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domingo, 7 de marzo de 2010

HADO MÍTICO cap 9 y 10

**Capítulo 9. Yoo Hwan**

*****

- no hice un pacto mágico de sangre… para amedrentarme ahora… - el tatuaje en su espalda brilló con tonos rojizos y su campo telepático se fortaleció, una especie de barrera invisible que lo cubría como una esfera alrededor de su cuerpo.

La cólera milenaria del dragón se reforzó cuando el fuego crepitante que emanaba de su garganta estalló en un último bólido al mismo tiempo que agitaba sus alas y rugían como un huracán cuyos vientos golpeaban con ímpetu violento la defensa telepática que era un ataque directo al control mental y mágico del pelirrojo.

- illuminati purificatio… - pronunció, hechizo de magia antigua que se manifestó como un halo de luz plateada parecido al color de la luna, tan hechizo tiene por objetivo mostrar y transmitir la pureza del poder del mago del que procede.

Y es que Junsu solo tiene una intención, apoyar a Yoochun pues está seguro que es el Portador del Gen de Dragón, no ambiciona ni más poder, ni siquiera la capacidad de controlar sobre los designios mágicos del mundo.

La furia exaltada de la bestia fue extinguiéndose lentamente bajo el hechizo de Junsu, hasta que el dragón se echó sobre sus patas, agitado y débil. Mismo estado en que se encontraba el pelirrojo.

- no hay muchos en tu raza con una magia tan pura y poderosa, joven mago… - su mirada penetrante tan imponente como siempre, la misma voz ronca, pero visiblemente agotado… - los rubíes son tuyos, pero debes saber que quien es portador del Gen de Dragón posee un destino mortal… - el pelirrojo sintió cómo su corazón se afligía ante aquellas palabras… - puedo sentir el amor que tienes por otro mago, y la segura creencia de que es él… no te equivocas, joven mago, porque percibo el vibrar del gen de mi estirpe circulando por la sangre de aquel que ocupa tu corazón, y también se que has unido tu destino al suyo, condenándote incondicionalmente a su suerte, es por eso que llegaste a mí, pero, cuando llegue el momento, él y solo él, deberá enfrentar su propio hado…

- existe forma de que la muerte no se encuentre al final de tal enfrentamiento presagiado por la maldición de la élite de los dragones, ¿hay manera de evitar que el Portador tenga que librar una batalla en nombre de los Dragones Escarlata?

- no está en mi poder tal conocimiento, pero puedo decirte algo a cambio… - la cueva comenzó a cimbrarse al tiempo que el dragón lanzaba un lastimero rugido… - encuentra la fuente de la magia arkhaika y tal vez encuentres la respuesta a tus cuestionamientos… - el dragón se doblegó de dolor…

- ¿qué sucede?... – el pelirrojo no entendía porqué parecía que el dragón agonizaba, su hechizo no pudo ocasionar tal efecto…

- mi hado se ha cumplido… - la penetrante mirada del dragón se enfocó en las sombras más profundas de la cueva donde una presencia maligna le robaba el aliento… - ¡¡debes irte ahora!!

- pero…

- ¡vete!... – bramó y con un zarpazo, la bestia lo arrojó hacia el agua.

Junsu apenas si tuvo tiempo de tomar una bocanada de aire antes de sumergirse, el tanque de oxigeno se había desprendido de su cuerpo cuando las garras del dragón cortaron los amarres.

- intentas protegerle, dragón… - una voz ronca, centelleantes ojos azules y un caminar confiado, hacían de aquel mago la expresión de la maldad… - no soy tonto, no pelearé contra él hasta que el Gen de Dragón no haya despertado…

- eres peor que tus antecesores… - el dragón lanzó un último bólido de fuego contra ese mago, pero fue fácilmente repelido con un simple movimiento de manos, sin embargo, fue suficiente para que el hombre desapareciera de ahí cuando grandes rocas comenzaron a caer, la cueva derrumbándose estrepitosamente. Junsu nadaba tan rápido como podía, el agua fría hacía casi imposible el buceo para salir del alcance del remolino que se formó con el estallido del vestigio de la magia del dragón.

En la cabaña, Yoochun se sintió intranquilo y temeroso, e inmediatamente una imagen de Junsu braceando con dificultad, luchando contra la fuerza del vórtice, apareció en su mente. Sintió un calor en su espalda, un miedo irracional y una ira inquebrantable contra algo desconocido. Salió corriendo hacia el muelle y luego se lanzó al frío lago.

El pelirrojo por fin pudo salir del remolino pero sentía que estaba a punto de desmayarse, por la falta de oxigeno, el debilitamiento mágico y el entumecimiento de cada músculo de su cuerpo debido al colosal frío de las aguas. Podía ver la débil luz del sol colarse en la superficie, pero él ya no tenía fuerzas para nadar. De pronto, una figura apareció en su campo de visión, que ya estaba nublada, sintió unas manos enmarcar su rostro y una boca posarse sobre la suya transmitiéndole de aquella manera oxigeno. Reconocería esos labios aun inconsciente. Yoochun bajó sus manos a su cintura, sujetándolo con fuerza y nadó hasta la superficie. Luego le ayudó a llegar al muelle y salir. El pelirrojo estaba temblando, tenía la piel pálida y los labios tomando un color azulado que le gustó en absoluto al pelinegro. Así que lo instó a subirse en su espalda, donde su tatuaje estaba otra vez plasmado. Chorreando agua, llegó a la cabaña, sus amigos aun no llegaban. Subió directo a la habitación del pelirrojo (que él ocupa) y lo bajó suavemente al piso.

Junsu estaba encogido y no paraba de tiritar, apenas si mantenerse en pie. Yoochun se movió por la habitación del pelirrojo, en cuestión de segundos tenía ya una toalla y unas frazadas, le sacó toda la ropa al pelirrojo (y si Junsu no estuviera a punto de la hipotermia, seguro se habría podido sonrojar), lo secó (completito), lo envolvió en las frazadas y lo metió a la cama bajo las cobijas. Luego se desnudó él, se secó, se puso el primer cambio de ropa seca que se le atravesó y se metió con el pelirrojo a la cama, abrazándolo mientras se pegaba tanto como pudo al cuerpo del otro.

- la temperatura corporal ayudará a que entres en calor más pronto… - señaló a modo de explicación de su atrevimiento para estar de aquella manera con él.

- gr… gracias… - dijo con voz temblorosa, por el frío.

Aún así, sonreía radiante, porque en su mano derecha, estaban las gemas llamadas sangre de paloma, rubíes de un precioso tono rojo que con el hechizo correcto dan un gran poder mágico. Su piel seguía pálida como la escarcha y su rojizo cabello se le pegaba a la frente en un contraste que no dejaba de ser bello a ojos del pelinegro, que llevó una de sus manos al rostro del delfín, retirando suavemente los mechones, acariciando sus mejillas, luego le besó la frente y volvió a abrazarlo dejando que el pelirrojo escondiera su rostro bajo su mentón. Pocos minutos después, Junsu dejó de temblar y tiritar, la temperatura normal de su cuerpo había vuelto y con ello el color de su piel y sus labios.

