico mujeriego, caprichoso y patán, ¿verdad?… - normalmente poco o nada le interesa lo que otros piensen o digan de su persona, pero el que Junsu piense así de él, le incomoda, le hace sentir que debe demostrarle lo contrario…
- yo no… no lo dije por eso, es que… - se mordió el labio inconscientemente mientras miraba por la ventana… - no sé si le interese ayudarme, Señor… - volviendo al trato formal…
- eres uno de los mejores empleados de la Franquicia, y si hay algo que te preocupa como veo que es… - dirigió su mirada por unos instantes al castaño, su expresión corporal, su mirada, su semblante en general denotaba tensión… - tus postres no te saldrán tan deliciosos como siempre, así que si quieres, dime lo que te pasa y si te puedo ayudar…
- necesito un préstamo de 15 mil dólares… - soltó el castaño, adelantándose incluso a la frase del pelinegro… (n/a no me culpen si la cantidad no es apropiada, solo hice una aproximación de acuerdo a los pocos conocimientos que poseo del tema u_u)
- de acuerdo, yo te los presto…
- ¿en serio?... – le miró con incredulidad…
- por supuesto… - aparcó fuera de un local dedicado exclusivamente a la repostería…
- así nada más, no me preguntará para qué lo quiero… - se desabrochó el cinturón de seguridad y bajó, imitando al pelinegro…
- si quieres decírmelo, hazlo, pero dado que dijiste que era algo muy personal, está bien si no quieres hacerlo… - entraron al local, tomaron asiento en una de las mesas y pidieron algunos postres…
- yo… no podré pagarte inmediatamente, y… - en ese momento el castaño se sentía avergonzado por la forma en que ha estado pensando del pelinegro antes… - tampoco podré hacerte grandes pagos…
- te diré algo…- interrumpió… - sal conmigo por un mes y no tendrás que pagarme nada…
……………………………..
Yunho había vuelto a su departamento en cuanto vio a Yoochun partir con Junsu. Se sentó en el sofá, tomó el medallón entre sus manos y observó la cara sonriente de ambos…
- ¿me olvidaste, Yoochun? ¿Él te ha tocado como solo yo podía, te ha hecho el amor como solo conmigo podías? ¿Olvidaste la promesa que hicimos de estar siempre juntos, sin importar los problemas por los que tuviéramos que pasar?…
……….flashback……….
La habitación de Jung Yunho era amplia y bastante sencilla, al centro está la cama tamaño matrimonial, con un cubrecama color beish y grandes almohadones de relleno de plumas, una mesita de noche a cada lado. Una cómoda a lado izquierdo, un escritorio a lado derecho, junto a éste una computadora moderna color negro. En la pared frente a su cama, un mueble con televisión de plasma, DVD, equipo de sonido y varios cd’s de música y películas de su agrado. Una ventana que da a un pequeño balcón se ubica en el extremo de esa pared; afuera, las copas de un árbol ondean suavemente movidas por el viento…
Yunho y Yoochun entraron sonriendo, la puerta cerrada con el pistillo les recordó la intención por la que se encontraban ahí en ese momento…
- seguro que tus padres no llegarán… - cuestionó el pelinegro, mientras su novio desde hace un par de meses lo conducía lentamente hacia la cama, uno frente al otro, por lo que Park caminaba hacia atrás…
- completamente… - el moreno devoraba su cuello con sugestivos besos que activaron la temperatura de ambos…
- ¿llevas prisa?... – cuando sus piernas sintieron el borde de la cama, se zafó del agarre de su pareja, sonriendo seductoramente se apartó un paso de él, comenzando a desabrocharse su camisa tan lentamente que el moreno tenía el impulso de arrancársela de un tirón…
- es nuestra primera vez, lejos del sexo oral, no me culpes por estar impaciente por hacerte el amor, Yoochun ah… - le tomó de cada extremo de la camisa y tiró de ella para acercarlo a su cuerpo, fundiéndose en un fogoso beso en el que ambos luchaban por tener el control…
Las manos de Yunho deslizaron la camisa del otro por sus hombros, sintiendo bajo su tacto la piel del pelinegro ya ardiendo de deseo, la prenda fácilmente resbaló y cayó al suelo. El moreno comenzó a palpar la piel expuesta, dejando que sus dedos acaricien furtivamente desde el cuello, pasando por la clavícula trazando sigilosamente los huesos de esa parte de su cuerpo, bajando hacia los pechos, pasando con gentiles roces por sus pezones. El pelinegro jadeando con excitación, sintiendo corrientes eléctricas viajar por su espina dorsal mandando sensaciones a su cerebro que nunca antes experimentó, tal vez solo por el hecho de saber que ahora esas caricias que su novio deja en su cuerpo son el preámbulo de la memorable primera vez.
Yunho ya estaba delineando los pectorales de su pareja, grabando en su memoria cada centímetro de su piel, cada jadeo y suspiro escapando de labios del pelinegro. Y se entretuvo en ese reconocimiento de la parte superior del cuerpo de su novio, hasta que Yoochun sintió su propia necesidad de tocarlo y le sacó la camiseta blanca que fue arrojada con ansiedad hacia un lado, recostando al moreno sobre la cama. Park le siguió entre besos y sonrisas, en parte por nervios, sobre todo por excitación…
- esto me estorba… - curvando una sonrisa arrebatadoramente provocativa, el pelinegro comenzó a desabrochar el cinto del pantalón del moreno…
- a mí también… - devolviendo la sonrisa con la mirada llena de deseo, el moreno llevó sus propias manos al pantalón de su novio…
- espera, no seas impaciente… - le detuvo, apartando esas traviesas manos que ya intentaban filtrarse en su ropa interior… - primero nos deshacemos de esto… - le sacó los pantalones…
- luego esto… - imitándole, Yunho invirtió posiciones dejando al pelinegro abajo, y sacándole en el proceso sus pantalones…
- mh, estaba mejor arriba… - sus boxers apartados también…
- te aseguro que igual lo vas a disfrutar… - sus manos masajeando la erección del pelinegro…
- mmhhh, aahhh, Yunho… aún faltas tú… - aprovechando su fuerza, volvió a invertir posiciones, deslizando la ropa interior del moreno hasta quedar ambos en la completa desnudez…
- supongo esto de quién arriba y quién abajo será cosa de habilidad para ver quién cae primero, ¿no?... – mirada lasciva, un par de intercambio de posiciones más, sonrisas, besos, caricias, roces de erecciones, piel ardiente, gemidos… él abajo otra vez…
- vamos, Yunho ah, prefieres esto… - colocó sus rodillas a cada lado de la cintura del moreno, inclinó su cuerpo hacia delante, levantó el trasero y con una mano tomó el miembro de su pareja colocando la punta en su entrada, deslizándola haciendo círculos a su alrededor, simulando una penetración pero sin llegar a hacerlo; ambos gimiendo por las oleadas de incontenible deseo… - o tal vez esto… - se incorporó apartando el caliente miembro de su entrada, se colocó al medio del moreno, abriendo sus piernas y flexionándolas para tener acceso a su intimidad, llevando su erecto y palpitante erección ahí, empujando suavemente sin llegar a penetrarlo realmente…
- mmhhh, tú qué crees… - se incorporó, quedando sentado, y devoró la boca del pelinegro en un beso candente en el que sus lenguas se debatían por tener el dominio, enredándose y empujando una contra otra en embestidas salvajes de pasión… - ambos queremos sentirnos dentro del otro, así que… - otro beso, manos acariciando el cuerpo del otro… - podemos hacerlo los dos, primero uno y luego el otro…
- buena idea… - sonriendo triunfante, apoyó sus brazos en los hombros del moreno recostándolo nuevamente sobre la cama. El moreno supo entonces que le tocaba ser segundas, por lo menos esta primera vez… - dónde lo dejaste…
- está en el bolso izquierdo de mi pantalón… - el pelinegro ya estaba por bajar de la cama cuando el moreno le detuvo sujetándolo del brazo… - pero no lo necesito, quiero que lo hagas, digamos que al natural… - se llevó tres dedos de una de las manos de su novio a su boca para humectarlos con su salida…
- mmhhh, te dolerá más así que con el lubricante… - la boca de su novio estaba caliente, y su lengua se paseaba entre sus dedos con lujuria…
- no importa… - liberó los dedos del pelinegro…
- como tu quieras, entonces… - llevó sus dedos a la entrada del moreno, introdujo uno tal vez con algo de brusquedad porque Yunho gritó, cerró los ojos y apretó el cubrecama con sus manos… - lo siento… - y siguió moviendo suavemente su dedo, descubriendo que era menos dolorosa la preparación si movía sus dedos en círculos.
- aahhh, Yoochun, mmhhh, creo que ya, aahhh, puedes hacerlo… - y es que esos dedos entrando y saliendo de su interior ya le hacían sentir gozo…
El pelinegro apartó sus dedos, llevó su miembro a la intimidad del moreno, tomó sus piernas y las colocó sobre sus hombros, se introdujo lentamente en ese estrecho pasaje a la vez que se recostaba un poco sobre Yunho, y dado que las piernas de éste estaban en sus hombros, deslizarse en su interior fue más fácil y menos doloroso. Una vez que llegó a lo más profundo se quedó quieto, dándole tiempo a su novio de que se acostumbre a su invasión, dedicándose mientras tanto a besarle y acariciar las partes de su cuerpo que quedaban a su alcance. Instantes después comenzó a moverse embistiendo con un ritmo medio, en algún punto una pierna del moreno quedó abajo mientras la otra permanecía sobre su hombro, ese ángulo hacía de la postura algo que le daba mayor comodidad y placer a ambos.
