Capítulo 15 UNEXPECTED DESTINY

CAPÍTULO 15. ROLES

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Residencia Jung-Kim

- Yunho, en serio creo que está de más hacer reclamo alguno. Dudo que haya quien haga caso de las clasificaciones en línea… - el pelinegro comentó con cierto aire resignado. Tampoco es que le háyase gustado la idea de sus hijas leyendo escenas de aquel tipo a su edad, pero la realidad era esa y aunque quisiera, no podía ponerles vendas en los ojos, ni todas las prohibiciones del mundo a sus computadoras.

- Pero… - el moreno miró de hito en hito a los adolescentes, que sonreían apenados pero incapaces de echarse para atrás. Hubiera sido mejor si simplemente hubieran pasado de largo con el cuestionamiento, pero en medio de la repentina emoción, la lengua se les había soltado… - No quiero saber qué tantas cosas más andan viendo o leyendo, pero si hago una revisión próxima a sus habitaciones, princesas, más vale que se deshagan de todo lo que no debe estar ahí.

- ¡Appa! – respingaron Hyeran y SeungMi a la vez.

- Es algo que haré, y tengo derecho, les guste o no saben como yo que en éste sentido llevo cierta ventaja moral. No tienen edad para enterarse de ciertas cosas.

- No es como si lo estuviéramos poniendo en práctica… - Hyeran cruzó los brazos con aire indignado. Tenía mucho material yaoi que esconder de manera inmediata o su padre era perfectamente capaz de tirarle todo a la basura.

- Aún así, no tienes la madurez princesa… - la expresión de Yunho era seria. Y por esa vez, ni Jaejoong refutó sus palabras, porque tenía razón. Pero también sabía que sus hijas tenían sus propios límites, tampoco es que anden mirando contenido 100% pornográfico.

Por un segundo Min Woo se sintió incómodo con el tema. Él había experimentado cosas de adultos y la consecuencia de su incursión en aquel mundo le había dejado un hermoso regalo de nueve meses desarrollándose en su interior. Cuando Masaki sujetó su mano dándole un ligero apretón, el menor Mokomichi se relajó lo suficiente para no pensar demasiado en las palabras del moreno. Después de todo no se las había dicho a él, ni eran un reclamo ni nada parecido, así que él no debía inquietarse. Tenía todo para ser feliz, su hijo en su vientre, y a un hombre increíble a su lado, prometiéndole un querer sin fecha de caducidad.

- Bueno, por qué no salen a los jardines chicos, nosotros queremos discutir algunas otras cosas en privado… - Jaejoong solicitó. Y todos los adolescentes –Masaki incluido aunque él ya es adulto– salieron sin respingar.

- ¿Qué otro tema vamos a discutir? – ChangMin cuestionó curioso, porque hasta donde sabía, esta cena había sido para decidir si participaban en el nuevo drama que les propusieron.

- Nuestros hermanos van a casarse, y nosotros queremos hacerles una fiesta de compromiso… - Junsu respondió con emoción. Yoochun por su parte más bien parecía resignado, contento pero resignado.

- ¿Casarse? ¿Tan pronto?

- Llevan más tiempo saliendo de lo que piensas, Hayami.

……………………………

Mientras los mayores discutían acerca del próximo compromiso de matrimonio entre JunHo y YooHwan, los adolescentes seguían emocionados hablando acerca del drama propuesto para sus padres.

- La ventaja que Junsu hyung y Yoochun hyung tienen es que en casi todos los fictions que leímos donde tienen hijos, son gemelos, la parejita a menudo… - Hyeran señaló.

- Así es, así que mi querido hermanito y yo de hecho que estaríamos dentro desde ya… - Sun Hi dijo con una sonrisa radiante.

- Todavía ni siquiera sabemos si en serio van a aceptar, ni cómo está estructurado el guion y ustedes ya están sacando los roles de personajes… - Dong Joon comentó sin demasiado interés.

