Capítulo 5 UNEXPECTED DESTINY

CAPÍTULO 5. COMO SI FUERA PRIMAVERA

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Distrito Jongno-gu

Insa-dong

En algún restaurante del distrito estaba Jaejoong acompañado de Junjoong. Solo ellos dos, comiendo algún platillo típico mientras Hyeran aprovecha la tarde para tener cita con su reciente nombrado novio –aunque el pelioscuro ya había visto venir la noticia desde hace algunas semanas, cuando su hija andaba más soñadora que nunca, tan cordialmente enamorada que a Jaejoong le hizo sentir mariposas en el estómago de solo recordar cómo andaba él a su edad con sus primeros indicios de atracción por Yunho, aunque con el tiempo lo achacó a simple amistad y tardaran años en descubrir cuán hechos estaban el uno para el otro–

- ¿Jaejoong Hyung?

- Lo siento Junjoong-ssi, me quedé pensando en cosas de antaño… - sonrió volviendo su atención a la comida… - Entonces, ¿se lo pediste ya y te dijo que lo pensaría?

- Sí. Aunque creo haber visto que estaba emocionado; así sea solo una cita. Pero Jaejoong hyung, me preocupa llegar a confundirlo con su gemelo a veces, mientras no hablen ellos dos son realmente idénticos.

- Tendrás que aprender a escuchar a tu corazón. Si realmente te gusta, lo suficiente como para tomarte tus sentimientos con sinceridad, no deberías tener problema para diferenciarlos.

- Hyung, ¿debería hablar con Yunho hyung y explicarle por qué estuve visitándolo a usted en su casa?

- No. No te preocupes Junjoong, mi esposo es un poco cabeza dura pero habrá de escucharme cuando llegue el momento.

- Pero él realmente ha malinterpretado todo.

- Sí. Lo ha hecho porque a su edad aún es un celoso sin remedio… - el pelioscuro frunció levemente el ceño.

- No le culpo. Si yo no estuviera enamorado de Kwang Min probablemente me enamoraría de usted, Jaejoong hyung, con todo el respeto que un hombre de su talle merece, es usted sumamente atractivo, un ejemplo vívido de belleza.

- Oh mi dios, que muchachito tan halagador… - el pelioscuro sonrió genuinamente avergonzado por el cumplido.

……………………………

Residencia Jung-Kim

- ¡Y por qué siguen viéndose!

- Jung Yunho controla tu carácter, ¿te he dado alguna vez motivos para pensar que voy a serte infiel?

- No.

- ¿Entonces?

- No me gusta que ese chiquillo te tenga tanta confianza. Tú podrás no engañarme, pero no meteré las manos al fuego por ese mocoso, quién dice que no intenta seducirte.

- Eres un celoso. Incluso más de lo que fuiste antes. ¡Por dios, Yunho! ¡Tengo casi 40 años! ¿Crees que un muchacho de 22 años querrá algo conmigo?

- La edad no importa, estás cada vez más hermoso…

- Aigoo~ en cualquier otra circunstancia me tomaría eso como un halago; pero ahora solo me parece una cosa de tu imaginación. Y más si piensas que todo el mundo me mira con los mismos ojos que tú, la lente del resto de las personas es otra, Yunho.

- Puede ser, pero eso no significa que este muchachillo no te mire con ojos similares a los míos. ¿Si no por qué tiene que frecuentarte tanto?

- Es por algo que no tiene nada que ver con que esté tratando de seducirme.

- ¿Y por qué no me lo cuentas?... – Yunho clavó sus ojos cafés en Jaejoong y éste finalmente suspiró.

- Le gusta Kwang Min, y vino a mí en busca de consejo…

Yunho enarcó una ceja, y Jaejoong se cruzó de brazos retándole a seguir cuestionando su honorabilidad, y el respeto de Junjoong, que el pobre muchacho no ha ido a buscarle con dobles intenciones.

- Corrígeme si me equivoco, pero qué no es ChangMin el umma de Kwang Min… - el moreno cuestionó con cierto sarcasmo.

- Claro que lo es. ¿Y…?

- Justamente. Qué tiene que ver que a este chiquillo le guste Kwang Min con venir a verte o reunirse contigo como si se tratara de cualquier encuentro casual entre amigos. Si tanto le gusta el gemelo que vaya y le pida consejo a ChangMin que para eso es su umma.