Yunho admite que ser el uke tiene sus ventajas, porque se obtiene placer doble, por un lado las embestidas rápidas y profundas que el pelinegro deja en su intimidad; por otro, la atención que da a su erección, masturbándola procurando el ritmo de sus estocadas. Po lo que ni siquiera se molestaba en reprimir gemido alguno, grito o palabra naciendo desde su garganta, pidiendo más y más hasta que el éxtasis llegó a ellos arrastrándolos al primer orgasmo. Yoochun se corrió en su interior con un ronco gemido, mientras Yunho dejó su esencia en la mano del pelinegro al tiempo que arqueaba la espalda…
- y… ¿te gustó?… - el pelinegro se recostó a lado del moreno, su respiración intermitente… una sensación de plenitud recorriendo cada fibra de su ser…
- claro que sí, porque lo hice contigo, y Te Amo, Yoochun ah… - recuperándose de los espasmos, el moreno bajó de la cama en busca de sus pantalones…
- ¿no me dejarás descansar?... – advirtiendo la intención de su novio, el pelinegro se incorporó quedando sentado en la cama, sus manos ligeramente hacia atrás apoyadas en el colchón…
- somos sementales, no necesitamos descansar… - con el tubito de lubricante en la mano, el moreno volvió a la cama colocándose a horcajadas sobre su pareja…
- ¿seguro que no necesitas descansar?… - enarcó una ceja dirigiendo su mirada hacia el dormido miembro de su novio…
- verás cómo reacciona con unas cuantas caricias de tus expertas manos… - provocándolo, el moreno tomó una de las manos de Yoochun llevándola a su miembro instándolo a estimularlo…
Tiempo después el pelinegro estaba a cuatro patas sobre la cama, Yunho embistiéndolo con lujuria, arrancando sonoros gemidos de su novio, quien le pedía más, más rápido, más fuerte, más profundo… y sus deseos eran concedidos. Yoochun se agarraba con fuerza a los barrotes del respaldo de la cama, sintiendo el delicioso choque de su trasero contra el miembro del moreno, disfrutando de esa forma morbosa en que sus glúteos son tocados por Yunho.
El moreno se sentía verdaderamente completo ahora, disfrutando de ese vaivén de caderas que él mismo impuso, sintiéndose delirar cada que su erección entra y sale en un ritmo desenfrenado del estrecho pasaje del pelinegro. Le tomaba las caderas con firmeza chocando una y otra vez contra su trasero, escuchando el húmedo sonido que ese movimiento genera, gimiendo y pronunciando el nombre de Yoochun con voz excitada, ronca, varonil.
Una vez más sintieron el calor en el bajo vientre, luego la tensión en cada músculo, Yunho aceleró un poco más y en las últimas y más profundas estocadas su semilla se esparció en el interior del pelinegro, alcanzando su orgasmo. Más cuando salió de Yoochun y éste se recostó boca arriba, notó que él aún no terminaba, había olvidado atenderlo y se había corrido sin él; por lo que sin pensarlo dos veces, llevó su miembro a su boca y succionó de él hasta que su esencia se perdió en su garganta tragándola a la vez que el pelinegro gemía alcanzando su propio orgasmo.
- magnífico, ¿no crees?... – comentó el moreno una vez que se recostó a su lado, ambos recuperándose del orgasmo…
- sí… ¿estaremos siempre juntos, Yunho?...
- siempre, no importa qué, o contra quién, te prometo que estaremos siempre juntos…
- es una promesa, Te Amo, Yunho ah… - y con un beso sellaron un juramento que años después enfrentaría su mayor prueba…
…….flashback……..
Continuará……
Autora: Felina
Parejas: 2Yoo, YooSu, YunJae, MinLee
Género: Romance, Drama
Clasificación: NC-17
Resumen: ¿Cuatro años transcurridos desde que un amor mutuo fue fracturado puede volver a florecer? ¿O será un corazón herido que sanado por otro sin querer se enamora de nuevo eligiendo a quién pertenecer?
Advertencia: Lemon
Ni DBSK ni Lee Seung Ki me pertenecen, esta historia se hace sin ningún fin de lucro…
Por si a alguien le interesa saber cómo es Lee Seung http://i197.photobucket.com/albums/aa188/neko2832/LeeSeungGi2.jpg
You Are For Me?
Capítulo 1. ¡Te Detesto!
Los días soleados en Seúl durante sus cálidos veranos atraían cantidades importantes de turismo, y eso por supuesto era bueno para la cadena hotelera más importante de toda Corea, la Franquicia Park, presidida por la elegante Jo Nang Park, heredera líder de personalidad imponente, sagaz e inteligente. Su esposo falleció hace cuatro años en un accidente automovilístico, del cual ningún miembro de la familia ha hablado más.
Un joven de 22 años corría a toda prisa por su habitación, vistiéndose con unos jeans, playera y calzado cómodo, guardando en su bolso el pulcro uniforme de su trabajo. Es alto, delgado, de facciones atractivas, ojos color marrón y su cabello de color castaño lleva un corte moderno que resalta su personalidad juvenil.
- hyung, quieres darte prisa, llegaremos tarde… - una voz masculina vino desde la estancia…
- ya voy… - y un minuto después salió a encuentro de su hermano menor… - vamos, vamos… - apuraba con una sonrisa…
- hijo, ni siquiera desayunaste… - una mujer de 40 años, estatura promedio y cabello oscuro, con el semblante cansado le sonreía de medio lado….
- mamá, no te preocupes, siempre puedo comer algo en el restaurante del hotel… - le besó la mejilla después de que su hermano lo hiciera, y luego ambos chicos salieron y montaron en la moto del mayor de los dos… - no hagas nada que requiera esfuerzo, Syana debe estar por llegar (una joven que ayuda en los quehaceres domésticos y cuida de ella cuando ellos no están), y Min volverá por la tarde, ¿cierto?...
- sí, no queremos un susto como el del mes pasado, mamá… - el joven de 20 años, más alto que su hermano, cabello negro corto, ojos oscuros y porte intelectual, apoyó la petición del otro hacia su progenitora…
- sí, sí, lo prometo, ahora váyanse ya o llegarán tarde… - despidiéndolos con una sonrisa, So Lyn Kim vio partir a sus hijos, ellos quienes son su motivo para luchar contra ese mal congénito de su corazón… - Junsu, ChangMin, estaré con ustedes lo más que me sea posible, pero sé que mi corazón es cada día más débil… - su mano en su pecho, una lágrima resbalando por su mejilla…
Junsu, ése es el nombre del mayor de los Kim, hace cuatro años le detectaron a su madre una enfermedad cardíaca que ha ido consumiendo lentamente su vida, los tres saben que si no le dan un trasplante pronto, un día simplemente su corazón dejará de latir. Por eso es que desde entonces So Lyn está en la lista de espera de donación, y también desde aquél fatídico día el castaño ha estado trabajando arduamente y ahorrando con la fe de que la donación se efectúe y le pueden realizar la operación a su madre.
Sintiéndose responsable por su hermano mejor, Junsu no le ha permitido abandonar los estudios, aún cuando él mismo tuvo que hacerlo años atrás. Pero ha asumido el rol de cabeza de familia, y que Min termine la carrera de medicina está entre las prioridades a cubrir. Por ello es que él trabaja todo el día, cubriendo dos empleos, uno en el Hotel Park, perteneciente a la Franquicia Park.
El castaño frenó en la entrada de la Universidad de Seúl.
- que tengas buen día… - sonriendo alegremente, deseó a su hermano…
- tu también, hyung… - el casco dejado… - procura no enfadarte tanto hoy…
- enfadarme, ¿con quién?...
- tu sabes bien de quién hablo… - y antes de que el mayor pudiera decir nada, el menor dio la vuelta con el bolso al hombro y se dirigió a donde un compañero lo esperaba…
- yo no me enfado, soy todo carisma y simpatía…- se decía a sí mismo, en tanto ponía en marcha su moto y emprendía camino a su trabajo… la imagen de un chico en su mente… - ay, ojala enferme de gripe y no le vea hoy, hace que me duela el estómago nada más verlo.
……………………………
- debes estar ahí a las 4 de la tarde…
- madre, con cuántas mujeres más piensas citarme… - cuestionó con una sonrisa socarrona y una ligera molestia hacia su madre… - ya te dije que no me interesa… - el joven de 23 años, alto, delgado, ojos oscuros como la noche, labios sensuales, cabello azabache ligeramente largo y porte seductor; estaba sentado al otro lado del escritorio desde donde Jo Nang dirige los negocios familiares…
- no cuestiones mis decisiones, Park Yoochun, hasta que no tengas una relación formal, seguirás teniendo citas así sea a diario… - habló con voz fuerte, dejándole claro a su hijo que aún es ella quien manda…
- no importa cuántas chicas hermosas me presentes, nada cambia lo que soy… - haciendo caso omiso de las palabras soltadas con molestia por parte de su madre, el pelinegro abandonó la oficina en lo más alto del Edificio, prefiriendo dar inicio a su aburrida rutina de supervisión…
Subió al ascensor y pulsó el botón de la planta baja, cuando llegó y las puertas se abrieron salió hacia el elegante vestíbulo con un piso impecable de mármol, algunos muebles a disposición para confort de los clientes y personal amable que saludaba y atendía según fuera el caso, ya que en ese Hotel la planta baja se trata de un Restaurante, uno de los más afamados de la ciudad. Y fue justo ahí a donde se dirigió en primer lugar, pasando por entre las mesas donde comensales conversaban de quién sabe exactamente qué cosas, había personas locales, pero también extranjeros, lo que remarcaba la popularidad de que goza la Franquicia Park; y en tanto él saludaba cordialmente con una reverencia a todo aquél que le miraba y dedicaba una sonrisa; el chico de cabellos castaños batía la mezcla para un cake en la cocina del restaurante…
- hoy ha sido una buena mañana, y será un día estupendo si no lo veo… cómo puede un chico tan ególatra como él tenerlo todo en bandeja de plata, ni siquiera creo que lo merezca, seguro que nunca ha tenido que trabajar por nada, o sea, qué de complicada o agotador puede ser pasearse por todos los negocios de su familia solo para ver con sus propios ojos que todos hacemos nuestro trabajo…
- eh, Junsu, yo creo que la mezcla está más que uniforme… - lo interrumpió un chico de linda sonrisa, alto, atractivo, cabello castaño y ojos claros, un año menor que él, trabaja medio tiempo ya que está terminando sus estudios, su nombre: Lee Seung Gi.
- ups… - sonrió el castaño enseñando la lengua en tono infantil, mirando la mezcla más uniforme de toda su carrera como repostero. Vació el contenido en un molde y lo metió al horno…
- es realmente curioso… -
- el qué…
- que nadie haga postres tan exquisitos como tú, pero seas un fracaso en los platillos… - el castaño simplemente se encogió de hombros, él tampoco se podía explicar eso, pero era verdad… - ¿supiste la nueva?
- creí que estudiabas medicina, no periodismo… - bromeó el castaño…
- oye, no es que yo ande por ahí de chismoso… - se defendió el chico de ojos claros…
- si tú lo dices… - le sonrió con sorna, realmente Lee siempre conseguía enterarse fácilmente de todo, en ocasiones aún antes que el resto del personal… - bueno, qué nueva… - cuestionó con interés, terminando de decorar un pastel…
- el hijo menor vuelve a la ciudad y se integrará a la administración del hotel…
- Park Yoo Hwan, ¿el hermano menor del patán?
