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miércoles, 17 de febrero de 2010

YOU ARE FOR ME? cap 9 y 10

Capitulo 9. Despidiéndome De Ti

…“Un día el cuerpo le preguntó al corazón… - cuando estoy herido, el médico me cura, pero cuando estás herido ¿quién te cura a ti?... – Entonces el corazón dijo… - tengo que curarme solo… -

Es por eso que cuando alguien está herido tiene su manera especial de curarse. Bebiendo, cantando, liberando la ira, riendo, llorando… o lo peor, simplemente ignorando el dolor”… (Fragmento del Dorama My Name is Kim Sam Soon)


…………………………

Junsu aceleró hasta el fondo, demasiado dolor, poca atención en el camino, no podía ver con claridad por las lágrimas que seguían saliendo de sus ojos y las pequeñas gotas que se cristalizaban en sus pestañas. Sorteaba por apenas un pelo cada automóvil al frente o al lado, el claxon de más de alguno resonando por su imprudencia. Uno de los semáforos cambió su luz a rojo… tiempo apenas de frenar, tan abruptamente que obligó a un automovilista a que venía del cruce vertical a frenar de golpe…

- ¿Junsu?...- por azares del destino, fue el mismo Yoo Hwan quien frenó antes de alcanzar a chocar contra la parte delantera de la moto del castaño, a quien reconoció porque, aparte de todo, no llevaba puesto el casco… la bocina del automóvil detrás le hizo reaccionar, haciéndose a un lado para estacionarse y permitir el flujo vehicular. El propio Junsu se hizo a un lado para espabilar el susto que se acababa de llevar… por dios, casi había chocado! Pudo ocasionar un accidente fatal por su imprudencia de salir a conducir cuando las emociones las trae a flor de piel, pero vamos, siendo sinceros, es en lo que uno menos piensa…. – Junsu… - el castaño volteó hacia su interlocutor, llevaba el semblante pálido, respiraba agitadamente y todo el cuerpo le temblaba, por el susto, por el dolor de la desilusión… - estás bien?... – pero el delfín solo apartó la mirada del morocho, sentía las mejillas aún húmedas y los ojos le ardían de tanto llorar en tan pocos minutos, el corazón le latía violentamente en el pecho…

- sí… - respondió con un hilo de voz…

- ¿llevabas prisa?... – “pregunta estúpida”… ambos parados en la acera junto a la motocicleta del delfín…

- algo así… - la realidad es que solo había conducido sin saber a dónde, lo único que había querido era alejarse de la fuente de su dolor… y de recordar aquello su semblante entristeció un poco más…

- me diste un buen susto, no imaginé que tuviera tan buenos reflejos… - trató de bromear, pero el castaño curvó una sonrisa que más pareció una mueca de dolor… - ¿qué ha pasado contigo? Junsu, antes te veía sonreír alegremente todo el tiempo… - Park Yoochun respondería a esa pregunta…

- no te ofendas, pero no quiero hablar… - porqué habría de confiar en el morocho siendo también un Park, bastante parecido al pelinegro, siempre tratando de conseguir lo que quieren… si en algunas ocasiones él también le coqueteó…

- ¿es por mi hermano?... ¿acaso terminó contigo para volver con Yunho?... – el castaño colocándose el casco y subiendo a su moto…

- ojala hubiera terminado conmigo antes… - sin dar tiempo de que el morocho pudiera decir nada, volvió a arrancar con gran velocidad, al menos el cuerpo ya no le temblaba… un destino claro en su mente…

Yoo Hwan sintió coraje, alguien como Junsu no merecía sufrir así. Volvió a su auto con andar pesado, el rostro serio y enormes deseos de golpear a su hermano, encendió el motor encaminándose directo al departamento de Yoochun.

……………………..

El pelinegro había entrado nuevamente al Edificio y subido a su departamento. Yunho había recogido la bolsa que Junsu dejara caer antes de salir corriendo, y la había colocado en la encimera de la cocina, pensando en todo el daño que había ocasionado en esa persona que como Jae no han hecho más que quererles (a él y el pelinegro) incondicionalmente. El solo hecho de ver los recipientes con el desayuno que el castaño preparara para el pelinegro, logró que el moreno recordara una vez más al rubio, a los momentos cuando cocinaba para él, velando por su salud, siempre al pendiente… amándolo como él no supo valorar…

- debes darte prisa o perderás el vuelo… - la propia voz de Yoochun lo sacó de sus pensamientos…

- siento mucho todo lo sucedido… - el ratón acercándose a ver los recipientes del castaño, sonriendo con tristeza… - no deberías quedarte aquí, si no ir a buscarlo y explicarle la verdad…

- ¿la verdad?... ni yo sé cuál es, Yunho… - sonrió con melancolía y culpa… el rostro lloroso del delfín, su mirada decepcionada, sus últimas palabras… “has conseguido que me sienta como alguien que se vende por dinero”… resonaban con fuerza en su cabeza…

- sí lo sabes… ahora ambos lo sabemos… - el moreno lo tomó por los hombros sacudiéndolo con un poco de fuerza… - que no vez que la razón por la que no pasó nada entre nosotros anoche es porque ya no nos amamos…

- eso es algo que yo no sé, ¡Yunho!... – gritó apartándose bruscamente del moreno… - fuiste tú quien se presentó anoche aquí…

……flashback……

No fue sino hasta que la azafata se le acercó para decirle que el avión había partido, que Yunho salió del trance en que se había sumergido, y sintió su cuerpo pesado y un enorme vacío instalarse en su estómago… y pensar que Jae ya no estaba ahí con él… dolía… mucho más de lo que nunca imaginó.

Con andar apesadumbrado caminó entre toda esa gente que seguía moviéndose por las salas del aeropuerto. La gran mayoría de ellas sonrientes, con vidas tranquilas tal vez, familias que iban o venían de unas merecidas vacaciones, parejas que se reencontraban, amigos que se estrechaban en un fuerte abrazo… y lo único que quería en ese instante era que toda esa gente desapareciera, nada de eso le importaba y hasta le parecía molesto… solo quería que Jae volviera a su lado, que no se hubiera marchado a Boston así.

Y fue por mero impulso, por la implacable necesidad de no estar solo, de creer que debía justificar el sufrimiento que causara en su JaeBoo, que fue directo al departamento de Yoochun… si su destino era ser feliz a lado del pelinegro, entonces lo sería. Y no reparó (una vez más) en todo lo que conllevarían sus acciones motivadas por un ilusorio deseo de pertenencia a algo tangible y eterno…

Llamó a la puerta y cuando Yoochun abrió mirándolo con sorpresa, se abalanzó sobre él colocando una de sus manos en su cintura y la otra en su nuca, besándolo desesperadamente, buscando esa sensación avasalladora de amor que le inspiraba años atrás. El pelinegro tardó en responder el tiempo que su cerebro tardó en procesar lo que estaba sucediendo. Y se dejó envolver por ese repentino fuego apasionado que turbó sus sentidos, devolviendo el beso y profundizándolo casi salvajemente, dejando que sus propias manos vayan a la espalda del moreno acariciando con necesidad.