De igual manera el sonrojo en sus mejillas, todavía estaba abrazado por el ratón y se sentía tremendamente feliz por ello. Pero… estaba desnudo envuelto en las frazadas que Yoochun le colocó después de haberlo visto en traje de adán, justo como él mismo pudo observar al pelinegro, de espaldas, pero lo había visto mientras se cambiaba hace unos minutos (mejor no haberle visto de frente). Enrojeció furiosamente ante esos pensamientos y sintió un calor diferente nacer en la boca de su estómago…

- no, que vergüenza, me vio desnudo y yo, también lo vi, no, no… - pensaba, decidido a no levantar la mirada ni verlo a los ojos en un buen tiempo.

- no vuelvas a darme un susto así, delfín…

- delfín, porqué me llama así, es la segunda vez que lo hace… -

- tuve mucho miedo… - murmuró el pelinegro, haciendo del abrazo un agarre casi posesivo… - no se qué hacías allá abajo, en el fondo del lago, y no necesitas decírmelo si no quieres, solo, no vuelvas a hacerlo, por favor… -

- Chunnie… - atinó a decir Junsu, su corazón latiendo emocionado en su pecho.

……………………………

Los cuatro chicos llegaron a un claro casi en la cima de la montaña. El aroma a pino y roble estaba en el frío viento, la niebla deslizándose gentilmente alrededor, como una especie de guardián que oculta los secretos de la naturaleza. Entonces Jae recordó su sueño.

Pinos, robles, cedros, árboles de gruesos troncos y frondosas copas y amplios ramajes cubiertos por capas de nieve se erguían orgullosos alrededor. El frío descendió de golpe y eso alertó a los cuatro chicos.

- esto no es normal… - murmuró el pelioscuro.

- volvamos, no sea que nos desorientemos, además, comenzó a hacer más frío… - el moreno tomó la mano enguantada de su Boo. Era tal el frío que ni las gruesas gabardinas cubrían ya el inclemente clima.

Apenas habían avanzado unos cuantos metros cuando la niebla se hizo más espesa impidiéndoles ver. Jae y Yunho permanecieron juntos porque estaban tomados de la mano, pero ya no veían ni escuchaban a Minnie y Kenryu.

- ¡¡Minnie, Kenryu!!... – los llamaban, nada más que niebla alrededor, no podían ver absolutamente nada, y caminaban con sumo cuidado. El pelioscuro no hacía uso de magia porque el moreno le puede ver.

- no vayas a soltarme… - Yunho sujetó con más fuerza la mano de su Boo, sentía, como en otras ocasiones a lo largo de sus años de infancia y adolescencia, que algo alrededor los acechaba.

……………………………

- ¡Yunho!… ¡Jae!… ¡¡Kenryu!!... – el menor sintió que algo o alguien se movía a su alrededor, y como sus amigos no respondían, estaba seguro de que esa presencia no era ninguno de ellos. Así que por seguridad, guardó silencio y se hizo invisible…

- intangibilidad… - se escuchó una ronca voz con tono mordaz… - solo un mago clase 4 descendiente de un clase 5 puede desarrollar tal nivel de magia… - el mismo mago de ojos azules, alto y cabello oscuro desaliñado, se dejó ver mientras la niebla se abría en dos columnas dejando un camino de él hacia el menor, quien tragó hondo y sintió como si el aire le faltara, ese mago lo veía fijamente y trataba de invadir su mente, pero Minnie tenía una red telepática que mantenía a salvo todo pensamiento y secreto oculto en las intrincadas capas de su mente.

- ¡¡Minnie!!... – se escuchó la voz del castaño. El menor notó que el hombre apartada su vista de él y la dirigía hacia la derecha, y aquellos ojos azules fulgurantes casi demostraron sorpresa, pero a cambio solo se curvó una sonrisa siniestra en los labios de aquel atractivo hombre.

- mh, interesante, magos con poderes extraordinarios, esto va a ser un divertido reto… - y luego desapareció en un vapor grisáceo, al tiempo que la espesa niebla se dispersó por toda la montaña. Minnie se volvió corpóreo (visible) otra vez, justo cuando el castaño apareció por una pequeña colina empinada desde la derecha.

- Minnie, ¿estás bien?… - Kenryu se acercó a él con expresión preocupada, y es que el menor se había puesto pálido ante el ataque de asfixia de que había sido víctima…

- estoy bien… - aunque se preguntaba quién demonios había sido aquél mago, cuya aura mágica había dejado un escalofrío sobre su piel.

- vamos a buscar a los demás entonces… -

- espera…

- ¿qué sucede?...

- ¿porqué no estás sorprendido?...

- ¿sorprendido de qué?...

- de lo que acaba de pasar, es decir, no es común que en cosa de instantes el frío descienda, la niebla espese y todo se vuelva un silencio abrumador tan solo para que luego todo vuelva a la normalidad…

- no me percaté de que las cosas se dieran así, es decir, yo solo supe que de pronto ya no estaba ninguno de ustedes a mi lado, y me preocupé… - su mirada gris clavada en la del menor…

- ¡¡Minnie, Kenryu!!... – se oyeron las voces de Jae y Yunho…

- aquí estamos… - el castaño apartó la mirada de Minnie y caminó hacia donde las voces provenían…

- ¿están bien?... – cual padre preocupado, el moreno se acercó a ellos mirándolos minuciosamente…

- estamos bien… - respondieron al unísono…

- vamos a volver antes de que otra cosa extraña pase… - el pelioscuro tomó la mano del castaño y tiró de él, como lo haría una madre protectora. Y Kenryu tomó la del menor por inercia, a pesar de que éste intento zafarse del agarre. Y se veían realmente curiosos caminando cuesta abajo, los cuatro tomados de las manos.

……………………………

Era tan cálida la sensación de tener el cuerpo del pelirrojo entre sus brazos, que deseaba estar así por siempre, con ese pequeño pelirrojo con sonrisa de ángel, tierna mirada y personalidad carismática. Ok, Yoochun tenía un problema al pensar tanto en Junsu de aquella cursi manera… pero, en realidad, le encantaba… Junsu le encantaba.

- Junsu ah… - le llamó, tratando de ver el rostro del pelirrojo, que de solo escuchar su nombre en aquella varonil voz, sintió al sonrojo acudir a sus mejillas… ¿es que no pensaba dejar de sonrojarse?... – ¿delfín?... – tomó el rostro del chico entre sus manos instándolo a levantar la mirada, adoraba encontrarse con esa expresión, tierna, tímida, adorable…

- por… - aclaró la garganta… - ¿porqué me dices delfín?... – cuestionó tímidamente, sintiendo nuevamente las manos del ratón depositando suaves caricias en su rostro…

- porque me recuerdas a los delfines… - respondió con una sonrisa, embobado con esa expresión del pelirrojo… - inteligente, simpático, me relaja estar a tu lado, me siento, no sé, tranquilo, sobre todo por tu sonrisa… - uno de sus dedos delineando los labios de Junsu, sintiendo deseos de probarlos, consciente de que algo así solo se desea con alguien especial, por alguien que te gusta, por alguien que inspira un sentimiento más allá de la amistad en uno…

Junsu tembló ante el contacto de Yoochun, sonriendo nerviosa y tímidamente, sintiendo que su corazón se le saldría en cualquier momento, la mirada del pelinegro se prendó de la suya y eso lo intimidó aun más. Podía sentir el calor en sus mejillas y eso lo hacía sentir tonto, porque seguro que el sonrojo en su rostro ya no alcanza ningún otro tono en el espectro conocido, y quién sabe qué pensará el ratón de él, siempre comportándose así frente a él, pero… cómo evitarlo si lo ama.

