Capítulo 10 UNEXPECTED DESTINY

CAPÍTULO 10. HALF OF MY HEART

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Antes de que la fiesta por el aniversario de la revista SCANDAL se lleve a cabo; todavía tenemos tiempo y espacio para relatar otras historias de nuestros chicos.

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Isla Jeju

JunHo y YooHwan estaban muy contentos con su estancia en la Isla, casi terminaban sus días en la paradisiaca Jeju y ellos ya habían realizado un montón de actividades juntos, tomándose fotos aquí y allá para el recuerdo, sonriendo felices sin desaprovechar la mínima oportunidad para tomarse de las manos. En cierta forma se sentían como un par de muchachitos disfrutando del primer amor, aunque ya ambos pasaras los treinta; JunHo con 39 y YooHwan 34; el gemelo Kim incluso a veces le notaba tan joven que fácil le creería no llegar ni a los 28 si mentía respecto a su edad. Por eso mismo, tampoco le extrañaba al gemelo que voltearan a mirarle jóvenes, YooHwan era traga-años, demasiado apuesto para ignorarle. Claro que él no es tan celoso como Yoochun o Yunho, aunque sin duda a veces sí que se molesta por el tipo de miradas y coqueteos que le hacen a su novio.

Hoy un extranjero incluso los había abordado. A los dos. Con una propuesta indecorosa que incluso le provocó náuseas. Jamás se montaría un trío con nadie. YooHwan es el único en su corazón, en su mente y en su cuerpo. Y con él puede experimentar todo cuanto desean.

- A diferencia de Junsu hyung, cuando tú te enojas no hay nada de labios fruncidos con desdén. Este ceño tuyo ya te ha dejado surcos en la piel… - el menor Park presionó la zona del entrecejo con un divertido mohín de desespero… - aunque admito que te ves más guapo, como hombre experimentado que sabe todo sobre la vida.

- No sé todo de la vida, ni me interesa saberlo todo… - el gemelo Kim aclaró con cierta acidez en su tono de voz… - como montarnos un trío sobre todo, no me interesa en absoluto saber nada sobre eso.

- Ni siquiera lo mencioné por eso. A mí tampoco me interesa un trío o una orgía, soy hombre de un solo hombre que no quiere compartir ni ser compartido. Así que solo olvida lo que el sujeto mencionó.

- Prácticamente te violaba con la mirada…

- Me da igual, el único que puede violarme eres tú… - el menor Park le guiñó el ojo… - La hemos estado pasando muy bien como para arruinarnos el resto de la noche.

- ¿Podemos volver al hotel?  Aquí ya no me siento cómodo de todas formas.

- Claro que sí. Vamos a donde quieras, JunHo ah~ - YooHwan le sonrió pícaro y le dio una lamida en los labios, haciendo jadear al mayor de los dos.

- La vena lasciva definitivamente es de los Park… - JunHo dijo con una sonrisa ligeramente avergonzada. Con suerte y no tiende a los sonrojos intensos como su gemelo delfín.

- No sé qué tanto presumes de no ser pervertido como yo. Tú como tu hermano son un par de lobos con piel de oveja… - el gemelo Kim abrió la boca con toda la intención del mundo de defenderse, pero… - Y no te atrevas a replicarme que me consta en carne propia que eres un pervertido en la intimidad, JunHo ah… - YooHwan sonreía conforme las orejas de su novio se encendían al rojo vivo en señal de vergüenza… - A veces me pregunto si en verdad mi hyung será el más pervertido de ellos… - soltó luego con aire pensativo y casual.

- Podría asegurar que sí, mi hermano podrá tener sus arranques de sensualidad pero son solo eso, arranques. Se le da más ser penoso y tierno… - JunHo objetó entre sonrisas, rodeando con una mano la cintura de su novio, caminando juntos fuera de aquel lugar de regreso al hotel, donde seguro terminarían enredados entre sábanas y mordiéndose los labios mientras hacen el amor.