O bien era el hecho de que no le preocupaba ser llamado a actuar a lado de sus padres. Sí o sí él de todas maneras se lía con un hijo de ChangMin y Hayami en el drama. Y él, de hecho, ya está con uno de los gemelos, en la vida real.  ¡Oh yeah, hay cierto privilegio de nacimiento!

- Por otro lado ChangMin hyung y Hayami hyung tienen cuatro hijos, unos trillizos de los cuales solo hay un nene, y dos nenas. Y otro hijo que luego es algo así como doble agente y lo amas-odias en toda la bendita historia. Así que tendrían que conseguirse un hijo adoptivo, y dos de ustedes tendrían que disfrazarse de chicas si quieren salir.

- ¡No voy a vestirme de chica! – Young Min refunfuñó. Min Woo se hizo el desentendido y Kwang Min encogió los hombros casi como si aquello le diera igual. Casi, ciertamente que no entra en sus planes vestirse de chica durante las grabaciones de todo un drama del cual ni siquiera saben cuántos episodios lanzará, o cuántas temporadas van a comprenderlo.

- Hay suerte en ello cuñado, porque como ya estás saliendo con mi hermano, tú podrías interpretar el papel de Kenji. Por cierto, ¿quién de ustedes es el seme? Da igual, en la historia de todas maneras a ti te toca ser uke, oppa… - la gemela Park miró primero a Young Min y luego a su hermano.

- Por qué no eres una chica normal, Sun Hi… - el gemelo Park suspiró. Lo que eran su umma y su propia gemela hablaban de estos temas como si fuera cualquier cosa natural.

Y por raro que parezca, cuando todos esperaban alguna sarta de reclamos e improperios de parte de Young Min, el gemelo simplemente se quedó callado, de brazos cruzados y mirando a un lado como si no les estuviera prestando atención. Pero Dong Joon alcanzó a vislumbrar un tenue sonrojo en sus mejillas, sonrió curioso por adivinar los pensamientos que andarían rondando en su cabeza. Lo que el gemelo Park no sabe es que su novio piensa justamente en aquella parte de la relación. Ciertamente que es muy pronto para pensar en intimar, pero también es verdad que habrán de llegar a ello. Young Min se pregunta cómo será dominar o ser pasivo, si ha de gustarle más algún rol, o ambos. Qué implicaciones tiene el sexo en su noviazgo, si sucederá pronto o tardará en llegar. La verdad es que sus hormonas ya se alteran, pero lo hacían incluso antes de que comenzara a salir con Dong Joon, pero hacerlo con su novio no será solo calentura. ¿Cómo van a saber que están listos? ¿Cómo pudo Min Woo entregarse a un chico que ahora ni siquiera quiere saber nada más de él?

Amar no es fácil, entregarse tampoco.

Mientras Young Min reflexionaba sobre aquello, desconectado del resto y ajeno a la atenta mirada de Dong Joon –que sin embargo procuraba discreción–; Hyeran y Sun Hi continuaban debatiendo el tema principal. Los hijos de los mayores para el drama.  Yoon Hyun y SeungMi reían por lo bajo más que entretenidas con la conversación de los más grandes. A ellas en realidad que no les importaba demasiado salir o no salir, les bastaba con ver a sus padres actuando como criaturas de la noche. Ya hasta se han imaginado los efectos especiales para todo.

- Definitivamente el problema es con mis padres. No hay manera de que SeungMi y yo pasemos por varones, y menos gemelos. Habrá que hacer casting para ello.

- Seguro solo podría decirse que están dentro el par de tórtolos… – Sun Hi iba a dirigir su mirada hacia Dong Joon y Young Min, pero por alguna razón terminó viendo a Masaki y Min Woo conversando por lo bajo ajenos a lo que ellas decían… - Los otros tórtolos… - sonrió ligeramente divertida, mirando entonces a su hermano y al gemelo Mokomichi, distraídos y sin voltearse siquiera a ver… - ¿Qué clase de novios son que ni siquiera se pelan? Ya quisiera yo que Jin Wan oppa estuviera aquí… - señaló con aire soñador, visiblemente enamorada.