- shh… - le mandó callar, mirando hacia todos lados, esperando que sus compañeros no hayan escuchado, o peor aún, que el propio Yoochun ande por ahí… - que no temes que un día te escuche, podrías perder el empleo…
- pero si rara vez pasa por aquí, se limita a ver la gente en las mesas y luego pasa de largo hasta la oficina del chef en jefe, nunca se involucra con el resto de los empleados…
- sí, pero…
- puedo perfectamente decir que Yoochun es un… - se agachó en busca de los ingredientes que necesitaría para seguir en su labor… - ególatra, engreído, creído, manipulador…
- Junsu… - Lee trataba de callarlo, pues veía venir al pelinegro por el pasillo observando a los demás trabajar…
- patán, hijo de mami, todos los sinónimos que encuentres para lo que acabo de decir, es más… - sus manos dejando algunos recipientes e ingredientes en la mesa, pero aún sin levantarse… - te apuesto que es incapaz de hacer algo por sí mismo…
- Junsu, cállate ya… - el chico de ojos claros bajó las manos para tratar de taparle la boca, pero el castaño se paró dando la espalda hacia el pasillo, el pelinegro estaba a cosa de un metro de distancia de ellos…
- deja, Park Yoochun es un cretino mujeriego que tiene citas todos los días con una chica diferente… - el chico de ojos claros le miró con espanto…
- si quieres te puedo dar el número de alguna… - el castaño brincó en su lugar cuando escuchó esa voz, conoce bien ese tono seductor… porqué, tal vez ni él lo entienda aún… -
- ¡mierda!... – soltó por lo bajo mientras se daba la vuelta y ponía su mejor sonrisa, o arreglaba eso o se quedaba sin empleo, y no podía darse ese lujo… ¿porqué no se había quedado callado?
- así que crees que soy un cretino mujeriego… - el pelinegro llevó su vista a la placa de identificación a la altura del pecho de lado derecho para leer el nombre de ese atractivo chico que todos los días observa de reojo durante sus recorridos… - Kim Junsu… - “lindo nombre” pensó, su mirada clavada en la del castaño…
- esto, yo… - aclaró la garganta… - no hablaba de ti, de usted… - se corrigió rápidamente… - Señor, hay muchos Park Yoochun, ¿sabía?, y el otro día conocí a uno en un bar, y… se puso a contarme de sus conquistas como si fuera una cosa extraordinaria y… - obligaba a su mente a pensar en algo creíble que le salvara el pellejo…
- olvídalo, eres malo mintiendo…
- ¿eh?... – ahora sí, la había hecho buena, ¿dónde demonios encontraría un buen empleo como ese?
- pero no voy a despedirte… - el castaño suspiró… - tus postres son muy populares entre los comensales, sin embargo, no quiero volverte a escuchar hablando de mí, realmente no me conoces… - mirándolo con seriedad, el pelinegro agregó… - limítate a hacer tu trabajo y habla menos… - dio la vuelta y siguió su recorrido, sintiendo una molestia extraña en la boca de su estómago, sí, le molestaba que ese chico en específico pensara así de él…
- ay, como lo detesto, y todavía se ofende, como si fuera mi culpa que sea como es… - volviendo a su trabajo, el castaño pensaba, con el ceño fruncido y un dolor de estómago que solo Yoochun era capaz de generar en su persona…
- en una de esas realmente perderás el empleo, y no puedes darte ese lujo, Junsu… - señaló con seriedad el chico de ojos claros…
- tienes razón… - suspiró… - es solo que… - gruñó, amasando con fuerza la harina… - no lo puedo evitar… lo envidio tal vez… -murmuró, sus ojos adquiriendo una opacidad que solo pocas veces se permitía expresar…
- ¿por tu mamá?...
- sí, supongo que quisiera poder disponer de dinero en grandes cantidades como él, así no estaría tan preocupado por conseguir dinero para la operación de mi madre…
- ¿y qué hay sobre la donación?
- aún nada, la lista es larga, los donadores pocos…
……………………………
Aeropuerto de Boston, Massachusetts.
Dos chicos a bordo…
- ¿qué harás llegando?... – un joven de 24 años, cabello teñido en rubio, rasgos orientales, cuerpo de modelo y ojos oscuros que en ocasiones parecen muy fríos, se sentaba de lado de la ventanilla…
- supongo que instalarme en el departamento…- un chico de 23 años, tez morena clara, cuerpo atlético, rasgos orientales, ojos oscuros muy cálidos, sonrisa segura y cabello castaño oscuro corto, terminó de colocar un pequeño bolso en los cubículos a disposición, luego se sentó a lado de su amigo…
- ¿y después lo buscarás?...
- no lo sé, Jae, es lo que más quisiera, pero temo que no quiere verme ni en pintura… - respondió con voz triste, jugando con un medallón en su mano…
- Yunho, si aún amas a Yoochun, no dudes en buscarlo… - el rubio observó el pequeño medallón en manos del moreno, donde una foto del rostro de su amigo y del pelinegro se encontraba.
- cuatro años, Jaejoong, durante cuatro años ni siquiera le llamé una sola vez…
- pues hay entonces mucho de lo que hablar… - sonriendo, trató de animarlo, aunque en su pecho su corazón lloraba en silencio…
- eres muy optimista… - el moreno guardó el medallón en una cajita que colocó dentro de un maletín… - tienes razón, lo mínimo que puedo hacer es darle una explicación…
- exacto… - murmuró el rubio, mirando por la ventanilla, una lágrima rebelde corrió por su mejilla e inmediatamente la apartó con su mano, fingiendo que se acomodaba el flequillo en la frente…
El avión despegó, rumbo a Seúl, Corea…
……………………….
Lee Seung Gi llegó corriendo a la Universidad, tenía suerte de que le permitieran continuar sus estudios dedicándole medio tiempo solamente, considerando que la Medicina prácticamente exige las 24 horas de cada día. Pero era solo un trato especial por parte del Consejo Administrativo de la Facultad para que el chico pueda seguir costeando su carrera. El chico de ojos claros contaba además con un apoyo muy importante, su mejor amigo, ChangMin…
- cinco minutos tarde… - le recibió el menor Kim en el pasillo del segundo piso del edificio de laboratorios… - el profesor Song Ki ya te advirtió que….
- ya lo sé, ChangMin ah… - interrumpió caminando a toda prisa al Laboratorio de Anatomía… - el tráfico está fatal, la avenida principal está cerrada porque hubo un accidente…
- y ya te daban ganas de quedarte a ayudar, ¿no?... – comentó con una sonrisa…
- me conoces… - y por un momento cuando sus miradas se encontraron y sonrieron, un ligero carmesí se apoderó de las mejillas de ambos chicos…
…………………………….
Yoochun llegó a su casa, una Mansión ubicada en la zona residencial de Seúl, una vez más había ido contra los planes de su madre, y aunque había asistido a la cita en que conoció a una linda chica, se limitó a saludar, decirle claramente que no tenía interés alguno en ella, pagar el café no tomado y salir a pasear por la ciudad antes de volver a casa…
- tu hermano llega al aeropuerto en una hora, ve y recíbelo… - la Sra. Park estaba en la estancia revisando algunos papeles…
- ¿es que temes que Yoo Hwan se pierda en el camino?... – dijo en tono sarcástico, tomando un sorbo de vino que acababa de servirse…
- haz lo que te digo y no discutas conmigo… esa chica era perfecta… - tono molesto…
- voy por Yoo Hwan… - prefería eso a tener una conversación más con Jo Nang acerca de su vida amorosa (prácticamente nula desde hace cuatro años… tal vez nula sea correcto en realidad)
La relación de los hermanos Park es extraña, como han sospechado acertadamente, cambió desde el accidente de hace cuatro años en el que el Sr. Park murió. Yoochun es rebelde con su madre en algunas cosas, pero es muy responsable con el cumplimiento de sus deberes en la empresa familiar. Yoo Hwan, por otro lado, puede olvidar toda responsabilidad si hay una buena oportunidad de divertirse a rienda suelta.
El pelinegro aguardaba en la Sala de Espera por el arribo del vuelo de su hermano, muchas chicas que lo veían sonreían coquetamente hacia él, y por mera diversión, éste correspondía con seductoras miradas y guiños.
Yoo Hwan llega desde París, Francia, en donde estuvo estudiando Administración y Economía… por el simple gusto de estudiar en el extranjero. Tiene 21 años, alto como su hermano, delgado, cuerpo varonil, cabello lacio color negro que llega hasta sus hombros, ojos del color de las penumbras y un brillo pícaro que atrae las miradas de propios y extraños, llegó con una maleta al hombro, pantalón oscuro, camisa blanca, chaqueta oscura deslavada con hilachas en el borde, lentes negros de estilo y un caminar relajado…
- ¿mamá pensó que iría a un antro o un bar antes que llegar a casa?... – el morocho estrechó la mano de su hermano…
- supongo que eso quiso decir cuando me pidió que viniera y te recibiera… - los hermanos caminaron rumbo a la salida, donde el auto del pelinegro está estacionado… - ¿qué no tuviste graduación?
- los actos académicos son aburridos, y las fiestas en París ya me parecieron rutinarias, así que decidí que no valía la pena hacer movimiento alguno, además, mamá tal vez habría dicho que está ocupada en el trabajo y tú no creo que hayas ido feliz de la vida…
- cualquiera que te escuche pensará que no somos una familia unida… - subieron al auto…
- porque no lo somos… -
El camino a la Mansión Park fue bastante incómodo, el silencio se había instalado entre los dos, para ambos recordar, solo mencionar, que todo en sus vidas cambió cuatro años atrás era tema difícil de abordar. El accidente aquél había marcado sus vidas… y aún en ocasiones pensaban que ello no deberían de estar ahí.
La reunión familiar fue… simplemente como si no hiciera más de un par de horas que se habían visto. Jo Nang inmediatamente asignó a Yoo Hwan sus actividades que debía comenzar al día siguiente, más no hubo un emotivo reencuentro.
- mañana es el aniversario luctuoso de Won Jin, iremos a visitar su sepultura, rezaremos y tendremos una cena en su honor, no hagan otro planes… - actuando con esa frialdad que rayaba en la indiferencia hacia sus hijos, la Sra. Park subió a su recámara sin siquiera desearles buenas noches.