El pelinegro se inclinó demasiado rápido como para reaccionar, así que de un momento a otro, los labios de Yoochun cubrían los suyos en una suave caricia, al principio el pelirrojo se quedó paralizado por ese inesperado beso, pero respondió cuando pequeños besos eran depositados en su boca, hasta que se fundieron en un prolongado y tierno beso.

……………………………

Cuando llegaron a la cabaña y vieron rastros de charcos de agua por el suelo de madera que subían por las escaleras, se inquietaron y Jae subió de inmediato a la recámara del pelirrojo siguiendo los rastros húmedos, los otros tres detrás.

Junsu había sacado una de sus manos de las frazadas, para posarla sobre la mejilla de Yoochun, cerciorándose de aquella manera que era real, que no estaba soñando; solo que, cuando hizo aquello, habían quedado al descubierto sus desnudos hombros, y el beso que compartían se había tornado más confiado, apasionado. Y ahí estaban, recostados, abrazados, con una mano en la mejilla del otro, la respiración agitada por el beso, los hombros del pelirrojo al descubierto, Yoochun de espaldas a la puerta, la ropa mojada en el suelo… qué querían que pensara Jae al ver tal escena cuando llegó a la puerta?

- ¡¡Park Yoochun, qué se supone que estás haciendo!!... – gritó, logrando que pelinegro y pelirrojo se separaran sobresaltados y furiosamente sonrojados. Yunho ahogó un grito de sorpresa, Kenryu sintió que el corazón se le quebró en mil pedazos y decidió bajar a la estancia, Minnie le siguió.

El ratón cayó de la cama (n/a como me encanta hacer que caiga de la cama, ajajaja) cuando intentó salir de la misma y pararse, solo que, bueno, se enredó con las cobijas y terminó de bruces contra el suelo. Jae lo tendría en ese momento tomado del cuello, pero…

- Junsu ah, apártala… - el pelioscuro había chocado contra una barrera telepática, impidiéndole avanzar más. El ratón poniéndose de pie mientras se sobaba la nariz.

- pero Jae…

- cómo pudiste, mal amigo… - el pelioscuro ignoró a su hermano, ahora despotricaba contra el pelinegro… - te sobrepasaste con mi hermanito… -

- ¡qué!... – soltó escandalizado, el pelirrojo se puso de pie, tomando con fuerza las frazadas alrededor de su cuerpo (aun está desnudo, no quiere accidentes vergonzosos). Yoochun se había quedado como estatua, que él qué?... – no, Jae, no es lo que está pensando tu mente cochambrosa…

- y qué quieres que piense cuando llego y los veo sobre la cama besándose, tú desnudo, y las ropas de ambos en el suelo, ¡eh!

- yo no hice nada con tu hermano… - el pelinegro saliendo del trance, sintiendo mucho calor al respecto, que Jae haya pensado que él y… que ellos… ¡no!... – es decir, sí nos estábamos… eh, besando… - apenado… - pero, no hicimos más nada…

- entonces me quieren explicar qué demonios pasó que los encontré así… - más calmado, digo, al menos ya no quería matar al ratón. Así que su hermano levantó la barrera telepática…

- yo, bajé al lago… - y con esas sencillas palabras el pelioscuro entendió que su hermano había cumplido lo que fuera que tenía que hacer en aquel lugar… - y casi me ahogo, pero, Chunnie, digo, Yoochun… - le da mucha vergüenza llamarle de esa forma, con él presente… - me salvó…

- le iba a dar hipotermia sino le sacaba la ropa mojada y lo hacía entrar en calor, así que… - aclaró la garganta, y es que ahora que se ve en la necesidad de explicar lo sucedido se da cuenta de que desnudó al pelirrojo, y bueno, entonces no tuvo tiempo de reparar en cierta parte de Junsu que… -

- ok, ok, entiendo cómo es que se encuentra desnudo y tenía que estar bajo las cobijas, hasta que te hubieras acostado a su lado para darle calor corporal, pero… ¿tenías que besarlo?... – Jae solo quería que su amigo entendiera que nada más que la atracción o el amor podía justificar su acción, y él puede notar la ilusión en la mirada de su hermano, y no quiere que le rompa más el corazón si ese beso no significó nada especial para el ratón…

- yo… yo… - se mordió el labio inferior, cielos! Aun podía sentir la suavidad de los labios de Junsu sobre su boca…. – Jae, una declaración se hace en privado, no con público incluido… - el pelinegro soltó esas palabras con un sonrojo que competía perfectamente con los del menor Kim, y Jae y Yunho sonrieron satisfechos por eso…

- vamos, JaeBoo, creo que esa fue una directa para que les dejemos a solas… -el moreno tomó la mano de su novio (bueno, no le preguntó, pero dan por sentado que esa es la relación de ellos ahora)…

- aún tendré una charla contigo, ratón… - salieron cerrando la puerta y dejando solos a Junsu y Yoochun.

El pelinegro volteó a ver al pelirrojo, que estaba de pie en shock desde que Yoochun dijera la palabra declaración. El ratón se rascó la base de la nuca con torpeza, pensando en lo que acababa de decir, o sea, ¿él se le quería declarar a Junsu? Es decir, bien, no puede negar que se pone celoso cuando Kenryu se le acerca, al menos desde aquel día en que los sorprendiera besándose en los vestidores después de un partido de fútbol; se ponía celoso incluso de Minnie; y eso no es cualquier cosa, ¿cierto? O sea, él no sentía nada de eso por Jae o Yunho, así que, celos de amigos no es.

Siguiendo con la necesaria reflexión, está aquel primer beso que se dieron por accidente, pero que reconoce profundizaron por que quisieron. Y está también la sensación de desasosiego cuando tuvo que decirle que aquello no debía interferir en su amistad, se sintió mal entonces y ahora va comprendiendo el porqué. Y está este momento, la sensación de pesadumbre al solo pensar en la posibilidad de que a Junsu le pasara algo malo, la necesidad que tuvo de protegerlo, de saberlo a salvo, de no llegar a dejar de apreciar sus sonrisas, sus sonrojos, sus miradas, su peculiar alegría.

