Penúltimo Capítulo Unexpected Destiny

CAPÍTULO 18. UNEXPECTED

*****//*****//*****

*****

Residencia Park-Kim

Min Woo comenzó a juguetear con sus dedos con nerviosismo, rojo como tomate pero sumamente feliz. No podía negar la acusación de sus hermanos, y no es que realmente quiera hacerlo, estar con Masaki en la intimidad había sido de las cosas más hermosas que le han pasado en su corta vida, porque a sus casi 17 años –que ya no falta demasiado para que los cumpla, de hecho en cosa de un mes los estará alcanzando– su bebé y haber encontrado el amor de verdad en Okada, eran lo mejor que ha podido pasarle; aparte de contar con la extensa familia que le ha acompañado siempre.

- ¡Yah! Cómo pueden saber que lo han hecho *^* Yo les veo actuar como siempre y ustedes ya rápido supieron que hicieron el amor con sus novios… - exclamó con pucheros la gemela Park, seguida por Hyeran quien asentía con pucheros también.

- Eso es algo que las niñas no deben saber… - Dong Joon comentó con aire superior, como si el hecho de haber iniciado su vida sexual lo hiciera mayor de edad. Lo cual por supuesto, no tienen nada qué ver.

- Tenemos la misma edad… - señaló sombríamente Sun Hi. Su gemelo simplemente se encogió de hombros como restándole importancia.

- ¿Cómo fue? – Hyeran ya estaba sentada junto a Min Woo, con ojos brillantes y emocionados.

- ¿Eh? – el menor Mokomichi sintió un increíble sofoco subirle a la cara.

- ¡Cuéntanos~! – Sun Hi se acercó también. Ambas adolescentes sumamente curiosas por la primera vez de Min Woo.

- ¡Yah! ¿Cómo se les ocurre hacer esa clase de preguntas? – Young Min fue el primero en quejarse.

- Oh, no seas celoso, te preguntaremos a ti luego de saber de tu hermanito… - Hyeran sonrió divertida.

- ¡Quién está celoso! ¡Y tampoco voy a contestar, pervertidas! – Young Min protestó, con la cara roja de vergüenza y molestia. Una buena dosis de ambas cosas, que era inevitable que los recuerdos de su primera vez le vinieran a la mente en ése instante.

- Llamarnos pervertidas es una acusación severa, oppa~ - Sun Hi pucheó supuestamente ofendida. La verdad es que disfrutan enormemente de toda esta situación.

- Es lo que son… - Young Min frunció el ceño.

- También nos contarás cómo fue, ¿verdad oppa? – tras ignorarle, las adolescentes centraron su atención en Kwang Min.

- Pero contar algo así es vergonzoso~ - Kwang Min sonrió con las mejillas coloradas, suspirando al recordar esa primera vez con Junjoong.

- Por favor, oppa~ - Ellas insistieron…

- Estoy cansado hyung, volvamos a casa… - el menor Mokomichi bostezó. Pese a que le gustaría esperar a sus padres, el embarazo y la actividad del día le tenían sumamente agotado.

- Pero vamos a quedarnos aquí, Min Woo ah… - Kwang Min le recordó.

- Nosotras te acompañaremos a tu habitación…

- No vayan a hostigarlo con sus indiscreciones… - advirtió Young Min.

- Aigoo~ ni porque estás en casa ajena te comportas… - le acusó la gemela Park. El gemelo Mokomichi se sonrojó en parte porque tenía razón. Aún así, las chicas se limitaron a sonreír e ir escaleras arriba junto con Min Woo.

Mientras subían las escaleras, Min Woo trataba de pensar en cómo haría para librarse de las preguntas de Hyeran y Sun Hi. Le daba demasiada vergüenza tener que responder lo que querían saber. Pero cuando ellas le ayudaron a arroparse y le dieron las “buenas noches” con un beso en cada mejilla dejándole pronto a solas en la oscuridad de la habitación, él pudo suspirar tranquilamente.