- bueno, no puedo decir que extrañaba esto… - el morocho subió a su recámara simplemente a cambiarse para salir a divertirse al centro de la ciudad.
Yoochun simplemente salió a caminar al Parque en donde muchos recuerdos de su exnovio le hacían añorar los buenos tiempos vividos y que desde hace cuatro años no ha vuelto a sentir.
………………………
Jung Yunho llegó a su nuevo departamento en los suburbios de Seúl, el viaje había sido agotador, pero finalmente estaba de regreso. Apenas había respirado el aire de la ciudad se había dado cuenta de lo mucho que su corazón extrañó ese lugar, y del deseo que tenía de recuperar parte de la felicidad que él mismo truncó tiempo atrás, yéndose a Estados Unidos de pronto… con un amargo adiós de por medio.
- ¿quieres que me quede a ayudarte a desempacar?… - ofreció el rubio, de pie en el pasillo de la entrada…
- no Jae, gracias pero estoy cansado y tú debes estarlo igual, ya mañana me encargaré de eso… - desistió sutilmente, regalándole una amigable sonrisa…
- bueno, te veré mañana… o prefieres no verme algunos días… - medio bromeó el rubio, aunque claro está quería saber si ahora que han llegado a la ciudad ellos seguirán siendo tan amigos como en Boston.
- no seas tonto, claro que nos veremos mañana… - sacó su móvil, pero luego cayó en cuenta de algo… - no tengo señal… - ambos rieron por eso… - iba a pedirte un taxi y ni siquiera recuerdo el número de la central… - inconscientemente se rascó la nuca, desordenando un poco su cabello…
- caminaré a la avenida, no está a mas de cinco minutos, ahí tomaré uno rápidamente… - resolvió el rubio…- hasta mañana…
- te acompaño… - tomó las llaves y salió con Jae, caminando un par de calles hacia el sur hasta la avenida… - ¡no se dónde diablos tengo la cabeza!...- exclamó de pronto…
- porqué… - conociendo a su amigo, seguro que había olvidado algo…
- cómo voy a llamarte si no tengo señal y tú tampoco, nuestros celulares no funcionan aquí y…
- fácil, nos ponemos de acuerdo para vernos en algún lugar, no es como si no recuerdes cómo moverte por la ciudad, ¿o si?... – se burló…
- que gracioso estás, Jae, ya me las cobraré… - olvidándose del cansancio, a media acera y sin importarles los pocos transeúntes que andaban por ahí cerca de medianoche, comenzó a hacerle cosquillas al rubio, hasta que éste le suplicó lo dejara en paz… - entonces, nos vemos mañana en el Parque del Centro, a las dos, podemos ir y comprar móvil nuevo y luego nos vamos a comer, o algo, ¿qué te parece?
- bien, nos vemos mañana, Yunho… - le hizo la parada a un taxi…
- descansa, Jae… - cerrando la puerta, vio al auto partir, sonrió pensando en que desde que conoció a ese chico la soledad no ha tocado a su puerta… - casi tres años de amistad…
………………….
Kim Junsu llegó a su casa a esa hora, acababa de salir de su segundo trabajo. Estaba cansado y le dolía la cabeza, entró con sigilo para no despertar a nadie. Esta nueva rutina desde hace un mes era agotadora de verdad, pero las cuentas de los medicamentos de su madre y la colegiatura de ChangMin absorbían todo su salario del hotel, y había otros gastos que cubrir y ahorros que hacer, por lo que no tenía otra opción. Se asomó a la habitación de su progenitora y se acercó para besar su frente y susurrarle un buenas noches; luego fue a la de su hermano, encontrándole dormido sobre un libro en el escritorio, la lamparita de noche encendida…
- Min, Min… hermano, vete a la cama… - sacudiéndolo suavemente por el hombro, el castaño despertó al menor…
- hyung… hace cinco minutos estaba despierto… - incorporándose y tallando sus ojos, acomodó los anteojos en su rostro… - necesito terminar este reporte…
- estás cansado, se te nota, duerme y despierta temprano para que lo termines… - sabía que su hermano dedica tiempo no solo a sus estudios, sino también al cuidado de su madre…
- creo que te haré caso, tú también descansa, hyung… - en su tono de voz el castaño pudo notar que se sentía culpable por no trabajar como él y apoyar con los gastos…
- buenas noches, Min… - sonrió como suele hacer, besó la frente de su hermano y se fue a su habitación…
- buenas noches, Junsu…
…………………………
Yunho y Jae llegaron al Restaurante del hotel Park, más por insistencia del rubio, que estaba decidido a apoyar a su amigo para que se reencuentre con Yoochun… porque creía que tal vez viendo feliz al moreno si el pelinegro le da una segunda oportunidad, él estará contento y podrá seguir adelante con su vida sin esperar a que ese guapo chico sentado a su lado en un taxi repare un día en él sin verlo como el mejor amigo.
- el amor verdadero puede incluso con el tiempo, la distancia y algunos errores, ¿no? Si Yunho y Yoochun se aman, volverán a estar juntos… hago lo correcto, soy su mejor amigo y como tal debo ayudarlo… quiero conocer sus sonrisas, sus miradas, sus suspiros por amor y no por tristeza, culpa o arrepentimiento… no importa que mi corazón no sea el destinatario de tan puro sentimiento…
- no puedo… - soltó de pronto el moreno, sacando al otro de sus pensamientos… - Jae, no puedo presentarme así como así, y ahí… no puedo…
- claro que puedes, no es momento de dejarse dominar por el miedo… - el alto edificio del hotel se erguía con elegancia de entre los otros alrededor…
- es solo que, es muy pronto…
- ¿pronto? Hace años que quieres hablar, no puedes dejar pasar más tiempo… -el valet parking con la puerta del taxi abierta esperaba a que los pasajeros bajaran… pero Yunho solo miraba hacia las elegantes puertas de grandes vitrales del hotel…
…………………………
En tanto, dentro del Hotel…
- puedes darme una rebanada de pastel… - el morocho se había presentado ante el personal, y ahora estaba donde el castaño…
- seguro Señor, algún sabor en particular… - preguntó sonriendo ampliamente, aunque a su manera de verlo, el menor Park es como un adolescente que juega a ser adulto pero que solo ve diversión en todo a su alrededor…
- dime… - leyó el nombre en la placa… - Junsu, cuál es el tuyo… - sonrió coquetamente…
- eh… todos los sabores son buenos para mí… - respondió comenzando a sentirse incómodo con la manera en que Yoo Hwan lo observa…
- ven conmigo… - apareció de pronto el pelinegro, y no se le veía contento… y no, tampoco se dirigió a su hermano, sino a Junsu, a quien tomó por la muñeca y llevó casi a rastras hacia su oficina…
- y ahora a éste qué le pasa. Ok que sea mi jefe, pero, me trata como si fuera de su propiedad o algo así, y, ¿tiene que agarrarme tan fuerte? Casi siento que me va a cortar la circulación, y porqué esa cara de pocos amigos, bueno, realmente no debe tener muchos amigos en el medio que vive, ricos, ricos y más ricos que se comportan como sanguijuelas esperando la oportunidad de ensañarse del otro… - pensó el castaño en el camino, siendo observados por alguno que otro compañero de trabajo…
- aléjate de Yoo Hwan… - le dijo con tono golpeado apenas cerró la puerta…
- ¿eh?... – confusión…
- no quiero que te involucres con mi hermano…
- ¿involucrarme? ¿De qué estás hablando?
- en primera, no me hables de tú que soy tu jefe… - el castaño frunció el ceño… - y en segunda, simplemente aléjate de mi hermano, te lo digo por tu propio bien…
- ¿eso es todo, Señor?…- se mostró sereno, aunque por dentro estaba que trinaba de coraje, no entendía a qué venía ahora esa advertencia, es decir, Yoo Hwan solo le pedía una rebanada de pastel!
- no, tendré una cena especial esta noche, quiero que prepares tu mejor postre para mí, es solo para unas pocas personas, no necesito nada demasiado dulce ni amargo, lo recogeré a las siete… - finalmente tomó asiento en su cómoda silla tras su escritorio. El castaño no dijo nada más, porque sentía que si abría la boca terminaría por decirle unas cuantas cosas desagradables al pelinegro…
- no puedo perder el empleo, no puedo perder el empleo…- se repitió mentalmente hasta que volvió a su área de trabajo… - ¡te detesto Park Yoochun! – murmuró mordazmente mientras estrujaba entre sus manos una masa…
En tanto…
- cuál es tu problema, creí que era Yunho por quien sigues esperando… - espetó con molestia el morocho al entrar a la oficina de su hermano…
- no sé de qué estás hablando… - pero su mirada oculta estaba inyectada de ira y tristeza…
- ¿Junsu te gusta?... – cuestionó con firmeza… el pelinegro seguí con la vista en el monitor de su computadora, pero el morocho notó como abría los ojos con sorpresa ante su cuestionamiento…
Continuará……
ADVERTENCIA: Lemon
Capitulo 2. Huellas Del Pasado
Jung Yunho bebió de un solo trago un líquido blanco que el barman llamó “tequila”, lamió la sal en su mano y luego chupó un poco de limón. Era la segunda copita que se llevaba a la boca, y era raro pero delicioso ese ardor que le quemaba la garganta, sentía también como un golpecito en el cerebro que comenzaba a marear sus sentidos. Lo más interesante del caso era estar embriagándose cuando apenas si eran aproximadamente las 2:30 de la tarde, después de no haber tenido el valor de bajar del taxi y entrar en ese maldito edificio donde se encontraba el amor de su vida…
- soy patético, no Jaejoong… - el barman llenando por tercera ocasión el “caballito”…
- es normal que temas enfrentarlo… - el rubio sorbió de su tarro de cerveza… - pero te repito, dejar pasar más tiempo no es la solución, quieres hablar con él, hazlo…
- sí, ya lo sé, pero… no es fácil… - sorbió la tercera copa de tequila, otra vez el ardor en la garganta, un nuevo golpecito en el cerebro, sus sentidos más aturdidos… - mala combinación, primero tomar cerveza y luego éste… - miró la copa llena una vez más…- tequila…
- nadie ha dicho que sea fácil… - observó al moreno sorber la cuarta copa… - no piensas tomar valor embriagándote, ¿verdad?