El moreno cerró la puerta golpeándola con el pie, sin despegar su boca de los labios del pelinegro, enredando su lengua en caricias frenéticas que lo único que conseguían era alterar sus hormonas más no emocionar su corazón afligido por la ausencia de Jaejoong.

Yoochun, por otro lado, también se sentía excitado, pero mientras besaba esos labios y sus manos intentaban apartar la camisa del moreno, el recuerdo de Junsu gimiendo tímidamente bajo su cuerpo le oprimía el pecho y hacía que su estómago se contrajera.

Separándose por la falta de aliento, se miraron a los ojos descubriendo en ellos solo confusión y el brillo del deseo carnal. Respiraban agitadamente, la camisa del moreno medio desabotonada, la playera del pelinegro remangada a medio torso, al piel de ambos caliente, la excitación corriendo por sus venas…

- esto no está bien, tengo novio… - acomodando la playera y tratando de ordenar sus pensamientos en tanto lucha por bajar la temperatura de su cuerpo, el pelinegro caminó hasta el minibar entre la estancia y el comedor, ése que Junsu le ayudara a elegir y acomodar…

- lo sé, y lo siento… yo… tenía que venir, necesito saber qué es lo que está pasando con nosotros, Yoochun… - le siguió, viendo cómo el pelinegro se servía una copa de vino y parecía drenarse el cerebro para responderle… - quiero que me digas lo que sientes por mí…

- ¡mierda! Yunho… cómo me preguntas eso ahora, yo… no sé, estoy confundido… estuve esperando por ti durante cuatro años, pero… ahora… Junsu… yo…

Moreno y pelinegro mirándose profundamente, tratando de dilucidar de una vez por todas lo que el pasar de cuatro años ocasionó en ellos… lo que ese tiempo hizo con el amor que se juraron por la eternidad. El perdón tal vez había sanado la herida del adiós inexplicable y forzado por circunstancias que ninguno supo ni podía controlar, pero el sentimiento que una vez los hiciera tan felices hoy solo era un recuerdo del pasado que chocaba contra sus sentimientos presentes generando una tormenta de emociones que arrasaba con todo a su paso y no ocasionaba otra cosa que confusión y dolor.

- duerme conmigo…

- qué…

- hazme el amor, Yunho…

Palabras desesperadas soltadas por la necesidad inconclusa de sentir una vez más el amor, ése que hubiera alimentado por cuatro años, ése que no hacía más que desearle en cada uno de sus sueños, ése que hacía que construyera fantasías de un encuentro apasionado, por el que la espera había sido un tormento.

Nuevos besos, nuevas caricias, dos cuerpos desnudándose sobre aquélla cama en la que Yoochun profanara la inocencia bendita de Junsu… apagando con su hermoso recuerdo toda excitación en el pelinegro… mientras lo mismo ocurría con Yunho al rememorar el triste adiós de Jaejoong. Y pararon… sin haber podido continuar ni culminar con ese acto que tiempo atrás hubiera sido un momento sagrado… pero que hoy ya ni siquiera podría llamarse sexo.

Y en silencio, en solo ropa interior, permanecieron recostados sobre esa cama, perdidos en sus pensamientos pasaron la noche en vela, hasta que los rayos de sol se colaron por la ventana de la habitación…

- Jaejoong se fue anoche a Boston… - soltó de pronto el moreno, el pelinegro sintió un vuelco en el estómago…

- ¿él y tú…?

- fuimos grandes amigos durante tres años…

- ¿le extrañas?

- más de lo que imaginaba…

- ¿le quieres?... –

Silencio…

- más de lo que creía…

- ¿le amas?

Silencio…

Minutos después y sin haber respondido a esa pregunta del pelinegro, Yunho se levantó, se colocó el pantalón y buscó su móvil, llamó al aeropuerto y reservó un boleto para el vuelo a Boston de las 10 de esa mañana. Yoochun supuso que eso era un sí… y aunque no dolía tanto como debiera si en verdad amaba al moreno, había una especie de zozobra e intranquilidad al saber que una vez más Yunho partía sin dar respuesta a sus cuestionamientos.

Yoochun salió de la cama y se vistió, casi inmediatamente el timbre sonó… quiso ignorarlo, pero después del tercer llamado se dignó a abrir, topándose con Junsu, a la vez que Yunho terminaba de vestirse para partir a su propio departamento y empacar rápidamente algo para irse al aeropuerto, así que cuando se disponía a salir y terminaba de abotonar su camisa, el castaño se encontró con aquella situación…

……flashback……

- dime algo, Yoochun… - el pelinegro trató de ignorarle saliendo a la estancia, pero el moreno le siguió, diciendo lo que quería, sabía que de todas formas lo escucharía… - ¿podrías vivir sin el sabor de sus labios?… - el recuerdo de su beso con Jae… - ¿sin sus sonrisas?… - Jae animándole siempre a no rendirse… - ¿o sus atenciones?... – Jae estando a su lado siempre, en las buenas y en las malas… -

Silencio…

- sé que soy el menos indicado para decir todo esto… después de todo fui yo mismo quien ocasionó tanta confusión y dolor volviendo a tu vida, tratando de volver al pasado y revivirlo, tan aferrado a ello que no me detuve a ver el presente, lastimé a alguien muy importante, a la persona más maravillosa que haya conocido después de ti… te hice daño a ti mismo por mi afán de expiar el dolor que ya te había ocasionado hace cuatro años, y en todo este embrollo lastimé a tu novio confundiéndote a ti y los sentimientos que alguna vez compartimos, pero que ahora ya no nos profesamos… ¿no te sientes así, Yoochun?

