Serial UNEXPECTED DESTINY (Secuela de SCANDAL)

Título: UNEXPECTED DESTINY (Secuela SCANDAL)

Autora: Felina

Colaboradoras: Maki & Duva <33

Parejas: YunJae, YooSu, HayaMin, 2Min Shinee, DaitoxKey, blingdubu, KhunYoung, ChanHo, TaecJay (y creo que de momento ya xDD)

Género: Romance, Comedia, M-preg

Clasificación: NC-18

Advertencia: Lemon (a veces pienso innecesario advertir si ya me conocen xD)

Resumen: Las coincidencias de la vida deben existir, sin duda; pero ¿Y entonces el Destino qué papel juega en la misma?

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UNEXPECTED DESTINY

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PRÓLOGO

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Comencemos el relato de ésta nueva historia de la forma más decente posible –Felina muerde el tapón de su lapicero y piensa en las palabras adecuadas para iniciar, toma un sorbo de café y analiza acerca de lo trivial que puede resultar esto– ¡Bah! Solo pretendamos divertirnos y pasar un buen rato a partir de ahora –suspira y mira de soslayo la cara de pocos amigos que de ya ChangMin –alias garrosha maltrecha xD– lleva pintada en el rostro, mientras tanto Jaejoong prepara la comida, Yunho lee una revista, Yoochun y Junsu juegan en el play (el ratón le ha apostado a su delfín que si gana esa noche experimentarán cierta escena leída en un fanfic de nombre Darkness Deep, por tanto, hay demasiado en juego para ambos, ya que el castaño, avergonzado hasta la médula, se niega en rotundo en cumplirle aquella salvaje fantasía a su novio); y Hayami permanece sentado al lado de su novio que, oh sí, acaba de recibir la noticia más impactante de toda su vida.

Y no, no es que le hayan anunciado que en un par de semanas se olvidará de la exquisita comida de Jaejoong umma (cosa que dicho sea de paso, sí, también le cayó como balde de agua helada –y le bajó el calor hormonal que últimamente se carga cual gatito insaciable persiguiendo hasta en las grabaciones a su león semental (?)– porque con eso del embarazo –ajá, sí, leyeron bien– los esfuerzos se limitarían al máximo; sino que además…

Él también está embarazado.

Perfectamente bien leído. Estimado público lector; Shim ChangMin goza de excelente salud y está en vías de convertirse en umma. Dos maravillosos meses de mal humor y visitas constantes al baño para deponer lo que ni siquiera ha comido… oh sí, ChangMin estaba disfrutando de aquéllos días.

- tengo hambre… - gruñó de pronto el morocho… frunciendo un poco más el ceño cuando notó la mirada divertida de su novio mirarle de reojo.

Por supuesto, su estado actual solo delató lo uke que es, y eso, sobra decir, es lo que en realidad le pone tan malhumorado (situación que, cuando se encuentran a solas, Mokomichi sabe perfectamente bien cómo manejar; unas caricias por aquí, besitos por allá, palabras calmadas y mucha, mucha paciencia)

- voy a ver si Jae hyung tiene algo para ti… - Hayami le besó la mejilla (sabiendo que vendría ese gruñido a cambio, pero que a decir verdad, le encantaba –seguramente que tenía un lado masoquista muy a flor de piel por causa de ese morocho que le tiene completamente enamorado-) y se perdió en cuestión de segundos en la cocina.

Jaejoong parecía absolutamente concentrado e interrumpirlo le daba un poco de vergüenza, durante aquellos meses conviviendo con la familia de su novio se ha dado cuenta de cuán celoso es el pelioscuro cuando de su territorio (físico=cocina; emocional=Yunho) se trata.

- ¿Minnie tiene antojo?... – el pelioscuro habló con voz casual, recibiendo apenas una afirmación con tono, lo jura, avergonzado; ha comprendido cuánto respeto le tiene el japonés (no por nada es el umma xD) y él no piensa complicarle las cosas… - suficiente tiene con el humor que Minnie se carga desde que el médico le dijo que espera bebé… - pensó y una risita cantarina escapó de sus rojos labios, en tanto busca algo en la nevera que recalentar para entretener el estómago irrellenable de su crío número uno.

Mokomichi volvió con su novio con ese plato recalentado de pasta y algunas verduras cocidas con pollo que Jaejoong rescató para su crío de la cena anterior (con suerte sobrevivían los alimentos en esa casa cuando tres jóvenes con exceso de hambre habitan bajo el mismo techo). ChangMin recibió encantado su tentempié y atacó el platillo ignorando olímpicamente a su novio, pero al japonés aquello no le molestaba, después de todo en aquellos meses sabe que sería prácticamente un eslabón al que el morocho se sujetará solo cuando le venga en gana, y todo lo vale por el simple –y maravilloso– hecho de convertirse en papás.