- no… - respondió sonriendo con un dejo de ironía… - no me permitas buscarlo cuando me haya emborrachado, porque eso si lo voy a hacer… - tomó una quinta copa de tequila, probó la sal y el limón, comprobando que eso le daba un mejor sabor, pero también sentía sus mejillas ardiendo y sus sentidos completamente aturdidos…
- de acuerdo… - el rubio hubiera intentado persuadirlo, pero… hasta él tenía deseos de embriagarse… - ¡salud!
- ¡salud!... – y su sexta copa de tequila sonó con el ruido del cristal al golpear suavemente contra el tarro del rubio…
……………………….
Yoochun no respondió el cuestionamiento que su hermano le hiciera más temprano, pero sin duda había dejado a su mente pensando al respecto. Después de todo no puede negar que desde que lo conoció llamó fuertemente su atención, sobre todo por esa risa suya tan peculiar, y sus recorridos son amenos siempre por el simple hecho de verle sonriente haciendo su trabajo.
Eran las 7 en punto, y la hora de salida del castaño había sido hace ya media hora, pero esperó por la llegada de su Jefe, no fuera a ser que le reclamara por no estar cuando llegara en busca del encargo que tan “amablemente le hizo”…
- y ni siquiera sé porqué le he puesto tanto empeño… - miró la caja en la que guardó el delicado postre más exquisito que recuerda haber hecho, no entendía porqué, pero últimamente cuando cocinaba y pensaba en el pelinegro (así fuera solo para insultarlo) le salían con un sabor único y delicioso…
- ¿sigues aquí? Creí que lo habrías dejado simplemente con mi nombre sobre la mesa… - apareció el pelinegro, logrando con sus palabras el castaño frunciera el ceño…
- es el colmo de los colmos… - pensó con molestia… - no vuelvo a preocuparme por éste ingrato hijo de mami…
- gracias por el… - miró al otro y se dio cuenta de la forma en que fruncía el ceño, y por alguna razón se supo único causante de tal gesto, que en realidad le parecía adorable… - postre… - tomó la caja entre sus manos…
- es mi trabajo, que lo disfruten, ahora si me disculpa, tengo que irme… - tomó su bolso y lo cruzó por su pecho dejándolo en su hombro izquierdo… - buenas tardes…
- hasta mañana… - el pelinegro lo observó partir, después dirigió su vista a la caja que desprendía un aroma exquisito que invitaba a probarlo… - no cabe duda que es uno de los mejores reposteros…
En la puerta principal ya esperaba la limousine de la Familia esperando por él, Yoo Hwan y Jo Nang (su madre) ya estaban a bordo. Tomaron rumbo hacia el Templo del Eterno Descanso donde reposan las cenizas del difunto padre y esposo Won Jin Park. Hicieron sus reverencias y elevaron sus rezos por el espíritu del hombre, pero estaba incrustado en sus corazones un pesar del cual ninguno ha querido hablar desde aquél fatídico accidente que se llevó la vida del Sr. Park, y dejó secuelas físicas, pero sobre todo emocionales en los hijos principalmente.
Volvieron a la Mansión y cenaron lo de cada año luctuoso, los platillos favoritos de Won Jin. Nunca antes Yoochun había siquiera pensado en llevar nada, mucho menos un postre, pero esa noche acercó el pastel que Junsu preparara, y cuando hubieron degustado su porción de pastel pudieron sentir la delicia, la suavidad de la textura, una sensación indescriptible e inexplicable de alegría, como viajar en los recuerdos hasta un momento de contentura.
Pero luego de eso, cada integrante de la familia simplemente se fue a dormir, o en caso de Yoo Hwan, salir a disfrutar una noche más de la vida nocturna de Seúl. Yoochun por su parte, aunque hubiera querido salir también, se quedó en su recámara, porque las memorias del pasado habían vuelto a su mente cual tornado impetuoso desordenando todo en su interior.
Primero la reminiscencia aquella en la que vio por primera vez a Junsu, el día que llegó al Hotel a pedir empleo. Llevaba unos jeans formales de color oscuro, una camisa blanca y una chaqueta café, sonreía todo el tiempo y era muy educado. Desde ese momento algo en el pelinegro se había estremecido y por ello le gustaba verlo a diario.
Después, memorias de su relación con Yunho comenzaron a bombardear sus pensamientos, hasta que el sonido de su móvil lo interrumpió, eran pasadas las 10 de la noche, y el número de la llamada entrante le resultaba desconocido, aún así contestó motivado por un presentimiento…
- ¿hola?...
- buenas noches, Yoochun ah… - reconocería esa voz aún si mil años de tiempo transcurrieran… - siento molestarte, yo… quería saludar… - notoriamente nervioso, suspiraba al otro lado de la línea…
- Yunho, hace tiempo que no sé nada de ti… - mil veces imaginó su reacción cuando un momento así llegara, pero ésta tranquilidad con la que hablaba no estuvo en ninguna de sus cavilaciones, siempre creyó que dejaría ver perfectamente su molestia, su rencor, su inconformidad, su dolor…
- lo siento… yo… estoy en Seúl… - el corazón de ambos latiendo apresuradamente… - me pregunto si, podríamos vernos y hablar…
Silencio…
- no, estoy muy ocupado… - y sin esperar o dar tiempo para nada más, el pelinegro colgó y en un impulso apagó su móvil. Ahora comenzaba a sentir varias emociones corriendo por su cuerpo… y no era el único.
Como quiera que fuera, era un dolor compartido por un amor interrumpido cuatro años atrás…
…….flashback……
Nunca un día tan hermoso le pareció al pelinegro tan triste, no podía admirar el brillo del sol, ni disfrutar del aire que soplaba con suavidad, o sonreír al escuchar las aves que cantaban en las copas de los árboles del jardín de la Mansión. Era un día opaco para sus percepciones, acababa de haber sido dado de alta del Hospital donde permaneció por varios días después de haber sido intervenido quirúrgicamente de una lesión acaecida del accidente en que su padre murió. Yoo Hwan había tenido más suerte, apenas unos rasguños y el hombro dislocado, pero nada grave. Yoochun no se sentía nada cómodo acostado o sentado las 24 horas del día, aún no le permitían caminar, naturalmente, la pierna fracturada de tal manera que por poco la perdía, le obligaban a meses de rehabilitación, donde la primer etapa es reposo absoluto. Le dolía además no haber podido estar siquiera en el entierro de su padre…
- dónde estás, Yunho… - murmuró, viendo por la ventana el cielo azul bordeado por esponjosas nubes… - ni siquiera te he visto desde… - su voz se ahogó por el nudo en su garganta al recordar el fatídico accidente…
………………….
Yunho subió la última maleta al auto, tenía tiempo suficiente para una sola cosa antes de partir al aeropuerto. Condujo con los nervios a flor de piel, haciéndolo transpirar un poco, llegó a la Mansión Park, un moño negro adornaba las puertas eléctricas de acceso a la propiedad, el guardia le permitió entrar, dirigiéndose hasta la elegante glorieta a pies de la entrada principal. Una empleada le abrió indicándole que Jo Nang quería hablar inmediatamente con él. Siguió a la mujer hasta la oficina de la Sra. Park…
- siéntate, por favor… - ordenó, indicándole la silla frente al escritorio tras el cual está ella sentada… - has decidido por fin presentarte, cuando Yoochun ya pasó lo peor… - al moreno le pareció justa la reacción de la madre de su novio…
- lo siento, Sra. Park… - siendo sincero, ni siquiera tenía palabras para el pelinegro, menos las tenía para ella… sobre todo cuando le han estado ocultando su noviazgo desde hace ya varios meses…
- sentirlo no es suficiente… supe que tus padres se mudan a Estados Unidos, y que tú te vas con ellos porque fuiste aceptado en la Facultad de Leyes de Harvard, así que supongo has venido solo a despedirte…
- así es… - la mujer le miró con tal profundidad que el muchacho se sintió intimidado…
- has sido el mejor amigo de Yoochun siempre, prácticamente dieron sus primeros pasos juntos, sabes que no fue justo que no vinieras antes, cierto? Sabes lo complicado que es la situación de la familia ahora, verdad. Preguntó por ti en cuanto salió de la cirugía y después de ella cada día durante dos semanas…
- Sra. Park, yo… - intentó explicarse…
- no me interesa escucharte… - cortó con tono autoritario… - puedes ir y despedirte de mi hijo, pero no quiero volver a verte en mi casa nunca más, Jung Yunho… - dicho lo cual, la mujer se puso de pie y caminó con orgullo fuera de la oficina, dejando al moreno con un sentimiento de miseria ante lo que estaba a punto de hacer.
Suspiró tratando de controlar el ritmo de sus latidos, pero era inútil. Sentía el corazón en la garganta y todo el cuerpo le temblaba. Se paró, salió de la oficina, caminó hasta las escaleras, subió a la segunda planta, viró a la izquierda y llegó hasta la segunda puerta, la habitación de su novio. Llamó y cuando escuchó la voz del pelinegro permitiéndole acceso, una parte de él quiso salir corriendo a toda prisa. Giró la perilla y por fin vio a su pareja después de poco más de dos semanas…
- Yunho… - una sonrisa de alegría se curvó en los labios del pelinegro. Finalmente sentía que algo agradable pasaba en su vida, tan oscura y cruel en las últimas semanas… - me da tanto gusto verte…
- no hagas eso… - se apresuró hasta él cuando notó que intentaba incorporarse… - debes tener cuidado con tu operación… - cuando estuvo frente a su novio, ligeramente inclinado puesto que el pelinegro estaba recostado en su cama con varias almohadas en su espalda para dejarlo en una inclinación aproximada de 45º, sintió los brazos de Yoochun aferrarse a él y comenzar a sollozar contra su hombro…
- me has hecho tanta falta, Yunho, me sentía morir, yo… - lágrimas mojando la camisa del moreno… - no pude hacer nada, y papá murió, por mi culpa, fue mi culpa, Yunho, mi culpa…
- shh, shh… Yoochun ah, no digas eso, no fue tu culpa, fue un accidente… - el chico se sentó en la orilla, regresando el abrazo, acariciando tiernamente la espalda de su novio… algunos minutos después el pelinegro dejó de llorar…
- Yoo Hwan está molesto con todos, no habla conmigo, y su mirada me parece tan fría como el hielo; y mamá, ella solo lloró cuando nos dieron la mala noticia, y ahora se comporta como si papá se hubiera ido de vacaciones, tomó el mando de la Franquicia un día después de la sepultura, parece inmutable, fría y distante, Yunho, eres lo único que me queda…
- Yoochun, yo… - el pelinegro se separó y lo besó profundamente, uniendo sus labios en un desesperado contacto que le permitía sentir cariño, calidez, seguridad… amor. El moreno correspondió porque es lo que siente… aún cuando sabe que tiene que despedirse.
