ADVERTENCIA: Lemon
CAPÍTULO III. THE TEARS I´VE CRIED YOU
“…Una vez alguien dijo, qué son las lágrimas, sino gotas de agua salada vertidas por un alma que busca sanar la herida sangrante de aquél agonizante palpitar…”
*****
Departamento de Dong Wook
El beso era tranquilo, suave… nuevo y temeroso… con sabor a tristeza… porque ChangMin sabía que estaba mal, porque el chico de cabellos oscuros ha sido su mejor amigo desde hace tiempo, y aunque le ha confesado que le ama, no es el dueño de su corazón… pero necesita tanto sentir esa calidez romántica que solo el amor puede expresar…
Mientras Dong Wook solo esperaba que ese primer beso entre los dos terminara porque no quería complicar un poco más las cosas… porque sí, lo amaba; pero no esperaba convertirse en un motivo más para que esos ojos chocolate ganen opacidad cada día… y es que aunque el amor lo cura todo, tal vez en su caso solo pueda ocasionar un poco más de dolor…
El menor abandonó sus labios con una última caricia entregada por los suyos, chupando gentilmente el inferior… suspirando un poco agitado por la falta de oxígeno, los ojos cerrados negándose a abrirlos y encontrarse con una realidad que le asustaba y avergonzaba, porque no tenía claro lo que ahora debía decir o iba a pasar…
Sus rostros aún estaban cerca, aún compartían ese aliento irregular que se mezclaba sin calmar el ansia de sus corazones latiendo violentamente por motivos distintos… Dong Wook mirando cada línea en esas facciones pensativas tan características de su amigo, en esos labios más bien delgados, en su contorno masculino que demarcaba muy bien su edad… en esas líneas de expresión con las que ha soñado y adorado tal vez desde el primer día en que lo vio estando en la Universidad…
Y no hubo necesidad de palabras… o quizá sea mejor decir que no encontraron valor en ese instante… pero en cambio unieron sus bocas, compartiendo de esas caricias de labios que pronto encontraron el ritmo de una danza lenta y cariñosa… y una mano del morocho viajó a la mejilla del menor, ocasionando un ligero sobresalto y un suspiro atrapado en medio del beso… y más pronto de lo que pudieran controlar, la pasión nació desde alguna parte de sus corazones enamorados mandando sobre ellos un nuevo juego de besos tanto más confiados y necesitados de un contacto más íntimo…
Y de un momento a otro, Wook sintió la mano de ChangMin tanteando el borde de su camiseta rozando la piel de su costado izquierdo… y tembló… tembló de deseo y amor… pero hizo un esfuerzo por evitar el error…
- Min, espera… - separándose de esos extasiantes labios, luchó por no ceder a la tentación irreverente de hacerlo suyo…
- por favor, Wook… - suplicó todavía a ojos cerrados el menor, aferrándose al cuello de su camiseta, respirando laboriosamente por los besos pasados…
- date cuenta, Min… tienes novio… - suspiró deslizando su propio dolor en el tono de su voz… pero no apartándolo…
ChangMin apretó los labios ahogando un sollozo… resultaba irónico… la persona a la que ama ha poseído su cuerpo numerosas ocasiones por años sin poder hacerle el amor… mientras que quien le ama no quiere tocarlo por una particular muestra de respeto… o quizá temor… y él era egoísta, porque lo único que deseaba ahora era sentir un poco de amor de verdad…
- solo esta vez, Wook, te lo pido, quiero saber lo que es hacer el amor… - y una lágrima resbalando impetuosa por su mejilla… una lágrima que no tardó en ser bebida por el chico de cabellos oscuros…
- te podrías arrepentir, Min… podría hacer más grande la herida… - murmuraba, acariciando esas mejillas todavía húmedas por las lágrimas, sonrosadas por la situación…- solo quiero que entiendas que si hacemos esto, aceptáremos juntos las consecuencias que vengan…
Silencio…
ChangMin disfrutando de esa suavidad con que sus mejillas eran acariciadas, sintiendo algo de seguridad y un extraño revoloteo en el estómago que no sabía si era nervio, miedo, ansiedad o deseo… o todo eso y mucho más… ama a Yunho, de eso está seguro, pero… desea tanto sentir y disfrutar de amor verdadero…
- necesito de tu amor, Wook… - palabras soltadas con la urgencia de un corazón lastimado que ha buscado mantenerse impávido por años… un corazón que albergando un puro sentimiento hoy sentía que podría dejar de latir si no era alimentado por un poco de cariño…
El morocho volvió a besarlo, dejando con cada movimiento de sus labios sobre los del menor, un poco de ese incondicional amor que le tiene desde hace mucho tiempo…. Tal vez un poco de alivio que sabe bien es solo temporal… poco más que una ilusión burda que al final no hará más que oscurecer la realidad…
Porque esa es llana y palpable…
Porque no hay de por medio un amor mutuo, más sí la fuerte necesidad de acallar un poco todo ese dolor que iba consumiendo al menor…
Y Dong Wook dejó que sus manos se deslizaran por el cuerpo del otro, que fuera quedando al desnudo aquélla suave piel bronceada que se erizaba y hacía suspirar a un ChangMin que mantenía los ojos cerrados creando de aquél momento un recuerdo invaluable construido sobre un espejismo que al romperse no dejaría más que nuevas confusiones y dificultades… un espejismo que sin embargo, en ese momento le estaba brindando sensaciones verdaderamente nuevas para él… casi de felicidad plena…
Porque nunca había vivido esas caricias que alcanzaban a tocar su corazón, que le estremecían hasta lograr que se removiera inquieto preso entre el morocho y el sofá… que deseara con impaciencia que su amigo cubriera cada recoveco de su cuerpo con el suave tacto de sus yemas, que marcara con sus labios toda la extensión de su piel… que llegara a su parte más íntima y lo tomara hasta hacerlo delirar de romántico placer…
Pero entonces volvía a él esa realidad matizada en aquélla voz que susurraba su nombre conforme iba besando su pecho y pasaba por el medio hasta alcanzar sus pectorales…
Entonces recordaba que con quien estaba…
No era Yunho…
Y que no amaba a ese que ahora le rodea la cintura instándole a ponerse de pie y caminar entre besos, y aún con los ojos cerrados, hasta la habitación del morocho… hasta ese lecho que esa vez guardaría su calor y su olor… en el que se mezclarían sus esencias… entre aquéllas cuatro paredes donde comenzaron a quedarse atrapados los ecos de sus gemidos, de sus jadeos cada segundo más intermitentes y altos…
Y arrugó las sábanas entre sus manos cuando aquél primer intruso invadió su intimidad… porque incluso eso se sentía diferente ahora, dolía pero al mismo tiempo le dejaba una sensación de tranquilidad indescriptible… y abría más sus piernas dejándole mejor espacio para que se adueñara de su pasaje como nunca se ofreció siquiera a su novio… y cuando finalmente ya esos intrusos fueron sustituidos por aquél erecto miembro, no pudo más que aferrarse a la espalda del morocho y arquear ligeramente la espalda buscando que llegue pronto al tope y quedarse quietos hasta que el dolor pase…
Sincronizándose poco después en un vaivén de caderas que los envolvió en un lento placer que con cada embestida los iba arrastrando a un mundo de sensaciones indescriptibles que les nubla los sentidos y los hace flotar en la nube del éxtasis… reaparecen los besos y con entregadas furtivas caricias, retumban los gemidos que dicen su nombre y mueren las preocupaciones y los temores….
Pero solo por esos instantes en los que el calor de sus cuerpos fundidos en uno inunda la habitación… solo por esos minutos en los que el sonido húmedo de sus estocadas marca ese pasaje que se acopla a su virilidad… solo por esos segundos en los que con un último gemido ronco de ambos, se les tensa cada músculo antes de explotar y concluir un acto de amor… en el que irónicamente fue el actor ausente… por lo menos ese complemento del todo…
Dong Wook permaneció apoyado en sus manos sobre el cuerpo de ChangMin, aún cuando los espasmos lo estaban haciendo temblar, pero no quería perderse detalle de esas facciones del menor… porque tal vez nunca volvería a admirar ese gozo avasallante que ahora se delineaba en aquel rostro relajado cubierto de sudor, en esa boca entreabierta que aun se esforzaba por respirar con normalidad… en esos ojos cerrados que tal vez ocultaban la mirada brillante de un intenso placer…
Habían tenido un orgasmo, tocado el cielo con la punta de los dedos, alcanzado la gloria y saboreado el elixir de los dioses…
Pero apenas aquéllas pupilas chocolate se abrieron paso tras los párpados, la realidad volvió a ellos como un tornado sin miramientos derrumbando esa linda ilusión de amor…
- gracias… - pero nada evitó que aquélla palabra fuera pronunciada por los labios del menor… sonrojándose violentamente al ser consciente de aquél trozo de carne liberado aún preso entre sus estrechas paredes…
- voy a salir… - y con cuidado, abandonó aquélla calidez, aquél pasaje en el que quedaba su esencia como un recuerdo que sería borrado con una ducha, y eliminado en cuanto el novio de su amigo volviera a profanar su intimidad…
- debo irme, ya es tarde… - y queriendo no perder atención, el menor comenzó a buscar sus ropas para vestirse y partir a su departamento con tiempo suficiente para bañarse y su novio no llegue a darse cuenta de la infamia que acababa de cometer…
- Min, estamos bien, ¿verdad}’… - le detuvo el morocho cuando ya estaba por salir de su departamento… - esto no cambia nada entre nosotros, ¿cierto?