Pero sobre todo, estaba ese beso que él había querido dar, ese calorcito en el corazón que lo cobijaba cada que el pelirrojo estaba cerca, los nervios tan similares a cuando estuvo enamorado de Mimi, pero que eran incluso más fuertes con Junsu. Las ganas, de protegerlo siempre…

- Junsu ah… - el ratón por fin se acercó al pelirrojo… - yo… en realidad no sé cómo hacer esto, no sé qué decir… nunca me había sentido atraído por otro chico…

- ¿eso te incomoda?... – cuestionó tímidamente…

- creo que no… no… -

- Chunnie, digo… -

- no, me gusta que me digas así, se oye bien viniendo de tu voz… - ambos se sonrojaron… esperen, aún pueden sonrojarse, bueno, parece que sí…

- yo, realmente te he querido desde hace mucho tiempo… - confesó el pelirrojo, sintiendo su corazón al borde de un ataque de nervios, él se estaba declarando!... – y, si me quieres por lo menos un poquito, quisiera que me dieras la oportunidad de estar a tu lado, de ser algo mas que amigos…

- ¿te refieres a ser pareja?... – el pelinegro no pudo evitar que su tono sonora inconforme con aquella palabra, no porque no quisiera intentar una relación con Junsu, es solo que, él jamás ha salido con un chico y aún está procesando ese nuevo descubrimiento respecto a sus sentimientos por el menor Kim.

- yo, bueno… no, claro… - Junsu se desanimó, genial! Acababa de declararse y básicamente estaba siendo bateado… - supongo que estaba pensando de más, lo siento…

- qué, no, espera… no quise decir que no quisiera, es decir… Junsu ah, es solo que esto es nuevo para mí… mira, me gustas… - soltando el aire contenido en los pulmones. ¡Cielos! Que diferente es hablar sobre noviazgo con un chico que con una chica, con Mimi se sentía nervioso, pero con Junsu definitivamente no sabe cómo hablar o qué hacer… excepto ser sincero… - en verdad, me gustas mucho, y el beso que te di hace unos minutos te lo di porque quise hacerlo, porque me nació, y… espera, ¿dijiste que me has querido desde hace tiempo?... – algo lento el ratón, ¿no?

- sí… - murmuró Junsu…

- oh… - Yoochun se sintió un tanto culpable por eso, o sea que cuando se besaron la primera vez, él… - siento haber sido tan idiota…

- no lo sabías… -

- Junsu ah, quiero estar contigo, y… no sé, compensar el dolor que te haya hecho antes por no darme cuenta…

- ¿de verdad? Eso significa que… - más no pudo continuar porque los labios del ratón se apoderaron de los suyos en un beso tierno y suave.

- ¿quieres ser mi novio?... – le preguntó cuando se separaron apenas un poco, porque sus labios aun se rozaban cuando hablaba, podía sentir el aliento de Junsu sobre su piel, el calor de su cuerpo mezclándose con el propio…

- sí… - respondió mas que gustoso el pelirrojo, atrapando la boca del pelinegro una vez más, besándose más fuerte, más apasionado, más húmedo… las manos del pelinegro se fueron a la espalda del delfín, pegándose completamente a su cuerpo… - Chunnie…

- mh?... – lo besó de nuevo, era demasiado bueno tener esos labios como para dejar de besarlos…

- me quiero vestir… - dijo cuando el ratón le dio tiempo de respirar…

- sí, por supuesto… - la imagen de Junsu desnudo apareció en su mente, avergonzándose por tener otra clase de pensamientos ahora que la preocupación por la salud del pelirrojo se había ido. Salió de la habitación, sintiéndose muy contento por saber que Junsu es su novio… - aunque no deja de sonar extraño, mi pareja es un chico… - sonrió estúpidamente ante eso… -

Junsu guardó los rubíes que tenía en la mano, luego se puso a tararear una canción mientras buscaba ropa que ponerse, pensando en que después de tanto tiempo, de muchos malos momentos, de muchas decepciones, por fin tenía la oportunidad más hermosa de lograr que Yoochun le ame con la misma intensidad que él lo ama.

……………………………

- es tu turno… - el ojiazul se dirigió a Yoo Hwan… - ahora que estás listo para obedecerme a cambio de la vida de tus padres… - muchacho y adolescente mirando desde una distancia prudente la cabaña de los Kim… - y recuerda, si intentas hacer alguna estupidez, la próxima vez que veas a tus padres será cuando visites sus tumbas…


Continuará……




ADVERTENCIA: Lemon

**Capítulo 10. Khaly Park**


*****

- si llegas a hacerles daño, te juro que te busco en el mismo infierno para matarte… - soltó el adolescente con un tono de voz ronco y amenazante, pero el ojiazul sonrió ante sus palabras…

- Yoo Hwan, siete años a mi lado han hecho de ti un mago frío, ¿crees que tu amenaza me hará temblar de miedo?... – mirada mordaz y tono sarcástico… - ahora, hay que hacer de esto un espectáculo digno y creíble… - un hombre encapuchado se materializó proveniente de entre las sombras de los árboles tras de ellos en aquella colina… - no lo mates, Tulkas…

Lo siguiente que Yoo Hwan supo es que había sido atacado por el encapuchado y era lanzado cuesta abajo por el impulso de la energía que golpeó contra su estómago…

……………………………

Yoochun bajó las escaleras con una radiante sonrisa en la boca, se sentía sinceramente feliz de estar con Junsu. En la sala de la estancia estaban sentados los otros cuatro, demasiado serios como para no notar que el beso en que fuera sorprendido con el delfín hacía infeliz a uno de ellos, logrando que la atmósfera no fuera del todo alegre. Kenryu apenas le dirigió la mirada cuando se puso de pie abandonando la cabaña. Dolía demasiado como para fingir. Minnie no pudo evitar seguirle, lo comprendía muy bien, porque sentía el mismo dolor viendo a Jae y Yunho juntos, con el amor brillando en sus miradas como para no saber que no hay nada por lo cual luchar.

El pelinegro se sentó en absoluto silencio, ¿Cómo podía su momento de contentura verse frustrado por la actitud del castaño? si bien tampoco podía culparlo, algo en él había estado intranquilo, celoso e incluso temeroso, cada que veía a su delfín con el defensa, la sensación de perder a alguien importante es avasalladora.

Junsu bajó las escaleras, venía también muy contento pero se puso serio cuando notó la ausencia de Kenryu y Minnie. Lo sabía, había terminado por herir al castaño, si tan solo en un principio no hubiera dado esperanzas en ningún momento al castaño, tal vez ahora no se sentiría miserable. Se sentó a lado del pelinegro con la sensación de culpa haciendo un vacío en su estómago.

- Kenryu es un chico inteligente, lo entenderá… - intentó animar el pelioscuro…

- yo espero que ambos lo comprendan… - el pelinegro sabía bien que no solo el castaño estaba incómodo ante la nueva situación de todos los presentes.

……………………………

El chico de cabello oscuro con mechas blancas (Yoo Hwan) sentía como si miles de pequeñas agujas se clavaran en cada fibra de su ser y era un dolor insoportable que se irradiaba demasiado rápido por todo su cuerpo, cortándole incluso la respiración. El encapuchado tenía su rostro cubierto, pero sus ojos gélidos eran visibles por la forma en que penetraban tu propia alma. Yoo Hwan se levantó con las ropas llenas de la suave nieve cubriendo el paisaje. Con solo mirar hacia atrás alcanzaba a vislumbrar perfectamente la cabaña, no debía estar a más de 300 metros, y sabía que ya no había tiempo para dudas, era hacerlo o darle el pretexto a Michael para matar a sus padres.