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Seúl, Corea

Clínica Central

Ala de Ginecología

Min Woo miraba sus manos con suma concentración, aunque él y ChangMin supieran de hecho que es lo que menos hace, que estar aquí sin el padre de su hijo todavía le significa un gran pesar. El morocho suspiró otra vez en lo que va de la mañana, recordando cuán diferentes fueron sus consultas al doctor cuando estuvo embarazado de sus hijos. Los nervios de la primera vez, las manos sudorosas y el golpeteo acelerado de su corazón expectante e incrédulo e incrédulo de saberse en aquel estado. Pero aún así, ChangMin se recuerda seguro, con Hayami a su lado hablándole al oído y sujetando su mano aunque él nunca hubiera dejado de discutirle y reñirle con su típico mal humor.

Y ahora está aquí, sentado junto a su hijo de 16, esperando a que la Srita. enfermera les llamara a consulta. Sin un chico enamorado que avergonzado y temeroso acompañe a su hijo en aquel momento especial.

- Umma…

- ¿Sí?

- ¿Tuviste miedo cuando te embarazaste de mis hermanos?

- Mucho. Aunque Jaejoong y Junsu también lo estaban, yo estaba reacio a admitirme igual. Recuerdo que le grité a tu padre que no volvería a dejarle ir arriba… - el morocho sonrió con un dejo de añoranza, su hijo soltó una risita avergonzada por lo bajo… - pero bueno, cuando tus hermanos nacieron y todo el asunto hormonal volvió a su cauce, me hice el desentendido de mis propias palabras y pues, unos meses después ya estabas en camino.

- ¿Te arrepentiste cuando lo supiste, umma?

- ¡Ni por un instante! – ChangMin sujetó el rostro de su hijo besándole la frente con cariño… - tus hermanos y tú, junto con tu padre, son lo más hermoso que me ha pasado en la vida. Y aunque ahora solo me tengas a mí a tu lado, tienes que saber que el bebé al que esperas, también es de lo más bello que te pasará en la vida.

- ¿Aunque no tenga un padre que le hable como appa con nosotros? – Min Woo cuestionó al borde del llanto.

- Pero tiene unos abuelos que van a consentirle mucho, y unos tíos que lo malcriarán y te harán renegar por las puras… - ChangMin le sonrió comprensivo, abrazándole protector esos instantes hasta que fueron llamados a consulta. Min Woo se limpió los ojos con el dorso de las manos para quitar esas lágrimas que no habían resbalado pero que empañaban su vista. ChangMin le besó la frente y le animó a seguir adelante.

Él no está solo.

Min Woo estuvo nervioso y apenado la mayor parte del tiempo, contestando sin detalles las preguntas de su doctor –aunque él fuera amable y su umma le hubiera asegurado que era de los mejores y que incluso le conocía desde que decidieron saber un poco sobre cómo siendo hombre se embarazó en dos ocasiones–, el menor buscaba el apoyo de su umma con la mirada cuando los cuestionamientos le pillaban por sorpresa. Encontrándose de pronto a sí mismo con Masaki en sus pensamientos. Y la anhelante sensación de tenerle a su lado.

- Realmente me hubiera gustado que estuviera aquí. Que te viera por primera vez, pequeño. Aunque todavía no tengas más que la forma de un frijolito y todavía no hagas que me crezca el vientre… - Min Woo pensaba mientras el doctor le explicaba todo lo que se veía en el monitor, y su umma sostenía su mano sonriendo contento de ser el primero en ver a su nieto en formación.

……………………………

Residencia Mokomichi-Shim

Aquella noche Okada no había regresado para dormir, pero le había avisado a sus tutores acerca de su estadía en casa de un compañero de la Universidad con quien realizaba un trabajo complejo y que lo más seguro es que terminaran entrada la madrugada. Cuando Min Woo supo que Masaki no regresaría para la cena ni a dormir, se sintió solo. Tenía tantas ganas de compartirle su experiencia con la primer eco de su bebé.