Se tocó el vientre y sonrió feliz. Cuando le pidió a Masaki hacer el amor, no había pensando en si le gustaría al muchacho su cuerpo en aquellas condiciones físicas. Suspiró y mientras se acomodaba los almohadones sintió sus mejillas tibiarse nuevamente, la forma en que Masaki le había acariciado hasta exponer su desnudez, su timidez al darse cuenta de que era así, de que su cuerpo no era delgado ni demasiado varonil, que tenía peso de más y hasta estrías en la abultada tripa. Memoró la sonrisa de Masaki y sus susurros, la forma en que le aseguró que le encantaba, yendo luego a besarle, no en los labios sino en la tripa, recorriendo así un camino húmedo y caliente desde la tripa hasta sus labios, y luego nuevamente hacia el sur, donde su semidespierta erección reaccionó con sutiles espasmos cuando las manos del japonés la arroparon.

- ¡Debo dejar de pensar en eso! – Chilló mentalmente, cubriéndose la cara con las manos como si alguien pudiera verle, sintiendo esas oleadas de calor subir vertiginosamente por todo su cuerpo… - No pienses Mokomichi Min Woo, no pienses… - respiró profundamente luchando por controlarse, por sentir nuevamente esa pesadez que le había hecho bostezar minutos antes.

…………………………

En la estancia, Hyeran y Sun Hi volvieron su atención al drama, lo que sorprendió realmente a los adolescentes, que habían esperado que tardaran en bajar de las habitaciones; o que al llegar comenzaran a hostigarlos a ellos también. SeungMi y Yoon Hyun se habían ido a dormir ya, aunque no tendrían clases a la mañana siguiente pues es fin de semana y están en las últimas semanas del ciclo, no les apetecía trasnocharse con las locuras de sus hermanas.

- ¡Ya verá ese Junjoong cuando lo vea! – Young Min resopló entre dientes.

- ¿Qué es lo que verá, hyung? – Kwang Min achicó la mirada.

- ¡Te arrastró a hacerlo con él! ¿Te parece poco? – bufó.

- Mi novio no me arrastró para nada, yo también quería, así que lo hicimos. Igual que tú lo hiciste con Dong Joon.

- Es diferente.

- ¿De qué manera lo es, hyung?

- ¡Soy mayor que tú!

- ¡No puede ser cierto! ¡Por minutos! ¡Minutos, Young Min! ¡Y además eso no tiene nada que ver! – renegó Kwang Min, con el rostro colorado por lo absurdo de esta discusión.

- Pues igual voy a hablar con ese idiota de Junjoong, tiene 22 años, él debería ser quien preste atención a lo que hacen… - rebufó cruzándose de brazos, su hermano revoleó los ojos.

- Y me lo dices tú, que tiene exactamente mi edad y tuvo sexo con su novio de 17 también.

- Casi 18… - dijeron los dos al mismo tiempo, sonrojándose involuntariamente por ello.

- 17 al fin. No seas paranoico hyung, así como tú te sentiste listo para hacerlo con Dong Joonie~ yo me sentí con Junjoong.

- ¿Dong Joonie? – Young Min enarcó una ceja.

- ¿Qué? ¡OMG no me digas que estás celoso! – Kwang Min se rió con ganas.

- ¡Jamás! No son celos, pero estoy al pendiente de lo que es mío… - murmuró entre dientes. Pero aún así le escucharon.

- Ay hyung… - Kwang Min suspiró con una sonrisita. Mientras que Dong Joon sonreía ampliamente, le gusta la idea de que su novio le cele de esa manera incluso por el simple hecho de cómo le llaman por su nombre.

*****

Set de Grabaciones.

Cuando los seis se reunieron en las locaciones, Yunho, Yoochun y Hayami prácticamente babeaban a sus esposos, tragando duro y exhalando el aire contenido en sus pulmones tras quedarse pasmados con la imagen de Jaejoong, Junsu y ChangMin.

- ¡Wow! – Exclamaron los tres semes, anonadados con las apariencias de los otros, el atuendo, el maquillaje, los peinados; cada detalle resaltaba su atractivo y los hacía lucir realmente como aquello que representan. Dos vampiros y un centinela con aura angelical pero capaz de matar sin remordimientos.