- ¿En serio? ¿Tú crees que ChangMin iba a darle algún consejo a Junjoong? Antes lo aleja de su familia, ni que no conocieras cómo es tu crío.

- Está Hayami. Y no me digas que él no es accesible, hasta le hubiera dado permiso de entrar a su casa.

Jaejoong le dio un punto a favor a Yunho, pero todavía pensaba que ha exagerado con celarle como lo hace.

- Es probable, pero Junjoong no conoce a Hayami.

- ¿Y a ti sí?

- Pero su padre me conoce bien…

- Ah, el idiota de Hyun Joong… - el moreno bufó molesto, y su esposo revoleó los ojos lanzando una exclamación de fastidio.

- Yunho, ¿vamos a poner punto final a esto, sí? Es absurdo que me celes ante cualquier persona que se me acerca.

- No es cualquier persona…

- Pero te aseguro que no tiene en absoluto intenciones románticas conmigo. El muchacho solo quería saber cómo podía llegar a acercarse, con el tiempo, a ChangMin; y como soy el mayor entre todos, pensó que era buena idea, y yo le permití tomarla como tal. Junjoong está interesado en Kwang Min, pero tarde o temprano tendrá que enfrentarse a su familia, y Hayami no le preocupa tanto como ChangMin.

El moreno desvió la mirada, como sopesando los argumentos dichos hasta el momento. No podía sacarse de la boca del estómago esa sensación de celos, pero sabía que estaba sobre-reaccionando a toda la situación. Si no le viniera el incómodo recuerdo de Hyun Joong coqueteando con su Boo, la historia sería otra. ¿Qué culpa tiene él de pensar que probablemente la atracción del padre por su Jaejoong se le haya heredado al hijo?

- Bien… Vale, pero no voy a disculparme con él por mi comportamiento.

- ¿Pero dejarás de hacer escándalo como si estuviéramos haciendo algo indebido a tus espaldas?

- Prefiero que el chiquillo tenga la delicadeza de verte cuando haya alguien más con ustedes. Incluso yo, no veo que tiene de malo que participe de sus conversaciones, tal vez hasta podría aportar algún consejo.

Jaejoong se talló las sienes, meditando la propuesta de su esposo. No lo ve mal en realidad, pero presiente que al menos al principio, para Junjoong la presencia de Yunho resultará incómoda. Ellos no han iniciado una comunicación amable.

- Bien. Prometo no verle a solas, ¿contento?

- Lo único que me pondrá contento es que no subestimes tu capacidad de atraer aunque tengas cuarenta, sé que no eres ningún niño y que puedes captar cuando te lanzan indirectas o intentan seducirte, pero hasta un adulto joven como Junjoong podría enamorarse de ti. Debes tener en cuenta eso antes de hacerte amigo de un muchacho como él.

- Entiendo, Yunho ah… - el pelioscuro le sonrió suavemente, acercándose para abrazarle y pegarse delicadamente a su cuerpo… - A pesar de que me sacaste de mis casillas con tus celos, te veías muy sexy… - señaló con una sonrisa cantarina, rozando sus labios por el cuello del moreno, provocándole deliciosos escalofríos.

- Voy a marcar mi territorio, JaeBoo… - le apretó por la cintura comenzando a mordisquear los rojizos pliegues carnosos que se dejaron hacer mientras caminaban rumbo a la habitación.

Antes de que las princesas volvieran de la escuela, Yunho tenía que aprovechar haber salido como bólido del trabajo por el rumor que le llegó acerca de su esposo teniendo una cita con un muchacho atractivo. Luego supo por mismo Jaejoong que era la cuarta vez en semanas que se veían para comer, y de ahí la discusión que ya presenciamos.

*****

Ha llegado el momento en que echemos un vistazo a las vidas de otros de los personajes de esta compleja historia de romances entretejidos. Comencemos con Chansung y Junho, quienes viven juntos desde hace un año aproximadamente.

El departamento en que se han instalado está ubicado en una lujosa zona de la capital, auspiciado por ambos muchachos y la fortuna que forjaron durante sus años populares como una de las varias boyband que llevaron la ola pop de su país por el resto del mundo –algunas impactando más que otras–; además de eso seguían participando ocasionalmente de programas de variedades y algunas presentaciones en remembranza de sus años de apogeo. Naturalmente, no son más las bandas de actualidad, pero siguen teniendo una respetable trayectoria digna de reconocimiento ahí donde van. Hemos de recalcar aquí que estas palabras son aplicables para todas aquellas agrupaciones que en su momento gozaron de exitosa popularidad y que hoy en día, siguen siendo recordadas con especial cariño.

Retomemos sin embargo el punto que nos atañe de momento. La relación de Junho y Chansung. Cuando decidieron vivir juntos el paso dado había sido complicado para ambos. El menor de los dos tiene cierta personalidad que le insta a la libertad de compromiso; mientras que el mayor, tanto más maduro aún ahora –aunque los dos tengan 37 años de edad y contados días de diferencia–, persigue una estabilidad que no le haga sentir que en cualquier momento el amor se extinga como una llama en la vela expuesta a la intemperie.

Hwang Chansung ahora se dedicaba a la actuación y el modelaje principalmente. Mientras que Lee Junho había optado por dejar el medio del espectáculo casi totalmente, habiendo cursado la carrera de Administración decidió poner su propio negocio, un bar al que le iba muy bien.

- Viajaré a Japón en unas semanas, acepté un contrato para una película que comenzará su rodaje en un par de meses, pero quieren que esté por allá antes para conocer a toda la gente con la que trabajaré… - Chansung le comentó una noche apenas entró en la oficina de su pareja.

Cuando la puerta se cerró el ruido bullicioso de la música en la rockola y la gente conversando quedó en el olvido, a Chansung le agradó el silencio de la oficina de Junho, y verlo tan guapo vestido con ropa casual y oliendo a su perfume favorito.

- Bien por ti. ¿Cuánto tiempo estarás fuera?

- El rodaje está programado para seis meses, puedes visitarme cuando tengas tiempo; e intentaré escaparme al menos cada dos semanas para verte en casa.

Junho asintió, pero Chansung estaba seguro de que no le estaba diciendo todo lo que pensaba. Suele ser así. Y él no siempre tiene el valor para cuestionarle nada por temor a que la relación se desvanezca con una sola discusión de verdad. Junho desvió la mirada y prefirió atender los números del bar de ese mes, iniciar el balance le parecía más alentador que la idea de su pareja fuera del país por tanto tiempo. Le conoce, aunque diga que intentará visitarle cada dos semanas, podría pasar todo el tiempo de rodaje fuera, con llamadas continuas para justificar su ausencia y prometerle compensaciones sin sentido al volver.

A Junho le molestaba que Chansung no se diera cuenta de la magnitud de su relación, que no comprendiera que se están comportando como un par de ancianitos a los que ya no les produce emoción la cercanía, que añora un compromiso formal… que sueña con una familia.

*****

Residencia Mokomichi-Shim

Masaki es un jovencito dedicado 100% a sus estudios, no les ha dado la mínima molestia a ChangMin y Hayami, por el contrario les ha sido de gran ayuda. Apoya en los deberes de la casa –aparte de mantener su habitación en orden y limpia–, le echa una mano a los gemelos con el cuidado de los jardines ya que son su principal responsabilidad en casa, y también procura estar al pendiente de Min Woo, aunque el menor de los Mokomichi suela pedirle que no se preocupe por él.

- Hayami, ¿qué te parecería salir el fin de semana a la playa con los chicos? – el morocho sugirió al tiempo que se metía en la cama y acomodaba sus almohadones (aunque fueran a terminar en el suelo porque siempre terminaba aferrado con piernas y brazos a su esposo).

- Me suena bien. A los chicos seguro les agrada la idea… - el japonés sonrió y luego le robó un beso al morocho, aunque él le gruñera y le dijera que no fuera cursi… - Estamos incluyendo a Masaki, ¿verdad?

- Por supuesto. Espero que le guste la idea. Ha sido un buen muchacho y la verdad es que me cae bien. Siento también que poco a poco se va ganando la confianza de nuestro Min Woo, me preocupa que no quiera convivir demasiado con todos, como si se sintiera culpable de su estado. Intento hablar con él pero no muestra demasiados ánimos para hacerlo y no le quiero presionar.

- Min Woo estará bien siempre que no le dejemos solo, él sabe que lo seguimos amando y que estaremos con él siempre. Aunque siga sin querernos decir quién fue el desgraciado que jugó con él.