- Te Amo, Yunho ah…- el pelinegro volvió a abrazarlo con fuerza…
- Yoochun… - su corazón se sentía apretujado, como si algo helado lo atravesara… - tengo que irme…
- porqué, acabas de llegar, no puedes quedarte un rato más… - sus orbes oscuras se clavaron en los ojos cafés del moreno, viendo en ellos un reflejo de algo que inquietó su corazón… - qué sucede…
- me voy a Estados Unidos… - evadió la mirada de su pareja poniéndose de pie…
- qué, porqué ahora, por cuánto tiempo…- su voz salió temblorosa y la ansiedad corría por sus venas, ya antes el moreno le había contado que sus padres planeaban mudarse, pero él había jurado que se quedaría con él….
- voy a estudiar en Harvard… - algo en su interior se rompió cual cristal quebrantado por la crueldad invasora de la inercia… - mis padres se quedarán a vivir allá, el negocio de mamá es próspero en tierras americanas, y la Universidad le ofreció un proyecto de investigación muy importante a mi padre, yo, volveré cuando termine la carrera, lo prometo…
- y esperaste hasta el último momento para decírmelo… - interrumpió con molestia… - ni siquiera pudiste venir en los días anteriores, cuando más te necesité, tú… tú ni siquiera fuiste al hospital una sola vez… cómo puedes hacerme esto… - espetó con brusquedad, sintiendo la sangre hervir de coraje, pero el moreno no tenía respuesta para tal cuestionamiento… - dijiste que me amabas, prometiste que estaríamos juntos siempre, hemos salido por casi un año, y ahora vienes y me haces esto; mi padre acaba de morir, mi hermano tiene ideas suicidas, mi madre actúa con indiferencia, yo casi pierdo una pierna. ¡¡Cómo puedes dejarme en un momento así!!... – soltó con violencia, gritando sin importar quien lo escuche, golpeando el colchón con impotencia e ira…
- lo siento… - atinó a decir el moreno, sus manos empuñadas con tal fuerza que sus uñas comenzaron a enterrarse en su piel y los nudillos blanquecer, sentía frustración e ira contra sí mismo…. Se sentía como un maldito desgraciado que está a punto de dejar a quien considera el amor de su vida…
- ¿eso es todo lo que vas a decir? ¿Lo siento?... – risa sarcástica con un dejo de dolor… - solo así, no hay siquiera una razón de fondo lo suficientemente buena como para dejarme, es que acaso vale más estudiar en Harvard que quedarte a mi lado, te necesito Yunho, que no te das cuenta… es que ya no me amas?
- estarás bien, Yoochun… adiós… - sin dar respuesta a las preguntas del pelinegro, sin haber propiamente roto con la relación, el moreno salió de la Mansión Park con el corazón destrozado, maldiciéndose a sí mismo.
Subió a su auto y cuando volvió a la carretera, gruesas lágrimas hicieron un camino húmedo en sus mejillas, golpeó con frustración el volante, gritó hasta desgarrarse la garganta… pero el dolor, la desazón y el rencor consigo mismo lo acompañaría por largo tiempo. Era un cobarde y lo sabía, no había sido capaz de enfrentar a sus padres, y por ello renunciaba a su novio y le dejaba atrás en el momento más duro de su vida…
………flashback…….
Yunho estaba recostado en su cama, la habitación en completa oscuridad, el móvil en la mesita de noche, una dolorosa punzada en el corazón. Aun cuando esperaba, de hecho juraba por una reacción así por parte de Yoochun, dolía. El mismo Jae se lo había advertido, y de igual manera le dijo que no importaba que le dieran una negativa, él debía intentar una y otra vez hasta que el pelinegro le permita la oportunidad de hablar y explicarle aquello que no fue capaz cuatro años atrás…
- una explicación… - habló a la nada, su vista clavada en el techo… - cuanto mas lo pienso, más convencido de mi cobardía me siento… te dejé por estúpido, Yoochun, por intentar protegerte a ti y a tu familia, porque te quiero tanto como desde hace más de cinco años… lucharé por tu perdón, contra todo y quien sea, tu familia, contra ti mismo si es necesario…. – unos instantes de silencio… - Jae, hago lo correcto, ¿cierto?... – y aunque el rubio no estaba presente, el moreno podía evocar su imagen sonriente animándole a seguir… - JaeBoo… - murmuró con una sonrisa…
……………………….
El correo matutino llegó con malas noticias para la familia Kim, el préstamo solicitado había sido negado una vez más por el Banco Nacional, las mismas palabras de siempre: crédito insuficiente.
- pero quiten esa cara, hijos míos…- So Lyn les miró con una sonrisa que no ocultaba a los chicos su propia decepción… - tal vez la próxima vez tengamos más suerte, ahora, seguiremos todos adelante, nada se logra preocupándose y maldiciendo por algo que no se obtiene…
- mamá, si un donador llega pronto, debemos… - pero el castaño fue interrumpido…
- sé eso, Junsu, pero no quiero que te preocupes, si las cosas no salen como esperamos, el destino siempre puede tener algo mejor para nosotros…
- tu corazón no aguantará demasiado tiempo, mamá…- el menor, siendo estudiante próximo a graduarse, solía ser el más objetivo, suficiente ha investigado el tema de la enfermedad de su madre, recordándoles cada que es necesario los pormenores de la misma, que deben preocuparse… - y el Hospital ya ha dicho que eres la siguiente en la lista, en cuanto un corazón compatible llegue deberemos tener estar listos para pagar el costo de la operación…
- ChangMin, cariño, no olvido ningún detalle al respecto, pero no podemos exigirle al Banco el dinero, nadie que conozcamos tiene siquiera esa cantidad para prestárnosla, y preocuparse es casi como gastar energía… solo quiero que entiendan que soy consciente de lo que puede pasar si no se tiene ése dinero, y aceptaré mi destino si así es como debe culminar…
Más nada se habló, ChangMin y Junsu partieron rumbo a sus respectivas actividades, cada uno pensando en alguna solución crediticia para su necesidad económica, la posibilidad de que en cualquier momento el Hospital llame es alta, y los ahorros con que cuentan insuficientes.
El castaño había solicitado incluso un préstamo en la Franquicia, pero éste había sido poco dado su puesto laboral y sólo se había sumado a la cantidad con que cuentan hasta el momento. Estaba muy preocupado por la situación, es su responsabilidad ver que su madre pueda tener esa operación, recuperar la salud… pero realmente pocas las opciones para alcanzar el monto económico.
- ¿Junsu?... ¡Junsu!... – Lee Seung chasqueó los dedos frente al rostro del castaño, logrando por fin que el muchacho le preste atención…
- ¿qué pasa?...
- ChangMin me llamó, tu madre tuvo una crisis y está en el hospital… - el castaño ya había tomado su bolso para salir…
- yo… puedes… - trataba de hablar, pero las ideas se atoraron en su cabeza, estaba asustado, una crisis ahora era muy malo…
- no te preocupes, ve, yo te cubro…
- gracias… - ya en el camino (fue una suerte que no se accidentara él mismo por conducir tan rápido) se puso a pensar en que el tiempo era cruel con ellos, no tenía el dinero y… - ¡diablos! Necesito conseguir esa cantidad… - cuando llegó a la clínica…
- te estuve llamando, porqué no contestabas… - le recibió el menor, tenía los ojos rojos pero se notaba que no ha llorado, seguro ha sido fuerte por su madre…
- lo siento, estaba distraído pensando justamente en todo esto, cómo está…
- estable, pero… - el menor no pudo más y se derrumbó, abrazando a su hermano, sollozando en su hombro… Junsu no necesitaba más palabras, sabía lo mismo que Min, sin un transplante, So Lyn tal vez no salga con vida del hospital…
- vamos… - los hermanos se dirigieron a la habitación donde su madre está conectada a varias máquinas que son ahora soporte de sus funciones vitales, su corazón demasiado cansado para latir por si solo…
- disculpen, ¿Kim Junsu?... – preguntó un doctor que acababa de llegar…
- soy yo…
- soy el Dr. Sang Doo, estoy a cargo del caso de la Sra. Kim So Lyn, madre de ustedes, ¿cierto?... – los jóvenes asintieron… - sé que usted… - el castaño… - es tutor legal de toda decisión médica respecto a la enfermedad de su madre, como ya debe saber el corazón de su madre está muy débil ahora, y a menos que se transplante un corazón nuevo… bueno, no necesita que le diga más. Se también que su seguro no cubre una cirugía de éste tipo, y créame que no quisiera ponerlos en éste dilema, pero, necesito saber si pueden continuar con el procedimiento…
- por supuesto que sí… - respondió sin dudar, el menor le miró un poco confundido, pero su hermano tenía razón, no podían decir que no, tendrían el dinero de una u otra forma… - tendremos el dinero y haremos el pago a la Clínica, ustedes solo cumplan con su trabajo y hagan que mi madre mejore, que pueda recibir el transplante antes de… - tragó luchando contra el nudo en su garganta… - antes de que sea tarde para mi madre, por favor…
- necesito que me acompañe para que llene algunas formas…
………………………..
Hotel Park.
- sabes a quién vi esta mañana mientras corría en el Parque… - Yoo Hwan se sentó al frente de su hermano en la oficina de éste…
- no… - respondió con sequedad, pero conocía bien esa mirada divertida y suficiente de su hermano menor…
- a Jung Yunho… - soltó como si de algo casual se tratara, pero notó la tensión en la expresión de Yoochun… - pero claro, seguro ya sabías que está en Seúl, ¿no?
- y qué si así era… -
- nada, no te pongas a la defensiva conmigo, hyung, yo solo quería decirte que lo vi, y que se ve más atractivo de como lo recordaba, creo que los años y el ambiente americano le favorecieron…
- puedo saber qué diablos te traes… - interrumpió con tono molesto, sobre todo porque no pudo evitar el deseo de haber sido él quien viera al moreno…
- ¿yo? Nada, solo quiero saber si vas a volver con Yunho para poder acercarme a Junsu sin que te pongas como energúmeno… - el pelinegro abrió la boca listo para replicar, pero el morocho no se lo permitió… - el otro día no me respondiste si te gustaba o no, pero me queda claro que te mueve el piso, sin embargo tendrás que decidirte y pronto, Yunho volvió y todavía lo quieres, y yo no te la voy a poner fácil si intentas algo con Junsu… - y sin dar tiempo a su hermano de decir más, salió con un solo pensamiento en mente… conquistar a Kim Junsu.