- haz bien tu papel, muchacho… - la voz cruda del encapuchado le llegó como un murmullo repugnante que se le clavaba en la mente. Tulkas, mano derecha de Michael Fox, ese mago que lo mantuvo prisionero por siete años, el mismo por cuyas venas circula la sangre de la estirpe mas venenosa de toda la existencia de la raza mágica; ese que envió a su perro mas fiel a cumplir con una misión que por alguna razón no tomó en propia mano, y es algo que debe averiguar, porqué Michael teme enfrentar a su hermano o al pelirrojo nombrado como Junsu por el ojiazul.

……………………………

- no necesitas venir… - soltó con voz cansina el castaño, el menor caminando detrás de él, sin rumbo en especifico, solo alejarse lo suficiente de la cabaña…

- tampoco es que me quiera quedar allá… - el menor miraba la espalda de Kenryu, compartían el mismo dolor por personas diferentes, sería posible que pudiera encontrar alivio alguno en él? Eso es algo que se cuestiona Minnie ahora.

Pero todo pensamiento se vio interrumpido cuando, literalmente, un chico pasó volando por los aires y se estrelló contra el tronco de un árbol. Ambos se quedaron en shock, no por la sorpresa en sí, sino por lo que implicaba. Minnie tuvo tiempo de reaccionar…

- al caño, si me descubre… - pensó el menor, justo cuando levantó una barrera de nieve delante de ellos, lo suficiente para amortiguar el impacto de un nuevo ataque proveniente de un hombre encapuchado que descendía hasta ellos levitando y riendo malignamente.

- no te entrometes, chiquillo… - Tulkas lanzó sobre él una espesa nube oscura que salió desprendida de las puntas de sus dedos… -

- ¡apártate!... – gritó Yoo Hwan, se puso en pie pesadamente, sus rodillas apenas sosteniendo su peso… -

- veneno… - murmuró el castaño, y luego extendió sus palmas, desde donde fluyó una brisa blanca que se esparció al frente de ellos, mezclándose con la nube oscura y haciéndola desaparecer lentamente… -

- ¿eres, un mago?... – el menor realmente estaba sorprendido, aunque ya antes había sospechado algo al respecto.

- no hay tiempo, tenemos que irnos… - el castaño fue a donde el chico que nota ahora tiene un gran parecido con Yoochun, le tomó un brazo y desapareció en medio de miles de partículas color turquesa junto con él. Minnie al ver su acción le imitó, e inmediatamente se aparecieron en la estancia de la cabaña, donde Yoochun y Yunho simplemente se quedaron con los ojos abiertos de par en par.

- ¿qué pasó?... – el pelioscuro fue el primero en ponerse de pie… -

- ¡debemos marcharnos, ahora!... – la puerta de la cabaña voló en mil pedazos…

- ¿Yoo Hwan?... – el pelinegro no podía siquiera pensar, solo supo que de pronto, de la nada, su hermano, porque tenía que serlo si no había cambiado nada después de siete años, estaba frente a él, con las ropas maltrechas, leves heridas en todo el cuerpo y visiblemente afectado.

Mientras él seguía en su bloqueo mental, y Yunho observaba con enorme confusión todo lo que sucede, Jae, Junsu, Minnie y Kenryu se habían visto obligados a desplegar su magia para defenderse de los incesantes ataques por parte de Tulkas.

- solo quiero al chico, y tal vez les perdone la vida… - se mofaba, esquivando con enorme facilidad los ataques de los cuatro jóvenes.

- ¿quién es el chico?... – cuestionó en medio de esa batalla Jae, ahora se encontraban fuera de la cabaña, cerca del muelle…

- no lo sé, aparecieron de la nada… - Minnie levantó telepáticamente muchos troncos que estaban alrededor de ellos, los partió en pedazos y los transformó en cuchillas que fueron directo al encapuchado, pero éste con un simple movimiento de manos las convirtió en simples hojas de árbol que cayeron lentamente.

Junsu aún se sentía débil para ayudar, había gastado mucho de su poder contra el dragón escarlata. Pero Kenryu, que recién descubren es un mago como ellos, desplegaba un nivel de magia interesante. Y fue de hecho por un ataque de él que alcanzó a herir a Tulkas, que éste se retiró, sangrando del hombro izquierdo pero sin dejar de sonreír como quien ha ganado un enfrentamiento. Los cuatro chicos volvieron a la cabaña, desde el pórtico el moreno aún estaba con los ojos abiertos como platos. Jae se le acercó cautelosamente…

- ¿Yunho?...

- ¿es un sueño?...

- no…

- debe serlo… - el pelioscuro les indicó a los otros tres que entraran, él se quedó ahí para hablar con el moreno, si es que lograba sacarlo del trance en que la impresión lo tenía sumido.

Adentro, Yoo Hwan y Yoochun se miraban insistentemente, sin cruzar palabra, los ojos del pelinegro seguían con ese matiz de sorpresa e incredulidad, pero un atisbo e felicidad se dejaba traslucir perfectamente. Los ojos de su hermano, por otro lado, parecían un par de orbes fríos, había un resquicio de resentimiento marcado en ellos, su cuerpo temblaba ligeramente, no por el frío sino por el debilitamiento de que se encontraba presa. Después de todo, pasó años enteros tratando de huir de Michael, pero ahora, él mismo le ha dejado en una falsa libertad, tan solo para obtener algo que no podría por cuenta propia, tan solo por tener poder sobre el chico al haber capturado a sus padres… lo reconoce, por su culpa, por un error que podría costar la vida de sus progenitores.

- Yoochun… - murmuró, y por fin su cuerpo cedió, cayó desplomado al suelo de madera, golpe seco que sacó de su ensimismamiento al pelinegro.

- Yoo Hwan… - el ratón se arrodilló, tomando entre sus brazos a su hermano… - ¿qué es todo esto?... – y fue una pregunta que dirigió a su novio, a Minnie y al propio Kenryu…

- es una larga historia, tal vez lo mejor sea irnos, no es seguro quedarnos… - el pelirrojo hizo orbitar las cosas de todos desde distintos puntos de la cabaña hasta que se amontonaron en la estancia…

- ¿magia? Eres un brujo, mago, hechicero o qué carajos… - había un tono peligrosamente escéptico en su voz, por lo que el pelirrojo temió que su ratón no fuera a comprender, que le fuera a espetar el secreto que le fue guardado, temiendo incluso tener que decirle sobre su condición mágica… - ¿no me responderás, Junsu?

- cuando estemos en un lugar seguro, Chunnie… - Jae y Yunho entraron, según parece nada se ha aclarado aun, pero el moreno salió ya de su trance al menos...

- ¿orbitaremos?...

- si, Minnie, hay que ir directo a nuestra casa, tenemos que hablar con nuestros padres… - el pelioscuro tomó la mano de Yunho, que para nada le apartó… - Junsu, ¿puedes orbitar?, te noto débil…

- puedo hacerlo, no te preocupes, pero, no creo poder orbitar a nadie más sin arriesgar que aparezcamos en el polo norte o un lugar desconocido… -

- yo puedo llevar a uno… - Kenryu sentía venir en cualquier momento la lluvia de preguntas respecto al porqué nunca antes había mencionado ser un mago, claro, no es como que todos los magos y brujas vayan por ahí diciendo que lo son, pero, Junsu en específico sentía que debía haberlo sabido, debía haber notado algo en él…

- yo no puedo orbitar a nadie, no he aprendido aún… - comentó avergonzado el menor, realmente, los magos clase 4 pueden orbitarse a sí mismo desde el nacimiento prácticamente, pero controlar el don para orbitar a otros u objetos es cuestión de un dominio que no posee, pues como dijo Junsu, corre el riesgo de aparecerse en cualquier parte del mundo si sobre exige su poder.