Y una mirada avergonzada con un asentimiento de cabeza fue todo lo que recibió, antes de que el menor saliera casi corriendo de ahí… con todavía el olor de ambos impregnado en la piel y la sensación irreverente de que nada malo había hecho…
Cuando acababa de engañar a Yunho siendo él quien pidiera ser tomado por otro… por su mejor amigo…
Dong Wook retiró las sábanas y cobijas de su cama para mandarlas lavar apenas amaneciera… porque aunque quisiera dormir entre ese olor a intimidad de ChangMin, conservar un poco más su calor o recordar con detalle lo que acababa de pasar… la realidad era otra, y no quería hacerse de falsas ilusiones que corroyeran su propio corazón ya herido al saber que no es correspondido…
Porque fue él mismo quien dijo que estaría ahí de la forma en que su amigo quisiera…
Pero ello no significaba edificar esperanzas sobre castillos débiles que con una brisa se vendrán abajo…
Lo ama… pero no puede esperar a que por un acostón, porque eso es lo que fue a pesar de todo… ChangMin le ame de vuelta…
*****
Y ahí estaba de nuevo, sumido en la tormenta de emociones y sentimientos que solo Jaejoong era capaz de causarle… porque con solo unas palabras lo había complicado todo otra vez…
Porque haber escuchado ese “…me voy a París con Yoochun…” clavó más profundo su amor por el pelioscuro, recordándole cruelmente cuánto le amaba, cuánto le extrañaba, cuánto le necesitaba…
Cuánto dolía saber que no importaba la intensidad de sus intentos… no podía enamorarse de ChangMin y sacar a Jaejoong de su corazón…
Y casi deseaba tener el poder de volver el tiempo atrás y nunca involucrarse sexualmente con el pelioscuro… porque después de cuatro años, nada más que pasión se entregaron en cada encuentro… aunque con cada uno de ellos su corazón fuera ilusionándose otro poco antes de aquélla primera vez en que su amante le dejara en claro que jamás renunciaría a su novio por él…
Antes… de que la primer lágrima de impotencia y desilusión rodara por sus morenas mejillas y alimentara con su humedad el dolor que fue acrecentándose en ese músculo que en su pecho ahora no tiene más que fracturas y late con angustia deseando casi mejor morir…
Yunho levantó la vista hacia el firmamento poblado de brillantes estrellas que tan fantástico contraste hacía con el oscuro manto de la noche, y el reflejo apenas visible de las luces de la ciudad… sentado en el cofre de su auto, aparcado en la orilla de aquél mirador en el que tantas y tantas ocasiones se ha ido a esconder para derramar aquéllas lágrimas que ya no puede contener, pero que por nada se ha permitido liberar delante de su novio…
… su novio… ChangMin…
Y aparece una más de esas melancólicas sonrisas que delatan lo mucho que se odia por ser tan vil, por haber cargado con esa mentira por años… por atreverse a llorar por lo que parecía un nuevo adiós de Jae… tal vez el definitivo…
Pero dolía…
Y aunque quisiera poder evitarlo, ese dolor está ahí, carcomiendo lentamente lo que le queda de vida… y él no ha encontrado manera de ignorarlo, de olvidarlo o enterrarlo… porque ha echado raíces en su destrozado corazón… y ya no parece que pueda sumergirse más en el fondo de su pozo de soledad…
*****
Departamento de Kim Junsu
El castaño sonrió con ironía, una vez más estaba acostado en su cama sin pizca de sueño, con los ojos rojos de tanto llorar y la desazón acuciante de saberse profundamente enamorado de Yoochun… de saber que había aceptado sin oponer resistencia el volver a ser los mejores amigos apenas un par de horas atrás…
Que había permanecido entre sus brazos disfrutando de esa calidez que sabe no le pertenece, pero que por esos minutos solo fueron para él… que esos besos compartidos aunque nada hayan significado para el pelinegro, a él le habían recordado cuánto poder tiene sobre su persona… cuán fuerte es el amor que le tiene como para seguir ahí para él… a pesar de las circunstancias…
- en resumen, soy un idiota… - murmuró molesto, pero consciente de que para desgracia suya así es el amor…
Y que básicamente no tiene nada a su favor para luchar contra ese sentimiento… porque no hay nadie que le guste siquiera un poquito como para intentar olvidar a Yoochun… y por supuesto, dejar que el tiempo y el destino decidan cuál será al final la suerte de su corazón parece por momentos su mejor opción…
Su corazón…
Ése que ya está herido de muerte, pero que le suplica con cada latido que no desperdicie oportunidad alguna de estar con su dueño… con ese chico de profundos ojos negros que le estremece por más que quiera evitarlo…
- un completo idiota… - murmura con una sonrisa que es difícil de comprender… hundiendo nuevamente su rostro contra la almohada húmeda por su llanto… por esas lágrimas que son el fiel testigo de su cruda realidad…
De esa certeza que corroe sus sentidos y le recuerda casi con burla que no es más que un amigo… el Mejor… título desesperante y desesperanzador de su condición, martillando contra su cerebro el hecho de que será más fácil convertirse en un simple amante… antes que llegara a ganarse su corazón…. Porque ese ya le pertenece a Jaejoong…
- un idiota enamorado… - concluyó con la voz ahogada por el llanto, teniendo espasmos causados por su dolor, por esos sollozos que no puede controlar…
¿Sería posible que derramara más lágrimas, cuando lleva años llorando por un amor no correspondido?
*****
Departamento HoMin…
ChangMin entró con los nervios a flor de piel, le preocupaba que Yunho ya estuviera ahí y comenzara a hacer preguntas, que escuchara su respiración agitada o percibiera ese olor a sexo en su piel…
Pero estaba todo oscuro y en silencio… y sintió cómo su corazón se quebraba un poquito más corroído por todas esas dudas que nuevamente volvían a sus pensamientos…
Y lloró…
Lloró amargamente al pensar en la cantidad de veces en que ha llegado a su departamento encontrándolo vacío y frío, las ocasiones en que minutos después Yunho llegaba con aquél semblante abatido, el cabello húmedo y un tanto huraño…
Hasta hace unos días evitando su contacto…
Hasta hace unos días buscándolo casi desesperado…
Y comprendió cuán mal estaba TODO con su novio, cuán fuera de sitio se encontraban las piezas que conformaban ese noviazgo y que no terminan por encajar porque falta el otro lado de ese par que complementa la del amor…
Cayó aún cerca de la entrada del departamento, el ruido seco de sus rodillas al ceder hizo eco en el silencio de la noche, y sus sollozos llegaron a cada rincón… porque ahora también venía a sentirse abrazado por la culpabilidad al recordar que él mismo acababa de engañar a su novio acostándose con otro… y le corroyó lentamente esa avasallante sensación de culpa acompañada de repudio hacia sí mismo…
¿Porque con qué derecho podría ahora reclamar nada a Yunho?