- ToT ratón malo… - se escuchó de pronto el lamento del castaño, quien con ojos lacrimosos miraba la pantalla todavía incrédulo del resultado que parpadea ahí…

- gané y fue 100% legal, delfincito de mi corazón… - se defendió tratando de parecer lo más neutro que podía, pero aquella picardía adornó sus labios y brilló en sus profundas orbes negras… - al menos no te pedí la escena del antro… - susurró el pelinegro lo suficientemente claro para que solo su novio le escuchara… oh bien, ni tanto, su voz ronca fue perfectamente escuchada por Hayami, y lo habría sido para el mismísimo ChangMin –solo que su comida era más importante–, logrando que el japonés riera ligeramente divertido, pero también un poco avergonzado; una cosa es cuando aquél tipo de temas se tratan en la intimidad, otra cuando terminas por enterarte de la vida sexual de tus amigos.

Junsu volteó a mirarle y al instante todo su rostro se encendió al rojo vivo. Yoochun era un malvado por obligarle a cumplir aquellas fantasías eróticas que alimentan esa personalidad fogosa que siempre puede con la faceta tímida y tierna del castaño. Aunque vamos, no es que se queje de nada de eso, por el contrario, llega el momento justo en que sumido en el calor y los exquisitos besos del pelinegro, que él no puede más que rendirse y seguir el ritmo frenético de la pasión que encienden los dos.

- Yunnie… - resonó la cantarina voz del pelioscuro desde la cocina y el moreno salió disparado hacia allá como si de hecho hubiera estado esperando el llamado de su amor.

No, no piensen que muy a esa hora y con tanta gente en esa casa se pondrán a hacer cosas en plena cocina (además de que realmente Jaejoong no cede tanto a aquellas bajas pasiones porque, ya lo dijimos, su cocina es sagrada); sin embargo, para Yunho estar lejos (como si hubiera tanta distancia -_- xD) de su novio era casi, casi igual a un trauma existencial; y aunque solo le llamara para que le ayude a cargar cosas pesadas o alcanzar algo en la alacena, el moreno encantado de estar en el mismo perímetro que el mayor. Obviemos que dicho perímetro sea de preferencia donde pueda verle o abrazarle disimuladamente y con el mismo tono casual robarle algunos besos.

- Yunho… - sonrió suavemente cuando sintió los brazos del moreno rodeando su cintura con sumo cuidado a sus espaldas y depositando un beso en la unión de cuello y hombro….

- ¿Te ayudo en algo más?... – cuestionó con tono tranquilo, rogando mentalmente porque no lo mandara de regreso a la estancia, él solo quería quedarse a su lado, escuchar su respiración y oler el aroma de su cabello.

- quédate quieto ahí, nada más… - giró el rostro dedicándole una sonrisa y siguiendo luego con su labor aunque se distrajera un poco por causa de ésa cálida respiración en su oído… - deberíamos comenzar a comprar cosas para nuestro bebé, ¿no crees?

- ya tengo una lista en cuanto a muebles e incluso algunas casas que tenemos que comenzar a ver…

- vamos a mudarnos todos juntos, ¿verdad?

- hay que platicarlo con los demás como la familia que somos, JaeBoo… - el moreno hubiera querido decirle definitivamente que sí, pero la verdad es que el tema no se ha mencionado y cabe la posibilidad de que cada quien tome su camino ahora que la perspectiva de sus vidas se ha ampliado…

- me gustan las familias grandes… - la suya lo es y le encanta… - no quisiera separarnos, extrañaría demasiado a los chicos… - susurró de último queriendo evitar la melancolía que sentía de solo pensar en eso.

- no pienses eso, verás cómo seguro terminamos yéndonos a un lugar más amplio todos juntos… - trató de confortarle meciéndole delicadamente y besando su pelo.

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Así transcurrió esa tarde… y muchas más en adelante hasta que aquel primer trimestre culminó para los tres con algunos pocos días de diferencia entre embarazo y embarazo. Mientras Jaejoong tocaba los 3 ½ meses de gestación, Junsu pasaba por los 3 y 10 días, y ChangMin entraba en punto al período.