- no hay problema, orbitaremos, y luego vuelvo para ayudar a Kenryu a llevarnos a Yoochun y su hermano… - el pelioscuro no esperó por la opinión de nadie, simplemente desapareció junto con el moreno, luego le siguió Minnie, pero Junsu no se iba aún.

- Junsu ah, debes irte… - le dijo el castaño. Yoochun parecía sumido otra vez en sus pensamientos, su hermano en sus brazos.

- cuando Jae vuelva, me iré con ustedes… - el pelirrojo les miraba con una angustia terrible, de solo pensar que el ratón le llegue a despreciar por lo que es, por haberlo ocultado, le carcome las entrañas de ansiedad.

- él no te dejará, Junsu ah, no es tan tonto… -

- supuse que esperarías… - el pelioscuro apareció nuevamente, se acercó a su amigo… - Yoochun… Yoochun… - el pelinegro enfocó su mirada en él… - suéltalo, por favor, para poder irnos…

- es mi hermano, Jae, Yoo Hwan… - le dijo con una sonrisa, y el pelirrojo sintió morir al ver ese gesto que no fue dedicado para él, y envidió a su hermano porque la mirada del pelinegro estaba cargada de ternura… en cambio a él le había visto de manera diferente…

- me alegro mucho, Yoochun, pero ahora, suéltalo para que podamos irnos, Kenryu lo llevará a nuestra casa… - dirigió su mirada hacia su hermano, el pelirrojo la evadió mirando al suelo…

- de acuerdo… - el cuerpo de Yoo Hwan desapareció con el castaño, luego él mismo sintió un calor envolverlo, luego fue como si lo que estaba a su alrededor se desintegrara, para dar forma a una nueva escena, sus ojos ahora solo veían la estancia de la mansión Kim… - debo buscar a mis padres… -

- espera… - su hermano despertando, se sentó en el sofá en que apenas había sido depositado… -

- ¡hermano!... – contento de verlo ligeramente mas recuperado, el pelinegro no evitó estrecharlo en un fuerte abrazo y derramar algunas lágrimas de felicidad… - me alegra tanto que estés aquí, que en verdad seas tú, dios, no quiero estar soñando… -

- también me alegra estar de regreso, pero… Yoochun… - lo separó del abrazo… - no busques a nuestros padres, no los encontrarás…

- ¿porqué, cómo sabes, los viste?... – cuestionó de corrido el pelinegro…

- algo así… - se mordió el labio inferior, había otras palabras que querían salir a borbotones desde su garganta, pero… tendría que mentir… - están bien, en un lugar seguro, si intentas contactarlos tal vez los pongas en riesgo… ellos… - un calor que quema se extendió por sus venas… - ellos nos contactarán después… ahora, ahora tengo que hablar contigo sobre lo que me separó de ustedes hace siete años…

- les dejaremos a solas… - habló el pelirrojo, sintiendo por vez primera la mirada de su novio…

- no, quédate, por favor… - el pelinegro extendió su mano hacia su novio, instándolo a acercarse y sentarse a su lado… - quédense todos… - pidió, mirando a sus amigos, Kenryu incluido… -

- nuestros padres no nos dijeron nada sobre nuestra condición paranormal como magos porque nuestra familia fue señalada con el estigma del Gen de Dragón desde que naciste, por el peculiar acontecimiento que precedió a tu alumbramiento, y que se repitió cuando vine al mundo un año después…

- ¿cómo es que tú sabes todo eso?... – cuestionó Yoochun, porque, a él entonces porqué le ocultarían aquello sus padres…

- Michael Fox, el mago que me tuvo cautivo todo este tiempo me lo dijo, porque él quiere el poder del portador del Gen de Dragón…

- qué demonios es eso… - volvió a interrumpir…

- el portador del Gen de Dragón es un mago con poderes extraordinarios, con la capacidad de los dones de los dragones escarlata porque proviene de una estirpe que fue bendecida, o maldita, según lo veas, por un antiguo dragón de la élite de tal raza… no se demasiado, pero eso es lo que repetía insistentemente Michael, porque es lo que ambiciona tener…

- ¿y se supone que en nuestra familia está ese, portador?...

- se cree que lo eres tú, pocos tienen la duda y se han atrevido a pensar que tal vez lo sea yo, la gran mayoría se muestra renuente a pensar que ha llegado el momento de una guerra entre fuerzas mágicas… - vio cómo su hermano se tallaba las sienes y cerraba los ojos, procesando tal vez todo lo que está escuchando…

- ¿porqué despareciste hace siete años? ¿Porqué solo tú?

- porque nuestros padres solo creyeron que necesitaban protegerte a ti…

……….flashback………

- Khaly, estás segura de hacer esto… - cuestionó un Chun-Soo de aproximadamente 24 años, su hijo mayor, de apenas dos años, sentado en una pileta de un templo egipcio… -

- es necesario, cariño, así cualquier mago con malas intenciones que intente usar magia contra él recibirá a cambio su propio hechizo… - la muchacha de 23 años dejó brotar de sus manos una resplandeciente luz plateada que cubrió los símbolos incrustados en la piedra de aquel templo, después, un tatuaje de dos dragones, uno azul pálido y otro con tonos rojizos cubrió la espalda del pequeño.

- es raro ver a un niño de dos años con un tatuaje en su espalda, no es así, Yoo Hwan, tu hermano se ve curioso, ¿no?... – el joven jugaba con las manitas de su hijo menor, de un año de edad.

- Yoochun, hijo, ahora nada podrá hacerte daño… - la muchacha tomó al pequeño en brazos… - la magia de tu mami te ha puesto un escudo defensivo que ninguna magia oscura podrá romper a menos que tenga el poder de la fuente Arkhaika…

- no te preocupes, Yoo Hwan, tú estás a salvo, papá y mamá también cuidan de ti, pero tu hermano necesitaba mayor protección…

………flashbacks………..

- entonces se supone que nadie pensaba en la posibilidad de que el gen de dragón pudiera estar en mí. Por eso mamá hizo aquel hechizo solo contigo…

- esa información es demasiado personal, cómo es que ese tal Michael Fox la tiene en su poder, es algo que ni en rumores había escuchado… - habló el menor, con ese característico tono neutral, serio, analítico.