- Appa ni siquiera me dio tiempo de invitar a mi querido Moon Jung… - Hyeran resopló frustrada. Ella tiene novio y lo ve menos de lo que quiere, pero por ahora se porta como la hija buena y comprensiva que es, mientras su appa se acostumbra a la idea de que ya no es una niña, sino una adolescente atractiva con novio apuesto que quieren verse todos los días.

- En serio que ellos no son una pareja normal, ni siquiera ChangMin hyung y Hayami hyung se prestan tan poca atención como ellos…

. Te doy la razón en eso, Sun Hi… - ambas adolescentes suspiraron con aire resignado. Luego se dieron cuenta de que Kwang Min también estaba ausente, desconectado de todos tenía los ojos clavados en su móvil, y por la expresión en su rostro, significaba que se mensajeaba con su novio también.

- No tienes la impresión de que el amor de los chicos parece más romántico que los nuestros…

- Sí… - las chicas volvieron a suspirar.

- ¿No creen que tal vez nuestros padres serían menos estrictos y celosos si en lugar de conseguirse novio se hubieran conseguido una novia?

- ¡Eww! – respingaron Hyeran y Sun Hi. Y SeungMi y Yoon Hyun soltaron unas carcajadas. Lo que de paso medio sacó a los chicos de sus respectivas burbujas.

- ¿Y ahora qué mosca les picó? – Young Min enarcó una ceja, pero ninguna de las chicas se dignó en responderles.

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Departamento de Kim JunHo

Pese a que habían decidido tomarse su relación con calma, desde que sus hermanos se enteraron de ello se han sentido un poco más impulsados a formalizarse como imaginan les hará ilusión a sus respectivas familias. Por eso decidieron que el matrimonio estaba bien en sus vidas. Y que para la próxima reunión de ellos –solo los dos– con los padres de cada uno dar la noticia de un compromiso y no solo un noviazgo, sería adecuado.

- ¿No te sientes extraño? – el gemelo Kim preguntó a su novio, sentándose a su lado en el sofá. La cajita con los anillos de compromiso sobre la mesa de centro, abierta muestra las argollas, las que acaban de comprar esa tarde.

- ¿Falto de romance? – el menor Park formula. Se voltean a mirar y sueltan un suspiro… - De alguna manera hacemos las cosas siempre de un modo diferente, ¿no te parece?

- Aún así, es como si faltara algo. Y no es que me esté arrepintiendo… - Puntualizó el gemelo Kim, solo por si su novio pensaba eso, aunque no era común que YooHwan dudara de él de todos modos.

- Sé que no es eso… Tal vez hubiera sido mejor si no lo hubiéramos planeado así… - el menor Park echó el cuerpo hacia atrás recargándose en el respaldo del sofá, estiró las manos hacia arriba destensando los músculos y se quedó ahí, tirado con el ánimo extrañamente bajo.

- Como si yo te lo hubiera propuesto en una cena romántica, por ejemplo… - JunHo señala, consciente de que el compromiso entre ellos había sido cosa espontánea pero sin gestos románticos.

En una mañana hace unos días cuando al despertar abrazados supieron que la vida de pareja estaba ahí, que era solo cuestión de unos detalles para formalizar aquella relación hasta sus más ínfimos requerimientos sociales. Se habían mirado y fue el menor Park quien lo comentó primero.

–Deberíamos comprometernos, Junho.

- ¿Casarnos? – el menor Park asintió… - Bueno, hay que comprar anillos de compromiso y luego planear una ceremonia sencilla.