El timbre sonando en el departamento. El pelinegro pensó por un momento en Junsu volviendo, pero apartó ese pensamiento de su mente al pensar en que lo menos que querría el castaño en esos momentos sería verle otra vez. Pero en cuanto abrió la puerta lo único que pudo ver fue a su hermano enojado lanzándose contra él propinándole un fuerte golpe en la mandíbula que le partió el labio…

- ¡eres un imbécil!... – espetó con furia, tirando al pelinegro al suelo, montándose sobre él para seguir golpeándolo, pero no solo su hermano se defendió tomando sus manos, si no que el moreno interfirió tomándolo por la espalda cruzando sus manos en su pecho levantándolo para alejarlo del ratón… - ¡suéltame idiota!... ¡cómo pudiste hacerle esto a Junsu! A tu novio!... ¡eres un desgraciado, Yoochun!... – gritaba tratándose de zafar del agarre del moreno y poder descargar su enojo…

- cálmate, Yoo Hwan, entre Yoochun y yo no pasó nada… fue solo un malentendido…

- ¿dónde viste a Junsu?... – fue lo único que salió de boca del pelinegro, mientras pasaba el dorso de su mano por ella limpiando la sangre de la herida que el golpe de su hermano le dejó…

- ¡que mierda puede importarte!... – espetó el morocho…

- ¡me importa mucho!... – aseguró, por primera vez en 25 días de salir con el castaño, sentía que esas palabras reborbotaban con sinceridad desde el fondo de su alma, sin más confusiones ni ataduras…

- te lo advertí, hermano… - por fin se zafó del agarre del moreno… - este es un error tuyo que voy a aprovechar, si en verdad Junsu te importa tendrás que demostrarlo, y no te lo haré fácil… - advirtió con tono seguro, mirándolo con determinación…

- tú no puedes estar enamorado de él…

- y porqué no…

- porque amo a Junsu, y voy a luchar por él aunque tenga que ir contra ti, y no quisiera que salieras lastimado…

- preocúpate por ti que yo lo haré por mí… - sentenció mientras se daba la vuelta y salía del departamento…

………………………
Hotel Park. Oficina de Jo Nang

La mujer acababa de recibir la carta de renuncia no revocable del castaño.

- qué has hecho, Yoochun. ¿Has tomado la decisión correcta?... ¿habrás escuchado a tu corazón?... ¿o al eco del pasado que te ha seguido por cuatro años?...

Cocina. Área de repostería.

El delfín despidiéndose de Lee Seung (al menos de relación laboral, siendo su cuñado), animándolo a no preocuparse por hacerse cargo él solo del trabajo…

- no te preocupes, verás como en unos días ya contratan a alguien más… además, tú te hiciste cargo de todo mientras estuve fuera todo un fin de semana… - y de solo recordar lo pasado en Haewon se sintió aún peor, haciendo un gran esfuerzo por ocultar su tristeza y sonreír como siempre… pero el chico de ojos claros le conoce mejor de lo que cree…

- no tienes que decirme porqué renunciaste… - “es claro que Yoochun tiene que ver”… - pero tampoco tienes que fingir estar la mar de bien, Junsu… - el castaño le miró sorprendido por un instante, pero luego le regaló una sonrisa suave…

- gracias… ahora me voy, será mejor que me ponga a buscar un nuevo empleo inmediatamente…

- si necesitas cualquier cosa y te puedo ayudar, no dudes en decírmelo, ¿sí?... – el castaño asintió…

- comienza por no decirle nada a Min en cuanto salga de aquí… - el chico de ojos claros sonrió como quien es sorprendido haciendo algo que juró no hacer… - ya hablaré yo más tarde con él… -

- de acuerdo…

- hasta luego… - y salió del lugar que tantas satisfacciones le diera, porque en ese espacio él había dado forma y sabor a sus mejores postres… ahí había vivido varias de sus más grandes emociones…

……………………………….
Departamento de Park Yoochun. 8:50 am

- si no te vas ahora perderás el vuelo…

- fuiste sincero, ¿verdad? Al decir que amabas a Junsu, lo dijiste desde el alma, ¿no es así?... – el moreno preguntó, necesitando escuchar la afirmación a esos cuestionamientos, poder cerrar por fin ese círculo con el pelinegro…

- yo… sí… - un agradable calor cubriendo su cuerpo… - amo a Junsu…

- me alegra saberlo… - sonrió honestamente…

- Yunho, lo nuestro termina aquí, ¿verdad?... – el pelinegro le miró seriamente, sus oscuras orbes brillando con un dejo de tristeza…

… Porque decir adiós nunca es fácil, pero es necesario hacerlo cuando quieres seguir adelante sin ataduras del pasado…

- sí, Yoochun, lo nuestro termina aquí… - ambos jóvenes se encontraron en un fuerte abrazo…

- gracias, Yunho; siempre vas a ser mi primer amor y el chico que me hizo feliz en mis años de adolescencia… - ambos sonrieron en medio de ese abrazo… - pero ahora debemos seguir caminos diferentes, el tiempo de nuestro amor pasó hace cuatro años y no estaba en el destino que pudiéramos vivirlo. Lamento que hayamos cometido tantos errores para llegar a esto, pero soy feliz de saber con certeza lo que siento por ti y lo que siento por Junsu. Siempre tendrás un lugar especial en mi corazón, pero ahora voy a luchar por quien hace que lata emocionado, por quien me hace feliz… voy a luchar porque el tiempo de amar a Junsu y ser amado por él no pase…

- lo sé… que nada ni nadie te aleje de ese amor, Yoochun. Este es un adiós para nosotros como dos personas que se amaron sinceramente… y tal vez algún día en el futuro podamos comenzar de cero y llegar a ser amigos… - finalmente se apartaron del abrazo, sintiendo un gran alivio al decirse esas palabras… - ahora tú ve y demuéstrale tus verdaderos sentimientos a tu novio… que yo también tengo que probarle a Jaejoong el amor que creció en mí por él y que pasé por alto largo tiempo… - “espero no sea tarde para eso”

- adiós, Yunho… - el pasado saldado…

- adiós, Yoochun… - un apretón de manos, dos sonrisas sinceras… un ciclo concluido.

… Porque a veces la luz llega a tus ojos cuando ya parece que nada tiene solución, pero es solo el momento en que uno acepta la realidad del presente y renuncia a la añoranza del pasado, que puede luchar por la felicidad eterna…

…………………………….
Aeropuerto Internacional de Seúl.

El moreno llegó apenas a tiempo para abordar el avión, se sentía ansioso y preocupado, sabía que no sería cosa sencilla hacerle ver a Jaejoong que lo amaba cuando tantas y tantas veces le juró amar a Yoochun con la misma intensidad; pero estaba dispuesto a hacerlo todo por él, por estar a su lado, por hacerlo feliz y enmendar el daño que le ocasionó. Vivir ese amor que estaba tan claro en su corazón pero que las ataduras del pasado le habían impedido aceptar…

- Jae… ¿perdonarás mi ceguera?... ¿me dejarás amarte después de tanto daño que te ocasioné? De haber sido un estúpido egoísta que solo buscaba el refugio de tus brazos y el consuelo de tus palabras sin reparar en el amor incondicional que me ofrecías…

…………………………
Hogar Kim.