Pero apenas unos minutos después de la impresión, los celos de Yunho y Yoochun salieron a flote. Hayami por su parte se limitó a hacerle proposiciones indecorosas a ChangMin cada que podía acercarse y hablarle al oído; en tanto sus dos amigos intentaban por todos los medios no sacarle los ojos a toda persona en el set.

- Sr. Park, su primer escena en el drama es mientras está en la habitación del Sr. Kim, ingresó a hurtadillas en el Palacio y se metió a su cama con la necesidad de desfogar todas sus pasiones en el febril cuerpo del centinela.

- Leí el guión, gracias… - el pelinegro dijo con el ceño fruncido, tratando desesperadamente de que la gente del staff viera en sus ojos negros la profunda molestia que le estaba ardiendo en las entrañas en tanto le daban sus respectivas indicaciones a su esposo acerca de cómo actuar y las ubicaciones de las cámaras entre otros detalles.

Igual que Yoochun, Yunho estaba receloso de la cantidad de personas en el set que parecían interesados en la apariencia de Jaejoong; incluso veía a algunos con sus teléfonos personales tomando fotografías y hablando por lo bajo. Lo que ambos semes celosos no han comprendido todavía, es que de la misma forma en que miran a sus esposos, los miran a ellos dos, a ChangMin y a Hayami. Ciertamente, los celos son malos consejeros, y además vuelven ciegos a quienes los padecen.

*****

Tomemos un breve descanso mientras el rodaje del drama para Darkness Deep continúa y echemos un vistazo en aquellas vidas que nos han dejado en la intriga.

Tras cumplirse los seis meses que Chansung alegó le mantendrían fuera del país, Junho no sabía qué esperar. Durante aquel tiempo habían hablado apenas escasamente en algunas ocasiones, intercambiado palabras mínimas para saber cómo estaban, murmurar tenues y casi inverosímiles “te extraño” que dejaban un mal sabor de boca. Ni un solo “te amo”, siquiera un “te quiero”. Junho presentía que cuando Chansung regresara –si lo hacía–, las cosas no iban a mejorar, contrariamente empeorarían, porque cuando le tuviera enfrente, de carne y hueso y no solo su voz al otro lado de una línea telefónica, le diría todo aquello que piensa y siente.

Era esa la razón por la que estaba intranquilo desde hace una semana, ansioso y temeroso a la vez de que en cualquier momento su –aún– novio cruzara la puerta del departamento que compartían hace tiempo, ese hogar que se sentía demasiado solo y frío.

Junho suspiró cuando entró a su departamento, dejó la chaqueta y el maletín en el sofá a su paso, siguiendo el camino a la habitación; estaba cansado y todo en lo que podía pensar era en tomar una ducha de agua tibia. Se desnudó sin preocupaciones y con la toalla alrededor de la cintura salió al pasillo, viendo con nostalgia algunas de las fotografías colgadas en la pared de él con Chansung, de ellos con sus amigos y familia. Sonrisas y miradas llenas de vida le regresaban aquellas imágenes. ¿Cuándo se había vuelto tan solitario? ¿Cuándo fue que Chansung dejó de darle todo aquello que alegraban sus días? ¿Cuándo dejaron que la monotonía y la indiferencia cayera sobre ellos?

El hombre entró a la ducha, agitó la cabeza en negación decidiendo que aquellas inseguridades, aquellos pensamientos, no eran más que la desesperada lógica de un muchacho enamorado. Y él, ya no tiene 20 años, ya no puede tomarse con aquella desesperación su vida, debe tomar decisiones con firmeza. Sea decir adiós, o poner un ultimátum que no vaya a caer en saco roto a la primer oportunidad de cambio.

Pensando respecto a esto, Junho se internó en la ducha, abrió el grifo y niveló la temperatura del agua que comenzó a caer sobre su espalda. Las finas gotas que golpeaban contra su piel amainaron el dolor que le atravesaba el pecho, pero no lo desaparecieron. No podía ser así de simple aunque lo deseara con todas sus fuerzas.

- Y pensar que imaginé este futuro completamente diferente, Chansung ah… - Junho cerró los ojos con fuerza, sintiendo algunas lágrimas caer por sus mejillas confundiéndose con las gotas de la ducha.

El futuro que imaginó distaba considerablemente de esta realidad. No hay adolescentes correteando por la casa ni dándole dolores de cabeza por intentar educarles de la mejor manera posible, no hay fines de semana en el Parque, ni tardes de películas cómicas o de acción con críos creyéndose tal o cual personaje. No hay noches de pesado cansancio que le hagan desear un masaje en la espalda y un sencillo regalo de besos tranquilizadores.

- ¿Qué he hecho con mi vida entonces? ¿Cuánto he alargado esta infelicidad?

Sumido en aquellos pensamientos, Junho no había escuchado la puerta de su departamento abrirse, ni los silenciosos pasos que caminaron hasta allí, ni mucho menos la puerta abrirse, o la respiración pesada de Chansung cuando le vio ahí, desnudo bajo la ducha, hablando solo. Pero quizá gracias a eso fue que el menor de los dos pudo escucharle, parte de sus verdaderos sentimientos.

- ¿Infelicidad?

- ¡Chansung!

Cuando sus miradas se encontraron, el más bajo sintió que las piernas le flaquearon y terminó recargado en el azulejo detrás de él, con el agua cayendo sobre sus pies. Chansung entró junto a su novio sin importarle que sus ropas se empaparan.

- ¿Infelicidad? ¿Es en verdad todo lo que te he dado?

- ¿No lo piensas así, Chansung? ¿Cuándo fue la última vez que nos dijimos te amo? ¿Cuándo fue la última vez que sonreíste enamorado al verme? ¿Cuándo fue la última vez que anhelaste estar en casa, solos los dos?... – a pesar de que el más bajo no quería derrumbarse tan pronto, fue inevitable que las lágrimas rodaran nuevamente por sus mejillas, sin que esa vez el constante caer de la ducha confundiera la humedad en su rostro… - ¿Cuándo fue la última vez que hicimos el amor?

- Junho…

- Durante este tiempo, ¿hubo un día en el que desearas volver? ¿Maldijiste la distancia, Chansung, por no poder estar conmigo, por no ser mis labios los que besaras, sino los de alguna bonita actriz que no encontraras tan sexy como a mí? ¿Pensaste algo de eso durante todos estos meses? ¿O la indiferencia que escuchaba al teléfono era real?

- Junho, yo…

- Sí, tú. Habla con la verdad de una buena vez… - soltó el más bajo, queriendo golpearle pero encontrándose falto de energías salvo para sostener su cuerpo y no caer de rodillas.

- Lo siento, Junho ah. Lo siento por ser tan estúpido, ciego y egoísta. Lo siento por mi comportamiento. Lamento no haberlo dicho como era necesario. Te Amo, eso no ha cambiado ni un solo día en todo este tiempo juntos.

- ¿Entonces qué ha pasado?

- Estupidez. Mí estupidez. El miedo a crecer, a madurar tanto que la juventud no sea más que un espejismo del ayer.

- ¿Qué? – Junho cuestionó sin poder comprender sus palabras. Chansung acunó una de sus mejillas sonriendo con culpa.

- Nunca he hablado contigo de matrimonio o de familia. No quería que depositaras tus sentimientos en aquellos sueños, quería seguir siendo solo yo en tus pensamientos, en tu corazón.

- ¡Qué clase de excusa es esa, Chansung! – espetó mirándole con rabia.

- No es una excusa…

- ¡Claro que lo es!

- ¡No! Es estupidez solamente, tan baja y ruin que no puede ser llamada excusa. Junho ah, este tiempo en Japón, quise olvidarte. Quise luchar contra mi corazón y sacarte de él… - los ojos del más bajo se abrieron de par en par reflejando un dolor aún más profundo… - Pero no pude. No puedo dejar de amarte, aunque tenga miedo de convertirme en un anciano al que solo mires para sentarte a mirar televisión o leer el periódico, aunque la familia sea primero para ti, aunque me convierta en…

- ¡Te estás escuchando! ¡Te das cuenta de lo estúpido que has sido! ¡Chansung, me hiciste sentir como basura!

- ¡Lo sé, intento disculparme por eso!

- ¿Y viniendo aquí hasta ahora diciéndome esto crees que vas a conseguirlo?

- Junho ah…

- Vete. ¡Vete, Chansung! ¡No quiero tenerte cerca, me enferma verte a la cara! ¡Me da rabia haber amado a alguien tan egoísta e idiota como tú!

…………………………

Así, del mismo modo en que algunas relaciones han sido fructíferas a lo largo de su existencia, tal cual el caso de YunJae, YooSu, HayaMin, MinTae, KangTeuk y KhunWoo, aunque con obvias diferencias en el curso de las mismas; las hay aquellas que como ChanHo, parecen ir en picada hasta impactarse en lo más bajo de las desesperaciones y la tristeza. En la misma línea, DongHae ha sido incapaz de encontrar nuevamente la felicidad que alguna vez vivió con Kibum, la que pudo tener con Eunhyuk. Una felicidad cortada muchos años atrás, por sus propios fantasmas del pasado.

- Aferrarse a un amor nunca es bueno… - DongHae sonrió para sí, jugando con un lapicero mientras espera pacientemente a que la hora de la reunión con la junta de la empresa para la que trabaja comience.

Entonces llegó un presente. Un arreglo de rosas rojas y blancas, una tarjeta anónima de palabras que le hicieron sonrojar… otra vez, pues esta no era la primera ocasión en que recibía aquel tipo de detalles. Chocolates, arreglos florales, peluches, desayunos y comidas directo a su oficina, esa clase de detalles que le son dedicados por un admirador anónimo que le hace sentir un jovenzuelo de 20 años.

- Me pregunto si podría enamorarme de quien envía todos estos presentes. Me gusta recibirlos, me gusta pensar que hay alguien que me ama desde su anonimato. Y al mismo tiempo me siento preocupado. Kibum sigue clavado aquí… - el hombre se tocó el pecho, relegando esa clase de pensamientos al fondo de su mente cuando su secretaria le informó que la Junta daría inicio.

Cuando la noche llegó y él volvió a su casa, una nota estaba colgando del picaporte. Sonrió al leerla y con aquella alegría se fue a dormir. Aquella rutina se mantuvo durante semanas, hasta que en una ocasión no hubo una nota, sino una persona.

- Kibum…

- Buenas noches, DongHae…

Mirarse a los ojos bastó para saber que en algunas relaciones, las segundas oportunidades existen.

*****

La fiesta de cumpleaños de Min Woo fue una algarabía total para la extensa familia. Se reunieron todos en un salón en el centro de la ciudad. Sobraron los regalos y los buenos deseos, la vibra positiva y las sonrisas, las felicitaciones y los mimos. El menor Mokomichi se sentía gloriosamente feliz, con su vientre de ocho meses pesándole como el demonio pero feliz. Tenía todo lo que necesitaba, no había motivos para penas o lamentos de ningún tipo.

- Me da mucho gusto verte contento, Min Woo ah…

- Cómo no estarlo, umma. Están aquí todas las personas que estimo en el mundo…

- Y también el que amas… - el morocho sonrió divertido al ver las mejillas de su hijo ruborizarse. Masaki estaba sentado en la misma mesa que ellos, conversando con Hayami sobre cosas que seguramente tendrían que ver con el curso del estado de gestación del menor.

- Umma es malo avergonzándome… - Min Woo pucheó. Y ChangMin sintió una gran ternura al verle así. Podrá ser que su hijo esté a escasas semanas de convertirse en umma, pero sigue siendo su pequeño.

- Umma no lo es, Min Woo ah… - el morocho pellizó la mejillas de su hijo, ignorando las protestas del menor.

Hacia el final de la fiesta, Yoochun estuvo más atento al intercambio de miradas, susurros al oído y todo contacto entre Dong Joon y Young Min, luego de pronto una sonrisa se expandió en los gruesos labios del pelinegro.

- Me das miedo cuando sonríes así, Chunnie…

- Por qué, baby…

- Hay contadas cosas que te hacen sonreír así. Una, que tengas pensado hacerme alguna cosa pervertida que me hará avergonzarme de sobremanera y mandarte al sofá; y dos, algo que tus hijos hagan que te hagan sentir orgulloso como seme. Así qué, cuál de esas dos cosas que acabo de decir te tiene sonriendo así… - el castaño sonrió lindamente, sabiendo que de cualquier forma su esposo le contaría lo que pasa. Solo había querido hacerle notar cuán bien le conoce.

- Dong Joon y Young Min…

- ¿Qué con ellos?

- Míralos bien, baby… - el pelinegro señaló a los chicos más allá en el salón, cerca el uno del otro hablando bajito, con las mejillas coloradas y una sonrisa tímida en los labios… buscando que sus cuerpos no dejen el contacto, los roces sutiles que Junsu de repente recordó, ansiaba cada segundo desde la primera vez que él y Yoochun hicieron el amor.

- ¡Ohmygodsun! – el castaño abrió los ojos desmesuradamente al captar lo que su esposo había querido decirle.

- Y por supuesto, nuestro Dong Joon was on top… - el orgullo se matizó con incipiente seguridad en las facciones del pelinegro… - Me pregunto si ChangMin ya lo sabrá.

- Aigoo~ Chunnie, a tu edad y todo lo que piensas es cómo fastidiar a ChangMin… - el delfín rió divertido.

- Se me da natural fastidiarle. Además él tiene ventajas, porque cuando yo lo fastidio él me fastidia de vuelta, y también Hayami. Son dos contra uno, y tú nunca me apoyas baby… - el pelinegro hizo un curioso mohín de disgusto, gesto que hizo reír más a su esposo… - ¡Yah! ¿Qué clase de apoyo moral me das, baby?

- El que te mereces cuando te lo ganas… - el castaño le susurró al oído con sensualidad, lo que hizo gruñir a su esposo porque sabía que algo de eso no se lo daría ahora.

Entre tanta algarabía, Kwang Min estaba la mar de contento con Junjoong, bailando y hablando de todo lo que sucede en la fiesta.

- Tu hermano habló conmigo hace unos momentos…

- ¿Te riñó o algo?

- No… - Junjoong sonrió, peinando los lacios cabellos de su novio con cuidado y solo porque sí… - Me dijo que más me valía no intentar hacerte lo que el desgraciado que embarazó a Min Woo hizo con él. Creo que fue muy mono de su parte venir a decirme eso.

- Te amenazó… - Kwang Min señaló suspicaz.

- Una amenaza que viene de un hermano que se preocupa por la felicidad de los suyos no puede considerarse como un acto de mala fé. Me ha gustado que venga a decirme eso, lo aprecio, Kwang Min ah… - el gemelo Mokomichi clavó sus ojos en los de Junjoong, suspirando y desistiendo de toda idea de reclamarle nada a su hyung… - Te Amo, Kwang Min ah. No voy a dejarte ahora, ni próximamente, porque ya he imaginado una vida juntos.

- Aigoo~ has hecho que me explote el corazón de emoción… - rodeó la cintura de su novio y empinando el rostro fue en busca de los labios de Junjoong. Labios que no tardaron nada en corresponderle el cariñoso gesto de un beso enamorado.

Hayami como ChangMin estuvieron al pendiente de sus tres hijos, captando en los pequeños detalles de sus actitudes esa verdad que naturalmente ninguno ha confesado.

…………………………

Residencia Park-Kim

- ¡Estoy tan orgulloso de ti, Dong Joon! – el pelinegro abrazó a su hijo apenas regresaron a casa.

- ¿Qué? ¿Por qué? Appa, aún ni siquiera me graduó del Instituto… - el gemelo cuestionó confundido.