Y listo, habían resultado comprometidos de palabra, sin elaboradas frases de amor ni ese cúmulo de cursilerías que hay por ahí y de las que pudieron valerse. Y aunque ese día saberse dispuestos al matrimonio les había dejado una chispeante sensación de emoción, a los días siguientes todo había vuelto simplemente a la normalidad.

- Tal vez es que no somos unos muchachitos. Somos adultos maduros, no necesitamos tanto parloteo romántico.

- Tal vez, YooHwan… O tal vez debió ser más como… como a la antigua. Pedírtelo en una cena romántica, sea aquí, en tu departamento o algún restaurante de lujo.

- ¿Y por qué tendrías que habérmelo pedido tú?

- Fue solo una idea, no lo tomes tan literal.

- Por un momento pensé que te saldría la repentina vena de seme.

- Ciertamente lo soy, YooHwannie.

- Sí, pero no porque yo no quiera serlo también.

- Pues no hemos intentado que lo seas, porque nunca lo insinúas. Pienso que te gusta ir abajo, recibirme, ser uke.

- Manía la tuya de soltar sinónimos para algunas cosas… - el menor Park achicó la mirada con aire ofendido.

- No fue intencional… - el gemelo Kim sonrió… - Sigo pensando que de cualquier manera se siente extraño.

- E insisto, somos maduros. No deberíamos necesitar peticiones románticas, querernos y llevarnos bien debería ser suficiente.

- Sí. Debería, YooHwannie.

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Tomemos unas líneas para hablar sobre aquellos otros personajes que atañen a esta historia. En capítulos anteriores veíamos la desgastada relación entre DongHae y Kibum, y el incipiente nacimiento de una nueva entre el primero y su compañero y amigo EunHyuk. Nos remontamos pues años atrás, aproximadamente al 2012. Pese a que no habían formalizado un noviazgo, y que aún estaba ahí el hecho de que a su vez Kibum y DongHae no habían terminado el suyo formalmente, sino simplemente dándolo por hecho ante el tiempo y la distancia que les mantenían más bien separados; DongHae no podía engañar a su corazón. Aún ama a Kibum. Y temía que eso de que “el amor verdadero es tan solo el primero” fuera tan real que le doliera, y en consecuencia provocara el dolor en otros. Él no quiere decepcionar a EunHyuk, y le quiere, de verdad lo hace. Aprecia cada minuto que pasa con él, su compañía aligera la carga en su corazón y le genera cierta sensación de alivio a su alma. DongHae está seguro de que si Kibum no hubiera sido el primero, él habría caído perdidamente enamorado de EunHyuk.

Pero la verdad es esa. Kibum estuvo primero. Kibum sigue ahí en su corazón y en sus pensamientos. Kibum sigue siendo el amor de su vida.

- Sigues pensando en él… - la afirmación le llegó de golpe al fishie, el bailarín dejó de practicar una coreografía y tomando una toalla de su bolso comenzó a limpiarse el sudor. Estaban solos en la sala de ensayos, el resto se había ido pero ellos habían dicho que querían practicar un poco más. DongHae sin embargo se había sentado en la duela hace diez minutos y desde entonces no se había movido de ahí.

- ¿Nos vamos ya? – DongHae se puso de pie, evadiendo deliberadamente cualquier comentario a las palabras de su novio.

- ¿Hasta cuándo crees que ambos vamos a soportar esto, DongHae?

- Eun…

- En serio. Honestamente DongHae, si tanto sigues queriendo a Kibum…

- No quiero hablar acerca de eso, EunHyuk. No hace falta que lo hagamos, no en este momento, no me siento bien.

- ¿Te duele el cuerpo, estás cansado? ¿O es el corazón?

Ambos muchachos voltearon a mirarse. Enfrentaron con sus ojos las palabras que no iban a salir de sus labios. DongHae no podía tomar una decisión. No quería tal vez. Pero entendía que EunHyuk le orillara a eso, porque no tiene derecho a seguir en este sube y baja cuando la balanza siempre se inclina hacia un solo lado.

- El corazón.

- Por más que intente sanarlo, no podré DongHae. Así que… - el bailarín tragó hondo, indeciso en decir aquellas palabras que se le atoran en la garganta…

- Terminemos, EunHyuk. Terminemos amablemente, antes de que mi estupidez destruya la amistad que aún queda entre nosotros.

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Actualidad

Residencia Jung-Kim

Después de un rato los adolescentes se dispersaron por la casa. Hyeran y Sun Hi subieron a la habitación de la primera para elegir atuendos qué ponerse en la cita que acababa de ocurrírseles para salir con sus novios juntas. Yoon Hyun y SeungMi decidieron leer algo, Kwang Min había conseguido convencer a sus padres de que le dejaran verse con Junjoong, por lo que estaban por ahí en los jardines felices de la vida, al menos hasta que el muchacho tuviera que irse antes de que se hiciera muy noche, del mismo modo estaban Min Woo con Masaki.

- Me siento tan feliz de que vinieras, que probablemente actúe como un loco… - Kwang Min sonrió con torpeza, acomodándose una y otra vez los mechones tras de su oreja en simple acto de nerviosismo.

Desde la última vez que hablaron, la sinceridad con que Junjoong habló con él le hizo sentirse más unido a su novio. Y de alguna manera esa sensación también le ponía más nervioso, avergonzado y torpe.

- Ya veo por qué me gustas tanto, Kwang Min ah… - el muchacho sonrió y sujetando el rostro del gemelo por las mejillas se acercó besándole corto los labios… - Tus padres deberían dejarme verte a diario, un par de horas para sentirme algo más cerca de ti.

- Pues puedes pedirles permiso… - el gemelo se acercó un poco más, deseando otro beso. Uno que no le fue negado, y que de hecho se repitió por varias ocasiones antes de que su novio dijera nada.

- La verdad es que pienso que tu umma me mandará al diablo… - el muchacho admitió, sonriendo apenado por reconocerlo.

- Si tú hablas con ellos, appa seguro se pondrá de tu parte, y entonces umma no tendrá más remedio que ceder. A veces así funcionan ellos, Junjoong ah. Y yo también quisiera verte a diario, un par de horas al menos… - el gemelo rodeó el cuello de su novio, jalándole más cerca a ser posible, rozando sus cuerpos de un modo que hasta el momento no había sentido.

A esto podría llamarle alteración de hormonas. Su cabeza estaba formando ideas subidas de tono al respecto de sus horas con su novio, de la cantidad de cosas que podrían hacer aparte de charlar. Y que Junjoong comenzara a besarle ahora con esa confianza tan novedosa que le pilla por sorpresa haciéndole suspirar y alterarse, abrumaba un poco más sus sentidos.

……………………………

- Masaki-kun, se está haciendo tarde.

- ¿Ya quieres que me vaya?

- Claro que no, pero… tienes que descansar, o quizá tengas algún trabajo que hacer para la universidad.

- He adelantado suficiente, puedo esperar un poco más antes de volver al departamento.

Okada y el menor Mokomichi se sonrieron, un poco avergonzados pero contentos. La compañía del otro en esta nueva etapa de sus vidas les hacía sentir así de bien. Enamorados de la vida, agradecidos con ella por haberles dejado conocerse, por permitirles estar juntos, aunque los términos no fueran los más comunes.

- ¿Cómo van tus síntomas? – el japonés acunó el vientre del menor en sus manos, aunque aún fuera demasiado pequeño como para parecer una tripa de embarazo.

- Umma y appa se saben un montón de tips y la pasan aconsejándome para que lo pase bien… - Min Woo sonrió radiante. La sonrisa más hermosa que Okada le había visto hasta el momento… - ¿Qué? – El menor preguntó cuando se dio cuenta de que el japonés no le apartaba la mirada, haciéndole sonrojar por puro reflejo del corazón.

- Eres mucho, mucho más atractivo cuando sonríes así… - el menor se sonrojó tras el halago del japonés… - Y sonrojado te ves demasiado tierno… - sonrió al tiempo que sus manos subieron a las mejillas de Min Woo, acariciándolas con sus pulgares.

- Y a ti parece gustarte hacerme sonrojar… - el menor Mokomichi se dejaba hacer, imaginando las protestas de su umma si le viera así. Es que ChangMin siempre ha sido particularmente sarcástico y antiromántico.

- Me gusta verte feliz, y me gusta saber que puedo conseguir hacerte sentir así. Me gustas, tanto que antes de conocerte no hubiera imaginado que existiera nada que me hiciera retractarme de la promesa que le hice a mi hermano.

- ¿Me contarás algún día sobre eso?

- Lo haré. Pero no hoy. Hoy solo quiero besarte y abrazarte, Min Woo ah.

- No te detengas, Masaki-kun… - susurró más que colorado, empinando el rostro para rozar sus labios con los del japonés.

Iniciando así una tierna ronda de besos y sonrisas, de murmullos y abrazos gentiles.

……………………………

Y por otro lado, Young Min y Dong Joon estaban sentados en la mecedora del pórtico en la entrada principal. Estaban lo suficientemente alejados de los demás adolescentes, pero más cerca de los mayores. Aún así se sentían cómodos, no es que estuviesen hablando en voz alta ni de temas inadecuados. De hecho, temas perfectamente normales en jóvenes parejas. O algo así.

- ¿Crees que en dado caso nos lleguen a invitar a participar con nuestros padres?

- Supongo. A la compañía le sería mucho más productivo, ya sabes, gozábamos de cierta popularidad por el simple hecho de ser sus hijos…

- No es que no me agrade la idea pero, pienso que soy muy diferente al personaje de la historia.

- Cierto. Kenji es notoriamente más amable y romántico, no le da reparo admitir que está enamorado de ChulSoo y…

- Y además es el seme… - Young Min interrumpió el diálogo de su novio sonriendo maliciosamente.

- ¿Cómo fuimos a parar en esa parte del tema? – Dong Joon cuestionó azorado. Lo ha pensado muchas veces, su faceta tímida heredada de su umma se le presenta en las situaciones menos pertinentes.

- No sé, y la verdad me da igual. Algún día vamos a… tú sabes… hacer “eso”, ¿no? – el gemelo Mokomichi frunció el ceño al sentir sus mejillas tibias. ¡Detesta sonrojarse!

- Sí. “Eso” sucede en algún punto de las relaciones estables de personas enamoradas que solamente quieren demostrarse su amor de otras maneras aparte de lo cotidiano como los besos, las agarradas de mano, los abrazos y las largas conversaciones por teléfono.

- Dong Joon, ¿te das cuenta de que nosotros no tenemos mucho de eso? Bueno los besos sí, a ti te da por besarme bastante…

- Te beso cuando tengo ganas. Y eso sucede casi cada que te veo, de hecho ahora mismo me gustaría besarte, Young Min… - el gemelo Park sonrió coqueto, moviendo las cejas en un gesto que francamente haría reír a carcajadas a su novio. Si su novio no prefiriera ser más hostil dándole una patada y gruñéndole con cara de pocos amigos… - ¡Aish! ¡Maldición eso dolió!

- No dolería si no fueras tan… ¡Tan tú! Estamos hablando de un tema serio, joder.

- ¿Y el hecho de que diga que quiero besarte sale de la seriedad? – Dong Joon enarcó una ceja, un tic nervioso asaltó el ojo de su novio y ellos terminaron desviando mutuamente la mirada.

- No somos una pareja para nada normal. De hecho, por qué será que estamos juntos. no te trato especialmente bien, ¿eres masoquista?

- Seguramente, porque con todo y ese geniecito que tienes, me sigues gustando. Y a veces te hago enfadar por gusto, pero la mayoría de las veces no veo venir que te tomarás las cosas como te las tomas.

- Es que eres muy baka…

- ¿Cuándo será que en lugar de insultarme, gruñirme o pegarme, simplemente me des un beso y una sonrisa enamorada? Sé que me amas~

- ¡Cállate! ¡Irás abajo!

- ¿Ya volvimos al tema de los roles en la intimidad?

- Se me escapó… - el gemelo Mokomichi admitió encogiendo los hombros.

- Has estado pensando en eso desde hace un rato, ¿verdad?

- Es inevitable. Tenemos 17 años, las hormonas se alteran fácilmente.

- ¿Se te han alterado por mí? – el gemelo Park preguntó con curiosidad y un dejo de vergüenza. Aunque también había en sus ojos un poco de picardía.

- Tal vez… - Young Min admitió con las mejillas algo más calientes. El tema se estaba yendo por un escabroso camino del que probablemente salga más que avergonzado. Por lo menos.

- Mi padre suele decir que tengo que ser seme, ¿sabes? Pero a mí en realidad no me importa eso de ser activo o pasivo. Creo que me gustará estar contigo sin importar qué rol tome… - Dong Joon comentó con cautela, casi temiendo que su novio se fuese a asustar por su sinceridad.

- Cuidado con lo que dices, te podría tomar la palabra…

- Hazlo. En serio no me importa, Young Min ah. Siempre que sea contigo.

Ambos adolescentes se sonrojaron violentamente cuando sus miradas se conectaron con intensidad. Desviaron la mirada unos instantes y casi de inmediato volvieron a mirarse. Dong Joon fue quien se movió primero, pero Young Min lo hizo también y casi a la par. Sus bocas se fundieron en un beso demasiado caliente para evitar sentir que el roce de sus labios quemaba o que no era suficiente y necesitaban más contacto húmedo entre sus bocas, chocando sus lenguas y teniendo ese beso desesperado que sabe a necesidad.

Necesidad de tocarse.

Se separaron con la respiración alterada y la sensación de que han atravesado una línea invisible galopándoles contra el pecho.

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Residencia Park-Kim

Un par de días después, Yoon Hyun tocaba el piano. Había regresado de la escuela antes de tiempo porque se había sentido muy mal. Época de período y esos horribles cólicos que conseguía relajar cuando se desconectaba de todo, y el piano –curiosamente– era la única actividad que se lo permitía.

- Te preparé un poco de té, princesa… - el pelinegro entró en la sala de música de su casa, el piano que comprara junto con Junsu hace más de una década seguía siendo el instrumento más valioso de todos los que poseen.

- Gracias appa… - la menor Park sonrió. Apartó sus manos del teclado y se levantó de su sitio para tomar la taza que su padre le extendía.

- Umma dijo que te gusta con miel… - el pelinegro la instó a sentarse nuevamente, acompañándola en el banquillo del piano. Su hija simplemente había asentido, tomando pequeños sorbos del té… - Esa melodía que tocabas, pensé que ya no la practicabas.

- Sigue siendo mi favorita, appa. La compusiste para umma cuando estaba embarazado de mí… - Yoon Hyun vio a su padre deslizar los dedos por el teclado, presionando notas al azar… - Appa, ¿crees que conoceré el amor?

- Claro que sí princesa.

- A veces tengo miedo de que no sea así. Tengo miedo de seguir enamorada de mi profesor…

Continuará……

Ha sido difícil ordenar mis ideas, sobre todo por el hecho de que andan por ahí rondando con varios fines. Pero tal como la manager ha dicho, nada de distraerse en otros proyectos cuando puedo concentrarme en uno ;D

¿Qué les parece? ¿Les apetece algo más en especial? Aprovechemos el trecho que nos queda por recorrer.

Ya Ne! ;D