- no quiero volver con Yunho… - murmuró sintiendo como su corazón palpitaba acelerado de solo recordar el tono de su voz la noche anterior. Confundido también por la molestia que quema en la boca de su estómago cada que ve a su hermano cerca del castaño…
………………………………
En la Clínica…
- voy a volver al Hotel, trataré de tener una entrevista con la Presidenta Park y hablarle sobre la situación, con algo de suerte puede que ella nos haga el préstamo…
- hablar con la dueña de la Franquicia? Hyung, eso en verdad sería un milagro, y no lo digo por ser pesimista, es solo que esa Sra. no es precisamente la mujer más caritativa del mundo…
- lo sé, pero es lo único que se me ocurre ahora… vuelvo más tarde, cualquier cosa, llámame, estaré al pendiente del móvil… -
- de acuerdo… - vio a su hermano mayor partir y luego volvió a la habitación de su madre. Le dolía el alma de verla en esa cama conectada a tantos aparatos, y aunque es algo a lo que él debe acostumbrarse, jamás es lo mismo tratándose de la familia. Su móvil sonando… - Lee, hola…
- hola, ¿cómo van las cosas?... – cuestionó su compañero de carrera al otro lado de la línea…
- pues… como imaginas, mamá está estable solo por los aparatos, esperamos que haya un donador pronto…
- yo quisiera poder hacer más por ustedes, Min, lamento no serles de mucha ayuda, sobre todo por la cuestión económica…
- descuida, haces más que suficiente por el simple hecho de estar con nosotros, de hablarme ahora… -
- sabes que te quiero mucho, Min… - en el hotel, el chico de ojos claros se sonrojó al decir tales palabras…
- gracias, yo también te quiero, Lee… - ambos sonrieron contra el teléfono. Y siguieron hablando unos minutos más…
………………………………..
Yunho bajó de un taxi a las afueras del Hotel Park, y justo cuando dio el primer paso decidido a entrar por fin y hablar con el pelinegro, éste venía saliendo, engalanado en su traje negro se veía extremadamente guapo. Yoochun venía platicando por el móvil de negocios, su auto esperaba por él, pero el moreno no estaba dispuesto a dejarlo ir sin que supiera que estaba ahí por lo menos…
- Yoochun… - llamó con voz varonil, acercándose al pelinegro, quien al voltear hacia esa voz que le erizó los vellos, se quedó impresionado al verlo. El moreno lucía realmente atractivo, vestido con ropa casual, el cabello desaliñado y un caminar tranquilo con su mirada clavada en él…
- Yunho… - murmuró lentamente a la vez que guardaba el móvil en su bolsillo, sintiendo su corazón a punto de explotar de emoción, casi quería devorarlo en un beso, pero… recordó cómo lo dejó años atrás y la ira creció en su interior, cómo podía presentarse así, con aquel semblante tranquilo, ¿se creía en verdad que saltaría a sus brazos y perdonaría todo lo pasado?
El moreno notó en esas orbes oscuras que antes tanta calidez desprendían al verlo un brillo rencoroso que lo hizo detener toda intención de acercarse más, un metro de distancia entre ellos. Junsu llegó estacionándose distraídamente al frente del auto del pelinegro, apenas bajó de su moto cuando sintió un agarre en su muñeca, y cuando miró para ver de quién se trataba se sorprendió al ver al pelinegro…
- Junsu ah, dónde has estado… - le habló con una enorme sonrisa en los labios…
- eh… yo… - balbuceó confundido… porqué le miraba con esa… ¿ternura?
- vamos, estaba esperándote, Susu ah… - lo instó a subir al auto del lado del copiloto, el castaño estaba demasiado contrariado como para negarse, y cuando logró reaccionar, el auto ya había arrancado, Yoochun conduciendo.
Yunho no pudo más que observar la escena, sintió enormes celos al ver cómo su Yoochun trataba a ese chico de cabellos castaños, la forma tan confiada con que lo trató, como si ellos fueran, pareja. Sintió como una puñalada en su corazón al pensar en eso, y tuvo deseos de golpear algo hasta el cansancio, de gritar y pedir mil veces disculpas con tal de tener una segunda oportunidad…
- a dónde vamos, yo, tenía algo muy importante que hacer… - cuestionó el castaño, se sentía ansioso porque su objetivo era hablar con la Sra. Park, no ir con Yoochun a quién sabe dónde…
- tenemos un importante evento la semana entrante, quiero que los bocadillos y la repostería sean los mejores, así que visitaremos algunos locales para que eches a volar tu imaginación y pienses en algo aún mejor de lo que comas…
- pero, ¿ahora, no puede esperar?
- ¿porqué no estabas en el trabajo?... – preguntó, ignorando las cuestiones del otro…
- yo… -
- no importa… - dijo al notar la mirada acongojada del castaño, por alguna razón sintió que tal vez no debía presionarlo en ese momento… - qué es eso importante que tienes que hacer…
- quisiera hablar con su madre… -
- ¿con mi mamá? – el castaño asintió… - sobre qué…
- es algo… muy personal… - respondió, porque tenía la impresión de que si le contaba al pelinegro, terminaría por no tomarlo con la seriedad debida…
- en verdad crees que solo soy un chico mujeriego, caprichoso y patán, ¿verdad?… - normalmente poco o nada le interesa lo que otros piensen o digan de su persona, pero el que Junsu piense así de él, le incomoda, le hace sentir que debe demostrarle lo contrario…
- yo no… no lo dije por eso, es que… - se mordió el labio inconscientemente mientras miraba por la ventana… - no sé si le interese ayudarme, Señor… - volviendo al trato formal…
- eres uno de los mejores empleados de la Franquicia, y si hay algo que te preocupa como veo que es… - dirigió su mirada por unos instantes al castaño, su expresión corporal, su mirada, su semblante en general denotaba tensión… - tus postres no te saldrán tan deliciosos como siempre, así que si quieres, dime lo que te pasa y si te puedo ayudar…
- necesito un préstamo de 15 mil dólares… - soltó el castaño, adelantándose incluso a la frase del pelinegro… (n/a no me culpen si la cantidad no es apropiada, solo hice una aproximación de acuerdo a los pocos conocimientos que poseo del tema u_u)
- de acuerdo, yo te los presto…
- ¿en serio?... – le miró con incredulidad…
- por supuesto… - aparcó fuera de un local dedicado exclusivamente a la repostería…
- así nada más, no me preguntará para qué lo quiero… - se desabrochó el cinturón de seguridad y bajó, imitando al pelinegro…
- si quieres decírmelo, hazlo, pero dado que dijiste que era algo muy personal, está bien si no quieres hacerlo… - entraron al local, tomaron asiento en una de las mesas y pidieron algunos postres…
- yo… no podré pagarte inmediatamente, y… - en ese momento el castaño se sentía avergonzado por la forma en que ha estado pensando del pelinegro antes… - tampoco podré hacerte grandes pagos…
- te diré algo…- interrumpió… - sal conmigo por un mes y no tendrás que pagarme nada…
……………………………..
Yunho había vuelto a su departamento en cuanto vio a Yoochun partir con Junsu. Se sentó en el sofá, tomó el medallón entre sus manos y observó la cara sonriente de ambos…
- ¿me olvidaste, Yoochun? ¿Él te ha tocado como solo yo podía, te ha hecho el amor como solo conmigo podías? ¿Olvidaste la promesa que hicimos de estar siempre juntos, sin importar los problemas por los que tuviéramos que pasar?…
……….flashback……….
La habitación de Jung Yunho era amplia y bastante sencilla, al centro está la cama tamaño matrimonial, con un cubrecama color beish y grandes almohadones de relleno de plumas, una mesita de noche a cada lado. Una cómoda a lado izquierdo, un escritorio a lado derecho, junto a éste una computadora moderna color negro. En la pared frente a su cama, un mueble con televisión de plasma, DVD, equipo de sonido y varios cd’s de música y películas de su agrado. Una ventana que da a un pequeño balcón se ubica en el extremo de esa pared; afuera, las copas de un árbol ondean suavemente movidas por el viento…
Yunho y Yoochun entraron sonriendo, la puerta cerrada con el pistillo les recordó la intención por la que se encontraban ahí en ese momento…
- seguro que tus padres no llegarán… - cuestionó el pelinegro, mientras su novio desde hace un par de meses lo conducía lentamente hacia la cama, uno frente al otro, por lo que Park caminaba hacia atrás…
- completamente… - el moreno devoraba su cuello con sugestivos besos que activaron la temperatura de ambos…
- ¿llevas prisa?... – cuando sus piernas sintieron el borde de la cama, se zafó del agarre de su pareja, sonriendo seductoramente se apartó un paso de él, comenzando a desabrocharse su camisa tan lentamente que el moreno tenía el impulso de arrancársela de un tirón…
- es nuestra primera vez, lejos del sexo oral, no me culpes por estar impaciente por hacerte el amor, Yoochun ah… - le tomó de cada extremo de la camisa y tiró de ella para acercarlo a su cuerpo, fundiéndose en un fogoso beso en el que ambos luchaban por tener el control…
Las manos de Yunho deslizaron la camisa del otro por sus hombros, sintiendo bajo su tacto la piel del pelinegro ya ardiendo de deseo, la prenda fácilmente resbaló y cayó al suelo. El moreno comenzó a palpar la piel expuesta, dejando que sus dedos acaricien furtivamente desde el cuello, pasando por la clavícula trazando sigilosamente los huesos de esa parte de su cuerpo, bajando hacia los pechos, pasando con gentiles roces por sus pezones. El pelinegro jadeando con excitación, sintiendo corrientes eléctricas viajar por su espina dorsal mandando sensaciones a su cerebro que nunca antes experimentó, tal vez solo por el hecho de saber que ahora esas caricias que su novio deja en su cuerpo son el preámbulo de la memorable primera vez.