- Tú y Young Min… - el pelinegro dijo con su sonrisa sobrada, su hijo se sonrojó.

- Esto… Appa…

- ¿Appa, estás orgullos porque oppa tuvo relaciones con Young Min? – Sun Hi cuestionó con suspicacia, lo que hizo a Junsu ver venir una discusión entre padre e hija.

- Ve a tu cuarto, Yoon Hyun ah; aquí tendremos una pequeña discusión que no necesitas escuchar… - el castaño le pidió a su hija en voz baja, sonriendo por la impertinencia de su esposo al asentir vigorosamente a la pregunta de su hija mayor.

- Buenas noches, umma… - Yoon Hyun besó la mejilla del castaño y sonriendo suavemente subió a su habitación.

- Entonces, como estás orgulloso de él, ¿también lo estarás de mí?

- ¿Qué? ¡No, no, no, no! ¡De ninguna manera! Princesa, debes llegar casta al matrimonio.

- ¡Pero por qué! ¡Dong Joon y yo somos gemelos! ¡No puedes discriminar así a tus hijos!

- Pero princesa…

- No irás a decir que está bien que él vaya y tenga sexo con su novio solo porque son hombres, ¿verdad, appa?

- Pues…

- ¡Es injusto!

- Tu hija tiene razón, Yoochun ah…

- Baby, qué te he dicho sobre apoyarme… - el pelinegro protestó…

- Yoochun ah, no puedes celebrar con bombo y platillo que Dong Joon haya iniciado vida sexual con su novio, y censurar con tal determinación que Sun Hi tenga tal curiosidad. Son gemelos, así que debes tratarlos con justa medida.

- Pero baby, ¿quieres que Sun Hi tenga sexo con ese chico que sale con él?

- Kim Jin Wan… - le recordó el castaño… - Y no, francamente no espero que nuestra hija comience a tener relaciones sexuales con su novio, como tampoco lo esperaba de Dong Joon con el suyo, pero no voy a castigar las acciones de uno y celebrar las del otro. Esa no es una manera justa de ser sus padres. Si quieres evitar que Sun Hi emule el ejemplo que le ha puesto su hermano, entonces por lo menos debemos hablar apropiadamente con ella.

…………………………

Residencia Mokomichi-Shim

- ¡Es increíble! ¡Tres hijos, y los tres son ukes! – el morocho gruñó casi tirándose de los cabellos. Sus hijos se miraron entre sí sin saber qué decir o hacer… - ¡Esto es tu culpa, Hayami no baka!

- ¿Mía? – Mokomichi sonrió prepotente… - No hagas drama, cualquier pensaría que tú eres el uke en esta casa.

- ¡No te burles de mí, baka!

- No me burlo, cariño~ pero admite que estás haciendo drama.

- Umma, Appa… - Min Woo se tensó al sentir una contracción que le dejó casi sin aliento… - Creo… creo que… ¡Ngh! Va a nacer ya…

Continuará……

Bueno, momento de hacer algunos comentarios ;D

Primero, sé que algunas querían ver los lemons de los peques, pero hubo alguien que me dijo que así como iba el fic estaba bien, y me di cuenta de que era verdad, siento que este fic no necesitará lemons para estar perfecto *-* así que una disculpa a esas personas que esperaban algún lemon, aprovecho pues para comunicarles que NO habrá lemon en ningún momento, que este es el penúltimo capítulo y que estoy satisfecha de esta decisión.

Por otro lado, Kenryu Ogazawara no fue un personaje inspirado en Hiro Mizuchima. El Híbrido fue inventado por mí desde Hado Mítico, Hiro fue solo el primero rostro que se acercó a su apariencia. Por eso no era definitorio que Mizuchima fuese a meter sus narices en el drama que los bebos graban xD y por tanto, nuestro Hayami era candidato único y meritorio para dar vida al personaje.

Y nada, gracias a quienes leen, gracias a quienes comentan. Nos vemos en el siguiente capítulo y gran final ;D

Ya Ne!