- llegas temprano… - se extrañó So Lyn al ver a su hijo ya en casa…

- sí… es que… - suspiró. No tendría caso mentirle a su madre… no del todo… - tuve que renunciar al trabajo en el restaurante…

- ¿porqué, qué pasó?... – la mujer notó el matiz opaco en los ojos de su hijo…

- nada importante, mamá, no te preocupes… - entró a la cocina, una repentina necesidad de hacer postres… - complicaciones laborales, pero ya comencé a buscar otro empleo, más tarde tengo una entrevista… descuida, nada nos faltará… - harina, mantequilla, chocolate y otros ingredientes siendo depositados en la encimera…

- amas a esa persona, ¿verdad?... – le habló suavemente, notando la tristeza apoderarse del semblante de su primogénito… - el amor duele, hijo, pero…

- duele demasiado, mamá… - interrumpió inconscientemente, las lágrimas acudiendo a sus ojos nuevamente… - duele el saber que a pesar de todo, yo sabía que podía pasar, que lo nuestro no era verdadero, pero me enamoré y creí que entonces podía cambiar… - ya no pudo evitar romper en llanto, recordando la cruel realidad de su relación con el pelinegro…

- está bien, hijo, llora todo lo que necesites… - So Lyn le abrazó con esa calidez maternal que le permitía sentirse seguro…

…………………………………
Hotel Park. Oficina de Yoochun…

Ya todo en la oficina estaba desordenado, cuando el pelinegro se enterara que el delfín había renunciado esa mañana, un impulso de rabia consigo mismo se apoderó de su raciocinio y terminó por entrar y cual bestia enjaulada comenzar a lanzar cosas por todos lados, a romper inclusive algunos cuadros con el puño de sus manos ahora sangrantes. Por suerte nada de lo ocurrido ahí dentro podía escucharse afuera… aunque eso en realidad no le habría importando en absoluto.

Sentado en la silla de su escritorio, marcando una vez más al móvil de Junsu… escuchando una vez más la grabación que le indicaba que podría dejar su mensaje de voz después del tono…

- es obvio que no conteste ni quiera saber nada de mí… - resopló con frustración, dejando caer su rostro en el escritorio golpeándose la frente… - ni siquiera sé dónde vive… - y ante eso recordó un pequeño gran detalle… - qué idiota soy… - buscó el expediente del castaño, donde naturalmente estaba indicado el domicilio del delfín, y sin pensarlo dos veces se encaminó hacia allá…

………………………………
Hogar Kim. Mediodía.

- eh, buenas tardes… - saludó cordialmente a la mujer que abrió la puerta…

- buenas tardes…

- disculpe, ¿Kim Junsu se encontrará?... – semblante ansioso…

- lo siento, mi hijo acaba de salir hace unos minutos, ¿quién le busca?

- yo… perdone mi distracción, soy Park Yoochun… eh… - nervio… - Junsu trabajaba para mí, y, quería hablar con él para pedirle que volviera al restaurante… - no iba a decirle su intención real para con el castaño a la madre de éste, ¿cierto?

- puede decirme cuál fue la causa por la que mi hijo renunció… - el pelinegro palideció… y una madre observadora siempre puede entender una situación aún más rápido de lo que uno imagina…

- yo… ofendí a su hijo, Sra.…. y espero poder disculparme con él… - apartó la mirada avergonzado, sintiéndose analizado con la misma profundidad que su propia madre cuando busca la verdad…

- no es muy común que un patrón se disculpe con su empleado personalmente, ni mucho menos que demuestre una profunda culpabilidad… dígame, joven Yoochun, ¿cuál es exactamente la relación entre usted y mi hijo?... – cuestionó seriamente. El pelinegro le miró sorprendido y temeroso. ¿Cómo debía responder a eso?

………………………

Junsu esperaba pacientemente a ser llamado para una entrevista de trabajo. Mientras trataba fuerte de no pensar en su desilusión amorosa… fallando en el intento…

- solo un contrato… - murmuró con una triste sonrisa, recordando el momento en que le propusiera tal… - me pregunto que habrías hecho si te dijera para qué quería el dinero… si en algo hubiera cambiado todo… si por principio de cuentas no nos habríamos enfrascado en esta falsa relación…

……………………….
Boston, Massachusetts

La noche en esa parte del mundo cubría la ciudad, las titilantes estrellas brillaban con gracia romántica en el firmamento, la redonda luna de un precioso tono plateado lucía en lo alto.

Jae estaba en su departamento, lo sentía tan frío y solo, y además todo le recordaba al moreno. Que estaba pensando seriamente en levantarse al día siguiente con una sola cosa en mente… cambiarse de departamento.

- me pregunto qué estarás haciendo ahora, Yunho… - le preguntó al silencio de su habitación, rodando una vez más sobre su cama sin poder conciliar el sueño… - quisiera no haberte amado tanto como lo hago…

El moreno a bordo del avión viendo solo esponjosas nubes bordeando la enorme nave… nunca el tiempo se le hizo tan lento, deseaba ya poder estar en Boston, pero aún le quedaban un par de horas de vuelo….

- Te Amo, JaeBoo, no sabes cuántas ganas tengo de decírtelo, pero sobre todo, de que puedas creer en mis palabras…



Continuará……







Capítulo 10. Haciendo Mérito Con El Corazón En La Mano


… Amar es una de las experiencias más enriquecedoras de la vida, puedes llegar a conocer todo el repertorio de las emociones, desde la más hermosa hasta la más amarga, y aún así, al término e inicio de cada día sigues amando…

………………………………

Junsu salió de la entrevista cuando ya prácticamente era la hora de la comida, y aunque no tiene nada de hambre, le prometió a su madre llegar a casa para acompañarla, ya que So Lyn cocinaría algo rico especialmente para él, tan delicioso que lo haría olvidar por esos momentos su tristeza.

Subió a su motocicleta y antes de poder encenderla, su móvil volvió a sonar…

- juro que si es ése maldito ratón idiota, lo tiro a la basura… - pensó molesto… aunque una parte de su mente se preguntaba lo que Yoochun diría si hubiese contestado alguna de esas tantas llamadas que ha ignorado… pero el número era otro… - le dije claramente a tu novio que no te dijera nada…

- nada de qué, hyung… - Minnie al otro lado de la línea, caminando por uno de los senderos de la universidad…

- eh… ¿qué se te ofrece Min?... – “que impulsivo fui”

- tarde para ti, hyung, qué es eso que Seung no me tiene que decir… - escuchó al castaño suspirar al otro lado de la línea… - ¿hyung?

- te cuento luego, cuando nos veamos en casa… ó, ya sé, no tienes guardia hoy, ¿verdad?

- no, es mi día libre…

- vamos a tomar un café… ¡no! Mejor vamos a tomar a algún bar…

- ¿a tomar? Tú no bebes, hyung… ay no, qué pasó con el ratón… - no necesitaba pensar demasiado, conocía a su hermano, él ya se había temido que algo así pasara, sabe que el castaño se enamoró… y aunque por la actitud del pelinegro en el antro juró que era algo mutuo… es claro que se equivocó…

- luego, Min… - y cortó la llamada, encendió su moto y partió a casa…

………………………..
Hotel Park. Oficina de Yoochun.