- Estoy preocupado por nuestro Min Woo…

- Pero dijiste que todo había salido bien con la eco.

- Y salió todo bien. Mi preocupación no es por eso. Hayami, qué haremos si Min Woo se enamora de Masaki. El chico volverá a su país, a su familia, a su mundo; en unos cuantos meses más. No quiero que nuestro pequeño sufra una segunda vez. Y menos ahora.

El japonés se sentó en la cama terminando de colocarse los pantaloncillos de su pijama. Era después de todo el mejor momento para hablar de los más delicados temas de familia que no se abordan a la hora de la cena o en cualquier momento delante de sus hijos. Suspiró y se pasó una mano por el cabello, desordenándolo y volviéndolo a ordenar en un gesto que el morocho ha aprendido a reconocerle como desesperado. Cuando se drena el cerebro en busca de una respuesta convincente. O una que no implique los riesgos obvios de una situación como ésta.

- ¿Y qué propones, ChangMin? Sabemos bien que en el amor no se manda. Te conozco, y sé que no estaríamos teniendo esta conversación a menos que estuvieses convencido de que de hecho está sucediendo algo.

- Masaki pasa demasiado tiempo con Min Woo, le cuida y le hace una compañía muy especial. No digo que esté molesto con Masaki por eso, al contrario le estoy agradecido porque es por él que nuestro Min Woo no se ha deprimido. Pero tengo miedo de lo que pueda suceder cuando Masaki tenga que irse.

- Estoy consciente de eso, ChangMin. Pero lo único que se me ocurre es que Masaki deje de vivir aquí, para evitar la convivencia entre ellos. Pero también pienso que para nuestro Min Woo éste sería un golpe duro, ya se ha encariñado a Masaki, y estoy seguro de que él a nuestro hijo.

- Sé que es un dilema, Hayami; pero Min Woo todavía nos tendrá a sus hermanos y a nosotros.

- De acuerdo. Hablaré con sus padres antes de pedirle que salga de nuestra casa… - el japonés levantó las cobijas metiéndose bajo ellas.

- No estás de acuerdo en realidad… - el morocho suspiró, acompañándole en la cama.

- Lo estoy, ChangMin; porque sé que tienes razón, pero es inevitable para mí pensar en lo que yo habría sentido si me hubieran quitado la oportunidad de estar contigo.

- Tú vivías en tu tierra, era yo el que estaba en Japón por tiempo indefinido.

- Y nos enamoramos y decidí seguirte a donde fuera.

- No tenías 20 años como Masaki, y prácticamente tenías hecha tu vida, sabías lo que querías y cómo obtenerlo.

- Supe lo que quería hasta que te conocí… - Hayami aclaró. Una declaración que por alguna razón hizo sonrojar profusamente al morocho.

- Masaki es muy joven, aún ni siquiera ha terminado su carrera y probablemente no ha vivido suficiente.

- ChangMin ah, encontrarás motivos para sustentar tu decisión en todas partes. Dejémoslo así, mañana hablaré con sus padres para ver qué otras opciones de vivienda tiene Masaki.

- Hayami…

- Buenas noches, ChangMin.

……………………………

Pese a que había una considerable algarabía en los medios de comunicación por la próxima celebración de aniversario de la revista SCANDAL, y que las familias del YunJae y el YooSu estaban esperando pacientemente la fecha, aquella sensación de alegría no conseguía contagiarse en la residencia del HayaMin.

Hayami ha hablado ya con su amigo respecto a la situación reciente; el hombre se había incluso disculpado por generarle problemas.

- Para nada. No nos tomemos esto como un problema.

- De acuerdo. Le enviaré más dinero a Masaki para que deje tu casa cuanto antes, puede quedarse en algún hotel cerca de la Universidad, mientras encuentra algún departamento en el que vivir.