- solo digo lo que escuché, y lo que al parecer es verdad, puesto que solo pudo llevarme a mí hace siete años, cuando se apareció en nuestra casa en Estados Unidos y con un hechizo me llevó consigo sin haber podido siquiera acercarse a Yoochun… - tono frío, amenazante, casi mordaz…

- ¿qué clase de hechizo usó la Sra. Park? Eso que describes no suena ni siquiera a magia antigua… - Jae cuestionó, tratando de que la tensión entre el menor y Hwan no creciera…

- mi madre no es una bruja… - mirada inquisitiva en todos… - ella es un hada de luz…

- ¿un hada de luz?... – los hnos. Kim y Minnie abrieron los ojos con sorpresa…

- ¿qué es un hada de luz?... – preguntó Yunho. Hablando por primera vez desde que volvieran de la cabaña…

- un tipo de raza mágica muy poco común, casi no hay información sobre ellas en la historia, pero se dice que tienen un gran poder mágico, uno que abre una puerta que lleva a lo que nadie sabe qué puede ser, pero que entre mitos y leyendas construidas a lo largo de los años se ha convertido en una gran fuente de poder… - respondió Minnie.

- ¿nuestra madre es un hada de luz?

- así es, pero tal como lo dijo él… - señaló al menor… - hay poca información al respecto, y bueno, mamá nunca habló de eso con nosotros, así que no se mas de ello…

- entonces… - el pelinegro aclaró la garganta… - lograste escapar de ese tal Michael, que es quien está tras nosotros porque quiere el gen de dragón, bueno, al portador, que puedes ser tú o puedo ser yo, así que, soy un, mago, puedo usar magia…. – soltó como una especie de conclusión, dejando que su mente procese todo lo que ha escuchado, permitiendo que tomen sentido algunos eventos en su infancia y los años de adolescencia, aquellos en los que cosas extrañas pasaban a su alrededor, sobre todo cuando se enojaba… quedaba claro lo que pasó con Junsu en el lago, el haberle visto en su mente… aunque… - aun tengo muchas dudas…

- podemos tratar de resolverlas poco a poco, ahora tu hermano debe descansar, y nosotros contactar a nuestros padres… - el pelirrojo tomó el teléfono…

- curaré tus heridas… - el pelioscuro llegó con un jarro de agua… - después puedes descansar aquí, o pueden ir a su casa, como gusten… -

- ¿importa si nos quedamos aquí?... – Yoochun miró a su novio hablando por teléfono, tenía cosas que hablar con él aún, y tantas mas con su hermano, pero, sentía que ahora permanecer ahí era lo mejor para ambos…

- sabes bien que no, esta es su casa… - Jae colocó las palmas de sus manos sobre el agua, una luz brillante iluminó sus manos y luego las llevó a cada parte del cuerpo de Yoo Hwan donde había heridas, mismas que sanaban al contacto con el agua y el don curativo que el pelioscuro domina del elemento azul.

- yo me voy ahora… - Kenryu se puso en pie…

- gracias por tu ayuda, no sé porqué no nos habíamos dicho que somos magos antes, pero… aun cuando estoy sorprendido de que lo seas, me alegra mucho que de hecho así sea… -

El castaño solo asintió a las palabras de Junsu, pero no dijo nada y salió de la casa. Aun había una realidad más cruel que golpeaba dolorosamente contra su pecho.

Cuando Jae terminó de curar a Yoo Hwan y este fue dejado en una de las habitaciones para que durmiera y descansara, el pelioscuro decidió hablar con Yunho y tal vez decirle sobre su propia condición mágica. Yoochun y Junsu salieron a los Jardines a charlar también. Minnie se retiró a su casa.

- siento no haberte dicho antes… - comenzó el delfín…

- no tienes que disculparte en realidad, veo que hay motivos mas que suficientes para no andar por ahí diciéndole a medio mundo que se es un mago… digo, es algo que uno solo cree que pasa en las películas o lees en novelas de fantasía… - el ratón entrelazó sus dedos con los de su novio, sentados bajo un árbol… -

- ¿no estás molesto entonces?... – el delfín tenía los ojos brillosos, como si estuviera a punto de llorar…

- claro que no, de hecho, siento que aun hay un remolino de pensamientos en mi cabeza, que no… no sé, que no he terminado de asimilar todo lo que pasó… pero a la vez es como, si ya lo hubiera sabido, como si una parte de mi hubiera estado consciente de esto todo el tiempo…

- Chunnie, yo estaré contigo siempre, seas o no el portador del gen de dragón, yo voy a estar para ti siempre… -

- gracias, delfín… - el pelinegro depositó un suave beso en labios de su novio… - soy algo lento, ¿sabes?

- ¿eh, porqué?...

- no les presenté a mi hermano… - dijo con una sonrisa, no alegre, no triste… indefinida entre un mar de sensaciones…

……………………………

- ¿JaeBoo, pensabas decírmelo algún día?... – el moreno estaba sentado en la estancia, en el mismo sofá que el pelioscuro, pero con una distancia prudente entre ellos…

- claro que sí, Yunho, pero… no es algo muy fácil de decir… - sus miradas fijas… - no quiero que pienses que guardo secretos para ti solo porque sí…

- se que no… Jae, si te pregunto algo prometes ser completamente sincero conmigo y decirme la verdad… - el pelioscuro asintió algo temeroso, y si en realidad no debe responder a lo que le pregunte?... – soy como ustedes?... – silencio… - se que es una pregunta loca, aunque siendo objetivos, esto en sí es una locura, pero… ha habido ocasiones en las que tengo… - suspiró… - algo así como visiones…

- ¿visones? ¿Como si pudieras ver el futuro?...

- no… más bien… como si viera una película de algo que ya pasó, suele ocurrirme con algunos de los objetos que mi padre obtiene en alguna subasta, objetos antiguos… suelo pensar que es cansancio, o que estoy enfermo y tengo alucinaciones, pero… ahora que ha pasado todo esto, es posible que sea como tú, que también sea un mago…

- la visión retrospectiva, es un don mágico… - el pelioscuro sonrió, su pareja después de todo es también bastante consciente de las cosas extrañas que le suceden…

- ¿eso significa que lo soy?... – Jae asintió. Yunho esbozó una débil sonrisa… - no tengo idea de cómo deba reaccionar a algo así…

……………………………

Los Sres. Kim fueron informados tan solo de que Yoochun y Yunho sabían ya que son magos, omitieron explicaciones respecto a la batalla que tuvieron contra Tulkas en la cabaña, o el enfrentamiento contra el dragón por parte del pelirrojo, la obtención de los rubíes o que la madre de Chun y su hermano es un hada de luz. Yoo Hwan dijo que era mejor mantener su regreso en secreto, un secreto a voces, puesto que se integraría junto a los demás a las clases después de que terminaran las vacaciones decembrinas. Los Kim le habían asegurado que estaría a salvo, que ellos mismos se encargarían de brindarle protección, a ambos.

Con el regreso a clases, y unas llamadas de parte de los Sres. Park, en las que hablaban con sus hijos y les decían que estaban bien, que no se preocuparan y que pronto estarían juntos nuevamente, ambos hermanos se integraron a la rutina de la vida escolar con aparente normalidad. Yoo Hwan sabía perfectamente lo que estaba detrás de la ausencia de sus padres y esas llamadas, que al mismo Yoochun le inspiraba una sensación de ansiedad y angustia.

Como quiera que fuera, tenían que seguir con sus vidas, en tanto el Concilio Escarlata llevaba a cabo sus propias investigaciones.