Ahí estaba el pelinegro, tratando de ordenar todo ese desbarajuste que él mismo ocasionó… sus manos vendadas… después de que su “suegra” le hiciera el favor de atenderlo mientras conversaban en la casa de su delfín momentos antes…

……flashback…….

- la relación que existe entre su hijo y yo es laboral, señora… - nunca… contando incluso a su propia madre… se sintió tan nervioso de responder una pregunta…

- porqué no pasa, joven, permítame curar esas heridas, no dé motivo de que se puedan infectar, toda herida debe atenderse en el momento justo, o el tiempo puede pesar sobre ellas… - le dijo con amabilidad, haciéndose a un lado para permitirle el paso a su modesto hogar…

El pelinegro hizo una reverencia en agradecimiento, no negando la invitación de la Sra. Kim y entonces se dio cuenta de que esa mujer tenía la misma facultad que Junsu de hacerle sentir envuelto por calidez… claro que tratándose del castaño aquella sensación es avasalladoramente diferente. So Lyn le indicó que se sentara en el sofá más amplio de la sala, en tanto ella buscaba el botiquín que el propio ChangMin equipó, humectó un pedazo de algodón con alcohol y comenzó a limpiar los nudillos de su mano derecha…

- ahora, si en verdad quiere disculparse con mi hijo, mejor será que comience a ser sincero, Park Yoochun… - sonriendo con amabilidad, So Lyn le miró directo a los ojos…

- señora, yo… - intimidado por la expresión bondadosa de la mujer, bajó la mirada sumiso, nervios, avergonzado, temeroso, culpable… todo eso a la vez…

- usted quiere a mi hijo, puedo verlo en sus ojos y leerlo en su actitud, pero es obvio que algo muy malo pasó… - inconscientemente el pelinegro se puso de pie como resorte…

- yo… cómo sabe…

- una madre siempre conoce a sus hijos, joven Yoochun… ahora, vuelva aquí para que pueda terminar con lo que estaba haciendo y dígame que piensa hacer para enmendar su error, cualquiera que haya sido y que prefiero no me diga… - tono serio, mirada dura. El pelinegro obedeció, sentándose nuevamente a lado de su “suegra”, sintió que tomaba otra vez su mano y comenzaba a poner un vendaje en ella mientras volvía a sonreírle con amabilidad…

- en realidad… - comenzó, la garganta seca, carraspeó nerviosamente y procedió… - pensaba hablar con él y explicarle lo que… - se quejó un poco cuando la mujer tomó su otra mano y pasó el algodón con alcohol sobre una cortada un poco más profunda… - un malentendido entre nosotros… -

- es un buen inicio… - tomó unas pinzas para sacar un trozo de cristal enterrado en la piel en uno de los nudillos… - pero como debe imaginar, mi hijo no le dejará hablarle tan fácilmente…

- lo sé… - por un momento tuvo la idea de que su “suegra” disfrutaba de curarle las cortadas… - pero así tenga que rogarle, le convenceré de que me permita hablar… yo… amo a su hijo, señora… - sinceró… muchas sensaciones corriendo en esos instantes por su cuerpo, comprendiendo ahora cómo debió sentirse Junsu cuando lo presentara con Jo Nang…

- es bueno saberlo… - terminó de colocar un vendaje en esa otra mano, terminando con su labor… - pero es Junsu quien necesita escucharlo… y si le ama con el alma y de corazón, no se rinda hasta que mi hijo le perdone y crea en sus palabras, pero sobre todo… en sus acciones… - recogió el botiquín y tiró los algodones ensangrentados…

- ¿a usted no le preocupa o incomoda que… yo quiera a su hijo de ésa manera?...- la mujer le observó profundamente de pies a cabeza, clavando especialmente su mirada en las orbes del pelinegro… quien esa vez no la apartó, si iba a luchar por Junsu comenzaría por demostrarle a su “suegra” que estaba dispuesto a ello…

- mientras mi hijo pueda ser feliz, jamás me importará a lado de quién sea… - respondió seriamente… para luego curvar una sonrisa llena de amor maternal…

- gracias, señora… - hizo una reverencia cordial… - le prometo que haré hasta lo imposible por hacer feliz a Junsu… una vez que consiga su perdón… - murmuró, preocupado nuevamente por ese pequeño gran detalle…

- si el amor es verdadero y mutuo, no dudo en que lo conseguirá…

……flashback……

- ya verás delfín, voy a demostrarte que merezco el amor que tan incondicionalmente me entregaste…. – aseguraba en tanto acomodaba el archivero y recogía los papeles tirados en el suelo…

…………………………..

Naturalmente, So Lyn le mencionó al castaño que un atractivo joven de nombre Park Yoochun había ido a buscarle esa tarde (dato que hizo que el castaño sintiera emoción porque podía significar que le importaba… pero también pensaba en la posibilidad de que solo lo hiciera para decirle que todo acababa entre ellos), más no mencionó nada respecto a la conversación que mantuvieran…

- técnicamente no hubo nada entre nosotros, nuestra relación era solo un contrato, pero… - suspiró, recostado en su cama… - no tendría que haberme enamorado de ese ratón idiota, ególatra, manipulador… - pero su enojo desaparecía cuando recordaba esos momentos en que lo hizo sentir realmente especial… - cómo pudiste jugar así conmigo, Yoochun, sé que amas… - él tiene la creencia de que aún es así… - a Yunho, pero no tenías que seguir tratándome como tu novio si ya estabas con él… eso duele… duele mucho…

…………………………..
Boston, Massachusetts…

Yunho se apresuró a tomar un taxi en cuanto salió del aeropuerto, quería llegar cuanto antes posible al departamento de Jaejoong. Eran las once de la mañana, tiempo en la ciudad; el sol resplandecía y el cielo estaba de un azul precioso… el sonido peculiar de la metrópoli recibiéndole con su ritmo de vida…

¿Cuántas horas llevaba ya sin dormir? Ah, en verdad no importa, lo único que quiere es encontrarse con el rubio, decirle una y mil veces que lo ama, pedirle tan solo una… una oportunidad de demostrárselo, de poder estar a su lado y amarlo como se merece. Miraba por la ventana del taxi los altos edificios y rascacielos, reconociendo varios lugares en los que estuvo con Jae… el restaurante de cada fin de semana, el centro comercial de los días de perder el tiempo, el cine del que siempre salía riendo y criticando como si fueran grandes conocedores del tema, los bares de liberar el estrés… la cafetería en que se conocieron…

- cuántos recuerdos, Jae… cuánto tiempo a lado de la persona indicada y yo sin darme cuenta… - pensaba, sonriendo con nostalgia… - dios, en verdad ruego que no sea demasiado tarde para estar juntos…. – finalmente llegó a la dirección indicada, pagó el taxi y se quedó unos instantes contemplando el Edificio donde se encuentra el departamento de su JaeBoo.