- No te preocupes, le ayudaré con eso… - Mokomichi colgó el teléfono de su oficina, se dejó caer en la silla y se talló el puente de la nariz. La cabeza le dolía horrores porque estaba seguro de que esta es la mejor elección que tienen, pero que al mismo tiempo, de un modo u otro, hará daño a su hijo. Y también a Okada.

Saliendo del trabajo llamó a ChangMin para decirle que no llegaría para la comida para encargarse de buscar un departamento para Masaki. Más tarde encontró un muy buen sitio cerca de la Universidad para el muchacho, rentó el modesto departamento y llamó a Okada para decirle que tenía un lugar donde vivir, podía mudarse cuando quisiera.

- ¿Puedo despedirme de su familia?

- Preferiría que no. Al menos de momento, ChangMin y yo queremos darle la noticia a Min Woo cuando no estés.

- Como usted diga, Hayami-san.

Sin embargo, Mokomichi no estaba para nada conforme con lo que estaba haciendo. Cada minuto que pasaba se sentía más cerca de traicionar a su hijo y el apoyo que necesita de ellos. Cuando volvió a casa para la cena, la hora transcurrió casi normal, con Kwang Min burlándose de Young Min por su noviazgo con Dong Joon y lo cursi que seguramente era el gemelo Park con él.

- ¡Que no somos novios! – Young Min protestó mirando de mala gana a su gemelo.

- ¿A quién me recuerda? – Hayami tuvo tiempo de bromear también, mirando de soslayo a su esposo y memorando los días aquellos en que renegaba de cualquier declaración sentimental que se hiciera de ellos.

- ¡Cállate, baka! – ChangMin gruñó. Y luego todos se rieron por el increíble parecido entre umma e hijo.

Min Woo se sentía contento. Pese a que todavía no ha tenido oportunidad de contarle a Masaki de su primer eco, estaba feliz. Como si las cosas comenzaran a caer de nuevo en su lugar, devolviéndole la ilusión de vivir, por su familia, por sus amigos, por su bebé. Cuando la cena terminó, Okada agradeció por los alimentos y se disculpó por retirarse antes a su habitación, tenía cosas qué hacer, Min Woo supuso que estudiar, desde esa tarde cuando regresó de la Universidad, tras una noche fuera de casa, le notó diferente. Se sentía algo paranoico pero incluso tenía la impresión de que le evitaba la mirada. Sin embargo, se convencía de que eran alucinaciones suyas nada más.

- Kwang Min, Young Min; esta noche les toca la cocina… - ChangMin les recordó cuando dejó los últimos trastos sucios en el fregador.

- ¡Deberíamos tener empleada doméstica! – el menor de los gemelos protestó con un gracioso mohín de disgusto.

- Ni que no hubiera suficientes pares de manos en esta casa… - umma los miró con gesto de advertencia.

- Pero quería hablar con Junjoong~

- Ni siquiera te he dado permiso para tontear con ese muchacho… - ChangMin gruñó con recelo.

- Pero a Young Min no le dices nada por andarse besuqueando con Dong Joon, verdad… - Kwang Min gimoteó como cuando está por hacer un berrinche.

- ¡De dónde sacas que me ando besando con él!

- Se besaron en Jeju, ¿no? Y en la escuela los vi juntitos en el entrenamiento de atletismo, y cuando se perdieron en…

- ¡N-no te incumbe! ¡No irrumpas en mi vida privada!

- ¡Dejen de discutir y pónganse los dos a asear la cocina! ¡O ninguno sale con nadie hasta que tengan 22!

Sus gemelos corrieron a la cocina. ChangMin sonrió de medio lado con diversión, a veces sus hijos parecían un par de críos insolentes. Min Woo estaba sentado en la estancia, con un par de libros abiertos sobre la mesa de centro y con lapicero en mano haciendo algunos apuntes en su libreta.

- Voy a hablar con Masaki, ya vuelvo… - Hayami susurró a su esposo antes de desaparecer por el pasillo rumbo al corredor hasta la habitación de Okada. Llamó a la puerta y de inmediato le dieron acceso… - Veo que te tomaste muy en serio lo de irte cuando quisieras.

- No quiero incomodar más en su casa, Hayami-san.

El mayor vio varias cajas en el suelo con libros y posesiones personales del muchacho, quien en ese momento terminaba de vaciar los cajones de su cómoda en una caja más.

- ¿Ya no más “hyung”? Vuelves a tus raíces japonesas.

- Soy japonés, Hayami-san. Quise encajar en su casa, en su cultura pero… Pensé en darme de baja de la Universidad, ¿sabe? Pero luego recordé todos los esfuerzos que mis padres han hecho por mí y me arrepentí. Me quedaré hasta que termine el año en la Universidad y luego volveré, con tantos conocimientos como la Universidad pueda darme.

- ¿Quieres a Min Woo?

- Me iré en un año, Hayami-san. No tiene caso que responda su pregunta.

- Le pregunté a Min Woo cuando estuvimos en Jeju, acerca de si te había contado sobre su embarazo. Dijo que lo supiste solo con observarle.

- Me interesa el campo de la ginecoobstetricia, sobre todo las recientes investigaciones sobre el embarazo masculino. La medicina ha avanzado a pasos agigantados en la última década, haciendo más posible este llamado milagro para parejas gay que desean conocer la paternidad. Así que podría decirse que estoy empapado de información acerca de ello, observar a Min Woo fue casualidad, pero me ayudó a darme cuenta de su estado. Min Woo es un gran chico y cuenta con una familia extraordinaria, él  no necesita a un extraño para cuidarle teniéndoles a ustedes.

- No eres un extraño para él. Has hecho muchas cosas buenas por Min Woo desde que llegaste a esta casa.

- Y enamorarme de él no es una opción. Por la tranquilidad de su esposo, de su familia, de Min Woo… - Okada volvió la mirada hacia el mayor… - Por favor, ¿me da la dirección y las llaves del departamento que arrendó para mí? Voy a retirarme en cuanto Min Woo esté dormido, para que no se entere de nada.

Hayami tragó hondo. Este era un momento difícil para el muchacho, lo tiene más que claro. Y sin embargo, parecía que ahora Okada tenía su propia decisión. Irse. Tal como se lo pidió.

- Te llevaré…

- Gracias pero no. Tomaré un taxi.

Hayami se le quedó mirando, Okada le sostuvo la mirada. Absoluta determinación en aquellos ojos.

- Mantente en contacto conmigo, ¿bien? Te lo pido por respeto a tus padres, grandes amigos míos… - solicitó entregándole las llaves al menor.

Okada asintió. Luego Hayami le dejó un papel con el domicilio de su nuevo departamento y salió de la habitación. Masaki se dejó caer en la cama entonces, se cubrió el rostro con las manos y trató de no quebrarse. Aunque quisiera quedarse, no podía. Tenía una promesa que cumplir en Japón.

……………………………

Antes de irse a dormir, Min Woo se paró en la puerta de Masaki, nervioso entre llamar o no. Suspiró y bufó repetidas ocasiones sin decidirse en tocar ni seguir el camino a su habitación. El corredor estaba fresco, el firmamento oscuro moteado de bailarinas estrellas se observaba desde el jardín en medio del corredor. Min Woo pensó que era una buena noche para estar acompañado por un amigo. Por alguien especial. Así que llamó a la puerta, suaves toques sobre la madera que tímidos como él no parecían traspasar hacia el otro lado de la habitación. Luego de unos minutos se rindió, pensando que tal vez Masaki dormía ya.

Cuando Okada escuchó los sigilosos pasos del menor Mokomichi dejó caer su frente en la puerta sin llegar a hacer ruido. Sintió unas terribles ganas de salir e ir en su busca, estrecharle entre sus brazos y asegurarle que se quedaría con él. Pero no podía, alguien le ata a su natal Japón, y no puede ignorarle. Una hora más tarde el muchacho llamó a un taxi, y ayudado por Hayami sacaron sus pertenencias hasta el auto.

- Llámame cuando llegues, para asegurarme de que llegaste con bien.

- Lo haré. Gracias por todo, Hayami-san.

- Cuídate Masaki. No dudes en llamarme si necesitas cualquier cosa, ¿bien?

El muchacho asintió. Subió al taxi y le indicó la dirección al conductor. Cuando Hayami regresó al interior de su casa, ChangMin estaba en el pasillo, con un dejo de culpa matizado en sus pupilas.

- Vamos a descansar, tendremos días difíciles por aquí a partir de mañana.

- Hayami… - el japonés centró sus ojos en los de su esposo para atenderle… - Lo siento.

- También yo, vamos ChangMin… - avanzó rumbo a su alcoba, pero entonces el morocho le abrazó por la espalda rodeando su cintura, descansando su frente sobre la espalda de su esposo.

- Sé que estás molesto conmigo aunque no lo digas. Sé que Min Woo lo estará cuando sepa lo que te he pedido hacer.

- Tomamos juntos la decisión, cariño.

- ¿Y por qué siento como si solo yo hubiese cortado la cuerda?

*****

Instituto Superior

Una de las cosas que el gemelo Park comenzaba a sentir realmente molesto ahora, era el hecho de que SeungMi estuviera en la misma escuela que él. Y que todos los miembros de su extensa familia. La menor Jung no paraba de molestarle y eso le estaba sacando de sus casillas. Pero era incapaz de perder la caballerosidad y simplemente soltar sus enojos con la adolescente.

- Oppa, cuando cumpla 16 podremos formalizar nuestra relación… - parloteaba la chiquilla mientras Dong Joon pretendía estirar los músculos en la cancha al centro de la pista de atletismo.  Por desgracia, no es hora de entrenamiento, así que no espera que el entrenador saque a su prima de ahí.

- SeungMi-ah, cuando tengas 16, probablemente esté en planes de matrimonio con la persona que me gusta.

- Pero yo seré tu esposa.

- Escucha SeungMi-ah; sé que cuando éramos niños pude haberte hecho alguna promesa sobre cuidar de ti y esas cosas pero, no vamos a casarnos, no vamos a ser novios. Porque a mí ya me gusta alguien, un chico apuesto que también me quiere y con quien realmente me gustaría hacer vida, como nuestros padres, ¿entiendes?

- Pero oppa…

- Sin peros, SeungMi-ah; deja de perseguirme porque está siendo realmente molesto. Y tú eres una chica maravillosa, muy bonita…

- Quiero ser todo eso solo para ti, oppa… - insistió la menor Jung, con una ciega determinación que ponía a prueba la paciencia del gemelo Park.

- No me interesan las chicas. Soy gay, SeungMi-ah…

Entonces la menor Jung se empinó hasta que sus labios tocaron los del gemelo Park, que tomado por sorpresa atinó a paralizarse, incapaz de empujarle, sin responder en lo mínimo el sublime contacto que la adolescente buscaba. Cuando Dong Joon sintió a SeungMi alejarse, algo sucedió tan rápido que en sí no se enteró de ello. Solo escuchó un sonoro golpe y cuando salió del trance de la sorpresa, su hermana Yoon Hyun estaba parado delante de él, viendo detenidamente a SeungMi, quien se sostenía una mejilla que alcanzaba a notar enrojecida.

- Deja en paz a mi hermano, SeungMi. Acepta de una buena vez que es tonto que sigas pretendiendo estar enamorada de él. No te comportes como una cría.

- ¿Qué puedes tú saber de lo que siento por Dong Joon oppa? – espetó la menor Jung, apartando la mano de su mejilla y encarando con rencor a su prima… - Lo dices tú, la que se enamoró de su profesor e intentó seducirle como si en verdad hubieras podido conseguir algo de él…

- Cuida lo que dices SeungMi; o voy a olvidar que vivimos juntas durante años, la amistad que nos ha unido hasta ahora… - la menor Park siseó.

Las dos adolescentes se sostuvieran la mirada por un rato considerable. Dong Joon estaba por demás incómodo con esta situación. Y cuando se animó en mirar alrededor para enterarse de cuántas miradas curiosas podrían estar por ahí observándoles, sintió alivio tras descubrir que nadie parecía prestar atención. Excepto alguien. Young Min estaba a unos metros de ahí, presenciando la escena con el ceño ligeramente fruncido y una postura demasiado rígida para tomárselo con calma.

- ¡Y si vio lo del supuesto beso! ¡No me digan que pensó que quise ese beso! ¡Ay Dios, conociéndole seguro se anda haciendo ideas raras! Por qué me pasan estas cosas a mí T^T – pensaba el gemelo Park habiéndose desconectado del intercambio de miradas entre su hermana y su prima.

- Siento haber mencionado lo del profesor. Adiós… - SeungMi admitió con renuencia, pero motivada por la educación recibida en casa sobre la honestidad y la aceptación de errores. Dio media vuelta y se fue corriendo.

- Oppa, no te descuides o todas las chicas encontrarán el modo de robarte los besos que solo tienen un dueño ahora… - Yoon Hyun sonrió a su hermano mayor, luego agitó la mano y se marchó también.

Dong Joon carraspeó nerviosamente mientras caminaba hasta Young Min, agradecido al menos de que no se fuera también. Señal de que efectivamente querría alguna explicación del beso que SeungMi le robó.

- Suena tan patético reconocer que una niña me robó un beso… - susurró para sí, llegando tras un par de pasos hasta su prospecto de novio. ¡Que aún no se lo pide!... – Antes que nada, ¡no lo vi venir! – se excusó levantando las manos en signo de rendición.

- Sé que no, imbécil… - el gemelo Mokomichi gruñó y se cruzó de brazos.

- Entonces por qué estabas enojado.

- Porque te robaron un beso. Y no podía hacer nada por reclamar lo que es mío… - gruñó una vez más.

- ¿Entonces estabas celoso? – Dong Joon sonrió con renovadas energías.

- ¡No!

- Acabas de decir que lo estabas por no haber podido reclamar lo que es tuyo.

- Lo que sea… - gruñido… - debo admitir que me sentí un poco mejor cuando tu hermana la abofeteó. Francamente creo que a SeungMi no le quedarán ganas de provocar nuevamente a Yoon Hyun, se ve que pega fuerte.

- Mis hermanas son así, creo que lo heredaron de umma. Pero no estoy seguro.

- SeungMi no se rendirá fácilmente.

- Creo que lo hará. Cuando sepa quién me gusta… - Dong Joon vio a Young Min sonrojarse…

- No es tonta, seguro ya lo sabe. La pasas persiguiéndome… - bufó.

- Ni que fuera un acosador… - sonrió…

- Pues casi. Solo un acosador la pasaría coqueteándome y siguiéndome desesperadamente, besándome sin permiso y…

- ¿Quieres ser mi novio?

- ¿Qué?

- Que si quieres ser mi novio…

- No eres nada romántico para ninguna ocasión, Dong Joon… - el gemelo Mokomichi resopló el cenizo flequillo sobre su frente.

- Y yo ya te dije que no pretendo ser romántico. Además, por qué te quejas tanto de todo, solo tienes que decir sí… - el gemelo Park sonrió arrogante.

- ¡No!

- Oh vamos, sé que quieres. De otra manera por qué nos hemos besado incluso después de volver de Jeju.

- ¡Porque tú me abordas! – exclamó a la defensiva, comenzando a avergonzarse.

- Y eres lo suficientemente fuerte, hábil y gruñón como para negarte.

- ¿Tenías que mencionar lo de gruñón? – le fulminó con la mirada.

- No he dicho ninguna mentira. ¿Vas a decirme que sí?

- ¡No!

- Pero Young Min~

- ¡Aleja tus manos de mí! ¡Imbécil, idiota, estúp…!