Yunho ya estaba delineando los pectorales de su pareja, grabando en su memoria cada centímetro de su piel, cada jadeo y suspiro escapando de labios del pelinegro. Y se entretuvo en ese reconocimiento de la parte superior del cuerpo de su novio, hasta que Yoochun sintió su propia necesidad de tocarlo y le sacó la camiseta blanca que fue arrojada con ansiedad hacia un lado, recostando al moreno sobre la cama. Park le siguió entre besos y sonrisas, en parte por nervios, sobre todo por excitación…
- esto me estorba… - curvando una sonrisa arrebatadoramente provocativa, el pelinegro comenzó a desabrochar el cinto del pantalón del moreno…
- a mí también… - devolviendo la sonrisa con la mirada llena de deseo, el moreno llevó sus propias manos al pantalón de su novio…
- espera, no seas impaciente… - le detuvo, apartando esas traviesas manos que ya intentaban filtrarse en su ropa interior… - primero nos deshacemos de esto… - le sacó los pantalones…
- luego esto… - imitándole, Yunho invirtió posiciones dejando al pelinegro abajo, y sacándole en el proceso sus pantalones…
- mh, estaba mejor arriba… - sus boxers apartados también…
- te aseguro que igual lo vas a disfrutar… - sus manos masajeando la erección del pelinegro…
- mmhhh, aahhh, Yunho… aún faltas tú… - aprovechando su fuerza, volvió a invertir posiciones, deslizando la ropa interior del moreno hasta quedar ambos en la completa desnudez…
- supongo esto de quién arriba y quién abajo será cosa de habilidad para ver quién cae primero, ¿no?... – mirada lasciva, un par de intercambio de posiciones más, sonrisas, besos, caricias, roces de erecciones, piel ardiente, gemidos… él abajo otra vez…
- vamos, Yunho ah, prefieres esto… - colocó sus rodillas a cada lado de la cintura del moreno, inclinó su cuerpo hacia delante, levantó el trasero y con una mano tomó el miembro de su pareja colocando la punta en su entrada, deslizándola haciendo círculos a su alrededor, simulando una penetración pero sin llegar a hacerlo; ambos gimiendo por las oleadas de incontenible deseo… - o tal vez esto… - se incorporó apartando el caliente miembro de su entrada, se colocó al medio del moreno, abriendo sus piernas y flexionándolas para tener acceso a su intimidad, llevando su erecto y palpitante erección ahí, empujando suavemente sin llegar a penetrarlo realmente…
- mmhhh, tú qué crees… - se incorporó, quedando sentado, y devoró la boca del pelinegro en un beso candente en el que sus lenguas se debatían por tener el dominio, enredándose y empujando una contra otra en embestidas salvajes de pasión… - ambos queremos sentirnos dentro del otro, así que… - otro beso, manos acariciando el cuerpo del otro… - podemos hacerlo los dos, primero uno y luego el otro…
- buena idea… - sonriendo triunfante, apoyó sus brazos en los hombros del moreno recostándolo nuevamente sobre la cama. El moreno supo entonces que le tocaba ser segundas, por lo menos esta primera vez… - dónde lo dejaste…
- está en el bolso izquierdo de mi pantalón… - el pelinegro ya estaba por bajar de la cama cuando el moreno le detuvo sujetándolo del brazo… - pero no lo necesito, quiero que lo hagas, digamos que al natural… - se llevó tres dedos de una de las manos de su novio a su boca para humectarlos con su salida…
- mmhhh, te dolerá más así que con el lubricante… - la boca de su novio estaba caliente, y su lengua se paseaba entre sus dedos con lujuria…
- no importa… - liberó los dedos del pelinegro…
- como tu quieras, entonces… - llevó sus dedos a la entrada del moreno, introdujo uno tal vez con algo de brusquedad porque Yunho gritó, cerró los ojos y apretó el cubrecama con sus manos… - lo siento… - y siguió moviendo suavemente su dedo, descubriendo que era menos dolorosa la preparación si movía sus dedos en círculos.
- aahhh, Yoochun, mmhhh, creo que ya, aahhh, puedes hacerlo… - y es que esos dedos entrando y saliendo de su interior ya le hacían sentir gozo…
El pelinegro apartó sus dedos, llevó su miembro a la intimidad del moreno, tomó sus piernas y las colocó sobre sus hombros, se introdujo lentamente en ese estrecho pasaje a la vez que se recostaba un poco sobre Yunho, y dado que las piernas de éste estaban en sus hombros, deslizarse en su interior fue más fácil y menos doloroso. Una vez que llegó a lo más profundo se quedó quieto, dándole tiempo a su novio de que se acostumbre a su invasión, dedicándose mientras tanto a besarle y acariciar las partes de su cuerpo que quedaban a su alcance. Instantes después comenzó a moverse embistiendo con un ritmo medio, en algún punto una pierna del moreno quedó abajo mientras la otra permanecía sobre su hombro, ese ángulo hacía de la postura algo que le daba mayor comodidad y placer a ambos.
Yunho admite que ser el uke tiene sus ventajas, porque se obtiene placer doble, por un lado las embestidas rápidas y profundas que el pelinegro deja en su intimidad; por otro, la atención que da a su erección, masturbándola procurando el ritmo de sus estocadas. Po lo que ni siquiera se molestaba en reprimir gemido alguno, grito o palabra naciendo desde su garganta, pidiendo más y más hasta que el éxtasis llegó a ellos arrastrándolos al primer orgasmo. Yoochun se corrió en su interior con un ronco gemido, mientras Yunho dejó su esencia en la mano del pelinegro al tiempo que arqueaba la espalda…
- y… ¿te gustó?… - el pelinegro se recostó a lado del moreno, su respiración intermitente… una sensación de plenitud recorriendo cada fibra de su ser…
- claro que sí, porque lo hice contigo, y Te Amo, Yoochun ah… - recuperándose de los espasmos, el moreno bajó de la cama en busca de sus pantalones…
- ¿no me dejarás descansar?... – advirtiendo la intención de su novio, el pelinegro se incorporó quedando sentado en la cama, sus manos ligeramente hacia atrás apoyadas en el colchón…
- somos sementales, no necesitamos descansar… - con el tubito de lubricante en la mano, el moreno volvió a la cama colocándose a horcajadas sobre su pareja…
- ¿seguro que no necesitas descansar?… - enarcó una ceja dirigiendo su mirada hacia el dormido miembro de su novio…
- verás cómo reacciona con unas cuantas caricias de tus expertas manos… - provocándolo, el moreno tomó una de las manos de Yoochun llevándola a su miembro instándolo a estimularlo…
Tiempo después el pelinegro estaba a cuatro patas sobre la cama, Yunho embistiéndolo con lujuria, arrancando sonoros gemidos de su novio, quien le pedía más, más rápido, más fuerte, más profundo… y sus deseos eran concedidos. Yoochun se agarraba con fuerza a los barrotes del respaldo de la cama, sintiendo el delicioso choque de su trasero contra el miembro del moreno, disfrutando de esa forma morbosa en que sus glúteos son tocados por Yunho.
El moreno se sentía verdaderamente completo ahora, disfrutando de ese vaivén de caderas que él mismo impuso, sintiéndose delirar cada que su erección entra y sale en un ritmo desenfrenado del estrecho pasaje del pelinegro. Le tomaba las caderas con firmeza chocando una y otra vez contra su trasero, escuchando el húmedo sonido que ese movimiento genera, gimiendo y pronunciando el nombre de Yoochun con voz excitada, ronca, varonil.
Una vez más sintieron el calor en el bajo vientre, luego la tensión en cada músculo, Yunho aceleró un poco más y en las últimas y más profundas estocadas su semilla se esparció en el interior del pelinegro, alcanzando su orgasmo. Más cuando salió de Yoochun y éste se recostó boca arriba, notó que él aún no terminaba, había olvidado atenderlo y se había corrido sin él; por lo que sin pensarlo dos veces, llevó su miembro a su boca y succionó de él hasta que su esencia se perdió en su garganta tragándola a la vez que el pelinegro gemía alcanzando su propio orgasmo.
- magnífico, ¿no crees?... – comentó el moreno una vez que se recostó a su lado, ambos recuperándose del orgasmo…
- sí… ¿estaremos siempre juntos, Yunho?...
- siempre, no importa qué, o contra quién, te prometo que estaremos siempre juntos…
- es una promesa, Te Amo, Yunho ah… - y con un beso sellaron un juramento que años después enfrentaría su mayor prueba…
…….flashback……..
Continuará……
kyaaaaaa primera por fin *o* XD el fico me gusta mucho tiene una trama muy buena pero aun no me acostumbro a ver a yohun y yunho ocea ellos dos no pegan ni con pegamento nooooo ellos deben estar con junsu y con jae TT-TT gracias feli por otro maravilloso fic estoy al pendiente de tu blog tods los dias ^^
ResponderEliminarwaaaaaaaaa.....
ResponderEliminar2U.....me gusto...pero junsu creo q sufrira...n.n
akjndenfjkerne! 2Yoo! O.O OMO!
ResponderEliminarla historia esta bastante buena, Feli, me guta me guta!!!
pero pobre Junsu ToT todo lo que tiene que hacer por su mamá & hermano... & pobre JJ! ToT fuck Yunho! enamorate de él... Yoochun ya no te quiere! (?
xDD! next capi!!!
omg.... primera vez q leo un 2U tuyo feli y me dijo ahhhhhhhh el lemon fue genial... no son semes ni ukes se dan los dos...
ResponderEliminary pobre jae.. sufriendo x el babo de YH q no se da cuenta q esta tirando todo x el
y junsu tan tierno... y con tantos problemas... y le gusta chunnie?? el fondo asi es .. perono lo acepta
aish todavia no me acostumbro a 2yoo, apoyo a suzumi que no pegan ni con moco jjajajaja, solo y por el simple hecho que paara mi son los dos mas hombre que junsu y jae... ojala se den cuenta y se queden con sus respectivas parejas jjajaja
ResponderEliminarEsta genial XD se me hace que la trama es como la del dorama mi adorable Sam Soon hay muchas cosas similares y esta genial XD es mi dorama preferido y esta adaptación me esta encantando
ResponderEliminarMe gusta el 2U y esto es lo más raro que jamás haya admitido, pero no veo a mi Chunnie Ukeando a Yunho, Nooo ose Noooo ahí Yunho es el Semestre no hay amas aunque he leído 2U con ambos en doble rol aquí sí me costó trabajo pensarlo.por qué? No sé pero de qué se va a poner bueno eso que ni que. Jae vale oro mira que apoyar la felicidad de tu amor por verlo dichoso aunque no sea contigo, eso es amor del bueno. Y creo que. Hay un duelo que no se ha cerrado en la familia Park siento pena que no sean unidos por no soportar el dolor y la ausencia de su papá. Esto está muy bueno!!!!
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