Suspiró, se acomodó la pequeña maleta cruzada en el pecho y tomó otra más grande en su mano izquierda, ingresó al lugar con el corazón latiéndole ansiosamente. Tomó el ascensor y subió hasta el sexto piso, salió y se dirigió a la segunda puerta por el pasillo a la derecha. Tocó una… dos… tres… cuatro veces… y nada. Acercó el oído a la puerta para tratar de escuchar algo que le indicara si había alguien dentro, pero fue en vano, solo silencio.

- el joven que vivía ahí se mudó ésta mañana… - el propio, y nuevo, administrador del edificio le dijo…

- ¿se mudó?... – sorpresa, temor, ansiedad… - le dijo por casualidad a dónde?...

- no, fue extraño porque tenía pagado hasta el mes entrante, pero ésta mañana me entregó las llaves y dijo que podía arrendarlo nuevamente porque él ya no lo iba a necesitar…

- gracias… compermiso… - sintiéndose de pronto perdido, el moreno se dirigió al ascensor, pero casi inmediatamente una idea cruzó su mente, regresando otra vez con el hombre… - disculpe, aún no lo ha rentado, ¿verdad?

- no, aún no…

- yo lo tomaré… - después de firmar un contrato, el moreno terminó instalándose en ese departamento que tan bien conoce, si en varias ocasiones pasó la noche ahí a lado de Jae, abrazado a él en aquellos días en que la tristeza le embargaba. Todo seguía igual, los mismos muebles en el mismo orden, todo limpio, se notaba que el rubio solo había tomado su ropa y partido, porque hasta la ropa de cama era la misma que usara esa única noche que durmió ahí… - aún huele a ti, JaeBoo… - aspiró el aroma de la almohada, casi sintiendo su calor entre esas sábanas… - ahora cómo haré para encontrarte… - su vista clavada en el techo… - supongo que comenzaré por los lugares que frecuentábamos, y consultaré en los periódicos sobre ofertas de trabajo para chef, visitaré tu antiguo empleo… - y sin perder más tiempo, salió de la cama, se duchó, se cambió y salió en busca de Jaejoong.

……………………….
Seúl, Corea.

Junsu estaba con ChangMin y Lee Seung en un bar tomándose una cerveza, pero aún no les contaba nada sobre Yoochun, y los chicos estaban demasiado intrigados al respecto.

- hyung, preferiría que soltaras la sopa antes de que te emborraches… - el menor le quitó el vaso de cerveza al castaño para que dejara de tomar… era el tercer vaso que se tomaba casi de un solo trago…

- pues no te creas que tengo tantas ganas de “soltarte la sopa”, no es algo que me hace precisamente feliz… - frunciendo el ceño, el delfín trataba de que su hermano le devolviera su vaso de cerveza…

- justamente, por eso es mejor que lo hables, pero embriagarte no lo hará menos doloroso, hyung… - le regañó Min. Seung se limitaba a escuchar…

- Yoochun volvió con Yunho… - la tristeza volviendo a su mirar… - lo descubrí por casualidad esta mañana…

- ¿quién es Yunho?... – preguntó el chico de ojos claros, y es que ellos dos no habían estado al tanto el día del antro…

- un exnovio, o novio más bien, bueno… ya entienden, ¿no?...

- Igual Yoochun no era un alma de dios, pero tampoco esperaba que fuera capaz de hacerte algo así… - comentó con severidad su cuñado, seguro de que la próxima vez que viera al pelinegro no se escapará de por lo menos unas cuantas palabras de su parte… - cómo saliendo contigo va y se mete con su exnovio…

- hyung, ¿él no habló contigo, no te explicó nada?, se olvidó de, ya sabes… - el contrato YooSu…

- francamente, Min, lo del ya sabes, no debió ser más que el pretexto perfecto para jugar conmigo, y yo como necesitaba ese dinero pues ni siquiera lo pensé, a lo mejor él sabía para qué lo necesitaba y aprovechó la oportunidad…

- oigan si hablan en clave me pierdo, qué es eso del “ya sabes”… - los interrumpió Seung…

- ya no importa, Lee, de todas formas se acabó…. – aprovechando la distracción de su hermano (que pensaba en hacerle una visita al ratón), el castaño tomó su vaso de cerveza y lo bebió de un solo trago…

- ¡hyung!... – le reprochó el menor…

- dicen que las penas con alcohol son buenas… - soltó con una sonrisa, un hipido saliendo desde su garganta, las mejillas teñidas de rubor por efecto de la cerveza…

- creo que ya se le subió… - Seung preocupado…

- no me digas, cariño, no lo había notado… - Min sarcástico…

- vayamos a bailar a un antro… - Junsu ebrio…

…………………………………
Antro Zion.

Junto con el “Destination”, éste es uno de los antros más populares del distrito, reconocido por su ambiente de misterio y ritmos variados que envuelven a sus visitantes en un mundo enigmático de sensaciones que activan la adrenalina apenas entras. Lásers en tonos verde, escarlata y azul parpadeando constantemente en todo el recinto; todo el personal del local vestidos con trajes oscuros, el color negro predominante en todo el mobiliario…

Los hermanos Kim y Seung ya estaban en una mesa al fondo del antro, el castaño tomándose otra cerveza, Min y Lee preocupados por ello, pero no habían tenido más opción que seguirlo, era eso o dejarlo solo… mh, definitivamente ni pensar en la segunda alternativa. Tampoco podían culparlo por sentirse con la necesidad de hacer lo que no muy comúnmente… sobre todo embriagarse… pero consideraron que salir a divertirse le vendría bien…

- vamos a bailar… - anunció alegremente, coordinando apenas sus pasos, arrastrándolos a la pista de baile…

- ésta va a ser una noche larga… - suspiró el menor, siguiendo el ritmo de la música, que por alguna razón lo transportó a aquella escena de una película llamada “Matrix” en la que todo mundo baila con derroche de sensualidad que cautiva…

Y realmente por eso no le extrañó que las personas comenzaran a amontonarse y danzar con movimientos eróticos, no tampoco que su novio se le pegara por detrás dejándole sentir esos roces morbosos contra su trasero y sus manos comenzando a filtrarse por debajo de su camisa. El castaño estaba viéndose de frente a su hermano… pero bailar con él con aquella melodía no motivaba en absoluto…

- preferiría que estuviera… no, ese ratón traicionero no… - se regañó mentalmente, frunciendo el ceño por terminar pensando otra vez en Yoochun… cuando unas manos se posaron en su cintura y una sensual voz le susurró a su espalda…

- definitivamente, que bien bailas, Junsu ah… - ese tono varonil le erizó la piel…

- Yoo… - girándose pensando por un momento que era el pelinegro, se sintió ligeramente decepcionado al toparse con el morocho… - Hwan… qué haces aquí… - hablando con voz trabada por la borrachera, hizo que el menor Park retirara sus manos de su cintura…

- lo mismo que todos, divertirme… - respondió sonriendo con seguridad, aún moviéndose al compás de la música, manteniendo una distancia apenas perceptible con el cuerpo del castaño…

Min y Seung seguían inmersos en su propio baile candente que los estaba haciendo desear salir de ahí y perderse en algún lugar privado para pasar un muy buen momento a solas. Tan envueltos en su mundo que Junsu había desaparecido de su radar de atención.