Dong Joon comenzaba a descubrir que no hay mejor manera de callar a Young Min, que besándole. Y a Young Min le encantaba, pero igualito que su umma, no iba a admitirlo.

*****

Residencia Jung-Kim

Yunho estaba listo para recibir adecuadamente al novio de Hyeran. Esa noche en verdad iba a ser amable. Le daría una oportunidad a este chico, por el bien de su princesa.

- Estoy orgulloso de ti, Yunnie~ - Jaejoong se puso cariñoso, comenzando a besarle el rostro repetidas ocasiones mientras el moreno intentaba terminar de vestirse… - Me hace muy feliz que cambies tu actitud con respecto a Moon Jung Up, es un buen chico.

- Sí, sí, sí. JaeBoo, a ti te agrada porque a ese chico le gusta el rock… - el moreno se permitió protestar con aire dolido.

- ¡Oh por dios! ¿También estarás celoso por eso?

- Solo digo que espero que no le abras las puertas tan confiadamente a este chico como lo hiciste antes con Junjoong, aunque él solo haya querido consejo para conquistar a Kwang Min, que según ChangMin, ya lo ha conseguido. Y por cierto, a ChangMin no le agrada en absoluto que su hijo salga con uno de 22.

- Aigoo~ ¿tendremos más discusiones por esto?

- Depende. ¿Vas a darme un rico beso ahora?

- Babo… - el pelioscuro atrapó los labios de su esposo con tranquilidad, besándose profundamente largo rato…

*****

Residencia Mokomichi-Shim

- ¿Masaki no vendrá a dormir esta noche tampoco? – Min Woo preguntó a sus padres durante la cena.

ChangMin y Hayami intercambiaron miradas, francamente nerviosos de responder ahora luego de tanto alargar el momento de afrontarlo. Los gemelos miraron de hito en hito a sus padres y a su hermano menor. Sospechan que algo malo va a pasar.

- Min Woo ah… - el morocho comenzó, dejando sus cubiertos a un lado y tomando una profunda respiración… - Masaki no va a volver a casa…

- ¿Por qué?

Más miradas entre sus padres. Incluso los gemelos miraron a sus progenitores tan inquisitivos como su hermano.

- Fue… una decisión pertinente… - Hayami respondió.

Min Woo miró detenidamente a sus padres, sobre todo a su umma. Luego –cuando sintió que lágrimas brotarían de sus ojos– el menor se retiró de la mesa hasta encerrarse en su habitación. ChangMin hizo el amago de levantarse e ir a hablar con él pero Hayami le detuvo. Saben que sería peor y un mal momento para explicar su decisión.

- Masaki estaba enamorado de Min Woo, y él iba a corresponderlo. Por qué tenían que separarlos… - Kwang Min también se levantó, seguido al instante por Young Min, dejando a los adultos solos en el comedor.

- ¿Deberíamos hacerle volver?

- Masaki no volverá, ChangMin. Él no puede. Le pediríamos demasiado ahora.

……………………………

Departamento de Okada Masaki

El japonés respondió un mail que no ayudaba en su actual estado de ánimo. Aquello se estaba complicando. A veces –como ahora– se arrepentía de la promesa que salió de sus labios.

Continuará……

Sé que las lecturas y los comentarios en los capis no son lo que yo quisiera, pero trato de comprender el panorama. Trabajo y estudio, soy hija, amiga y escritora. Alargo el tiempo de cada día con tal de conseguir continuar haciendo lo que me gusta, pero pese a que es mi pasión particular por la escritura, también me alienta cuando recibo sus comentarios, y cuando no es así pero sucede que el blog es visitado con impresionante regularidad por cerca de 200 personas o más, es inevitable que me sienta decepcionada y me cuestione sobre mi trabajo. De modo que, espero tengan en mente estas palabras, sé que no es la primera vez que las menciono.

Sin más, me despido con un cordial abrazo para tod@s ^^