Así, para cuando el momento de la segunda ecografía llegó, junto con ella llegaron las sorpresas. Jaejoong tendría una bebita y está en perfectas condiciones (a Yunho casi le da algo al saber el sexo de su peque, tener una bebé implicaba muchas más responsabilidades que un hijo ¡La perseguirán los lobos! Porque segurito, segurito, hereda toda la belleza y hermosura de su Jaejoong) Junsu, para beneplácito del orgullo seme de Yoochun (aunque de hecho nada tiene que ver su potencia con aquello, pero ni la explicación paciente –obviemos el sarcasmo- de ChangMin le había desinflado el ego varonil) espera gemelitos, según se dejaron ver, la parejita (por ahora el pelinegro no ha captado todo lo que conlleva aquella noticia, será trabajo doble y por tanto, aún menos tiempo a solas con su delfín, sumado a aquello que se vendrá cuando los años pasen y su princesa –como ya ha comenzado a llamarle- se convierta en una linda señorita que sea cortejada por niños). Finalmente, ChangMin (para sorpresa absoluta de todos) recibió la noticia de que en su vientre crecen magníficamente, un par de varones que, sobra decir, serán otro par de hermosos gemelitos.

- que yo sepa no hay antecedentes en mi familia ¿En la tuya hay?...

- pues no sé, Minnie, pero le preguntaré a okasa… - sonrió despreocupado por averiguar aquellos detalles que, sinceramente, en aquel momento no le importaban en absoluto.

- ¿Cuándo se lo diremos a nuestros padres? No somos unos críos adolescentes para estar ocultándolo… - señaló con tono serio…

- no les habíamos dicho ni siquiera sobre que estamos saliendo porque, te recuerdo, dijiste que terminarían enterándose por las revistas, específicamente, que seguro mi amiga ya les habría mandado en exclusiva la primicia… - explicó ofreciéndole esa sonrisa divertida que sabe exaspera a su novio y coloca ese ceño fruncido que no tarda en besar mientras le abraza y escucha esos gruñidos inconformes que no se convierten en protestas verbales porque, ChangMin sí dijo todo aquello.

- vamos a decirles…

- muy bien, llamo a mis padres y les hacemos una visita; y entonces tú solo me dices cuándo recibimos a mis otros suegros… - (con eso de que el YunJae aún tiene complejo de appas postizos xD)… - porque no creo que sea conveniente en tu estado que viajes…

- ¿Por qué te lo tomas tan a la ligera?... – el menor dong bang le miró de brazos cruzados… - no vas a decir cualquier cosa; estamos hablando de nuestra preferencia sexual y el hecho, poquísimo común, de que siendo varón esté embarazado.

- ¿Y tomarlo de otra manera va a cambiar en algo el hecho de que así es?... – el japonés replanteó con suavidad, teniéndole esa paciencia que, el morocho sabe, nadie más podría tenerle (la reportera estrella de SCANDAL lo mencionó en algún artículo no hace demasiados números atrás de la afamada publicación) mientras le aman y le ofrecen toda esa seguridad que supera hasta sus humores más agrios o los comentarios más sarcásticos que puedan salir de sus labios… - Te Amo, ChangMin; y saber que tendremos a nuestros propios hijos me hace estúpidamente feliz, me dolería mucho si tus padres o los míos nos dan la espalda por no entender nuestra relación o aceptar éste milagro, pero pase lo que pase, yo nunca voy a dejarte…

- baka… - atina a murmurar sintiéndose así de pronto contento y seguro, se abraza de nuevo a su novio y lo maldice mentalmente por ser tan caballero, comprensivo, amoroso y hasta uke dominado; pero al mismo tiempo hacerle sentir tan vulnerable y sensible… - yo también te Amo, Yami…

- ¿Yami?... – cuestiona elevando una ceja y presiente que aquello se convertirá en una fuente de diversión para su novio, cuando al mirarle descubre esa sonrisa socarrona en su rostro.

- mi Yami… - asiente y aguarda… sabe que vendrá la pregunta y él la espera… paciencia, la requiere para poder vengarse de su novio por tenerle en estado.

- vamos, tenemos cosas que planear y agendar… - luchando contra la curiosidad, el japonés le toma de la mano listo para emprender la retirada, llevaban demasiado tiempo en medio de un pasillo en el Hospital.

- claro que sí, Yami… - el morocho le sigue, manso como corderito pero seguro de que no llegarían a salir del parking sin que su novio se lo haya preguntado.

Mokomichi no es tonto –algo masoquista tal vez para haberse enamorado justamente de ChangMin–, obvia el mote proveniente de su nombre. Hayami reducido a ése Yami  que suena entre femenino y cómico. Yami, casi parece la onomatopeya del saboreo a una exquisita comida. Yami, definitivamente femenino. No le importa ser gay pero tampoco quiere ser llamado como si fuese una chica.

- Yami, Yami, tengo hambre ¿me llevas a comer?... – cara de niño bueno (que ni él se cree) y un pucherito de ésos que ve a Jaejoong y Junsu usar cuando manipulan a los babos de Yunho y Yoochun.

- ok ya ¡me rindo! ¿Por qué Yami?... – ceja elevada con molestia, indignación… o algo xD

- es solo el diminutivo de tu nombre… - mirada inocente… - cariño… - el tono sarcástico…

- tú no pones diminutivos, detestas los diminutivos ¡odias que te digan Min o Minnie!

- nunca viniendo de ti u.u – ha aprendido a actuar mucho mejor desde que sale con un actor… bueno, vale, en realidad cuando su novio le habla con esos motes, sabe que, aunque a veces es para tomarle el pelo, lo hace con cariño (se reunieron el par de masoquistas -_- xD)… - pero si no te gusta que te diga Yami, pues no lo hago y ya T-T

- o.O ¿Quién eres y qué hiciste con mi novio?

- ¡no vale! ¬¬ ¡arruinas mis bromas!... – y entonces sí, casi lloró, pero de frustración…

- vale, vale… - suspiro… - caray qué humor… - suspiró de nuevo y se dijo a sí mismo que adoraba cada vez más a su novio (masoquismo al límite xD)… - entonces ¿Se supone que me sentía culpable, suspiraba y en gesto resignado te decía “está bien ChangMin ah, puedes decirme como quieras”?... – el morocho asintió todavía medio enfurruñado… - pues ya está, lo acabo de decir, termina lo que tenías en mente…

- así ya no cuenta, se perdió la emoción y la espontaneidad u_ú…

- suena femenino…

- era la idea…

- también suena a que te estás saboreando algo…

- justamente…

- viniendo de ti y con eso de que estás molesto porque te embaracé… - como si no fuese cosa de dos… - estoy pensando que en el final de tu broma, venganza o lo que sea, yo terminaba yendo abajo esta noche…

- ¡Sí! Yami Yami… - se relamió los labios y se pegó a su cuerpo con renovada energía… - vas a ser mi lindo ukecito Yami… - susurrando con sensualidad y besando sin pudor alguno (y luego dice que Yoochun es el pervertido ¬¬) ese trozo de piel morena que se le antoja mordisquear suavemente…

- ¡Min!... – gimió por lo bajo… - Dios ¿tanto alboroto cuando lo único que quieres es ser seme?... – sonrió con diversión y ChangMin frunció el ceño en automático --> ò.ó – venga, devórame cuando lleguemos al departamento… - jadeó en su oído con voz ronca y en un dos por tres, ChangMin ya le apuraba a marcharse.

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Trigésimo quinta semana de Gestación.

La travesía apenas estaba por comenzar, los tres jóvenes se encuentran a punto de recibir a la cigüeña. Jaejoong es el más cercano, con fuertes contracciones que han alertado más de una vez durante el día a Yunho; Yoochun, nervioso nada más de ver a los mayores, va que sigue a Junsu a todos lados cuestionándole si se siente bien, si no ha tenido aquellos dolores tan fuertes como los que le pasan al pelioscuro, tan agobiado tiene a su delfín, que éste, literalmente, lo pateó mandándole fuera de la estancia porque ya lo tenía azorado con tanta preguntadera –sí, sí, ya saben, las hormonas y los consecuentes cambios de humor hasta el último minuto de aquellos embarazos- resignado, pero todavía alterado, el pelinegro se mantuvo a la distancia, pendiente de cada gesto que atravesara las facciones –adorables- de su novio. ChangMin por su parte, y dado que está más bien rebasando el inicio del octavo mes de gestación, se le ve más tranquilo, aunque el enorme vientre le pesa demasiado y todo el tiempo tiene hambre –seguro sus bebés heredaron su apetito voraz- y, sobra decir, tiene a Hayami que aprende a cocinar de distintas culturas gastronómicas porque tiene antojos de los más raros.

Entre aquel alboroto, los muchachos (que se habían mudado a una casa en común) han tenido la visita de todos sus amigos, les han visitado los chicos de SHINee, los de Super Junior –ni que mencionar el hecho de que Eun la pasó gastándole más de una broma a su amigo delfín, por lo que cierto ratón no dudaba en zamarrearlo sin remordimiento alguno todo por defender a su novio; y entonces Leeteuk tenía que poner orden, y sacar, cual críos en kínder, a sus amigos de ahí, y Kangin no ayudaba demasiado- el caos total se armó la ocasión aquella en que, por azares del destino, congeniaron en la casa, Qi Diva junto con la reportera estrella de SCANDAL, 2PM y 2AM, Jo Kwon era todo un caso, y en compañía de Qi Diva… bueno, ya imaginarán. Con todo, el transcurso de los 9 meses de embarazo fue divertido, todo marchaba como se debe y solo faltaba el recibimiento final de los cinco pequeñines que reposan cálidamente en el interior de sus respectivas ummas.

Y así, el día que aquellos pequeñines llenaran de nuevas aventuras sus vidas ¿Cuál sería el camino a recorrer en un destino inesperado?

CONTINUARÁ……