Con qué cara iba a exigirle una explicación de su comportamiento ante cada nueva llamada o mensaje de aquél supuesto número equivocado que tan insistente estuvo en los últimos días…
Con qué argumentos podría pedir explicaciones de nada…
Y lo recordó… aquello que desde que le pidiera una oportunidad al moreno había sido la realidad… NO LE AMABA…
Y se quebró como nunca imaginó siquiera que podría hacerlo… se doblegó en el suelo con sus manos presionando los costados de su cabeza, llorando amargamente con tal fuerza que podía escuchar sus sollozos y esa desesperada forma en que intenta tomar un poco de aire al sentir cómo sus pulmones no se abastecen lo suficiente por causa de esas lágrimas que libres ruedan por sus mejillas y han empapado ya su cuello…
Poco le importó escuchar la puerta abrirse y esos pasos algo apresurados que terminaron cuando Él se arrodilló a su lado atrapándole inmediatamente entre sus brazos…
- Minnie, qué te pasa… - pero el menor solo pudo temblar ante aquélla voz preocupada y cariñosa, y llorar más fuerte por esas caricias dejadas sobre su cabello… - Minnie… - y supo por ese tono de voz que estaba asustado, que haberlo encontrado en aquél estado, con las luces apagadas y sin tener idea de lo que le pasa, le tiene aterrado… - Minnie, por favor… - suplicó el moreno en su oído… y solo entonces el menor devolvió el abrazo aferrándose desesperado a su cuerpo, aún de rodillas en el piso de madera…
- Te Amo, Yunho… - fueron las palabras que brotaron libremente de su boca, pasando con determinación ante ese nudo en su garganta, elevándose por sobre los sollozos…. Y sus manos apretaron un poco más el cuerpo del moreno mientras sus labios comenzaban a dejar húmedos besos en su cuello…
Y Yunho no sabe qué hacer ni qué decir… porque de pronto no entiende con exactitud lo que está pasando y solo puede permanecer inmóvil rodeando a su novio que justo en esos instantes parece tan frágil… pero casi inmediatamente percibe ése olor diferente proveniente de aquélla piel tersa que no deja de estremecerse… y casi no necesitó preguntar porque sabe bien lo que aquél aroma significa…
Y quiso llorar acompañando a su novio, quiso golpear hasta el cansancio a quien se atrevió a tocar lo ÚNICO que había sido SUYO sin que nadie más lo reclamara… quiso gritar de frustración, culpa y enojo… quiso… quiso tantas cosas, volver el tiempo atrás y nunca haberse equivocado… en cambio…
- porqué… - se atrevió a preguntar en un susurro que resonó con increíble fuerza en el oído del menor… y el moreno se maldijo a sí mismo por tener el valor de cuestionar…
Cuando tal vez todo era su culpa…
Y ChangMin apartó rápidamente su rostro de aquél escondite en el que había permanecido oculto, clavó sus ojos chocolate en los café oscuro del moreno, el brillo en los ojos del menor contenían tanto… que Yunho supo que la propia pregunta que hubiese formulado estaba marcada con énfasis en la expresión de su novio…
Y el silencio reinó… tal vez por segundos, pero tiempo suficiente para sentirlo eterno…
Y entonces el miedo los atormentó… como si el propio infierno les rodeara ahora con su acuciante ambiente de pecados inmerecedores del perdón…
*****
Departamento JaeChun
Ahí estaban ya listas las maletas de ese viaje que con demasiada ansiedad anhelaban realizar… porque aquéllas maletas estaban llenas de necesidades, dudas e ilusiones… de la esperanza de salvar aquél sentimiento que los uniera hace ya cuatro años…
Era increíble cuán larga se vuelve la espera cuando ansías algo… era impensable lo nerviosos que se sentían con solo cruzar una mirada… y casi parecía fácil recuperar el amor que ahora parecía marchito…
Aquél sentimiento avasallante que los envolviera desde el primer día que se conocieron…
……flashback……
Yoochun apenas podía respirar sin parecer un adolescente que ha sido flechado por la criatura más hermosa del mundo que haya creído ver algún día… pero ahí estaba, parado en el lobby de aquélla compañía en la que sus padres planeaban una alianza financiera, observando como hipnotizado a ese joven de sedosa cabellera rubia que subía al ascensor sin borrar esa casi inexistente sonrisa que a pesar de todo le daba un aire sensual irresistible…
Y cuando las puertas del elevador se cerraron, ya sus oscuros ojos se habían prendado de aquélla mirada fría que extrañamente le había parecido encantadora ocasionándole un vuelco en el estómago… y espabiló apenas lo suficiente como para registrar el nombre del chico una vez se lo hubiese preguntado a la recepcionista que toda sonrisas le había informado que ese atractivo rubio era nada más y nada menos que Kim Jaejoong, el hijo del dueño de la empresa… y el pelinegro no se inmutó al ver la mirada soñadora o escuchar aquél suspiro de la recepcionista al hablar de él…
Por el contrario, comprendió que la popularidad del chico debía ser así de grande… y más creció su interés por conocerle… de enamorarse y vivir una historia digna de una película yaoi… sonrió estúpidamente ante su último pensamiento e inmediatamente quiso contarle a su mejor amigo lo que le pasaba… porque nunca había sentido toda esa emoción al solo ver a un muchacho, y verdaderamente sentir que su corazón había sido robado…
Pero antes de ir con Junsu y comportarse como auténtico adolescente en su primer amor… antes tenía que abordarlo a Él… y obtener una primera cita con Jaejoong…
Y conocerse fue la cosa más natural del mundo, porque rápidamente habían congeniado muy bien, notándose la atracción que sentían el uno por el otro… ésa que quedaba al descubierto con esas miradas que iban y venían cuando se encontraban en el mismo sitio durante alguna reunión de negocios en que coincidían con sus respectivos padres, esas sonrisas que invitaban a acercamientos más atrevidos cuando salían a cenar y sus pies jugaban por debajo de la mesa provocando al otro… aquéllas palabras que se murmuraban con sensualidad cuando bailaran juntos en aquélla noche de antro… esas caricias ansiosas que comenzaran por sobre sus ropas y terminaran en esa primer noche en la intimidad después de esa cena romántica a la luz de las velas en el que fuera departamento de Yoochun… el día en que finalmente se hubiera animado a declararse sabiéndose apoyado por su mejor amigo, que ya desde entonces era su persona más importante, aún por sobre sus progenitores, porque Junsu era su pilar, era quien le comprendía sin prejuicio alguno de por medio…
- realmente me gustas mucho, Jae… - susurró con la voz emocionada mientras cortaba la distancia hacia el rostro del rubio… ambos de pie en la estancia, donde cerca estaba una chimenea que proporcionaba un cálido ambiente de romanticismo en aquéllos primeros días de invierno…
- y tú a mí, Yoochun… - sonriendo, el rubio fusionó sus labios con los del pelinegro… consciente de que no hace ni un minuto acaba de responderle un “sí” a su petición de ser pareja…
No era el primer novio que tenía… Park lo sabe muy bien, pero era suficiente saberse ahora dueño de sus sentimientos, sentir contra su pecho su corazón desbocado al perderse en el sabor dulce de los labios de su formal pareja…
Y demasiado rápido se supo embriagado de su perfume mezclado con su fresco aroma natural, perdido en la suavidad de la piel blanca como la nieve que iba dejando al descubierto, anonadado en esos suspiros que escapaban de esa boca que pronunciaba su nombre pidiéndole un poco más de contacto…
Y ambos gimieron al sentir el sensual roce de sus desnudos cuerpos al caer sobre la cama, uniendo sus bocas en besos cada vez más apasionados que a la vez les descontrolaba más la respiración… aumentando el calor que de ellos desprendía producto de la excitación y ése sentimiento que aún se juraban en susurros que morían en el aire cada segundo más denso de la habitación…
Jaejoong acariciaba con ansia la espalda de su novio, revolviéndose inquieto bajo el cuerpo de Yoochun pues éste masajeaba su entrepierna con una calma delirante al tiempo que devoraba su cuello… y de un ágil movimiento dejó al pelinegro bajo su cuerpo, extasiado en esos jadeos descontrolados que iban quedándose en la alcoba por los besos y lamidas que dejaba sobre aquel bien formado pecho; llevó sus manos a esos anchos hombros, palpando con lentitud sus músculos, volviendo luego al torso hasta llegar al excitado miembro de su novio y comenzar a masajearlo con movimientos lentos de arriba abajo…
- mmhhh, aahhh, ahh, Jae… más rápido, mhh…
Los gemidos de Yoochun fueron en aumento conforme el ritmo de aquéllas delicadas manos sobre su erección… se mordió el labio ahogando un grito de placer cuando la boca del rubio lo engulló comenzando a succionar llevándolo a un mundo que nunca antes había conocido, aún cuando ya un par de experiencias sexuales le precedían a esa primera con quien considera el amor de su vida….