Yoo Hwan finalmente había sido presentado con Junsu como cuñado, Yoochun no había sentido necesidad alguna de ocultarle su relación con el pelirrojo a su hermano. Jae y Yunho aprovechaban cualquier momento para darse besos y hacerse arrumacos, aun en la escuela, por suerte aun nadie los ha pillado. El delfín y el ratón son bastante mas discretos. Claro que, tal vez ayuda el hecho de estar en grados diferentes y por eso solo se ven en los recesos.

Kenryu casi no se junta con ellos ya, no desde que Junsu y Yoochun se hicieron novios, no quería ser infantil, pero dolía demasiado, porque aunque el pelirrojo no lo quiere, él no puede simplemente dejar de amarlo. Hasta los entrenamientos son una tortura para el castaño, porque le ve, tiene que hablar con él, y soportar a Yoochun, junto con Jae, Yoo Hwan y Minnie, en las gradas observándoles.

Y esa tarde no es la excepción, normalmente es el primero en irse, pero hoy al contrario, fue el último en salir de la ducha, y para sorpresa suya ahí estaba él…

- ¿qué haces aquí, Minnie?... – el castaño llevaba pants, una playera de resaque, el cabello escurriendo agua que resbalaba por su rostro y bajaba por su cuello. Se sentó en la banca listo para ponerse el calzado…

- ¿no le piensas olvidar?

- ¿tú estás tratando de olvidar a Yunho?

- sí…

- felicidades, no es mi caso, no me resulta fácil siquiera hacerme a la idea…

- creí que eras tú el que tenía pensamiento maduro al respecto… - vio que Kenryu se amarró las agujetas con fuerza, luego se paró y se acercó a él con mirada fría…

- no voy a dejar de amar a Junsu en unas pocas semanas, no solo porque ahora sale con Yoochun… - espetó con voz grave, Minnie había terminado acorralado contra los casilleros de los vestidores… -

- deberías intentarlo… -

- por qué vienes a decirme esto, Minnie, no quiero que te hagas ideas absurdas… -

- ¿de qué ideas absurdas hablas?

- ¿crees que no me doy cuenta? ¿Crees que no veo la forma en que me miras?, pero no es lo correcto, Minnie, no pienses en mí de esa manera, porque no puedo verte así, que pasemos por la misma desilusión no significa que podemos aliviar nuestro dolor juntos…

- ¿porqué no?... – las manos del castaño golpearon con fuerza los costados de su cabeza…

- Minnie, porque no es real, entiende eso, siento mucho que Yunho no haya podido corresponder tus sentimientos, me duele mas que Junsu no haya correspondido los míos, pero un corazón destrozado no sana a otro en el mismo estado… -

- cómo lo sabes si ni siquiera lo intentas… -

Kenryu no supo porqué, pero terminó besando furiosamente los labios del menor, pegándolo contra el frío metal del locker. Minnie se sorprendió por esa reacción, podía sentir como el castaño lo besaba con aquel furor motivado más por el dolor en su corazón, que por un deseo real de entregarse a sus labios.

Aún así, se dejó llevar, era estúpido de su parte, pero… en algún punto se había aferrado a la idea de encontrar el amor que no obtuvo en el moreno, en Kenryu. Las manos del castaño se deslizaron ansiosas por el cuerpo vestido del menor, sentía un calor abrazador que lo estaba enloqueciendo, sabía que estaba mal hacer aquello, pero por alguna razón, no podía parar.

La forma en que se besaban era peligrosamente lujuriosa, los gemidos que escapan desde la garganta de cada uno había inundado ya los vestidores, la camisa del menor estaba desabrochada, sus pantalones en el suelo junto con su ropa interior. Igual estaba Kenryu, solo que él aún tenía la camisa de resaque puesta, pero desnudos de la cintura para abajo hacía que sus erecciones se friccionaran cada vez mas, logrando que ahora se encontraran completamente despiertas, que los besos del castaño fueron mas apasionados, que la respiración estuviera descontrolada, que sus caderas se movieran una contra la otra en un deseo irrefrenable…

- Kenryu… - el menor le susurró al oído, enroscando sus piernas a las caderas del castaño, ambos de pie… - hazlo…

- Minnie, no deberíamos estar haciendo esto… - el castaño sintió que algo de cordura atravesó sus pensamientos, pero se fue por el caño cuando el menor le mordió el labio inferior y rozó su entrada contra su palpitante erección.

- lo sé… - temblaba de miedo, pero a la vez de deseo, quería sentirse querido por lo menos en ese momento, era una necesidad que lo atormentaba desde que el moreno lo rechazara, y creía que el castaño podía darle un poco de cariño. Sabía que no era amor, porque ya alguien es dueño de ello, pero… que mas daba, le sacó la camiseta al castaño, acariciando sus pectorales, tratando de encenderlo a límite, de que no se fuera, de que se quedara a su lado.

Gritó fuerte cuando el castaño comenzó a introducir uno de sus dedos, moviéndolo en su interior para dilatar su entrada, gimió con llanto ahogado cuando el segundo dedo acompañó al primero. Pero no quería que parara. Necesitaba ese momento, ese cariño, esa ilusión, quería creer en la posibilidad de tener algo especial con él al ser uno en aquel acto de amor que no puede ser mas que sexo ahora.

El placer lo cubrió lentamente cuando las estocadas que el castaño dejaba en su cuerpo se hicieron mas profundas, rápidas y sincronizadas. Gimió el nombre del castaño cuando sintió la calidez de su esencia ocupar su interior y la propia bañar su torso y el de Kenryu. Pero maldijo cuando de labios de su amante solo salió una palabra… un nombre…

Una lágrima rebelde escapó de sus ojos sin poder evitarlo. Él tal vez tampoco había dejado de pensar en Yunho, pero fue consciente de que estaba con el castaño, que tuvo sexo, su primera vez, con él. Por el contrario, ahora se daba cuenta de que en la mente del castaño solo estuvo Junsu, y se sintió utilizado, casi ultrajado.

- no soy Junsu… - atinó a decir, luego orbitó directo a la ducha en su casa.

- ¡¡mierda!!... – el castaño solo entonces se dio cuenta de su error. Golpeó el locker con fuerza, viendo su desnudo cuerpo, la esencia del menor en su torso… - soy tan idiota…


Continuará……

5 comentarios:

  1. Dios q ira a pasar ahora con el hermano de Yochun allí con q intención lo mandaron??...y mi Minnie no es justo q ni al intentar olvidar al moreno le salgan las cosas asì, pero tampoco se le puede decir nada a Kenryu xq ama a Junsu aun, pero q pronto cambie ese dolor para ambos se lo merecen!!..
    Deby

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  2. pobre minnie... U_U yo tambien me hubiera entido utilizada....

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  3. T_____________T Minnieeee~~ Oh por Diooos, AHORA QUE RAYOS VA A PASAR????
    Lo estoy amando Feli, seguiré leyendooo ♥

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  4. ODIO A KENRYUUU MI BEBE!!! YO TE CONSUELO AMOR U////U

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  5. noooooooooooooooo op9rqoue?!?!?!?!? waaaaaaaa ya que todo se estaba normalizando T^T...
    mira que el perqueño ricky llego...puede que con otras intenciones...pero... porqeu tenia que pasar eso entre ken y min??? waaaaaaaaaaaa

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”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien