**Capítulo 11. Instinto**
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Minnie frotaba su cuerpo bajo el chorro de agua, su llanto se confundía con los caminos húmedos que caían desde la regadera y empapaba todo su cuerpo. Jamás imaginó que después de su primera vez tendría que tomar un baño en busca de borrar todo rastro del otro cuerpo que se unió a él; es decir, era casi el equivalente a sentirse sucio y usado, porque, aún cuando fue solo sexo (eso ni siquiera lo duda, se hace el amor cuando precisamente ese sentimiento está de por medio), se entregó porque esperaba encontrar ese algo especial que busca insistentemente.
- idiota, idiota, idiota… - balbuceaba una y otra vez, mientras seguía frotando su cuerpo con la esponja, tan fuerte que su piel enrojecía… - porqué soy tan idiota… porqué Kenryu, porqué tenías que nombrarlo…
- Minnie, estás ahí, hijo… - escuchó la voz de su madre viniendo desde fuera de la ducha…
- sí… - ¡maldición! No pudo evitar que su voz se le quebrara, respiró profundamente… - ya voy mamá…
- de acuerdo, cenaremos en casa de los Ogazawara, ¿seguro no quieres venir?...
- no me siento muy bien, mamá… tengo, un fuerte dolor de cabeza… - mintió a medias, porque en realidad le dolía de tanto pensar, pero era más el dolor de su corazón partido en mil pedazos, de ese músculo que agoniza y sabe difícilmente será que palpite con la misma intensidad que antes…
- hijo, toma una poción, o medicina, lo que quieras… el menor salió ya vestido, sus ojos llenos de tristeza… lo que no pasa desapercibido para ninguna madre… - Changminnie, cariño, qué tienes… - la Sra. abrazó tiernamente a su hijo. Él no pudo evitar un nuevo sollozo y sus manos se cerraron en la espalda de su madre, aunque no dijo nada, solo dejó fluir su llanto, siempre se ha sentido en confianza de mostrarse tal cual es con sus padres… - shh, shh, está bien, cariño, todo puede mejorar, no pierdas la esperanza, mi bebé… - le acariciaba el cabello con suavidad, transmitiéndole su amor materno, aliviando tenuemente la tristeza del menor.
- XeNang, mujer, tenemos que irnos ya… - la voz del Sr. Shim llegó desde la planta baja…
- tienes que irte, mamá… - Minnie se separó de su madre, limpiando todo llanto de sus mejillas con el dorso de su mano… - estoy bien, gracias… -
- cena y descansa, mi bebé… - la Sra. Shim le dio un beso en la frente… - te quiero, hijo…
- también yo… - forzó una sonrisa, dolía tanto el desamor…
- ¿pasa algo?... – el Sr. Shim había subido por su esposa, encontrándola junto a su hijo en el pasillo fuera de la ducha…
- nada importante, papá, váyanse ya a esa cena…
- sabía que no vendrías, es normal que te aburras en reuniones de mayores… -le dio un beso en la frente y le revolvió el cabello, aún húmedo… -
……………………………
Kenryu llegó al departamento con semblante serio, se había duchado antes de volver, y había golpeado molesto consigo mismo, varias veces el azulejo en las duchas, así que llevaba la mano derecha vendada… un vendaje improvisado que él mismo se hizo…
- ¿te lastimaste en el entrenamiento?.... – la voz de su madre preguntando lo hizo consciente de que estaba ya en casa. Tan sumido había estado en sus pensamientos que ni cuenta se había dado…
- sí, mamá… - mintió, fue hasta su recámara, ni lo que podría decirse es un santuario a kaká y el fútbol soccer logró animarlo, ahora que los colores oscuros ahí matizan su miserable sensación de culpa…
- tu hermano llamó, quiere hablar personalmente contigo… - su madre estaba de pie en el umbral de la puerta, observando detenidamente la actitud de su hijo, debía estar muy mal o ya habría despotricado molesto al haber mencionado a su hermano, su hermanastro en realidad… - tiene algo que ver con ese joven mago que tanto quieres…
- no deberías leer mi suerte en tu tabla Feng-shui, mamá… - murmuró sonriendo de medio lado con profunda tristeza…
- es mi don mágico, y me importa el curso de tu vida, eres mi hijo…
- cometí un gran error, madre, y no tengo idea de cómo remediarlo… por eso desprecio esa naturaleza mágica en mí por causa de mi padre… - masculló molesto, su madre lo entiende, siempre ha sido así desde la primera vez que su instinto heredado de su padre se hiciera presente al cumplir los 15…
- si tú no tienes idea, nadie más puede tenerla, Kenryu, pero no di a luz a un chico que se rinde sin antes luchar, hacer el mínimo esfuerzo por cauterizar cualquier herida causada a otro… - se acercó hasta su hijo, le tomó la mano lastimada… - y aunque tiene que ver con ese mago que quieres, es a la vez diametralmente opuesto, porque te dejaste llevar por el instinto y no por tu corazón, es eso lo que más te duele, lo que más culpa te hace sentir…
- no he podido controlar mi instinto con la misma facilidad que antes, mamá… y eso me asusta, ya lastimé a alguien… - la expresión de Minnie con el rostro desencajado y una lágrima resbalando por su mejilla… - y no quiero llegar a hacerlo otra vez con la misma persona o alguien más…
- entonces, sabes lo que tienes que hacer, ¿no? Kenryu…
……………………………
El ambiente sombrío de esa habitación subterránea en la Mansión aquella donde los árboles nunca florecen, estaba revestida por un denso frío y un desagradable aroma, con figuras talladas de bestias y símbolos en antiguos idiomas grabados en los muros de piedra.
- Khaly Park, bella dama, un hada de luz que se niega a resplandecer ante mí… -los insensatos dedos de Michael se deslizaron por el contorno del rostro femenino. La Sra. Park está sentada en una elegante silla con finas figurillas en oro y plata, atada de muñecas y tobillos por ramas con espinas que se ajustan mágicamente si intenta librarse…
- moriré antes que permitirte tener acceso al sello de Nemeton Nertomáros… - retó con seguridad, no importándole que algunas espinas comenzaran a clavarse en su piel…
- no dudo que esté dispuesta a morir, mi propia madre eligió tal destino antes que esperar a que yo hiciera la petición, porque ella siendo como tú sabía que descubriría el designio marcado en la sangre que corre por mis venas…
- tu verdadera identidad no es Michael Fox, ¿verdad?… - la voz del Sr. Park viniendo desde una esquina en la habitación (amplia cabe señalar), encadenado al muro, sobre su cabeza, un cuervo parado en un cuerno de unicornio… sí, de ese ser mágico con poderes excepcionales que en el mundo no mágico se considera solo un caballo fantástico con un cuerno en la frente al que se le atribuye su naturaleza mítica…
- oh sí, el Concilio Escarlata investigó sobre eso, ¿cierto?... – rió con sorna, dirigiéndose ahora hacia Chun-Soo… - ese patético grupo de familias antiguas que creen que pueden evitar lo que está presagiado a suceder…
……………………………
Mansión Ogazawara. Japón.
- tiene usted un gusto extraordinario, joven Ogazawara… -
- llámeme Takashi, por favor… -
- muy bien, Takashi… - Do-Heon (Sr. Shim) admiraba la casa, típica de la Era Tokugawa, majestuosa, grande, con preciosos jardines llenos de árboles y planas de diferentes especies, un estante con peces dorados y el té servido a la mesa con la antigua tradición.
- sabemos que el Concilio ha estado buscando a los Park, que tan mala es la situación… - cuestionó XeNang (Sra. Shim), sorbiendo con elegancia de su taza de té…
- bueno, sin duda quien se ha hecho llamar Michael Fox los debe tener cautivos, más no estamos aún en conocimiento de su ubicación, casualmente cada que creemos estar cerca, algo sucede que perdemos la pista…
- por eso nos llamó, a esta especie de convocatoria por parte del Concilio, del que mi familia fue expulsada hace un siglo…
- el pensamiento ha evolucionado bastante en estos años, ahora no preocupa el cómo usan los Shim su magia…
- jamás debió ser un problema, solo porque usábamos nuestro conocimiento mágico a favor de los no magos… - replicó el hombre…
- mostrar magia tan abiertamente como solían hacerlo era un riesgo para nuestro mundo…
- nuestro mundo? No es como si magos y no magos viviéramos en dimensiones diferentes…
- sin embargo… - interrumpió XeNang a su esposo, tomando con gentileza la mano de Do-Heon… - no es eso lo que venimos a discutir. Takashi, si los representantes de las otras cuatro familias del Concilio Escarlata no están aquí, deduzco que lo que nos pedirá es algo que hace tiempo no hacemos…
- así es, pero el hecho de que hayan dejado esa forma de vida desde que tuvieran a su hijo no significa que hayan dejado de ser los magos más astutos, ágiles como el viento, inteligentes, se desplazan en las sombras y tiene secretos de combate que los convierte en armas dignas de ser tomadas con precaución… le Concilio Escarlata está corrompido por alguno de los nuestros, me atrevo a meter las manos al fuego por los Kim, más no por los Lee, aunque esa chica es… bueno, eso no les interesa… - los Sres. Shim sonrieron levemente, ese joven es demasiado, eh, como decirlo, instintivo respecto a algunas cosas… - ni tampoco confío del todo en los Balzac y mucho menos en los Tanaka…
- quieres espías... – concluyó Do-Heon…
- sí, necesito saber quién es el traidor...
- y qué si nosotros dudamos de usted… - XeNang se puso de pie, la mujer de 32 años (tuvo a Minnie muy joven) llevaba un vestido corto, llevó su mano al muslo izquierdo y sacó de una funda una daga, se acercó en un rápido movimiento a Takashi y la filosa punta quedó directo en la yugular del muchacho…
……………………………
Desde que Junsu se encontró con su amigo esa mañana en la estación del metro, pudo notar la tristeza en sus ojos. Había preguntado qué le pasaba, pero por toda respuesta había obtenido un simple “no tiene importancia”; después de eso se habían sumido en un incómodo silencio, porque Junsu había sentido una mirada de resentimiento hacia su persona cuando le preguntara, y luego los ojos del menor se habían apagado, de la misma forma en que su propio mirar lo hiciera cuando creía todo perdido con su novio. Y era muy extraño estar pasando por uno de los momentos más felices de toda su vida y no poder compartirlo con su mejor amigo.
Minnie realmente había pensado en no asistir a clases, pero faltar a la escuela hubiera demostrado a Kenryu cuán lastimado se sentía, y lo que menos quería era darle al gusto de tal cosa. Lo que el menor no sabe es que el castaño está profundamente arrepentido de haberlo herido como lo hizo, pero su instinto animal había dominado sus actos, a la vez que el corazón trataba de asumir el control, motivo por el cual había nombrado al pelirrojo.
Por suerte no se vieron a la hora de la entrada, y el menor decidió quedarse en el aula a la hora del almuerzo, no quería verlo en la lonchería, decisión irónica, pues aunque estaba en la escuela evadía toda posibilidad de llegar a topárselo cuando se supone haría su vida escolar como si nada hubiera pasado… pero ya estando ahí la realidad era que algo pasó… tuvo sexo con Kenryu.
- ¡mierda!... – Minnie se llevó una mano a la cabeza, enredando sus dedos con su cabello, sentado en su lugar en el aula vacía… - como envidio a los Kim… - murmuró con una media sonrisa triste y sarcástica… - primero Yunho elige a Jae… luego tengo la grandiosa idea de buscar cariño en Kenryu cuando sabía perfectamente que ama a Junsu… seré muy inteligente, pero en cosas del amor soy el idiota número uno del planeta…
El día transcurrió sin gran cambio de por medio. Minnie no cruzó palabra alguna con el pelirrojo, y cuando la jornada escolar terminó, el menor se fue dejándolo con una terrible sensación de formar parte de la culpa que tiene así a su mejor amigo.
- tal vez solo necesita tiempo… - el pelinegro trataba de animar a su novio… iban caminando juntos (aunque sin tomarse de las manos) rumbo a la estación del metro…
- eso espero… - pero el pelirrojo no se sentía nada cómodo con toda la situación, cuando debería de andar feliz de la vida por ser novio de su ratón…
- mi hermano también ha estado algo distante desde que volvió, desde ese día casi no habla y pasa la mayor parte del tiempo encerrado en su cuarto y yo no sé cómo acercarme a él, es casi como un desconocido para mí… -
- es normal, Chunnie, hace siete años que no se veían, y debió pasar por muchas cosas difíciles mientras estuvo cautivo…
- lo sé… - abordaron el metro, hora pico, mucha gente ahí, ellos “obligados” a estar muy cerca… - estaría perdido sin ti… - Junsu se sonrojó… - te lo dije, delfín, estar a tu lado me tranquiliza, no importa cuán mal esté todo a mi alrededor, contigo logro sentirme mejor… - su mano apoyada en la cintura de su novio, el pelirrojo mordiéndose el labio inferior conteniendo el deseo de besarlo…
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Yoo Hwan era casi como una sombra, pero tenía sus motivos para comportarse así. La mansión Park (más modesta que la de los Kim o los Jung) estaba bien protegida por hechizos, por lo que ninguna magia oscura podía llegar a ellos, pero el lazo telepático que Michael había creado entre ellos sigue ahí, aunque débil y casi extinto, aun es suficiente para que el ojiazul pueda mantenerse informado desde su mente de lo que sucede. Así que, mientras menos contacto tenga con todos, mejor, así tena que soportar ese dolor de cabeza infundido por la ira de Michael al no ofrecerle nada aún…
- papá, mamá, soporten, por favor… - sobre su cama se encontraban desperdigados papeles, mapas y libros… - no pondré en riesgo a nadie más… - y había pensamientos ocultos en lo más profundo de su mente, donde el lazo telepático de Michael no puede llegar.
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- si su hijo sigue provocando mi ira, no dudaré en torturarlo lentamente hasta que muera, y aun entonces maldeciré su alma para que sufra por la eternidad… - amenazo el ojiazul al Sr. Park, la impaciencia comenzando a fluir a través de un hechizo que provocaba dolor en Chun-Soo, quien aun encadenado al muro gritaba por el ardor que quemaba su interior y contrae cada músculo en su cuerpo.
- basta!... – Khaly gritó e inconscientemente trató de ayudar a su esposo, por lo que al moverse en busca de ponerse en pie, los amarres de las ramas con espinas se aferraron provocando que su piel sangre de muñecas y tobillos y Michael sonría satisfecho.
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Yoochun se retorció de dolor al mismo tiempo que Yoo Hwan, cada uno en lugares diferentes, el pelinegro apenas iba a tomar el camino a su casa despidiéndose del pelirrojo; mientras que su hermano se encontraba en su casa, ahora recostado en la cama en tanto el dolor los hacía gritar y retorcerse.
- Chunnie, ¿qué te pasa?... – el tatuaje en la espalda de ambos jóvenes comenzó a brillar, y luego el pelirrojo experimentó el mismo dolor que los Park.
Ambos terminaron de rodillas en la acera, la poca gente que los veía se asustaba pero se quedaban paralizados en su lugar, solo viéndolos cómo gritaban y se retorcían en el suelo, hasta que Junsu tuvo algo de control de su don telepático y a la vez que bloqueaba la mente de todos aquellos que observaban orbitaba junto con el ratón a su casa. Unos instantes después el dolor cesó, y los tatuajes dejaron de brillar.
- Junsu ah, ¿estás bien?… - el pelinegro se acercó a él, pero su novio ya se había desmayado… - ¿Junsu?... ¿Junsu?... – preocupado, rápidamente tomó el móvil y llamó a Jae, quien se apareció al segundo, junto con Yunho…
- pasó algo en particular, ¿alguien pudo haberlos hechizado?... – cuestionó el pelioscuro, mientras revisaba los signos vitales de su hermano, asegurándose de que solo estaba agotado por usar su magia.
- no lo sé, fue todo muy repentino, de un momento a otro un terrible dolor se apoderó de mi cuerpo, y no veía nada más que oscuridad. Un momento después Junsu se puso igual…
- empatía emocional, Junsu desarrolló ese don al unirse a Yoochun… - pensaba Jae. Su hermano recostado en el sofá.
- ¿Jae?... ¡JaeBoo!... –
- qué, qué pasa… - cuestionó confundido, pero es que por andar pensando no se había percatado de que su pareja le preguntaba algo…
- te pregunto si debemos llamar a tus padres… -
- no, ellos ahora están muy ocupados, y esto tenemos que manejarlo con mucho cuidado… hay, algunas cosas que Junsu y yo hemos hecho a escondidas de ellos, y no creo que sea momento aún de que sepan…
- ¿cosas, qué cosas?... – el moreno visiblemente preocupado, no podía evitarlo, su Boo es lo más importante para él, pero cuando él menciona hacer cosas a escondidas de los Sres. Kim, sabe que solo puede significar que hay magia de por medio, y eso no debe ser precisamente como decir que se le han pinteado de la escuela, tiene que ser algo serio.
- hablaremos de eso después, ahora necesito consultar algo en un libro de la biblioteca privada de papá…
- Yoochun, ¿te quedas con tu novio? acompañaré al mío… - el ratón asintió, y a pesar de la situación, las mejillas de Jae se tiñeron de un ligero carmesí al escuchar eso… cuando ya se encontraban dentro de la biblioteca…
- no sabía que somos novios… - Jae subió a una escalera de tijera para buscar el libro que necesita, uno donde viene el pacto mágico de sangre y sus consecuencias posibles…
- y qué otra cosa si no, o es que me has visto por ahí besándome con cualquiera…- el moreno subió por el otro lado de la escalera, quedando ahora de frente a su Boo.
- pero no me lo has pedido… - el pelioscuro trataba de ignorarlo hojeando un libro.
- podrías habérmelo pedido tú también… -
- yo fui el que dijo “me gustas” dos veces… -
- pero la primera te arrepentiste… - el pelioscuro cerró el libro que tenía en las manos con fuerza… - ok, ok, ya entendí… - Jae se le quedó viendo como esperando que preguntara…- pero lo haré en otro momento, para que sea más espontáneo… - el pelioscuro rodó los ojos…
- muévete, no puedo ver los libros… - pero el moreno solo sonrió, luego le besó los labios fugazmente… - eso no cambia nada, muévete…
- te quiero… - y se bajó para dejar espacio libre a su pareja…
En la estancia, el pelirrojo despertó…
- ¿estás bien?... – preguntó el ratón con tono suave, acariciando la mejilla de su novio…
- estoy bien, nunca me había sentido tan abrumado… -
- tampoco yo… -
- Chunnie, ¿lograste ver algo?... – su novio negó con la cabeza… - yo… - una imagen volviendo a su mente… - pude ver a tu hermano, debes ir a tu casa… -
En momentos como ese el pelinegro odiaba no saber aún cómo orbitar, porque no podía simplemente aparecerse en su casa. Y se sintió casi como un inútil cuando Junsu le tomó de la mano y orbitó junto con él.
- debes tener cuidado, no quiero que te sobre exijas, prometo aprender de ya a orbitar… - decía mientras subía las escaleras rumbo a la habitación de su hermano, encontrándolo desmayado sobre la cama, con muchos papeles, mapas y libros alrededor de él y en el suelo… - ¡¡Yoo Hwan!!
El pelirrojo se acercó al chico para tomar sus signos vitales, tal como lo hiciera su hermano con él, pero sus signos eran débiles…
- hay que llevarlo a una clínica… - su novio ni siquiera preguntó nada, levantó a su hermano en brazos… - los orbitaré…
- estás seguro, no quiero que te…
- estaré bien, pero llegaremos al estacionamiento, donde espero que nadie nos vea aparecer… -
- no… - se escuchó la débil voz de Yoo Hwan… - será un riesgo, si salgo de la casa, él puede entrar en mi mente y saber lo que pienso… mientras más permanezca en casa o en la escuela, mejor, porque son los sitios con hechizos de seguridad…
- de qué estás hablando, quién podría leer tu mente… - el pelinegro lo dejó sobre la cama, su hermano se veía incluso pálido…
- solo confía en mí, hermano, no me pidas respuesta para eso, es por tu propio bien…
- pero estás muy débil…
- solo necesito descansar y me repondré pronto…
- pero… tú también sentiste ese dolor hace unos momentos… - interrumpió el pelirrojo… -
- solo confíen en mí….
……………………………
Japón.
- pensé que no vendrías…
- mi madre insistió, no es que me guste la idea de verte, Takashi… - el castaño se sentó en la estancia estilo nipón, es decir, la mesa de centro de color caoba estaba rodeada por cojines, el piso es de madera y hay una puerta corrediza desde donde se puede observar el bello estante del jardín lateral… -
- Kenryu, hermano, ser un Ogazawara no es una maldición, sabes… - el chico de ojos grises como los de su hermano, con un ligero destello color miel, hizo aparecer un vaso con un líquido tinto…
- en primer lugar, no soy tu hermano… - el castaño trató de no mirar aquel líquido, mas sin embargo notó una ligera cortada en el cuello del mayor…
- tenemos al mismo padre… - el chico de ojos amielados tomó el vaso y bebió de él.
- en segundo, para mí saber que soy parte de los Ogazawara si es una maldición…
- cuando por fin aceptes tu naturaleza salvaje…
- no me llamaste para hablar de eso… - lo interrumpió con sequedad…
- cierto… - sonrió ligeramente, luego clavó su mirada en la de su hermanastro… - pero cuando quieras hablar al respecto, siempre estaré a tu disposición, Kenryu… -
- ¿qué es lo quieres?...
- que te cuides de Inamoto… - el castaño lo miró interrogante, ¿por qué habría de cuidarse de Mitsuo Inamoto?
Continuará……
**Capítulo 12. Visión Retrospectiva **
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- porqué habría de cuidarme de él… - esa conversación comenzaba a parecerle una auténtica pérdida de tiempo que solo colmaba su paciencia, de la que desde hace unos días no hay mucha a disposición en su interior…
- él sabe quién eres, y no me refiero solo a tu condición como mago, sino a ese otro aspecto que tanto te niegas a aceptar… -
- aún cuando Mitsuo Inamoto sepa quién soy, hace meses que llegó a la escuela y nunca he tenido problema alguno con él… -
- Kenryu… - su hermanastro suspiró y le miró directo a los ojos… - ¿sabes quién es Mitsuo Inamoto?... – el castaño se quedó callado… - tomaré eso como un no… hermano, creo que desconoces mucho sobre la familia…
- nada que tenga que ver con el apeído Ogazawara es de mi interés… - espetó con desdén…
- pero Inamoto no tiene que ver con los Ogazawara, sino con los Endo, contigo, con tu madre, porque es el apeído de ella el que llevas, ¿no? Kenryu Endo…
- habla claro de una buena vez… - un rayo púrpura cruzó sus iris grises…
- sí, sí, ya voy… - el mayor sonrió complacido, por más que el castaño luchara contra su naturaleza, ésta siempre saldrá a flote de una u otra forma… - Mitsuo Inamoto es hijo de Shinji Inamoto, esposo de Kaoru Endo, hermana de Hikaru Endo, tu madre, por lo tanto, Mitsuo Inamoto es tu primo… - bien, el castaño no encuentra ningún peligro en eso, aunque admite la sorpresa, ya que su madre siempre ha evitado hablar de su única hermana, un año mayor, y de la que Kenryu solo sabía residía en Japón desde casi una niña… - lo dicho, sabes muy poco sobre tu familia…
- y me darás una cátedra acerca de ella, ahora… - un deseo visceral de atacar comenzó a correr por su sangre, inyectando en cada fibra la necesidad salvaje de morder…
- aprende a controlar mejor tu carácter, Kenryu, o serás una amenaza para tus amigos… - el mayor veía cómo en su hermanastro comenzaban a crecer los colmillos y sus ojos adoptaban un brillo púrpura cubriendo sus iris grisáceos. El castaño se sentía agotado, sediento, excitado… - ah, todo sería más sencillo si simplemente aceptaras tu naturaleza salvaje…
- ¡¡nunca!!... – gritó, y obligó a esas sensaciones instintivas a tranquilizarse, concentrando todos sus pensamientos en lo único que lo hace sentir seguro y completamente humano… una cancha de fútbol soccer, porque en ella no importa nada más que el deporte, el trabajo en equipo, escuchar una ovación, el murmullo acalorado de decenas de personas vitoreando su desempeño… finalmente se sintió nuevamente solo él, un adolescente de 17 años…
- te diré esto solo una vez, Mitsuo Inamoto está siendo manipulado por fuerzas mágicas oscuras, ha sido obligado a destruirnos a cambio de la vida de su madre, porque es una bruja como la tuya, su padre por otro lado es un no mago común y corriente; y la razón por la que la oscuridad quiere deshacerse de nosotros es porque siempre hemos sido considerados una aberración en el mundo mágico, así que es una especia de limpieza… o puede ser también por mera diversión… - sacó un cigarrillo y lo encendió, demasiado tranquilo para gusto del castaño…. – como sea, te lo digo porque aunque no te guste, eres un híbrido como yo…
……………………………
Mitsuo Inamoto se encontraba en la Mansión Tanaka, por azares del destino (o tal vez influencia mágica) le había tocado hacer un trabajo en pareja con Mimi, y habían decidido hacerlo en casa de la castaña. Ahora se encontraban en el estudio asignado especialmente para la chica. Una habitación con puerta corrediza de madera fina, con un escritorio con computador, una mesa de trabajo y una pequeña biblioteca-videoteca.
- tu casa es muy bonita… - el chico le regaló una sonrisa, de las pocas, contadas, sonrisas que se le ha visto…
- gracias… - sintiéndose avergonzada por el comentario (y lo sencillamente atractivo que es el chico sentado frente a ella), Mimi regresó su vista al cuaderno en donde no tenía nada anotado aún… - de qué crees que debamos hacer el ensayo para la clase de literatura…
- pues, no sé, la profesora dijo que era tema libre, solo quiere ver la capacidad creativa de nosotros para inventar alguna historia…
- sí, creo que tienes razón… - la chica se quedó pensando en el tema (era eso, o desconcentrarse mirando al chico, y no quería, no… enamorarse otra vez no), mordiendo inconscientemente el tapón de su lapicero, ajena a la forma en que era observada.
Inamoto sabía que había llegado a Seúl, a esa escuela en especifico, en busca del conocimiento acerca de cómo matar a un híbrido, pero haber conocido a Mimi desde el primer día era todo un problema ahora, porque ella realmente le gusta, pero no quiere involucrarse con nadie, no ahora, no quiere que sus prioridades lleguen a verse afectadas por enamorarse. Y menos de ella… una Tanaka.
- tu casa parece muy antigua, no hay historias espeluznantes en torno a ella, a cómo, porqué o cuándo fue construida…
- estás diciendo que mi casa da una sensación espeluznante… - intentó bromear, pero por su semblante serio, él pensó que en verdad se lo había tomado así…
- no… no quise decir eso, disculpa si te ofendí… - “porqué dije eso, ah, esto está mal, muy mal”
- solo bromeaba, no me ofendí, Mitsuo… - el chico suspiró aliviado… - pero no, que yo sepa no hay historias de ese tipo en torno a esta casa, solo se que ha estado en la familia por generaciones, igual mi padre no habla mucho de eso, de hecho casi no está en casa… - sonrisa melancólica… - y mi madre… ella solo se ocupaba de hacerme sonreír, de verme feliz, de estar siempre ahí… -
- ¿hace mucho que tu madre murió?...
- ocho años…
- debió ser muy duro para ti… - “No, Mitsuo, no te intereses en ella, no”
- en realidad ya casi no lo recuerdo… - su mano dibujaba un símbolo en la hoja de su cuaderno, sin que ella fuera consciente de que lo hace. En cambio, el chico la observaba y una sensación incómoda se asentó en su estómago…
- ¿sabes lo que significa lo que acabas de dibujar?...