……………………………

Al día siguiente ChangMin consultó con la familia si les gustaría salir de paseo a la playa el fin de semana. Como habían imaginado, Min Woo no mostró demasiado entusiasmo, pero al menos no se negó. Y los gemelos lucieron por demás encantados con la idea. Claro que, lo que Young Min quería era distracción, tal vez así conseguía dejar de pensar tanto en Dong Joon; y Kwang Min simplemente pensaba pasarla bien. ¿Quién sabe? En una de esas su ausencia le dejaría saber qué tanto interés tiene Junjoong en él, quizá le extrañaría y pasarían el día mandándose mensajitos por móvil. Okada dijo que sí, agradecido de que le tomasen en cuenta en los viajes familiares.

- Masaki, mientras vivas con nosotros siéntete parte de la familia. No dudes de eso, por favor… - el morocho le dijo con gesto sereno. Pero para todos los demás, aquellas palabras eran una mayúscula muestra de respeto y cariño.

- Gracias, ChangMin-hyung… - Aunque no estaba del todo acostumbrado a las muestras de respeto surcoreanas, Osaka se las estaba ingeniando muy bien para adaptarse a la ciudad, al lenguaje y todo lo que implica su cultura y costumbres.

……………………………

Por la noche, Min Woo salió de su habitación en la madrugada, se internó en la cocina por un vaso de leche y un sándwich, tenía hambre y el sueño se le había espantado inesperadamente tras despertar alrededor de las dos. Con los pies descalzos y vistiendo unos shorts y una casaca ligera, el menor soportaba el calor de verano tan sofocante.

- ¿Me invitas?

- ¡Oh mi dios!

- Lo siento. No quería asustarte… - Osaka se disculpó haciendo una venia hacia el menor, que respiró largo mandando a su corazón aquietarse luego de la sorpresa.

- Está bien, no te escuché venir, Masaki hyung…

- ¿Te ayudo? – ofreció comenzando a rebanar un poco de jitomate para el emparedado del menor.

- Gracias… - Min Woo sonrió. Y solo entonces pareció recordar cuánto tiempo hacía que casi no sonreía, que rara vez conseguía tener un motivo para que sus labios se curvaran de aquella cálida manera.

En aquel silencio ambos prepararon un emparedado para cada uno, se sentaron en el comedor acompañando su sándwich con un vaso de leche fresca. Y comieron entre sonrisas y más silencios que resultaban sumamente cómodos. Cuando terminaron y dejaron todo en su lugar, Masaki acompañó a Min Woo a su habitación, aprovechando que estaba al otro lado de la suya en el corredor, le despidió con un casto beso en la mejilla y siguió hasta su recámara. Sin embargo, para Min Woo aquél gesto fue… tan agradable que casi detestó que su corazón fuera tan rápido.

- No lo hagas, corazón. Acabamos de salir de una desilusión, y tenemos un hijito por el que ver, así que no te emociones por gestos amistosos… - el menor dijo para sí, metiéndose a la cama y abrazando su almohada con fuerza.

Su corazón no pareció querer escucharle.

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Residencia Park-Kim

La familia llegó luego de haber salido a comer fuera. Junsu estaba que reía divertido por los intentos frustrados de Yoochun por enseñarle a Dong Joon a seducir. Sun Hi reía con él, mientras que Yoon Hyun se mantenía un poco más al margen, aunque sonreía contagiada por la alegría de su umma y hermano, no conseguía sentirse completamente feliz. Y eso no pasó desapercibido para nadie en casa, aunque todos procuraron no hacer mención de nada por ahora, dándole un poco de espacio y la oportunidad de que fuera ella quien decidiera abrirse a los demás.

Más tarde, cuando Junsu se sentó en la estancia a ver un poco de entretenimiento en la televisión, la adolescente se dejó caer a su lado, por primera vez en días, desde que parecía preferir pasar el tiempo encerrada en su habitación.

- ¿Alguna vez te sentiste atraído por alguien mayor que tú, umma?

Junsu sintió un pinchazo de tristeza al escuchar a su hija hacer aquella pregunta. Si su decaído estado de ánimo venía por el rechazo de un hombre mayor, él podría comprender la postura del sujeto en cuestión.

- No, querida. Francamente no…

- ¿Ni un profesor cuando estuviste en la escuela? Antes de que tu vida se redujera a escenarios y una larga carrera como cantante.

- Ni aún entonces. Yoon Hyun ah, ¿es esa la razón por la que has estado así? – su hija asintió con pesadez, cerró los ojos y se refugió en un abrazo con el castaño… - Oh, querida… - Junsu le acarició la espalda, esperando que comenzara a llorar, pero su hija simplemente permaneció ahí en silencio.

Y él no tuvo corazón para presionarla con más preguntas. Pensó que lo mejor era esperar a que ella nuevamente se abriera por cuenta propia.

*****

Residencia Jung-Kim

Jaejoong se sentó junto a su hija esa mañana, mientras Hyeran leía una novela de romance entre criaturas mágicas. Sonrió al verle tan concentrada, imaginando que su hija estaría visualizándose en aquellas palabras con su novio.

- Princesa…

- ¡Umma! – la adolescente exclamó tomada por sorpresa por la presencia del pelioscuro a su lado en el sofá… - Ni siquiera te sentí~

- Me percaté de ello, princesa… - el pelioscuro sonrió todavía más divertido por la expresión avergonzada de su hija… - Hyeran, cariño. Estaba pensando que tal vez sea momento de que le cuentes a appa que tienes novio.

- ¡Appa pondrá el grito en el cielo!

- Es lo más probable. Pero sigue siendo tu padre, y merece que se lo cuentes. O se sentirá ofendido si se entera por otro lado.

- Está bien, umma.

- Invita a tu novio a cenar esta noche, así aprovechan para hablar con él… - Jaejoong le besó la frente y salió al jardín a regar sus flores.

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A su regreso a casa, Yunho decidió que era momento de integrarse en la vida de sus princesas, comenzando por la mayor.

- Estuve pensando ¿te gustaría que fuéramos a comprar un vestido para la fiesta a la que irás en fin de año de la escuela?

- ¿Eh? – Hyeran abrió los ojos de par en par sin dar crédito a que su padre realmente le estuviera diciendo aquello.

- El otro día vi una tienda donde mostraban unos muy bonitos, y pensé que te verías hermosa con alguno. Y terminé recordando la fiesta a la que irás.

- Oh… bueno, appa… - la chica se alisó el faldón de su vestido amarillo y buscó la mirada de su umma en busca de algún apoyo. Pero Jaejoong solo los observaba con absoluta quietud… - Umma y yo ya habíamos pensado en ir.

- Puedo acompañarles, ¿o no?

- Se…seguro, appa…

A Hyeran le preocupó sin embargo la idea de su padre acompañándoles. Seguramente le pondría peros a cualquier vestido que se pruebe. Si queda muy corto o si muestra demasiado su cuerpo, entre otras cosas. Jaejoong sin embargo estaba feliz, sabiendo de antemano que Yunho estaba dando un gran paso de solo animarse en acompañarles, y ya él sabría contener su carácter si solo se ponía en plan “appa celoso sobreprotector”. Por lo demás, le encantaba que se involucrara más con las cosas importantes que su hija recordaría para toda la vida.

- ¿Puedo ir también? – SeungMi cuestionó mirando a sus padres con cara de niña buena.

- Tú no irás a la fiesta… - Hyeran protestó.

- Pero igual quiero un vestido… - SeungMi enarcó una ceja, bastante al estilo de Jaejoong según la apreciación de Yunho.

- Iremos todos, será una salida en familia siempre que no olviden que es para comprar el vestido para Hyeran, ¿bien?

- Bien… - respondieron SeungMi y Hyeran a la vez.

Luego de eso las horas se fueron volando y la noche llegó pronto. Demasiado para Hyeran, quien estaba francamente nerviosa.

Yunho presentía algo, viendo a su hija mayor vestida demasiado bonita esa noche para ser solamente una cena cotidiana. Por eso, cuando escuchó el timbre y vio a Hyeran casi correr para abrir, supo que sería una noche larga.

- Appa…

- ¿Quién es este muchacho? – el moreno cuestionó con los nervios crispados.

- Me llamo Moon Jong Up, Señor. Novio de Hyeran… - el chico se presentó con solemne respeto.

Aunque Yunho sintiera la venita en la sien palpitándole con recelo. Frunció inconscientemente el ceño apenas le vio. El aire rockero del muchacho no le entró demasiado en gracia, y menos cuando se presentara como el novio de su princesa mayor. ¡Novio de su princesa! ¿En qué momento su princesa decidió que tenía edad para ennoviarse?

- Appa…

- Yunho…

- Señor…

Los tres llamados a su conciencia solo consiguieron destapar el pobre tapón que mantenía bajo control sus celos paternos…

*****

Instituto Superior

Kwang Min se sorprendió cuando recibió un texto de parte de Junjoong preguntándole si podía pasar por él cuando terminaran sus clases. El gemelo sonrió ampliamente y, como siempre, se lo contó entusiasmado a su hermano. Young Min revoleó los ojos con fastidio por la emoción de su gemelo. Sobre todo cuando su atención se iba continuamente hacia Dong Joon.

- Imbécil… - farfulló entre dientes sumamente molesto por la confianza que el gemelo Park ha establecido con el chico del equipo de natación que parecía más que encantado con él.  

- Estás celoso… - Kwang Min dijo, y su gemelo le fulminó con la mirada, pero antes de dejarle hablar agregó… - Ni intentes negármelo. Soy tu gemelo así que, de alguna manera sé cómo te sientes.

- No estoy celoso… - dijo de todas maneras. Con el ceño fruncido y una ola de calor subiéndole desde la boca del estómago con amargo sabor en la boca.

- Tú le gustas a Dong Joon, así que todo como animarte a estar con él.

- ¡No quiero estar con él! – gesticuló escandalizado.

- Cuanto más lo niegas más lo refuerzas, hyung… - Kwang Min sonrió divertido.

Young Min le fulminó con la mirada. Pero justo antes de volver a protestar escuchó las risas de su Dong Joon –y que conste que él jamás pensó en tal sufijo de empoderamiento “su”– y el chico ése que no paraba de tontear con el gemelo Park. Le ardió la boca del estómago y luego sin darse cuenta, su cuerpo se movió con voluntad propia, sus pasos le llevaron hasta los otros, su mirada los fulminaba a ambos por igual.

- ¿Sucede algo? – Dong Joon preguntó luego de que el gemelo Mokomichi simplemente se hubiera quedado ahí frente a ellos con ceño fruncido y cara de pocos amigos.

Young Min no respondió, pero sujetó la mano del gemelo Park y le arrastró por los pasillos hasta un aula vacía donde le empujó sin miramiento alguno.

- ¿Y ahora qué te traes?

- No puedes pedirme una cita e intentar besarme para luego andar tonteando con cualquier idiota… - bufó sin pensar en sus propias palabras.

- Hasta donde recuerdo me rechazaste en ambas ocasiones. Y me pediste que no se me ocurriera intentar ninguna de ellas otra vez.

- ¡Y desde cuándo haces caso de todo lo que digo, imbécil!

- Tampoco me grites ni me ofendas, Young Min… - el gemelo Park le miró con seriedad. Y por primera vez en mucho tiempo, el gemelo Mokomichi sintió de nuevo ese palpitar desenfrenado de su corazón cuando sus ojos oscuros chocaron con la penetrante mirada ónix de Dong Joon… - Así que estás celoso, eh… - el gemelo Park sonrió de medio lado con suficiencia, se peinó los cabellos con gesto coqueto y luego se acercó más al gemelo Mokomichi, quien tragó hondo incapaz de negar lo que dijera… - ¿Qué es lo que quieres de mí ahora, Young Min ah?

El gemelo Mokomichi desvió su mirada de los ojos del gemelo Park. Pero inevitablemente sus ojos terminaron posados sobre la boca de Dong Joon. Volvió a tragar hondo e intentó controlar su desbocado corazón.

¡Esto no tendría que estar pasando así!

Continuará……

Suspiro y retiro los anteojos de mi cara notando un ligero dolor de cabeza aquejándome de último momento. Culpo al sofocante calor y al extra de actividades del día, niego cualquier otra situación personal y le mando al fondo de mi mente. No es momento ni tiempo para pensar en ello. Repaso mis pensamientos respecto al fic y asiento conforme, he puesto aquí todos los sucesos planeados.

Sonrío y me permito estirar el cuerpo para destensar los músculos luego de varias horas aquí sentada escribiendo y organizando las ideas. Ayer recordaba los años que llevo en esto de la escritura, y hoy me convenzo de que todavía tengo un largo camino por recorrer, muchos aspectos por pulir; pero también un deseo constante por aprovechar esta habilidad que el destino ha colocado en mí.

Así que, disfruten~ no hay más qué decir de momento ;D