Pero antes de venirse en la boca de Jaejoong, Park lo apartó atrayéndolo a su cuerpo para besarle apasionadamente, enredando sus lenguas sin reserva alguna compartiendo el sabor del pelinegro… y pronto Jae se supo nuevamente contra el colchón y las manos de su novio acariciando ansiosas sus glúteos acercándose a su intimidad…
- sé lo que quieres, ahh, Yoochun… ahh, quiero sentirte… hazme el amor…
El pelinegro no necesitó más, acercó sus dedos a la boca de su novio para obtener suficiente saliva que le permitiera prepararlo para introducirse sin ocasionarle tanto dolor…
Ahogó los gemidos de incomodidad con más de sus besos, en tanto uno a uno, sus tres dedos iban dilatando aquél pasaje que se sentía cálido al tacto… tomando las piernas de Jae, las colocó sobre sus hombros mientras posicionaba la punta de su erección en su entrada comenzando la penetración más placentera que nunca hubiera imaginado… porque esas paredes estrechas le iban presionando de una forma tan delirante que sus sentidos estaban turbados y él solo podía gemir el nombre de su novio a medida que toda su erección ocupaba su intimidad…
Y aguardó apenas por el momento en que Jae se acostumbrara a su intromisión y pudo moverse con esas pausadas estocadas que le seguían arrancando roncos gemidos de placer y otros revestidos de dolor al rubio… hasta que unos minutos después ya ambos gozaban de ese vaivén de caderas cadencioso, y Jae bajó una de sus piernas dándole un ángulo erótico a las estocadas que Yoochun dejaba frenéticamente contra su intimidad…
- ahh, ahh, mhh, ahh… - gemían ambos con fuerza, acariciándose con desenfreno, con el sudor perlándose en sus cuerpos y el olor de sus sexos inundándoles los sentidos…
Transportándoles a ese punto de placer en el que solo hay espacio para la oleada de sensaciones que corren por sus cuerpos contagiando cada célula, haciéndoles explotar con un gran gemido y disfrutar de esos deliciosos temblores que quedan al haber alcanzado el orgasmo…
- maravilloso… - murmura el rubio mientras desliza sus dedos entre aquéllos lacios mechones azabaches húmedos por el sudor…
- eres perfecto, Jae… - un beso tranquilo antes de abandonar su interior y abrazarse compartiendo el calor, entregándose caricias delicadas y palabras de amor antes de ceder al sueño y dormir profundamente…
Dormir exhaustos por el ejercicio físico, contentos por saber que no hay nada tan rico como ése hacer el amor con la calma de sus corazones enamorados que no dudan en entregarse a la pasión de sus personalidades seductoras…
……flashback……
Más aquello que por instantes pudiera parecerles sencillo de recuperar, moría con un solo pensamiento que volviera con la imagen de quienes casi querían culpar de su problema ahora…
Porque Jaejoong no podía simplemente olvidar todo aquél torbellino de sensaciones agradables que estar con Yunho le proporcionaba, de ese tacto que solo recordar podía sentir sobre cada palmo de su piel; de esos estremecimientos avasalladores que cada palabra susurrada en su oído le hacía olvidarse de todo a su alrededor…
- “tengo que olvidarte, Yunho”… - el pelioscuro se dio la vuelta buscando el cuerpo de su novio, sabía que no dormía, aunque como él, lo había estado fingiendo… - “necesito volver amar a Yoochun”… - a tientas y sin mediar palabras (porque no existía nada coherente en ese momento que expresar) buscó esos labios que hace meses besaba más por obligación, y que ahora necesitaba volver a desear… volver a amar…
El pelinegro correspondió de inmediato por su propia necesidad de volver a perderse en su sabor y no tener más en mente que besar hasta el cansancio esos labios rojos y borrar el sabor de los de Junsu… poder olvidar lo que sea que le estaba pasando con el castaño…
Y mientras más apasionado se volvía el roce de sus bocas, más deseaban que el tiempo pasara ya y pudieran marcharse esas dos semanas a París… porque tal vez unos días lejos de la tentación que les representa Yunho y Junsu, ellos podrían sanar lo suficiente la herida que los mantenía separados por ese abismo en el que iban cayendo las mentiras, dudas y sinsabores…
*****
Departamento de Dong Wook…
No era que el techo de su habitación fuera muy importante… ni siquiera que le estuviera prestando realmente atención… era que su mirada fija en un punto muerto de aquél techo blanco estaba perdida en recuerdos y reflexiones en torno a lo que había pasado con ChangMin…
Lo que se había permitido cuando bien sabía que no importaba lo que dijeran, no iba a dejar de ser un error, que si bien no habían matado ya su amistad, estaba seguro iría debilitando lentamente ese lazo hasta romperlo… y era un precio muy alto que solo ahora atinaba a sopesar con la magnitud correcta…
Pero que alguien detenga a un corazón enamorado y le pase la receta…
Porque él simplemente no había podido... había perdido la batalla contra su necio corazón… y en la guerra por el amor de ChangMin, sabía no tenía las herramientas necesarias…
Porque para ganarse el corazón del menor, no era suficiente amarlo… no cuando ya aquél corazón palpitaba a ritmos diferentes siempre buscando el ritmo del de Yunho… de ése que como quiera que sea, que quizá no mereciendo el amor del menor, era el único dueño del más profundo sentimiento de ChangMin…
- y sin embargo, estoy dispuesto a seguir hasta que tú mismo me pidas salir de tu vida… - el morocho suspiró sonriendo con tristeza… porque podría asegurar que aquello que dijera muy probablemente pasaría… - ¿porqué será que el destino nos permite enamorarnos de quien no puede amarnos de vuelta?... – y la primer lágrima por desamor rodó por su mejilla… y a esa le siguieron muchas, muchas más que fueron humedeciendo su rostro resbalando por el contorno hasta bañar su cuello y empapar su pijama… gotas de agua salada que también fueron mojando su almohada repleta de sueños e ilusiones…
Y supo que al final no era solo producto de su dolor, sino también por el que sufre ChangMin… y lloraba por los dos… porque podía comprender a su amigo y casi compartir la misma sensación de desilusión al amar sin ser amado…
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Departamento HoMin
No habían podido romper el silencio en el que se habían sumido desde hace demasiados minutos… el reloj sobre el mueble de la entrada marcaba poco más de las dos de la madrugada… y ellos seguían abrazados sin atreverse a hablar o moverse… porque era tal el miedo de dar un paso que era más fácil congelar el momento aunque los segundos siguieran pasando…
- ¿qué es lo que he dejado de hacer que no has podido enamorarte de mí?...
Y el silencio murió cortado por aquéllas palabras que dichas con suavidad por el menor rasgaron profundo en el corazón del moreno… porque es algo que se ha cuestionado cada día desde hace meses… a lo que solo una respuesta ha encontrado…
…Jaejoong…
Y se maldice otra vez por no dejar de pensarle… por ser incapaz de decir palabra alguna… sintiendo el cuerpo de su novio tensarse por su silencio, los brazos del menor perdiendo finalmente fuerza y caer libres a los costados de su cuerpo, escuchó ese sollozo rebelde que tragado ahora con molestia por ChangMin hizo sentir peor (si es que se podía) a Yunho…
- ¡no!... – exclamó el menor habiendo llegado a su límite, cediendo a ese sentimiento de ansiedad y enojo que por tantos días se estuvo alimentando en su interior… y el moreno no pudo menos que retroceder un paso cuando su novio le apartó bruscamente negando su abrazo… - ¡ya no puedo más, Yunho!... – pasó el dorso de sus manos por sus ojos tratando de apartar las lágrimas que increíblemente parecían no poder agotarse… - ¡porqué te quedas callado! ¡Porqué no has terminado conmigo si aún le amas a ÉL!!
- ¡porque no quiero amarlo más, Minnie!... –explotó angustiado, queriendo evitar más de aquéllos reclamos válidos pero que no quería enfrentar… no podía… no ahora…
- ¡pues no lo parece! No cuando una vez más llegas así, pensativo y melancólico… ¡te he dado lo mejor de mí! Me he esforzado, Yunho, ¡pero no puedo más!... ¡no puedo más!... y sin embargo, no quiero dejarte, no quiero que me dejes…
- no te lo estoy pidiendo…
- pero estás ahí tan… tan sereno… como si no te importara, es que ni siquiera te das cuenta de que yo… - calló… porque estúpidamente había estado a punto de confesar su propia infidelidad…
- no estoy sereno, Minnie… ¡estoy asustado!... me importas mucho más de lo que puedes creer… yo sé… yo sé que no he sido buen novio…
- ¿me has engañado?... – preguntó… sí, el menor preguntó a pesar de estar seguro de aquello… el moreno le miró con los ojos abiertos de par en par… pero solo por unos segundos porque luego apartó la mirada clavándola en cualquier lugar que no fuera el chico frente a él… - ha sido con Él, o con cualquier idiota que se te ha cruzado en el camino?... – continuó el menor… ya no le importaba nada más que no fuera obtener un poco de sinceridad de su novio… aunque fuera en aquello que tanto dolía…
- no he ido por ahí acostándome con cualquiera, ChangMin… - el moreno incluso se sintió ofendido…
- entonces ha sido solo con Él, ¿no?... – el menor sonrió con sarcasmo… - ¿cómo se llama?...
-¿¡qué!?
- ya que has estado engañándome por tanto tiempo, quiero por lo menos saber el nombre del dueño de tu corazón…
- no tiene caso hacer esto, Minnie…
- porqué no… - clavó su mirada en aquéllos ojos café oscuro que hasta parecían intimidarse ante sus pupilas chocolate… - ¿es acaso que te ha dejado? ¿Que ya no tendré que preocuparme por la hora en que llegarás, o si traerás el cabello húmedo, o que te marches con puntualidad cada tanto a verte con él?
- ¡basta, ChangMin!.... – que no continuara, que no calvara más el puñal de la culpa, ni agrandara la herida de su propia estupidez al haberle traicionado tan vilmente por años…
- ¡no quiero!... – elevó la voz el menor… - Te Amo, Yunho, y te juro que perdonaré cualquier cosa que hayas hecho, pero quiero que seas sincero una vez en lo que llevamos saliendo, quiero tener un poco de confianza en que podemos funcionar, quiero sentirme menos estúpido por estar aquí parado frente a ti suplicándote un poco de ese amor que tan incondicionalmente le has entregado a quien amas aún cuando solo pudieron ser amantes…
Sus palabras se clavaron como espinas filosas en su corazón, porque Yunho no creía merecer aquello… porque mucho daño había hecho ya… y no se sentía capaz de sanar lo suficiente para volver a empezar…
- yo… no quiero hacerte más daño, Minnie…- atinó a decir con la poca voz firme que le quedaba, porque se estaba desmoronando ahí como nunca pensó que podría…
- ni siquiera te importaría que yo me hubiera metido con otro, ¿verdad Yunho? Ni eso ni nada de lo que pudiera hacer logrará que me mires más allá de un amigo con el que has tenido sexo durante casi cuatro años, ¿cierto?... – espetó con la mandíbula apretada… se estaba yendo todo por un caño, las esperanzas, los sueños, las ilusiones… el amor… todo se estaba muriendo justo ahí…
- claro que me importa que otro te haya tocado… - y de solo pensarlo su cuerpo se tensó…
- ¡no lo parece!...
- eras lo único que me pertenecía solo a mí, Minnie… quiero pensar que no sabías lo que hacías, que no quisiste que otro te tocara, que solo pensabas en mí porque me amas… - y dio un paso buscando acercarse otra vez a quien todavía considera su novio… - que estabas mal hace unas horas porque odiabas que otro se hubiera atrevido a marcarte, que solo esperabas que te abrazara y te llenara de caricias y besos…
- y lo quise… quise que te dieras cuenta de que aún cuando Te Amo puedes perderme, quise que te enfadaras y me reclamaras, que por lo menos una vez me hicieras sentir deseado por ser yo y no solo un recipiente sobre el cual verter tus necesidades y culpas… quise creer que me orillarías a pedirte perdón motivado por mi propia culpa al haber permitido y deseado que otro me hiciera sentir lo que contigo nunca he podido… - el moreno mirándolo confundido… - nunca hemos hecho el amor…
- ¿y ése con quien estuviste te lo hizo?... – cuestionó con molestia… celos tal vez… pero una clase de celos que no podía adjudicar al amor…
- no… - el menor bajó la mirada… - aunque sé que me ama, al final solo terminé cayendo en un error, porque para hacer el amor se necesitan dos enamorados…
Silencio…
Incómodo… porque estaban más tranquilos de lo que debieran a pesar de saber que ambos habían cometido infidelidad… de que tal vez la confianza acababa de morir para siempre llevándose consigo el último vestigio de esperanza…
- crees que necesitamos seguir con lo nuestro, o es mejor que terminemos?...
Yunho miró a ChangMin con intensidad… pensando en la respuesta que debe dar…
Porque Jaejoong ha dicho adiós…
Porque ChangMin ya no es solo suyo…
Porque sabe que no podrá amar al menor como espera y merece…
Porque tal vez la distancia ahora pueda ser la mejor opción…
Pero el sentimiento que las pupilas chocolate le transmiten le ha mantenido a flote en los últimos días y teme que sin ellas termine por derrumbarse…
Pero sería capaz de seguir siendo tan egoísta como para mantenerle a su lado?
Continuará……
ADVERTENCIA. Lemon
CAPÍTULO IV. BECAUSE YOUR LIE
*****
…No se renuncia a la persona que se ama, se le deja ir cuando decide marcharse…
*****
Departamento de Dong Wook…
Por más que intentaba, era imposible no memorar cada detalle de ése encuentro íntimo que viviera con ChangMin, y es que no solo había quedado grabado en las paredes de su departamento… se le había tatuado en la piel, como un fuego invisible que sin embargo quema cada fibra de su ser…
Y bastaba con cerrar los ojos para que el rostro sonrojado y sudoroso de ChangMin se le apareciera en el pensamiento casi imposibilitándole seguir su vida con normalidad, porque nada importaba que fuera conduciendo o estuviera en el trabajo… simplemente no le podía dejar de pensar y amar…
…El amor puede ser la peor de las trampas…
Pero la realidad volvía golpeándole con la fuerza de un huracán derrumbando toda posible ilusión a su paso… ChangMin seguía siendo novio de Yunho…
Aún cuando ya habían pasado días desde la última vez que se vieran y hablaran… aún cuando una parte de él hubiera suplicado a los cielos que aquélla relación culminara… la realidad seguía siendo cruda… el destino seguía jugándole en contra…
Y dolía un poquito más darse cuenta de que ya nada era igual… ni de su parte ni mucho menos de la de ChangMin… porque ahora ya ni siquiera le llamaba para saludar, y él no tenía valor para buscarle… porque aunque hubieran asegurado que todo estaba bien entre ellos, que seguían siendo amigos…
Amigos jamás podrían volver a ser…
Porque al fin y al cabo habían tenido sexo pretendiendo hacer el amor… sin amor… pero sí mucha tristeza y necesidad de un cariño que simplemente no podían corresponderse…
El morocho pasó con desgano el pincel por ése lienzo lleno de líneas y curvas sin sentido de diversos colores, todos en tonos oscuros… tristes como el matiz de su alma… y es que había querido… había querido demostrarse que la desilusión no podía también romper los hilos de su pasión por el arte…
Pero qué arte podía crear ahora que su más grande inspiración parecía haberse alejado cual criatura fantástica olvidada en leyendas escondidas entre páginas gastadas de un libro enterrado bajo el polvo de la ignorancia…
Y optó por dejarle, abandonar la brocha y los pinceles, y acuarelas y el lienzo mismo…. Cubrir con una fina tela lo que apenas había comenzado a tomar la forma del perfil reflexivo de ChangMin, serio y absorto, como más de una vez llegó a contemplarle cuando leía en la biblioteca… optó, por darse la vuelta y cerrar bajo llave esa habitación donde quedaba tal vez el último trozo de su corazón partido…
*****
Yoochun conducía por ese camino de avenidas y calles que tan se sabía de memoria que las recorría inconscientemente… porque demasiadas veces le buscó con el más absurdo de los pretextos o solo porque sí… porque de una u otra forma siempre había terminado por buscarle…
Pero hoy... hoy solo quiere decirle algo, recordarle tal vez que le sigue queriendo y cuán arrepentido está por haberlo hecho suyo cuando NO debió pasar… cuánto le necesitaba a su lado como amigo…
Y sabía que era vil de su parte, que le había lastimado y que tal vez seguiría haciéndolo por insistir en seguir formando parte de su vida… pero es que simplemente no podía… no quería concebir la idea de un mañana sin esas sonrisas brillantes o esas pupilas casi infantiles retándole a hacer algo nuevo…
Un mañana sin Junsu pintaba demasiado desolado…
Y sabía que estaba mal, que no era correcto pensar así… que esa noche se marcharía con Jaejoong a París a salvar su relación… a reavivar el amor… pero no había podido (querido) irse sin hablar antes con su “amigo”… y se pasó imprudentemente ése último semáforo que recién cambiaba al rojo… pero ansiaba tanto verle ya… y sonrió tontamente al ver al castaño batallar con la puerta de entrada al Edificio con ese montón de bolsas de mandado que se negaban a quedarse en donde él intentaba colocarlas para maniobrar… y se apresuró en alcanzarle…
- ¿te ayudo?... – cuestionó tomando esa bolsa que finalmente había resbalado y que se hubiera desparramado en el suelo…
- ¡Chun!... – saltó sorprendido el castaño, poniéndose sumamente nervioso al volverle a ver… después de todo habían pasado días sin que supiera nada de su amigo…
- vamos, te ayudo con esto… - trató de ignorar el gesto de sorpresa y casi incomodidad en Junsu, tomando otra de las bolsas y sonriendo como si todo siguiera como antes de intimar, instándole a adentrarse de una buena vez en el edificio… - ¿tienes visita? ¿O te ha aumentado el apetito?... – tarde se dio cuenta de la idiotez que había preguntado… pero vamos, Junsu era de los que a lo sumo llenaban una bolsa de despensa y ahí llevaba muchas más…
- la ansiedad supongo… - se encogió de hombros caminando adelante del pelinegro deseando no llegar al ascensor o que estuviera lleno de gente… todavía dolía demasiado la cercanía de Yoochun… dolía que le tratara como si en verdad hubiese borrado de su memoria lo que pasó entre ellos…
Dolía descubrir que a pesar de las cosas, solo para él aquélla primera vez lo había significado TODO… y que aún cuando quemaba horrores, era uno de sus recuerdos más preciados… aunque ahora se estuviera hundiendo en la tristeza y estuviera comiendo demasiadas cosas dulces y sabores chocolate con las que esperaba endulzar un poco su mala suerte y evitar la depresión…
Pero cuando se ama, aquello se vuelve prácticamente imposible…
Como imposible fue que no fueran los únicos a bordo de ese ascensor que le pareció de pronto demasiado pequeño y no evitaba que sintiera el calor del pelinegro o de escuchar su tranquila respiración, y casi los latidos acompasados de su corazón…
Y dolió un poco más descubrir que para Yoochun las cosas parecían marchar más que bien…
Entraron al departamento en medio de un silencio que ninguno podría asegurar cómodo o incómodo, y guardaron las cosas como lo haría cualquier pareja que llevara años saliendo, porque el pelinegro sabía bien dónde guardaba cada cosas el castaño y ni siquiera necesitó preguntar…
Y se asustó un poco cuando cayó en cuenta de lo fácil que estaba resultando estar así… porque solo podía significar que nada estaba realmente bien entre ellos…
- ¿quieres algo de tomar?... – cuestionó al fin el castaño decidido a espabilar un poco esa opresión en su pecho, sabiendo que de entrada no sería capaz de negarse a las visitas del pelinegro…
- estoy bien, gracias… - negó y volvieron a la estancia…
A ése lugar que les traía recuerdos de gemidos y murmullos, de un calor quemante que casi parecía invitarlos otra vez a pecar. Junsu se mordió el labio maldiciendo mentalmente el no haberse mudado de departamento como habían planeado… pero es que al final el amor y su lado masoquista habían ganado… quería por lo menos esos recuerdos…
- te importa esperar mientras tomo una ducha, ¿o llevas prisa?... – más no se atrevió a mirar aquéllas oscuras orbes que sabe le miran fijamente…
- te espero, quiero platicar contigo, Junsu ah… - y volver a escuchar su nombre con aquélla voz varonil solo hizo que se le erizara el vello y saliera casi corriendo al baño antes de que su cuerpo decidiera comenzar a reaccionar ante aquél hombre que le tentaba más de lo que podía controlar…
Se vio obligado a darse una ducha fría, porque el calor de su cuerpo se negaba a abandonar su piel deseando volver a sentir aquéllas caricias y ésos besos apasionados y dulces que ya una vez probara…
Pero sabía que estaba mal…
¡Que NO debía!
Pero esos benditos hilos de agua helada en nada calmaron la ansia de su cuerpo y la ilusión de su corazón… quizá por ello se atrevió a volver a la estancia con solo un pantalón flojo, el torso desnudo y el cabello todavía escurriendo algunas gotas de agua que se perdían resbalando por el contorno de su rostro… con los pies descalzos y una mirada que al pelinegro le estremeció…
Yoochun tragó hondo al verlo… porque le resultó una visión demasiado erótica… porque le había hipnotizado esa castaña mirada en cuyas pupilas brillaba un deseo… un deseo que presentía compartir…
Porque no se opuso a ése Junsu sentándose a horcajadas en sus caderas que le rodeó el cuello con sus manos antes de robarle un beso que correspondió sin dudar…
- Junsu ah… - murmuró apenas con la poca voz que le quedó porque el aliento se le había ido entre aquéllos labios que se alejaron apenas unos centímetros…
- ya no puedo ser de nadie más que tuyo… - y volvió a besarle consciente del error que estaba fraguando…
- pero Su… - intentó hablar entre cortos besos que el castaño seguía dejando sobre sus labios… besos que no estaba negando, que le estaban atontando de a poco otra vez… porque eran demasiado dulces y suaves como para negarse al elixir de su sabor…
- ya lo sé… - porque Jaejoong sigue en medio… - no te estoy pidiendo compromiso ni formalidades, solo… - sus manos pasando decididas por debajo de la camisa del pelinegro, obteniendo un sobresalto ante su frío tacto, más no que se apartara o le negara la caricia… - solo quiero que pase…
Y las manos de Yoochun posándose en ésa espalda fría y ligeramente húmeda que sabe se erizó apenas su piel más cálida entró en contacto… y se descubrió deseando nuevamente fundirse a ése cuerpo, paseando sus manos por la espalda del castaño con insinuantes movimientos que comenzaron a provocar jadeos que escapaban de ésos labios suaves que continuó saboreando y se le entregaron tan sumisamente…
Poco a poco logró que el frío se desplazara por completo de su piel y quedara solo el calor que sus propias manos y labios iban dejando sobre su cuerpo… y dejó que casi sin moverse de la posición en que se encontraban, Junsu le desnudara lentamente entre sonrisas y besos que parecían ser compartidos por dos personas que se aman sin atadura ni duda alguna de por medio… pero cuando la realidad era que aquello era una farsa cimentada sobre mentiras e incertidumbres de un corazón enamorado y otro confundido… confundido en la ternura de ése que aún en sus caderas se movía haciendo que su despierto miembro rozara su entrada gimiendo de deseo por profanarla de nuevo…
- mhh, mhhh, Su… - y sus manos tomando decididas las caderas del castaño para posicionarlas sobre su erección…
- mmhhh… - y sintió cómo era penetrado sin preparación previa alguna, arrancándole gruesas lágrimas de dolor por la intromisión que resbalaron por sus mejillas perdiéndose en su piel sudada…
Y solo pudo aferrarse a los hombros del pelinegro sin importar ése dolor previo porque solo quiere sentirlo dentro… dentro de su cuerpo como sabe nunca estará en su corazón… sabiendo que una segunda vez no dejará de ser solo sexo… y gimió adolorido cuando Yoochun se movió dando la primer embestida… gritó bajo ante la segunda… y sintió que se desgarraría con la tercera…
- ahh, Chun, más, ahh, despacio, por fav…mhh… or… ahh… - y es que esa era su segunda vez, ya ni siquiera podía valerse de lo acostumbrado que pudiera haber quedado en la primera cuando hacía días que no había tenido esa clase de intimidad…
Yoochun paró abruptamente sus movimientos… casi como si recién recordara que estaba unido a Junsu, que lo había penetrado sin dilatar su pasaje… y solo entonces reparó en la presión que sus paredes estrechas hacían en su miembro, caliente, duro, hinchado… lo estaba lastimando y él ni siquiera se había dado cuenta!
- lo siento… - atinó a murmurar con esa voz excitada que no podía evitar… queriendo controlar empero ese deseo de seguir moviéndose dentro del castaño… de disfrutar de esas deliciosas sensaciones que su entrada le provoca en su estrecha calidez…
- está bien… - un beso dulce… - solo más despacio… - una sonrisa lasciva… él moviendo sus caderas con más suavidad buscando su propio ritmo para acostumbrarse a su miembro…
- mhh, Jun…su, ahh… - le enloquecía… le enloquecía sentirse rodeado por ése calor, le aturdían esos besos intermitentes que el castaño le robaba… pero lo hizo, dejó que fuera el castaño quien dominara el ritmo de las embestidas…
Hasta que fue el propio Junsu quien acostumbrado totalmente a su erección, le pidió más, más fuerte, más rápido… más profundo; arrastrándolos juntos a ese mundo de placer que les hace casi perder la noción de tiempo y espacio; y Yoochun libera su esencia en la intimidad de Junsu, mientras éste se corre manchando sus torsos… y el castaño se deja caer sobre el pecho del pelinegro, aún sentado en sus caderas… aún sintiendo ese miembro descargado en su interior… con esa cálida humedad que ha quedado en su pasaje… y es Yoochun quien en un movimiento se recuesta en el sofá al tiempo que abandona su interior y escucha ese quejido de dolor que sabe fue su culpa de al principio lo que lo genera… más no dice nada porque es incapaz….
Y ahí estaba, recostado en el sofá con el castaño sobre su cuerpo; desnudos, sudados, con la esencia del otro en alguna parte de sus pieles… con una sensación de tranquilidad que se rompió en cuanto el móvil del pelinegro sonó desde el bolsillo en su pantalón tirado en el suelo…
Y el nombre de Jaejoong parpadeando en la pantalla del artefacto…
- Junsu… - el pelinegro miró con culpa al castaño apenas éste salió de encima suyo para permitirle atender el móvil, que habiendo sido ignorado por Park, había dejado de sonar…
- no digas nada, yo te lo pedí, no voy a reclamarte nada, Chunnie… - y besó suavemente esos labios que balbuceaban sin conseguir una sola palabra o frase coherente… - mejor date prisa, tu novio te debe estar esperando…
Y aunque dolió demasiado decir aquello, el castaño se dio cuenta de que acababa de convertirse por voluntad propia en amante del pelinegro… porque ¡Dios! Quería eso, quería por lo menos eso…
Esos encuentros casuales que no dejarían de ser solo sexo, vacío y burdo, pero que le daban esos instantes de plenitud al sentirse como si fuera lo único que importara a Yoochun…
- Junsu ah, no debí, lo siento… - intentaba disculparse el pelinegro, abrochándose los pantalones y tratando de pensar con la claridad que no tuvo antes… pero el castaño le sonrió cálidamente mientras sellaba sus labios con uno de sus dedos impidiéndole que siguiera hablando… que siguiera diciendo aquéllas palabras de arrepentimiento… y le colocó el mismo la camisa que minutos atrás le hubiera quitado con calma y devoción, abrochando uno a uno los botones sin evitar rozar una vez más su piel… - Junsu…
- no digas más, por favor Yoochun ah… me conformo… - sus ojos cristalizándose, negándose a derramar una lágrima delante del pelinegro… - me conformo con esto, solo… vuelve ¿sí? Vuelve y déjame sentirte aunque sea solo por instantes, déjame sentir tu calor, tus caricias y tus besos, aunque no sean realmente míos, déjame vivir la ilusión cada tanto…
- Junsu, no… - cómo podía el castaño pedirle tal cosa… cómo podía estar dispuesto a convertirse en… su amante… - porqué, Su… no es justo y lo sabes…
- por favor… - suplicó abrazándolo con fuerza, enterrando su rostro contra su pecho…
- no lo mereces, no cuando no puedo ofrecerte a cambio algo de seguridad y tranquilidad… - el castaño sollozando ante sus palabras… sabía que estaba siendo muy mierda, que lo estaba lastimando otra vez… que había cometido el mismo error por segunda vez… que había tropezado con la misma piedra… y que Dios! Casi quería volver a hacerlo si el castaño volvía a envolverlo en sus besos, en sus caricias, en su propio calor…
- ¡no me importa! Solo te quiero a ti, date cuenta Chunnie… date cuenta de que ya no puedo seguir sin ti… - y levantó el rostro mirando las orbes oscuras del pelinegro… - tú me lo pediste una vez, que no te dejara, ahora yo te lo pido Chun, no me dejes… no me importa ser solo tu amante… - el pelinegro se estremeció al escuchar tal palabra de labios del propio castaño, clavándose cual espina de la rosa más delicada en su pecho… - vuelve Chun… vuelve a amarme aunque sea solo una mentira de pasión…
El móvil de Yoochun sonando otra vez…
- debo irme… - murmuró con la voz quebrada… el castaño le soltó mirando el suelo, pensando en que era probable que ahora en verdad no le volviera a ver… que esa había sido la última vez que lo sintiera unido a él… - volveré… - y un beso en su frente demasiado cariñoso como para que ese “volveré” significara que estaba aceptando una relación de amantes… - cuídate, Junsu ah… - y una caricia en su mejilla que solo consiguió arrancarle todas esas lágrimas que apenas había contenido cuando Park salió de su departamento sin mirarle ni besarle en los labios una vez más…
Dejándole con la incertidumbre de no haber comprendido el significado de ese “volveré”…
*****
Departamento HoMin
Yunho sabía bien que había sido de lo más egoísta al retenerle a su lado prometiendo esa vez dar lo mejor de sí para que la relación funcionara… jurándole no volver otra vez a caer en las redes de aquél que lamentablemente se ha clavado tan profundo en su corazón y sabe no podrá sacarlo por más que intente…
Porque Jaejoong era el amor de su vida…
Aunque la vida misma se negara a que el amor le sea correspondido…
El moreno ahora llegaba temprano a casa, siempre con una sonrisa y un dulce beso que dejar sobre labios de ChangMin, mientras se disponen a hacer algo, sea cenar o salir a caminar o pasear por ahí… quería hacerlo bien esta vez, de verdad quería, y por eso se esforzaba, trataba de tener esos detalles que jamás tuvo…
Porque era momento de dejar de tratar a ChangMin como a un amigo íntimo o ése en quien depositar un cariño que pretendía para alguien más…
Porque era momento… de regresarle un poco de amor verdadero a su novio…
- me han dado vacaciones en la empresa, toda una semana para cuando yo quiera tomarlas… - el moreno bebió de su copa de vino mientras veía que la mirada del menor brillaba notoriamente contento con la noticia…
- podríamos salir a algún lado, Yunho… - el menor dejó de lado su platillo, concentrándose entonces solo en su novio… - yo puedo ausentarme cuando quiera a fin de cuentas, no por nada soy hijo de un importante empresario…
- que modesto, Minnie… - se medio burló el moreno… y es que normalmente el menor se comportaba como una persona de clase media, atendiendo su trabajo y siendo sencillo… pero en ocasiones, decía de forma tan natural que más bien sonaba arrogante, que era millonario, que el moreno solo podía ya reír de esa actitud…
- lo siento, ya sabes, se me olvida… - bajó la mirada avergonzado…
Y eso le asustaba… porque de pronto parecía todo ir demasiado bien como para ser verdad o duradero… además…
No ha hablado ni vuelto a ver a Dong Wook, así que ahora era él quien estaba haciendo las cosas mal… y no quería… no quería arruinar la oportunidad perfecta que parecía estar presentándose entre ellos…
- está bien… - pero su novio ya no le miraba, se notaba que estaba avergonzado pues tenían las mejillas teñidas de un tono rosa bajito… aunque también parecía que pensaba seriamente en algo más… - hey, a dónde te gustaría que fuéramos, ¿eh?... – le dijo con voz cariñosa, mirándole con una sonrisa dulce como al parecer solo quería sonreírle para brindarle seguridad y confianza… el menor le miró de nuevo pero todavía avergonzado…
De pronto también se sentía tanto más femenino y no era precisamente su estilo con todo y que es el pasivo de la relación…
- no lo sé… cualquier lugar juntos suena bien… aunque, ya sabes, se dice que París es la ciudad del romanticismo…
Y Yunho tembló…
Porque no podía ser que de entre todas las posibles ciudades del mundo, a su novio se le fuera a ocurrir querer ir justamente a París…
Donde Jaejoong sabe se encontrará por esos días… con Yoochun… salvando su propia relación…
- pero si no te gusta, siempre podemos pensar en muchos destinos turísticos más…. – habló el menor al notar que el moreno incluso había palidecido un poco… y con su tono de piel, aquello era bastante notorio…
- no… - aclaró la garganta, esperando no echar a perder todo tan demasiado rápido… - París suena bien si quieres que vayamos ahí… quiero que estés contento con el lugar que elijamos…
- lo estaré si también para ti es un lugar agradable, Yunho…
Y parecía que así de fácil se tambaleaba otra vez todo lo que intenta construir… porqué el destino se empeñaba en ponerles pruebas tan difíciles…
En ponerle en el mismo camino que Jaejoong…
*****
París, Francia
Era efectivamente la ciudad más hermosa, espectacular y elegante que pudiera recordar… era… utópica y romántica… el sitio perfecto para tratar de volver a encender la llama de amor…
Yoochun y Jaejoong se hospedaron en uno de los hoteles más importantes de la ciudad, el día estaba maravilloso con el sol en lo alto siendo clemente con la fuerza de sus rayos bañando las calles… casi parecía que ya olvidaban todo lo que en Seúl les hacía enloquecer al grado de cometer de los actos más bajos de la humanidad…
El engaño…
Porque era lo que ambos eran, a pesar de los intentos que han realizado para evitarlo… siempre cayendo de nuevo… unos mentirosos… tal vez por causa del destino, de las malas decisiones, de la incapacidad para ver las cosas con la claridad que se presenta ante sus ojos…
Mentirosos al fin y al cabo… y la mentira por sí misma, no tiene justificación válida…
- haremos un itinerario, o simplemente nos dejamos llevar por lo que París tenga por ofrecernos… - el pelinegro ya estaba desempacando sus pertenencias acomodándolas en los cajones de lado derecho de la cómoda a disposición en la suite…
- quiero que nos dejemos llevar un poco… casi como algo loco, Yoochun… - sonrió coquetamente… para inmediatamente acercarse a su novio envolviendo su cuello con sus brazos… - sabes, hace tiempo que no hacemos el amor en un hotel… - se mordió el labio para inmediatamente morder el mentón del pelinegro…
- el viaje te sentó bien, no Jae… - sonrió con picardía antes de tumbar al pelioscuro sobre la cama colocándose luego sobre su cuerpo… - parece que hemos estado en abstinencia demasiado tiempo, ¿verdad?... – y sus labios comenzando a besar esos labios rojos que se le entregaban sumisos…
Pero que no le generaban muy a su pesar ese mar de sensaciones que solo estando con Junsu había conseguido sentir… y sabía que volvía a ser egoísta y desconsiderado por pensar en el castaño cuando es su novio quien jadea bajo su cuerpo por esas caricias que tan acertadamente comienza a dejar sobre su cuerpo, despojándole poco a poco de las prendas…
Más Yoochun no sabía que por la mente de Jaejoong pasaban las mismas disyuntivas que por la suya… porque el pelioscuro no podía evitar que sus pensamientos volaran hasta Yunho recordando el tacto de sus manos…
Y ahí estaban, intentando hacer el amor consiguiendo apenas sexo burdo mientras gimen y pronuncian el nombre de quien no está más en sus corazones…
Y alcanzaron un clímax que lejos estuvo de ese orgasmo que los envolvía en el placer de la plenitud del amor, de esa sensación de complementariedad que solo conseguían con una persona…
Entonces, si sabían bien que no era amor lo que sentían por el otro, ¿qué caso tenía estar ahí queriendo salvar lo que ya había muerto? ¿Qué era lo que los mantenía unidos?
¿Orgullo? ¿Ante la idea de pensar que no tuvieron lo suficiente para mantener a flote una relación que pintaba perfecta?…
¿Miedo? A equivocarse ahora y llegar a descubrir después que a quien se deja en ése momento era efectivamente la otra mitad del alma… ¿a que sean Yunho y Junsu en realidad solo una obsesión y no amor verdadero?…
¿Culpa? ¿Al saber que habían sido sus errores y vacilaciones las que habían llevado la relación a este punto?…
¿Temor al fracaso?
¿Pavor a la soledad?
Qué…
Qué exactamente buscaban pretendiendo llenar los huecos, los espacios vacíos de algo que sencillamente ya ni siquiera existía… porqué insistir en formar un rompecabezas del que faltan piezas perdidas en el tiempo, las que no pueden recuperarse ya por más que se luche contra la corriente… cuando es el curso de ésta la que les lleva muy probablemente a la felicidad verdadera…
Qué necedad en luchar y luchar por mantener a flote un bote que se hunde cada día más a prisa, aún cuando se saque esa agua turbia que va estancándose haciendo más pesada la navegación…
Porqué caminar a paso veloz en esas tierras que no tienen principio ni fin, porqué querer alejarse del camino a lado que les ofrece un transitar sí, más cargado de obstáculos y dificultades, lleno de esas piedras que hacen que uno se haga más fuerte, con claros que disfrutar y tempestades que enfrentar… pero con la felicidad dispuesta en cada detalle lista para ser gozada en la pequeñez de las cosas…
Porqué preferir el camino de las mentiras, de las dudas, las incertidumbres y la angustia…
Tal vez… tal vez es algo que no puede ser respondido, porque vamos, el humano por naturaleza es algo torpe… gusta de tropezar una y otra vez con el mismo tope antes que ver que puede dar la vuelta o intentar otra maniobra para llegar al objetivo… es también víctima y victimario por esa capacidad multifacética para disfrutar de los más grandes pesares y enajenarse con las más grandes alegrías… es egoísta y ciego, bondadoso y estúpido… un conjunto de emociones, sentimientos e ideas que juegan en los polos de la vida…
Eso… eso era lo que Yoochun y Jaejoong no lograban dejar en el pasado, lo que les mantenía atados a ilusiones de las metas planteadas en el inicio de la carrera de su noviazgo… a los fantasmas de los errores conscientemente pasados por alto que ahora les pasaban una factura alta que creían no poder costear…
¡Pero Dios! Si alguien tiene la receta para ir contra todo lo que ellos están viviendo, que les hagan el favor de ofrecérselas que estarían dispuestos a pagar el precio pedido con tal de hacer más allá de lo correcto, lo mejor para todos…
Porque mientras ellos creen que salvando su relación se ayudan a sí mismos y dejan de lastimar a esos que ahora se han quedado en Corea… son justamente esos chicos que les extrañan horrores y se les han entregado con la incondicionalidad del amor ciego, quienes más desean el dolor siga ahí con tal de tenerles a su lado…
Porque aún cuando Yunho hace lo propio permaneciendo a lado de ChangMin, sabe que de su corazón jamás podrá expulsar a Jaejoong pues se ha quedado prendado a él habiendo echado raíces por cuatro años… raíces fuertes y firmes que le han ido cuarteando en su poder cada trozo de corazón…
Y Junsu… él había dejado más que claro que estaba dispuesto a ser el amante… no había que explicar más nada… porque con sus actos, con la opacidad de sus pupilas demuestra que la vida misma entregaría sin dudar…
Porque para ambos vale más todo el dolor del mundo… antes que renunciarles si son ellos quienes no parecen tener tampoco voluntad para dejarles…
Y así, Yoochun y Jaejoong pasean por las calles de la ciudad de la luz, mirando escaparates de miles de cosas, tomándose fotos sonriendo con un fulgor que no danza en sus pupilas, entrelazando sus manos en caricias que no nacen desde el alma…
Buscando una última ancla a la que aferrarse para huir, irónicamente, de la verdadera felicidad que cual lienzo antiguo, queda colgado en una fría sala que ataviada con los más finos detalles… no deja de estar desolada cuando la hora de exposición culmina…
*****
Seúl, Corea
ChangMin había incluso estado evitando la biblioteca… pero era ese espacio silencioso donde creía que mejor podía controlar sus propios demonios y analizar sus temores…
Donde más de lo que pueda narrar, Dong Wook le hizo compañía simplemente permaneciendo a su lado cuando más estresado estuviera… sin importar los motivos de la tensión que el morocho tan bien leía en sus ojos…
Porque está seguro que aún cuando es con Yunho con quien ha vivido por años, nadie más que Wook le conoce cual libro abierto leído una y mil veces de principio a fin…
Las ironías de la vida…
Que no dejan de ser ventanas del alma… oportunidades de la retrospección de nuestros más profundos sentimientos…
El menor caminó por ese pasillo casi al final de la biblioteca en la planta alta… la sección de Arte… donde libros de grandes artistas de distintas épocas tenían algo que enseñarle en lo complejo, sencillo o tergiversado de sus versos, pinturas, esculturas o monumentos…
- siempre te viste muy bien con ese aire intelectual con que paseas tu vista por los estantes… - la voz del morocho consiguió que el menor se sobresaltara al escucharle… que su corazón se acelerara a punto de la taquicardia…
Porque era la primera vez que volvían a verse desde que… tuvieran sexo…
- Wook… - y odió suspirar su nombre cuando se supone no… NO debiera sentir nada más que esa amistad que fracturó por voluntad propia al pedirle lo tomara hace algunos días…
- si te molesta mi presencia, por favor no dudes en pedirme que me aparte de tu lado, Min… - y que le dijera aquello con la tranquilidad que él no logra encontrar en ninguna célula de su cuerpo, solo conseguía que se sintiera más miserable…
Porque sigue intentando que las cosas funcionen con Yunho…
Cuando presiente que el mínimo desliz inconsciente de su corazón enamorado lo aleje nuevamente de su lado…
- quédate… - pidió al tiempo en que volvió su vista a los libros… - tú eres el pintor, a quién me recomiendas leer…
- no hay mejor decisión que la tomada por instinto cuando de arte se trata… porque el instinto es la raíz de todo lo que somos, las emociones, sensaciones, miedos, alegrías y sinsabores… la esencia de la vida misma…
ChangMin le miró sorprendido… rara vez su amigo se ponía en plan poético… de hecho, solía decir que los poemas eran lo más cursi y depresivo del arte… como lo eran los versos homenajeando la luna, las estrellas o una cualidad humana reflejada en las más exquisitas formas de lo existente… porque eran frases utópicas y suplicantes de lo que el corazón humano sabía imposible…
Y Wook siempre se había aferrado a los posibles en su vida…
Aún cuando su más grande sueño era lo más inverosímil de la misma…
El amor de ChangMin…
- no necesitas mirarme así… sigo siendo yo… un poco decepcionado de un amigo que se desapareció con la facilidad con que el aire se nos escapa de las manos… - claro estaba, hablaba de él, eso el menor lo sabía… - ¿has estado bien, Min?
- realmente… te mentiría si te dijera que sí, pero tampoco es que esté mal… solo…
Silencio…
Asfixiante… porque los ojos de Wook le consumen sumiéndole en un abismo oscuro sin fondo…
- intentar está bien… hasta que se vuelve una monotonía sin sentido… hasta que por sí mismo, intentar es una mentira… una pantalla con la cual escondemos nuestro verdadero sentir…
- es algo cruel de tu parte decir eso. ¿No es que la esperanza muere al último?… - se defendió el menor… porque eludir la certeza de aquellas palabras era creer en el moreno…
- ¿la esperanza?... – sonrió con ironía mezclada con tristeza… - la más grande de las virtudes humanas… aferrarse a la esperanza puede llegar a ser agotador, Min… - y el menor comprendió que lo decía por su propia experiencia… por su propia desilusión al amarle sin poder recibir la misma intensidad de vuelta….
- pero, ¿no es preferible luchar hasta el último aliento, antes que dejar que la vida pase delante de tus ojos sin poder de hecho vivirla con todos sus sabores y contemplarla en todos sus colores?
- tal vez… y es por eso que sigo aquí, Min… sigo aquí, como tu amigo… - sus miradas conectadas… - pero si la amistad es incluso tanto más dolorosa e incómoda que antes, debes saber, que solo me iré, que solo me haré a un lado cuando seas tú mismo quien me lo pida…
- ¿y en verdad estás dispuesto a ser solo mi amigo, aún cuando… algo demasiado íntimo pasó entre nosotros?…
- me aferro a mi propia esperanza siendo solo tu amigo…
Porque valía más la mentira de un “todo está bien” disfrazado en una amistad intacta…
Que un día más sin el espejismo de un resplandeciente amanecer abrazado a su cuerpo y sintiendo su amor…
Continuará……
ohhh dios esto si que es en verdad un verdadero enredo....
ResponderEliminarPorque sera que se complican tanto la existencia?
waaaaaaaaaa.. esto esta tan triste!!!! ya casi lloraba... cada que leo siento que me pinchan el corazon T^T
ResponderEliminarDios por qué se someten a tanto dolor,cuando van abrir sus ojos y corazones frente a la realidad, hermosa historia gracias
ResponderEliminarCómo les gusta ser masoquistas a estos hombres(T^T) Porque se aferran a lo que la no pueden tener, Yunho y ChangMin al menos han reconocido que ahí algo que falta y que no se pueden dar, pero Mi Ratón y Jae están tan indidos en sus errores y en lo que dejaron perder.
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