- ¿eh?... – y solo entonces la castaña vio el símbolo en su cuaderno… el mismo que hizo cuando Inamoto llegó a la escuela, el mismo que ha dibujado por lo menos una vez cada día desde entonces… - no… no lo sé…. – arrancó la hoja con intención de deshacerse de ella, comenzaba a preocuparle hacer eso sin darse cuenta…
- yo si sé… - al escucharlo, ella regresó su vista a los ojos de él, sorprendida y con una sensación de miedo que no tenía razón de ser, no aparentemente… - es el emblema de…- “la familia Ogazawara”…- la raza hibrida…
- ¿raza hibrida?…
……………………………
- estoy con Chunnie, en su casa, Yoo Hwan… - había estado hablando por el móvil, pero cuando su hermano y Yunho aparecieron, Jae con su móvil aun pegado al oído, el pelirrojo interrumpió su discurso…
- no vuelvas a desaparecerte así nada más, sin avisarme, menos cuando acaban de… ser atacados… - el pelioscuro hacía ademanes de frustración mientras los otros cuatro solo se le quedaban viendo… - Junsu ah, está bien que seas clase 4 y que haya quienes piensan que puedas ser clase 5, pero hasta que no sepa claramente lo que está pasando desde que hiciste tú sabes qué… - expresión interrogante en el pelinegro hacia su pelirrojo novio… - te agradeceré enormemente que no te la pases usando magia estando débil…
- de acuerdo, hyung, tranquilízate…
Yunho abrazó a su Boo, hablándole al oído para que se relaje, y es que cuando, estando en la Mansión Kim, salieron de la biblioteca y volvieron a la estancia, y ya no vieron a Yoochun ni a Junsu, Jae temió lo peor. Y lo entiende, aunque es hijo único, imagina que la reacción es similar tratándose de cualquier ser querido, sean padres, amigos, hermanos, pareja.
Yoochun se sintió culpable, si lo que se dice de él es cierto, entonces porqué no puede usar magia como su novio, hermano y amigos, ni siquiera ha aprendido a orbitar y eso que se supone es algo que los magos que tienen el don hacen prácticamente como respirar.
Por alguna razón, ahora Junsu podía leer perfectamente cada pensamiento en mente de Yoochun, aun sin haber deseado conscientemente hacerlo, pero no dijo nada, no quería darle mas motivos a nadie, sobre todo a su hermano y a su novio, de preocuparse más por el grado de unión que el Pacto Mágico de Sangre dejó entre él y Yoochun. Así que en ese momento solo se concentró lo suficiente para “salir” de la mente del ratón.
- haré una poción revitalizadora para ti… - Jae miró el estado de Yoo Hwan y sintió el impulso de cuidarlo, le pidió al ratón usar su cocina, a lo que él accedió avergonzado, comenzaba a sentirse un inútil… - no te preocupes, durante toda tu vida nada sobre magia supiste, tómalo con calma y cuando menos lo esperes, sabrás lo necesario… - y no era que Jae leyera su mente, era que para él, Yoochun es como un libro abierto, es, su mejor amigo. Salió de la habitación rumbo a la cocina en la planta baja, acompañado de Yunho, que aprovechaba para aprender cosas como por ejemplo, hacer pociones.
- la magia es en gran medida instintiva, pero leer sobre ella ten vendría bien, hermano… - Yoo Hwan había comenzado a recoger las cosas sobre su cama…
- qué es todo esto, hermano… - aventuró a cuestionar, tenía un presentimiento al respecto…
- son solo papeles y… cosas, sin demasiada relevancia… - una hoja de papiro llamó la atención del pelirrojo….
- esta es lengua itálica, ¿tú la comprendes?... – cuestionó francamente asombrado, al único que conoce que puede hacer eso es a Minnie…
- eh… no… - su cuñado se puso nervioso, tomó la hoja y metió todo en el cajón del escritorio pegado a la pared a lado derecho de su cama…
- hermano, qué estás planeando hacer… - preguntó dubitativo el pelinegro…
- ¿planeando?... – la sangre puede ser un lazo muy fuerte, y no duda que por eso su hermano sospeche algo… - nada, es solo cultura general sobre magia, nada más… - pero ni su hermano, ni su cuñado, creyeron sus palabra. Nadie busca informarse sólo porque sí con escritos que ni siquiera entiendes, verdad?
Unos minutos después, un aroma no muy agradable llegó desde la planta baja, la cocina en específico. Luego Jae volvió (Yunho con él feliz de la vida porque había aprendido algo más… y claro, por la serie de besos que aprovecharon para darse) con una taza con un líquido amarillento que bien podría pasar por un té a no ser por su olor.
- y más vale que no seas crío y vayas a orillarme a obligarte a tomarlo… - amenazó el pelioscuro de la misma manera en que lo haría una madre; el moreno sonrió al escucharlo, Junsu suspiró (le ha tocado soportar la faceta materna de su hyung), Yoochun le dio una palmadita en la espalda a su hermano; y éste solo había arqueado una ceja… - como suele decirse, hasta el fondo, y te sentirás mejor…
- gracias, umma… - y por primera vez desde que volvió, el chico bromeó, aunque la broma no haya agradado al pelioscuro, más no dijo nada porque Yoo Hwan se tomó la poción sin chistar. Él es chico, porqué habría de ser umma?!, la venita en la sien le latía inconforme.
- si tú eres umma, automáticamente yo soy appa… - siguió en el juego el moreno…
- primero, yo no soy umma de nadie… - replicaba con el ceño fruncido y las manos en las caderas… - segundo, nada de “automáticamente yo soy appa”, si tú y yo ni siquiera somos novios… - Jae bajó a la estancia con fingida indignación, el moreno rodó los ojos, le quedaba claro que su Boo no lo dejaría en paz hasta que no le pidiera formalmente ser pareja.
E iba a ir tras él cuando un trozo de pergamino tirado en el suelo llamó su atención, lo tomó entre sus dedos y luego todo a su alrededor se desvaneció para dar paso a una nueva escena, en la que él era solo como un espectador invisible…
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Un grupo de magos ancianos, de largas barbas blanquecinas y pelo cano, vestidos con túnicas que tenían símbolos estampados a la altura del torso y pecho, y una mirada que destellaba sensaciones difíciles de describir; se encontraban alrededor de una plataforma de piedra sobre la que descansaba un arco (n/a esta idea fue retomada y modificada en algunos aspectos del velo en el libro de Harry Potter y la Orden del Fénix) en el que un velo comenzó a formarse por una serie de hilos negros que salían desde la punta de los dedos de esos magos y se entretejían rápidamente. Luego una onda expansiva emergió desde el velo oscuro y se extendió hasta donde la vista del moreno alcanzaba, para unos instantes después observar cómo esa onda regresaba arrastrando criaturas, bestias, humanos que debían ser magos y otros seres que nunca antes había visto ni siquiera en películas de ficción; llevaban los ojos completamente negros y sus alaridos eran un escalofriante grito de miedo e inconformidad. Finalmente, cuando todo aquello hubo desaparecido al “entrar” en el velo, los ancianos profirieron unas últimas palabras y el velo se quedó quieto, apacible y silencioso. Alrededor de aquel lugar se levantó una especie de anfiteatro con techo, gruesas piedras que sumieron en la oscuridad aquel lugar.
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Yunho abrió los ojos, le costaba respirar y sentía que todo a su alrededor daba vueltas. Estaba acostado en la cama de Yoo Hwan, que ya lucía mucho mejor con su semblante tranquilo.
- qué pasó… - cuestionó algo confundido el moreno…
- supongo que tuviste una visión retrospectiva… - el pelioscuro le tocó la frente, estaba sudando, pero gracias a Merlín no tenía temperatura… - recuerdas algo?
- no estoy seguro, ahora todo me parece confuso y borroso… -
- de qué es ese trozo de pergamino… - Jae se dirigió a Yoo Hwan…
- no lo sé… -
- ¿no lo sabes?... – Jae frunció el ceño verdaderamente molesto… - Yunho podría quedar atrapado en una de esas visiones si lo que las provoca es más fuerte que el dominio que posee ahora de su don… -
- entonces mas vale que no toque mis cosas… - acotó fríamente el menor Park, desafiando con la mirada a Jae…
- Yoo Hwan… - la voz del pelinegro sonó firme, clavando su oscura mirada en la de su hermano, tanto o más oscura, rayando en lo sombrío… - yo sé que debiste pasar por cosas difíciles estos siete años…
- no tienes ni idea… - masculló con resentimiento, muchos recuerdos volviendo a sus pensamientos, el dolor, la soledad, la impotencia, la tristeza, el desasosiego… -
- no, tienes razón, no tengo idea, pero si no nos dejas ayudarte, acercarnos a ti… es peor para mi tenerte enfrente y sentir que te desconozco… - los hermanos se quedaron mirándose un momento, en silencio, los otros respetando ese contacto visual íntimo…
- no puedo decírtelo… - fueron sus únicas palabras… - por favor, no me pregunten más, no quiero ser antipático ni hostil con ustedes, pero no puedo, ya les he dicho, tienen que confiar en mí…
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- la cena está lista… - Hikaru (madre de Kenryu) se recargó en el marco de la puerta de la habitación de su hijo… -
- no tengo hambre… - el castaño tenía una carpeta con algunas hojas en su mesa de trabajo… su hermanastro se la había entregado…
- pero aún así necesitas alimentarte… o si no esa otra necesidad se hará más fuerte… - el castaño suspiró y se levantó pesadamente, luego siguió a su madre al comedor… -
- madre, quiero que me hables sobre mi tía, Kaoru Endo… - la mujer le miró con tranquilidad…
- mi hermana mayor… - dejó los cubiertos a lado de su plato, colocó sus manos entrelazadas bajo su mentón, mirando directamente un punto al frente, nada en específico, como si viajara a través del tiempo en sus recuerdos…. – qué puedo decirte de ella… desde que usó por primera vez su magia la negó, decía que eso la convertía en un monstruo, en algo no humano que le robaba su alma cada que usara sus dones… por eso se quedó en Japón aun cuando solo tenía 11 años, mis abuelos aceptaron gustosos cuidar de ella, pero mis padres no tenían más opción que salir de aquel país, tenían algunas deudas con la Triada… Kaoru evitó todo contacto con nosotros desde entonces, ni siquiera vino al funeral de tus abuelos… tomó sus propias decisiones, y aunque eso dolió a la familia, la respetamos… supe que se casó cuando nació su hijo, y creo que solo nos lo informó porque era perseguida por la Triada, y deseaba proteger a su pequeño, como toda madre haría, pero se rehusó una vez más a venir, a salir de Japón, peleamos entonces, y ella dijo que la próxima vez que supiera de su existencia sería solo por dos motivos, o habría muerto, o la muerte tocaría a mi puerta… - unas lágrimas resbalaron por sus mejillas… - Takashi te lo dijo, no? Sobre Mitsuo Inamoto, tu primo…
……………………………
- Minnie, ¿qué es eso?... – un sobre había llegado, no tenía remitente, y eso no gustó a los Sres. Shim…
- no lo sé, supongo que si lo abro, lo sabré, ¿no?... – el menor rompió la orilla del sobre, unas hojas estaban en su interior… letra manuscrita perfectamente escrita sobre hojas de pergamino… - es una traducción de un libro que data tal vez del siglo XV D.C. sobre criaturas mágicas… -
- ¿qué dice?... – cuestionó curioso su padre…
“HÍBRIDOS…
Son una raza resultado de una extraña mezcla de esencias mágicas en las que se pueden concentrar características diversas. Se pueden definir como hombres-lobo, más sin embargo no se transforman en bestias peludas, ni tampoco tienen preocupación por la luna llena, las balas de plata, ni ningún otro mito en torno a los hombres-lobo. También podrían considerarse vampiros por su gusto peculiar por la sangre, más no son inmortales, ni susceptibles al sol ni a otras herramientas que los humanos no magos han ideado alrededor de este mito de terror.
Poseen las cualidades de los lobos, su instinto predador, su capacidad para tolerar bajas temperaturas, su fiereza, sus sentidos del olfato y el oído agudizados.
Está escrito en antiguos papiros en lengua itálica (lengua indioeuropea de donde se desprenden otras como el latín) que cuando esta raza nació, la primer mujer con esta condición mágica fue condenada por un vampiro, raza que hasta el momento no ha sido vista con certeza por magos o no magos; empero, seres como éstos nacen con la sed de sangre, misma que se manifiesta a lo largo de sus vidas pero que solo se vuelve vital al consumirla por primera vez. Es decir, se sienten atraídos por la sangre pero pueden dominar la sed o necesidad de ésta incluso toda la vida.
Cuando alcanzan la adolescencia su instinto sexual se vuelve un peligro, entendido esto porque pueden oler las feromonas de hombres y mujeres a su alrededor y sentirse atraídos fuertemente por estas señales químicas que mellan su capacidad de raciocinio. Y si son provocados pueden ceder a los primitivos instintos de satisfacción sexual. Sin embargo, una vez que eligen una pareja suelen permanecer con tal toda la vida, establecen vínculos profundos de confianza y afecto.
Pero mientras el híbrido no encuentre a su pareja, mientras no elija una, su instinto será fuertemente influenciado por las feromonas en el ambiente, por lo que pueden llegar a cometer ultrajes sin ser plenamente conscientes de ello…”
Después de ese escrito venían unas hojas con unos símbolos que para Minnie tenían significado, los ha visto, uno de ellos es el emblema de la familia Ogazawara.
- qué tiene que ver todo esto conmigo… - se cuestionó mentalmente el menor.
- mejor no le des demasiada importancia… - el Sr. Shim tomó el sobre, metió las hojas nuevamente en él y lo lanzó a la chimenea apagada, pero echó unos polvos y rápidamente una llama consumió los papeles…
- pero… - el menor había intentado replicar, pero se quedó con la palabra en la boca, porque Kenryu apareció en sus pensamientos, y sus raciocinios apuntaban hacia él como si lo que pasó entre ellos pudiera ser explicado con esos párrafos… - para ello Kenryu tendría que ser un híbrido, y a mí siempre me ha parecido bastante normal, no tiene un comportamiento peculiar… aunque, no sabía que era un mago, pero eso lo sospechaba… - sumido en sus pensamientos, el menor subió a su habitación sin hacer caso del llamado de sus padres…
- ¿qué es lo que pretende Takashi mandando esa información de su propia familia a nuestro hijo?… -
- supongo que no le gustó que lo hirieras, mujer… -
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La resplandeciente mañana se filtró por toda la ciudad con alegres rayos que calmaban hasta el corazón más agobiado. Junsu saludó a Minnie con una sonrisa, esperándolo como siempre en la estación del metro, esperando que ese día su amigo se encuentre de mejor ánimo.
- dónde dejaste a tu querido ratón… - pues sí, curiosamente el menor tenía mejor humor esa mañana, hasta se sentía capaz de cruzar palabra con Kenryu…
- cómo que dónde lo dejé, ni que fuera un objeto, es mi novio… - susurró, no fuera que alguien escuche y el rumor corra como el viento por toda la escuela, porque algunos compañeros también toman el mismo transporte…
- si, bueno, de todas maneras, dónde está…
- ya sabes que él siempre llega con mi hermano y Yunho, yo siempre voy contigo a la escuela…
- cierto… ¿y tu cuñado? Digo, después de todo él va con nosotros en el mismo grado, porqué no se viene con nosotros…
- él es un poco… reservado, creo…
- ah…
- ¿Minnie?
- ¿mh?
- ¿estabas molesto conmigo?
- no… lo siento, tuve… pasó algo de lo que prefiero no hablar aun, pero ya me siento mejor, siento si me comporté como un idiota antes…
- no te preocupes, está bien… - se sonrieron, ya casi llegaban a la estación en la que ellos bajan para ir a la escuela… - Minnie, necesito pedirte un favor…
- claro, dime…
- necesito que traduzcas algo que está en mis recuerdos…
- que traduzca qué… - decenas de jóvenes llegando a la escuela, Yoochun, Jae y Yunho (su corazón aun late emocionado al verlo) entraban entre sonrisas, Yoo Hwan detrás de ellos, notoriamente pensativo… y Kenryu, sus miradas se cruzaron por apenas un segundo, pero fue suficiente para que un calor subiera a su rostro tiñéndolo en carmesí, el castaño por su parte apartó la vista y caminó más aprisa dentro de la escuela, perdiéndose entre sus muchos compañeros…
- ¿Minnie?... ¿Minnie, estás ahí?... – el pelirrojo movía una mano frente al rostro de su amigo, se había quedado de pie con la mirada al frente…
- ¿ah?, qué, sí, qué decías que quieres que te traduzca…
- ¿seguro que estás bien?, no es normal que andes distraído…
- sí, sí, tranquilo, ahora, dime qué es lo que…
- oh sí, verás, ayer pasó algo extraño… - le contó con detalle a su amigo lo sucedido respecto al dolor que lo asaltó y que era por la empatía emocional con su novio, así como que su cuñado lo había sufrido también, y lo de las cosas que Yoo Hwan tenía sobre su cama, y la visión retrospectiva del moreno. Todo con precaución, evitando que alguien mas escuche…. – así que quiero que veas si puedes traducir las cosas que vi, después de todo están perfectamente claros en mis recuerdos…
- de acuerdo, necesito que me pases tus pensamientos, aprovecharemos el receso, recuerda que es algo delicado, no es como decir que me prestas tu libreta de apuntes… -
- ya lo sé, pero no quiero que se entere nadie, Jae ya está bastante sobre mí, vigilando el uso que hago de mi magia, y Chunnie se sentiría mal…
- porqué, si es para ayudar a su hermano…
- sí, pero… a Chunnie le está costando usar su magia…
- irónico, ¿no? Siendo quien se dice que es…
- creo… creo que hay un bloqueo mágico que se lo impide….
Continuará……
wooooo!!!! eres lo maximo felina pobre Minie por que tiene ke sufrir tanto, espero que pronto se pueda quedar con Kenryu xD
ResponderEliminarO____________O
ResponderEliminaresto esta buenisimo!!!!