El castaño ya no dijo nada al morocho, simplemente decidió que bailar era lo que había ido a hacer y por nada iba a dejar de hacerlo. Quería poder olvidar a Yoochun por lo menos unos instantes… pero el hecho de que Yoo Hwan estuviera ahí lo hacía imposible… porque tienen el mismo tono de cabello, la misma profunda mirada, esa sonrisa sensual y…

- ¡mierda! No puedo dejar de pensar en ese ratón traicionero… - cerrando los ojos para no ver al morocho frente a él, trató de no pensar, de solo dejar que la música lo envuelva con su ritmo y todo lo demás desaparezca…

Yoo Hwan lo observaba y podía entender porqué su hermano se había fijado en él, en ese rostro de ángel y cuerpo excitante (con esa manera de moverse que enciende pasiones), una peculiar mezcla de inocencia y provocación con esas mejillas sonrojadas, la expresión de disfrute por el baile, la sonrisa tímida… cómo no ceder a la tentación de probar esos labios…

Junsu abrió los ojos con sorpresa cuando sintió una boca acariciando la suya, incitándole a corresponder el beso, por un instante lo hizo, pero al ser consciente de que lo estaba haciendo y con quién, se apartó bruscamente y salió, entre empujones con otros en la pista, de ahí, su corazón latiendo apresurado en su pecho….

- qué se cree, que porque Yoochun hizo conmigo lo que quiso voy a caer igual con él… - sintiéndose molesto con el morocho por haberle besado de esa manera, caminó hasta salir del antro y chocar con alguien al dar un paso en la acera… - perdón… - pero frunció el ceño y maldijo su suerte cuando reconoció al pelinegro… y con eso la borrachera prácticamente despareciera…

- Junsu… - demasiado contento de por fin encontrarlo… sí, bueno, después de haber estado insistiendo llamando a su móvil y que no le contestara en todo el día, después de los varios mensajes de texto y de voz no respondidos; de que So Lyn le dijera que su hijo había salido a divertirse con su hermano a algún bar, el pelinegro pasó horas buscándolo en los bares, hasta que se decidió por revisar los antros comenzando con el Destination, y ahora cuando iba a entrar aquí, se topa con su delfín… - me alegra tanto encontrarte…

- oh sí, claro, lo imagino… - ironizó con tono fuerte, mirando hacia la calle esperando que un taxi pasara lo antes posible y retirarse de ahí…

- Junsu, tenemos que hablar, por favor…

- no tengo nada que hablar contigo… - pero una parte de sí lo deseaba… - ya sé que el contrato terminó, a fin de cuentas tú mismo lo rompiste saliendo con alguien más, así que ni siquiera tengo que preocuparme por pagarte el dinero, ¿genial no? Tal vez ahora deba dedicarme a eso… - su dolor hablando por él…

- jamás fue mi intención hacerte sentir de esa manera… - tono desesperado…

- seguro, por eso se te ocurrió por principio de cuentas hacer lo del contrato, verdad; y después enamorarme como lo haces con cualquiera, ¿no? Hasta poder acostarte conmigo tan solo para volver con Yunho. ¡Eres un imbécil Yoochun!... – un golpe al pecho del pelinegro… - jugaste conmigo, no me vengas ahora con que no… - el pelinegro abrazándolo con fuerza…

- perdóname… - el llanto motivado por la culpa acumulándose en sus ojos…

- suéltame… - forcejeaba, comenzando a sentir sus propias lágrimas surcar sus mejillas… - ¡suéltame, Yoochun!... – pero esos brazos se negaban a soltarle…

- yo sé que fui un idiota haciéndolo todo mal, pero nunca volví con Yunho ni pasó nada entre nosotros en éstos días…

- y esperas que te crea…- espetó claramente incrédulo…

- sé que no me crees, no te di ningún motivo para creerme, diciéndote que aún lo amaba, viéndolo a tus espaldas, sin darme cuenta de que era lo peor que podría haber hecho, pero te juro, por la memoria de mi padre, que nada pasó entre Yunho y yo, que he comprendido que ya no lo amo, que me enamoré… de ti, Junsu ah… - el castaño desistiendo de su intento por liberarse de su abrazo… - perdóname…

- suéltame, Yoochun, por favor… - ya el enojo se había ido, pero aún estaba herido, el hecho de que jurara por la memoria de su padre significaba que era sincero, pero… - quisiera poder creer en todo lo que dices… - el pelinegro cediendo el abrazo… - pero no es fácil, ¡me mentiste! Dormiste en la misma cama que él, ¡le besaste! No importa si nada más pasó entre ustedes, me hiciste creer que sentías algo especial por mí mientras tratabas de volver con él…

- lo sé, y no puedo hacer ya nada para cambiar lo pasado, son mis errores y cargaré con ellos, pero no voy a renunciar a ti, Junsu ah… Te Amo… - el delfín se estremeció… - esa es la única verdad, porque aunque no lo creas, mientras te enamorabas de mí yo me enamoré de ti también… voy a arrepentirme el resto de mi vida por haber mencionado lo del contrato esta mañana… - el castaño frunció el ceño… - pero también estoy agradecido por su existencia, porque gracias a él pude conocerte durante estas semanas, y aunque la forma no fue la correcta, como quiera que sea fue lo que me unió a ti…

- ¡hyung!... – la voz de Minnie interrumpiéndolos…

- vámonos… - apartándose del pelinegro sin decirle más nada ni dirigirle una última mirada, el castaño fue a encuentro de su hermano y cuñado…

- ¿todo bien?... – el menor escudriñando al ratón, mientras su novio estaba que se lanzaba a golpearlo por atreverse a buscarlo…

- sí, vámonos… - sentía la mirada de Yoochun sobre sí, pero quería pensar, necesitaba pensar… porque todas sus palabras se escucharon sinceras, pero no quería equivocarse y volver a él tan fácilmente…

El mayor Park le siguió con la mirada, sentía la vista analítica de Min sobre su persona, y la de Seung enterrándolo tres metros bajo tierra… y no los culpaba, se había ganado aquello a punta de errores e indecisiones. Los vio subir al auto del chico de ojos claros y partir. Al final, no había podido siquiera conseguir unos minutos más de tiempo a solas con el castaño. Pero sabía que la última palabra no estaba dicha aún… que todavía tenía más que hacer por su delfín hasta que crea en sus palabras y acciones…

Yoo Hwan había estado escuchando todo, oculto entre las sombras de una columna que forma parte de la fachada del antro, a una distancia prudente de donde Junsu y su hermano habían tenido esa pequeña e importante conversación. Le quedó claro que ellos dos en verdad se quieren, y aunque Junsu le gusta, su corazón ya tiene dueño, pero por el cariño que le tiene está dispuesto a ayudarle a someter a prueba los sentimientos de su propio hermano.

…………………….
Día siguiente.

Junsu venía saliendo de una Agencia de Trabajo cuando vio a Yoo Hwan recargado en el cofre de su auto estacionado en la entrada, mirándole con una sonrisa…

- cómo es que últimamente me lo topo en donde sea… - pensaba, mientras hacía de cuenta no haberlo visto y caminaba por la calle hacia su izquierda, a unos metros su moto estacionada…

- aún no encontramos un buen repostero para cubrir tu puesto en el restaurante… - siguiéndole, el morocho le habló con tranquilidad, sus manos en los bolsillos de su pantalón…

- Lee Seung es perfecto… - subió a su moto, esperando que el morocho comprenda la indirecta de “no me quedaré a hablar”…

- sí, es casi tan bueno como tú, pero el problema con él es que solo puede cubrir medio tiempo, y tú sabes que necesitamos a alguien de tiempo completo…

- pues espero que encuentren a alguien pronto…

- siento haberte besado anoche sin autorización de tu parte… - notó un sobresalto en el castaño, pero no recibió respuesta alguna, solo le vio colocarse el casco y prepararse para partir, pero antes volvió a hablar… - Yoochun si te ama, aunque me cueste admitirlo porque me hubiera gustado salir contigo… - el castaño simplemente pestañeaba sorprendido y confundido por el rumbo de la conversación… - pero también estoy de acuerdo contigo al no perdonarle lo que te hizo, mi hermano merece sufrir antes de que vuelvas con él…

- y quién dijo que pienso volver con él… - soltó con molestia e incomodidad….

- le amas, y en el fondo quieres que te demuestre que hablaba en serio para estar juntos otra vez, por eso no apagas tu móvil pero ignoras sus llamadas y mensajes… - el castaño ocultó su mirada sin poder refutar ese argumento… - por suerte mi hermano está bastante desesperado por hacerte ver que dice la verdad que no se da cuenta de que se lo gritas en silencio…

- ¿acaso viniste a interceder por él?

- más o menos… - sonrisa divertida… - pero también a proponerte algo… - déja vu…

………………………….
Boston, Massachusetts.

Dos días habían pasado ya desde su llegada, y aún no ha tenido suerte de encontrarse con Jae. Ha visitado ya todos los lugares en los que pensó podría llegar a verle, incluso acudió a los lugares en que se arrendaban departamentos en la última semana, no teniendo fortuna de haber averiguado si alguno de ellos había sido rentado por Jaejoong, y por ellos no podía evitar sentirse angustiado y ansioso…

- dos días… dos largos días y ni rastro de ti, Jae… - el moreno había vuelto a su departamento (que de algún modo sentía no era solo suyo) cerca de la medianoche, cansado de tanto ir para allá y para acá… - no tengo idea de qué hacer ahora… - murmuró tapando su rostro desesperado con sus manos, recostado sobre la cama… - dios, ¿me equivoqué tanto que no me permitirás estar con él?... – sus ojos nublándose de llanto…

……………………………
Suburbios aledaños al centro de la ciudad…

- gracias por permitirme quedarme contigo, Tommy… - el rubio llegó a un departamento acompañando a un chico de rasgos latinos y tez morena, alto y atractivo… llegaban de una fiesta ofrecida por un amigo del nombrado…

- ya, Jaejoong has estado agradeciéndome desde ayer, ya te dije que no hay porqué agradecer, además que es mejor que vivir solo… y tú eres un muy buen amigo, alguien que se fue un día sin despedirse… - medio bromeó… - vas a contarme de una vez lo que te traes, nada más te acuerdas de que estuviste en Seúl y te cambia la cara, además, el hecho de que Yunho no haya vuelto contigo ya es mucho que decir… qué pasó?

- lo que tenía que pasar… - el rostro del rubio entristeció nuevamente…

- recuerda que una vez te dije que las cosas en las relaciones sin importar el género deben tomarse con seriedad y egoísmo, tendrías que haber luchado por lo que quieres, si estás enamorado de él deberías haber tratado de conquistarlo, no lanzarlo tú mismo a brazos de otro… - y aunque no parezca, Tommy es heterosexual, pero eso no quitó que desarrollara un cariño fraternal por el rubio una vez que coincidieron en el trabajo casi un año atrás…

- ya no importa, ahora Yunho debe estar contento con Yoochun… - diciendo eso, se encerró en su habitación dando por terminado el tema…

- entonces, porqué lo vi esta tarde caminando por el centro de la ciudad… - pensó… y una sonrisa apareció en sus labios… - interesante la forma en que la vida da sus giros…


Continuará……

5 comentarios:

  1. Ojala Yunnie encuentre ráido a Jae...^^

    Y que sera lo que se trae en mente Yoohwan???

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  2. Siiii yunho bobo se dio cuenta de qe ama a Mi jae <3 son tan lindos *-* Qe yoochun se la juege con todo para hacer que junsu le creo
    Yoo hwan que ara :S me tiene expectante
    Feña~

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  3. adnrtg! que bueno que termino por completo el 2Yoo! ... ya sé, que mala soy pero... es que no son el uno para el otro (? okay okay!

    Waaaaaaaa! ojala que Yunho encuentre a JJ & Yoochun recupere a Junsu!!!!! *o*

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  4. jooooooooooo... vamos yujnie!!!!! tu puedes entrar joongie!!!!!! buscalo!!!!!

    junsu!!!no perdones tan facil al raton... que sufra el desgraciado!!!
    okey no... es lindo ^^

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  5. Ay Dios que cooosas lloro como Magdalena por qué Jae está sufriendo!!! Ese Tommy me va a caer muy bien si le ayuda a Yunho a Dar con Jae de por sí ya me agrada por tolerante. Y YooHwan... Atrevido de porra... Si no fuera porque le pondrás las peras a cuarto por su bien a mí Chunnie te daba tus zapes.

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”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien