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lunes, 8 de marzo de 2010

HADO MÍTICO cap 7 y 8

**Capítulo 7. Love In The Ice**

*****

La llegada de este nuevo alumno trajo consigo tranquilidad para el corazón de Mimi, porque con solo ese gesto había conseguido que su palpitar volviera con un ritmo soñador. No digamos tampoco que era que se hubiera enamorado de él, porque en su corazón todavía está el cariño por Yoochun, pero… puede llegar a enamorarse otra vez, ¿no?

- un momento, qué estoy pensando… es decir, ¿es acaso que me estoy dando por vencida con Micky?... – inconscientemente, trazó en la hoja de su libreta un símbolo que no sabe ni de dónde salió en sus pensamientos… - ¿y ahora qué estoy haciendo?... – la castaña suspiró y volvió su vista a la pizarra, esforzándose por retomar el hilo de la clase.

Mayuko, por su parte, aún pensaba en si darle o no el antídoto de la poción de amor a Hiro, la pequeña botellita de cristal en el fondo de su mochila. Sabía que no debería estar dudando, que tenía que hacerlo sí o sí, no estaba bien jugar con los sentimientos de las personas tan solo por tener el conocimiento y don mágico para hacerlo. Pero… y si Hiro la olvidaba? Ella habría podido vivir sabiendo que cada intento por atraer la atención del chico era frustrado por el desinterés del chico, pero… es muy diferente tratándose de que será completamente indiferente para él… no es que llevaran una gran amistad, pero… por lo menos sabía que ella era la popular líder del equipo de porristas: Iwasa Mayuko… no una completa desconocida.

Yoochun volteó a ver a sus amigos. Yunho se sienta en el último asiento de la fila a su derecha, dos lugares más atrás de donde se ubica él. El moreno tenía el codo en la butaca y su barbilla apoyada en su mano, aparentemente muy concentrado en la clase, pero por la forma en cada tanto la desviaba hacia Jae, sabía que lo único que no tenía en mente era la explicación que el profesor tan animadamente daba. El pelioscuro se sienta en la fila pegada a la pared, a lado de la de Yunho, en la misma dirección de Yoochun, es decir, había solo una butaca en medio de ellos en sentido vertical, pero eso no le impidió ver la sonrisota que lleva Jae y que parece no saldrá de su expresión en un buen rato, y le dio curiosidad por saber, porque el pelioscuro miraba de vez en cuando a Yunho y se sonreía como tontos.

¿Que porqué Jae estaba tan contento?

Bueno, por esas sencillas palabras que leyó en el texto que Yunho le mandó cuando inició la clase. Que por cierto, podría terminar ya? Quiere casi lanzarse a darle un abrazo a su amigo… ah sí, el contenido de tal mensaje es…

Aunque, analizándolo detenidamente, no tendría porqué ponerse tan feliz, es decir… no era como que dijera gran cosa, lo normal, lo que por algunos días se le había olvidado, por decirlo de una manera. Ahora, podría alguien decirle a su mente que deje de recrear escenas de ese tipo… un tono carmesí adornando sus mejillas… cómo se le venía a ocurrir pensar en ESO con su amigo…

- no, no… sal de mi mente, idea perversa… - se decía mentalmente. Y sin darse cuenta, su vista había vuelto a buscar al moreno, que le sonrió de vuelta por quincuagésima vez en la última media hora… - ay no, porqué, porqué… - llevó su mano derecha al bolsillo de su pantalón, sacó el móvil y leyó otra vez el texto del moreno…

……Eres mi mejor amigo, Te Quiero JaeBoo……

Suspiró y se asustó porque él mismo se escuchó y varios compañeros más, Yunho y Yoochun incluidos, por lo que, avergonzado, fingió un bostezo para ver si se creían que había sido por aburrimiento y no porque se siente estúpidamente feliz.

- si mi clase le parece tan aburrida, joven Kim, puede usted tomar mi lugar y hacerla más amena… - señaló el profesor mirándole con repruebo…

- no, profesor, disculpe… - el pelioscuro enrojeció violentamente, tal vez había resultado el oso más grande de toda su vida.

El moreno sonrió ampliamente, no porque le resultara en gracia que a su amigo le llamaran la atención, sino porque, ok, Jae no es malo actuando, porque claro está muchos pensaron que estaba aburrido (porque la gran mayoría lo estaba), pero, los suspiros por aburrimiento no llevan ese peculiar sonido soñador.

Y aunque, ok, no es como si se le haya declarado a quien es su mejor amigo… “más que eso”, decirle “te quiero” significaba tanto para él, solo espera que Jae en verdad no haya mentido cuando dijo gustar de él, porque si no, el porrazo al ser bajado de la nube en que se subió (gracias a Minnie, hay que reconocer, por el simple motivo de haberle hecho saber que a quien mas extrañaba era al pelioscuro) será muy doloroso. Pero… se ve tan hermoso… sí, esa es la palabra adecuada, no es solo que se vea guapo o tierno, sino… hermoso en el amplio sentido de tal descripción; ahí, todo sonrojado, cruzando sus miradas cada cinco minutos o menos, sonriendo alegre, con sus ojos oscuros brillando de aquella manera que le hace sentir un agradable calor cubriendo todo su ser.

- en verdad, no se cuándo exactamente fue que me enamoré de mi mejor amigo, pero… - miradas cruzadas, sonrojo en ambos, sonrisa nerviosa… - no me arrepiento JaeBoo, espero poder decírtelo pronto…

……………………………

Los fríos días del invierno se deslizaron con el pasar de las semanas. Hoy era el gran día del Festival de Navidad, antes de salir a las vacaciones decembrinas, y los cinco chicos se encontraban realmente nerviosos, todo por insistencia de Yunho y Jae, los otros tres iba a participar con ellos en un número, cantando la canción Love in the Ice, esa hermosa canción que tanto significaba para cada uno de ellos, desde distintas perspectivas, con todo lo sucedido en los últimos meses.

Las cálidas cortinas del alba cubrieron el paisaje vestido de blanco. Los hermanos Kim despertando cada uno en su habitación. De igual manera lo hicieron Yoochun, Yunho y Minnie, en su respectiva casa. Se ducharon y cambiaron con la emoción recorriéndoles cada fibra de su ser. Bien que cantan, pero… hacerlo delante de toda la escuela, con profesores y cuerpo administrativo incluido, da bastante nervio.

¿Cómo habían llegado a eso?...

……flashback……

Una hoja pegada a la pizarra de avisos, una donde decenas de jóvenes adolescentes se amontonaban para leer. Misma que terminó por llamar la atención de Yunho y Jae, Yoochun les siguió porque andaba con ellos, los tres contentos de volver a ser los amigos de siempre cuando las aguas se hubieron calmado desde aquel día en que casualmente llegó Mitsuo Inamoto.

- que bien, convocatoria para inscribirse en el Festival y participar con el talento que se quiera… - el moreno esbozó una sonrisa emocionado, sí, porque sabía que podía convencer a su amigo de anotarse y deleitarse con su melodiosa voz… sí, lo ama, aunque eso aún no esté formalizado entre ellos… - JaeBoo… - como lo decía a diario desde el texto aquél… - vamos, inscríbete…

- ¡yo solo! Ni hablar, te inscribes conmigo o ni loco le entro solo… - el pelioscuro le sonrió con determinación, lo que significaba que, o Yunho daba su brazo a torcer o no le vería sobre un escenario cantando…

- pero… no hay como que muchas canciones para dueto… -

- pues entonces no participamos y ya, asunto arreglado… -

- pero tú cantas muy bien, JaeBoo… - compañeros solo se les quedaban viendo… -

- ya dije, con compañía o ni hablar…

- ¡ya sé!, Yoochun participará contigo… - el aludido saltó en su lugar…

- ¿qué?, yo porqué, eres tú el que quiere oír a Jae cantando, no yo, a mí no me metas… - se defendió el pelinegro… -

- no tienen remedio… - los tres se sobresaltaron cuando escucharon la voz del menor, venía acompañado de Junsu y Kenryu… - ok que tengan algún talento para cantar, pero… hacerlo frente a toda la escuela, no quiero estar presente… - fue fulminado por la mirada de Jae, Yunho sonrió un tanto incómodo (más adelante sabrán porqué) y Yoochun no sacaba la vista del pelirrojo, que sonriendo trataba de tranquilizar a su hermano y a su amigo…

- Minnie solo bromea… - comentó Junsu…

- no del todo… - masculló en voz baja el menor…

- porque no participan los cinco… - opinó de pronto el castaño, siendo mirado por todos… - bueno, es una idea, la verdad Jae y Junsu cantan muy bien, Yunho también lo haces genial, te he escuchado por años en las duchas de los vestidores después de los entrenamientos… - el moreno tiene esa costumbre… - y Minnie.. – el menor sintió una sacudida violenta en el estómago cuando el castaño se dirigió a él… - aunque lo veas como mala idea, cantas también con una extraordinaria potencia… - con poco menos de entusiasmo… - Yoochun toca bien el piano y canta, pueden intentarlo los cinco juntos… -

- yo no quiero cantar delante de toda la escuela… - comenzó a negarse Minnie…

- vamos, así no nos sentiremos tan cohibidos si solo lo hace uno de nosotros… - el moreno definitivamente estaba dispuesto a todo con tal de que JaeBoo participara.. –
- pero eres el único que ha dicho querer participar… -

- no fue eso lo que dije, JaeBoo, pero… no me dirán que tienen miedo… - ok, estrategia dos, picar en el orgullo…

- si tú participas también lo haré yo… - soltó de pronto el menor, logrando otra vez esa incomodidad en el moreno y una mirada de inconformidad en Jae.

- yo participo si están los cuatro de acuerdo… - señaló el pelinegro, tratando, en vano, de que su mirada no se clavara en Junsu…

- bueno, en ese caso, vamos a inscribirnos… - concluyó el pelioscuro…

- ¿eh? Pero yo no he dado mi opinión, hyung… - respingó el delfín, pero su hermano solo lo tomó del brazo y se lo llevó rumbo a la oficina donde se tienen que registrar, seguido por los otros cuatro, Kenryu iba nada más por ir, no por participar.

……flashback……

Y ahora, con la noche cayendo lentamente en la ciudad, los cinco chicos se encontraban ya con micrófono en mano esperando porque el maestro de ceremonia los mencionara y salir al escenario, en donde decenas de compañeros, algunos padres de familia, y cuerpo académico, los escucharía y observaría. Los cinco habían decidido vestir de blanco, de acuerdo con la época del año y el contenido de la canción.

Cuando finalmente fueron anunciados, haciéndose llamar Dong Bang Shin Ki, nombre elegido por los cinco, después de varios intentos de nombre que no convencía a unos u otros; los chicos salieron al escenario siendo recibidos por un cordial aplauso. Las luces se volvieron más tenues, la música de fondo comenzando a sonar, los cinco de pie, cada uno listo para hacer su parte lo mejor posible. El pelioscuro comenzando con esa hermosa voz que le caracteriza.

[Jaejoong]
Tsumetai sono te kimi no seijanai
Osanaki hibi hotta kizukakae

[Changmin]
Dareka wo aisuru koto osoreteru no
Kotoba no uragawa se wo mukete

[Yoochun]
Dakishimeta kokoro ga koori no you ni
Sotto tokedasu

No es tu culpa si estas manos están frías.
Conservando las heridas del pasado... (Jae)

Con miedo de amar a alguien,
Dándole la espalda al significado verdadero de la historia (Min)

El corazón que es abrazado
Se derrite lentamente, como el hielo (Yoochun)


De entre los presentes, Mimi escuchaba atentamente, disfrutando de las voces de ellos, de lo que con su canto le transmitían, de los recuerdos que llegaban a su mente.

……flashback……

Había transcurrido ya una semana desde que Mimi y Micky terminaran su noviazgo, la castaña estaba decaída, a pesar de que a fin de cuentas terminara dándole el antídoto al pelinegro, nada entre ellos había cambiado, la confusión de Yoochun era sincera, nacida desde su corazón, si bien tal vez la poción de amor fue el detonante que volviera de aquellas sensaciones algo consciente.

Era extraño despertar cada día con la seguridad de que el amor que te cobijaba a diario no aparecería en tu puerta para darte los buenos días, que no caminaría a tu lado con su mano entrelazada a la propia, que sus sonrisas, sus miradas, sus besos, ya no serían dedicadas más a tu persona, porque han encontrado otro corazón al cual ser destinadas.

Y era peculiar esa sensación, cuando los vientos frescos del otoño acariciaban su rostro y sentía cómo su corazón se envolvía de aquella necesidad de no volver a enamorarse, de no volver a sufrir. Y no importaba realmente cuánto quisiera volver a sentir los brazos del pelinegro alrededor de su cuerpo, sus caminos se cruzaron una sola vez pero ahora deben seguir rumbos distintos.

- una chica tan bella no debería llevar ese triste mirar en tan hermosos ojos… - la voz de Mitsuo la hizo detenerse de golpe, apenas había salido de su casa, y ese chico de ojos oscuros la miraba con una intensidad que llevaba un calor agradable a sus mejillas… - buenos días, srita. Mimi… - le saludó con una suave sonrisa…

- buenos días, Inamoto-san… - correspondió la castaña, ligeramente avergonzada…

- puedes llamarme simplemente Mitsuo, me gustaría sentirme más en confianza contigo… -

- de acuerdo, entonces tú solo llámame Mimi, no es necesario lo de señorita, aunque lo soy… - se sonrojó violentamente al hacer tal aclaración, no era como si el chico o hubiera dudado… -

- me permites acompañarte a la escuela, Mimi… - el muchacho le extendió caballerosamente la mano, ese aire misterioso bien marcado en sus ojos, en su cabello desaliñado, en ese porte… -

La castaña solo asintió con las mejillas cubiertas de tono carmesí. Aceptó la mano que se le ofrecía, y a pesar de haberla sentido fría al contacto con la suya, sintió como si su corazón danzara a un ritmo diferente, sintiendo alivio, un calor agradable tocando su alma

Desde ese día, era común que Mitsuo la esperara afuera de su casa y fueran acompañados a la escuela, tomados de la mano, siempre una mano fría que tomaba la suya y le hacía sentir, irónicamente, un agradable calor. El chico conversaba con ella de una y mil cosas, respondía a casi todas las preguntas que le hacía sobre su hogar en Kyoto, de igual manera, ella le contaba sobre su familia, sobre sus amigas, sobre eso y muchas cosas más.

…..flashback……

[Jaejoong]
Daremo ga dare ka ni aisareru tameni
Kono you ni inochi wo kiramekaseru no sa
[Junsu & Yuhho]
Sore ga moshimo boku nara
Mou ichido kimi no kokoro wo
Towa no yasashisa de atatameruyo

[Yoochun]
Unmei no itazura
[Jaejoong]
Kokoro wo itametemo
[Yoochun + Jaejoong]
Sono namida no saki ni wa

Para cualquiera el ser amado por alguien
Hace que la vida brille de esta manera (Jae)

Si fuera yo,
Fabricaría tu corazón una vez mas,
Calido, con una ternura eterna... (Junsu & Yunho)

El juego del destino (Yoochun)
Incluso si esto hace daño a tu corazón (Jae)
Al final de las lagrimas (Yoochun & Jae)


Mayuko observaba desde su lugar en las primeras filas, a lado de su amiga Mimi, podía ver hasta el frente a Hiro tomando fotos del evento. Realmente se sentía mal, se había equivocado, y aunque lo resolvió para bien del muchacho, y tal vez hasta de Yumi, la realidad es que nada había quedado como estaba, había interferido con su magia y ahora pagaba las consecuencias…

…..flashback…...

Había aprovechado la hora del almuerzo para buscar a Hiro, seguro, como todo el tiempo libre que tiene, se encontraba en el aula del periódico escolar. Llevaba el frasquito con el antídoto en el bolsillo de su falda.

- hola… - saludó la chica con una sonrisa, pero en cuanto su voz fue escuchada por el muchacho, éste derramó una tasa de café sobre el escritorio en que se encontraba, y cuando intentó ordenar lo que hizo le resultó peor porque lápices y otros papeles terminaron en el suelo.

Mayuko sonrió con tristeza mientras le ayudaba a recoger todo. Le ponía nervioso, sí, como cualquier tímido enamorado se pondría, pero… Hiro no la ama de verdad, es solo el bendito efecto de la poción que ella misma preparó.

- hola… - correspondió bastante tiempo después, sus manos temblorosas, una sonrisa nerviosa, las mejillas sonrojadas. A fin de cuentas, ese ni siquiera era Hiro, porque el chico del que ella se enamoró tiene un aire diferente, más reservado, misterioso, casi frío e indiferente… - ¿te puedo ayudar en algo?

- sí, me preguntaba si puedes tomar fotografías de uno de nuestros entrenamientos, es para…

- claro, con todo gusto, haré todo lo que me pidas… - maldición, hasta la voz del muchacho era considerablemente diferente ahora. Qué caso tenía tenerle enamorado si le había incluso modificado esa personalidad atrayente que le enamoró por principio de cuentas… - Mayuko, yo, me preguntaba… porqué no te presentaste ayer, es que no te interesa salir conmigo?... – oh dios! Podría hacerse esa pregunta mil veces y siempre diría que Sí, sin dudar, pero… a ese Hiro, a ese chico que tiene al frente… a ese… bien, tampoco le diría que no de no ser porque lo sabe hechizado… -

- no fue eso, me… me salió un contratiempo, perdona que ni siquiera te avisé, es que… sabes, ni siquiera tengo tu número celular… -

- te lo puedo facilitar si gustas… - la chica asintió, entonces mientras le chico anotaba en una pequeña hoja de papel, ella aprovechó para verter (una vez más) el antídoto sobre la botella de agua que pertenece al chico… - ¿podríamos salir hoy?... – cuestionó en tanto extendía el papel…

- hoy no puedo, lo siento… - mintió… - pero, si mañana aun quieres, pregúntame…

Cuando salió de la modesta aula, se quedó afuera, asomando cautelosa su cabeza para cerciorarse de que el chico bebiera del agua con el antídoto, cuando hubo dádose cuenta de tal, regresó a la cafetería, donde su amiga la espera, mientras sentía el nudo en la garganta, el vacío en el estómago, y el llanto acumularse en sus ojos. La proxima vez que Hiro se topó con ella, había vuelto a ser el chico despreocupado de antes, había buscado a Yumi para explicarle que a pesar de no comprender su actitud de esos pocos días, estaba seguro de que darse un tiempo era lo mejor. Porque, a pesar de haber actuado impulsado por el hechizo de la poción, la realidad es que hacía semanas que su novia poco interés despertaba en él. No porque la chica no mereciera su cariño, sino porque sus ojos se habían estado desviando más de la cuenta hacia otra chica. Empero, no olvidó a Mayuko, si bien no recuerda haber estado actuando estúpidamente al verla, aún sabe quién es, y que tiene que tomarle fotos durante un ensayo.

…..flashback……

[Yunho]
Hitosuji no hikari ga
[Changmin]
Yami no naka maiorite
[Yunho + Changmin]
Bokura wa kizukusa

[Jaejoong]
Kurushii hodo ni tsuyoku kanji ya eru
Hito no nukumori

Daremo ga motteru kanashimi ya kodoku
Iyashite moraeru basho sagashiteiru
Sou kimi ni wa sono basho ga koko ni arusa
Osorenaide mou mayowanaide
Boku ga mamoru

Un rayo de luz (Yunho)
Baja desde la oscuridad (Min)
Nosotros lo sabemos (Min & Yunho)

Podemos sentir ese fuerte sentimiento doloroso,
La calidez de una persona (Jae)

Todo el mundo busca un lugar
Que pueda curar su tristeza y soledad (Junsu & Jae)

Si para ti ese lugar esta aquí
No te preocupes, no dudes por nada.
Yo te protegeré. (Jae & Yunho)


Para Minnie esas palabras en específico calaban hondo en su corazón, estaba seguro de que enamorarse era la peor enfermedad del mundo, te consume lentamente cuando nadie te ofrece la cura para tal mal, tan adictivo, tan sosegador, tan bello pero doloroso, tan abrumador…

…….flashback……

Yunho venía de una reunión con el entrenador, motivo por el cual ya todos sus compañeros de equipo habían partido del campus. Estaba tranquilo porque todo en su vida ahora se encontraba en su lugar, porque el equipo iba de maravilla, hay que aceptar, con el importante regreso de Junsu. Y ya se había arreglado con Jae y Yoochun, así que… era simplemente bueno sentirse bien.

Sintió que alguien tiró de su brazo y cuando reaccionó ya se encontraba abrazado por Minnie, que escondía su rostro entre su cuello y su hombro, respirando en su oído.

- ¿Minnie?... – cuestionó intranquilo, por la forma en que el menor le tenía preso, no era como que estuviera sollozando como para pensar que se siente mal, así que, porqué lo metió en ese lugar, el mismo donde casi besa a Jae hace días.

- yo solo… solo quiero saber la verdad, Yunho… - pronunció con voz suave… - solo quiero entender lo que me pasa… - dicho lo cual, se separó del moreno apenas un poco, lo suficiente para poder hacer aquello que no había podido sacarse de la mente desde que el moreno lo abrazó en medio de la noche aquella vez.

Yunho no tuvo tiempo de reaccionar a ese contacto, pero se quedó helado en su lugar cuando los labios del menor cubrieron los suyos, sin responder, sin poder hacer más que separar gentilmente a Minnie, tomándolo por los hombros. Quiso mirarle a los ojos para poder hablarle, para que no creyera que lo alejaría por tal atrevimiento, porque, a pesar de no quererlo como supone el menor desea, le tiene un cariño especial, le considera un amigo.

- lo siento, de verdad lo siento… por favor, perdóname… - incapaz de levantar la mirada ni de escuchar palabra alguna de boca de Yunho, el menor salió corriendo de ahí, dejando al moreno con toda palabra en la boca.

Y por primera vez en su vida, Minnie supo lo que es estar enamorado… más por desgracia para él, su primer amor no podía ser correspondido. Y comprendió mejor que nunca a Junsu y el sufrimiento por el que pasa a causa de Yoochun. Y no supo porqué o cómo fue que terminó tomándose aquellos vasos de cerveza… ni mucho menos porqué terminó en la casa de aquel chico…

- ¿Minnie?... – Kenryu le miró sorprendido cuando abrió la puerta de su casa, eran cerca de las ocho de la noche, y el menor no llevaba buena pinta…

- ¿puedo pasar?... – cuestionó con la voz ligeramente alterada, las pupilas dilatadas y un aliento alcohólico que le dejó claro al castaño el estado del menor.

- ay Minnie, qué te pasó, porqué bebiste, si tan solo tienes 15 años… - Kenryu le permitió la entrada, no era tampoco que el menor estuviera que se cae de borracho, pero es innegable que se tomó tal vez dos o tres cervezas. Y que lo hizo por una decepción amorosa… - te preparé un poco de café cargado, se te bajará un poco… - se encaminó a la cocina, suerte que su mamá no está en casa.

El menor le siguió, casi como autómata. En silencio, con la mirada perdida, hasta que se concentró en observar al castaño, cada movimiento mientras prepara el café. Porqué Junsu no se enamoró de Kenryu, hacen linda pareja, y no estaría sufriendo por el tonto de Yoochun. Porque, Kenryu es un gran chico, tiene todo lo que cualquiera, chico y chica, buscaría en una pareja, es atento, atractivo, inteligente, sano…

- ¿quieres hablar, Minnie?... – lo ven, es atento… y tal vez por el alcohol, por la necesidad de sentir cariño, por…. Dios, no tiene idea del porqué, pero…

Minnie se lanzó a besarlo, tomándolo naturalmente desprevenido, los labios del menor presionaban contra los suyos con torpeza, pero cuando un gemido salió de su garganta el chico aprovechó para meter su lengua sin pudor alguno en su boca. Que porqué gimió, bueno, no es como que sea de piedra, y una mano de Minnie se había colado entre su pants y el bóxer rozando su entrepierna. Cómo no iba a reaccionar a eso?

- Minnie… - el Cataño intentaba separarlo, empujándolo por los hombros, pero el menor volvía a él atacando ahora su cuello… - Min… mmhhh, Minnie, espera… - esa era la situación más embarazosa de toda su vida. Porque su cuerpo estaba reaccionando a esas inexpertas pero acertadas caricias y besos que el menor dejaba sobre su cuello, masajeando suavemente su erección, ya medio despierta…. – ¡¡Minnie, basta!!... – finalmente lo empujó con fuerza. El menor se quedó de pie frente a él, ambos respirando agitadamente… -

- ¿es que soy aburrido, no soy nada interesante?, sé que no soy muy atractivo, pero tampoco soy feo, sabes…

- Minnie…

- porqué entonces ni tú ni Yunho tienen interés alguno en mí, porqué no me desean… - las lágrimas comenzaron a desbordarse por las pálidas mejillas del menor, silencioso llanto que conmovió a Kenryu. Sabía que a pesar de todo, al menor solo le importaba comprender porqué Yunho no se enamoraba de él… - se que Jae es el chico más apuesto de la escuela, de verdad, hasta yo puedo notarlo, pero…

- Minnie, ya debes saber que el amor no es cuestión de físico solamente, es algo en realidad que simplemente nos pasa y sobre lo que no se puede mandar… - esperando no equivocarse, el castaño abrazó al menor, los brazos del menor se aferraron inmediatamente a él.

- lo siento, lo siento, lo siento… - decía una y otra vez, sollozando contra su pecho.

……flashback……

[Junsu]
Setsunai hodo ([Jaejoong] My heart)
Utsukushii ai dakara ([Yunho] Don't be afraid)
Hakanai hodo ([Changmin] Let you know my mind)
Uruwa shii ([Yoochun] You know)
Kono toki wo ([Yoochun] Let you Know my love too)

[All]
Daremo ga dare ka ni aisareru tameni
Kono you ni inochi wo kiramekaseru no sa
Sore ga moshimo boku nara
Mou ichido kimi no kokoro wo
Towa no yasashisa de atatameruyo

Porque este es un amor (mi amor)
Tan bello como triste (no tengas miedo)
Este momento (dejarte conocer mi mente)
Precioso como efímero (aún si es un solo momento, te haré saber mi amor)

Para cualquiera, el ser amado por alguien
Hace que la vida brille de esta manera
Si fuera yo
Fabricaría tu corazón una vez más
Cálido con una ternura eterna (todos)


Para Yunho y Jae las palabras que salían desde sus gargantas con aquella voz, el sentimiento con el que cantaban, el poder mirarse casualmente por momentos, era como una comunicación especial. Porque a pesar de que aun son solo los mejores amigos, pueden sentir esa conexión especial entre ellos, y es incentivo suficiente para estar juntos, para esperar por el momento adecuado para entregar por completo sus corazones, porque nadie más que el otro les hace temblar de emoción, les arranca aquellas sonrisas o los cela de manera casi posesiva.

Para Junsu era como una petición al destino de encontrar alivio para su apesadumbrado corazón, consciente de que no importa los intentos que haga, jamás podrá amar a otro que no sea Yoochun. Y tiene ahora la esperanza de que su sueño se haga realidad, porque, aun cuando después de aquel beso solo obtuvo un “disculpa, fue solo un accidente, pero espero que no dejemos de ser amigos” que el pelinegro le dijera aquella tarde abordándolo después de un entrenamiento; el ratón le sonríe con marcado nerviosismo en ocasiones, le ha llegado a separar de Kenryu cuando les ve (para gusto del pelinegro) demasiado cerca. Entonces, tal vez, y solo tal vez, pueda llegar a gustarle.

Yoochun… él se esfuerza por entender las sensaciones que tiene por el pelirrojo, asegurarse de no malinterpretar sus propias acciones, consciente de que se siente celoso de Kenryu, de que cuando le dijera a Junsu que el beso había sido un accidente, su corazón latía apresurado en su corazón y sintió como una puñalada cuando notó el brillo opacarse en la tierna mirada del delfín… SU delfín. Por quien sabe, su mundo está cambiando, su manera de verlo, de percibirlo, hasta de sentirlo.


Fuente de la letra original: http://letras.terra.com.br/dbsk/1111708/

Fuente: la letra en español me la pasó Mimi (xD)


Continuará……



**Capítulo 8. Lago**

*****

Estallaron los aplausos y felicitaciones a viva voz por parte de los espectadores, todos de pie como halago al gran desempeño de los cinco jóvenes. Conmovidos por el sentimiento que le pusieron a la canción, por el talento para el canto, por tan maravilloso espectáculo. Los muchachos se sentían muy contentos y aún avergonzados por la atención de que eran parte en esos instantes. Con un último agradecimiento y una reverencia formal, salieron del escenario.

- eso fue… - pero Jae no encontraba las palabras para explicar lo genial que se había sentido compartiendo escenario con su hermano y amigos… - no sé, grandioso…

- apoyo eso… - Yunho lo estrechó en un fuerte abrazo, Jae se sonrojó. Minnie siguió el camino rumbo a los vestidores. Junsu sonrió contento por su hyung, pero siguió a su amigo para por lo menos estar a su lado. Yoochun simplemente deseaba que ese par se confesara de una vez y se dejaran de esas escenitas cursis.

- ¿Yunho?...

- qué…

- nos están viendo… - y es que estaban a medio pasillo, ese que llevaba a los escenarios o a los vestuarios…

- y qué tiene, ni que te estuviera besando… - medio bromeó, pegándose más al cuerpo de su amigo.

- ya… aparta Yunho… - molesto, avergonzado y sintiéndose ligeramente excitado… sí, hombre, que el moreno se le había pegado demasiado… el pelioscuro lo empujó, con una sonrisa de “no es que no quiera, pero con tanto público”.

Cuando ellos llegaron a los vestidores, Minnie y Junsu ya iban de salida. El pelirrojo sonrió a su hermano con una disculpa, después de todo era su mejor amigo quien necesitaba su apoyo, y Jae lo comprendía. Yunho se sintió incómodo, desde el día en que el menor le besó, hay momentos en que Minnie se comporta como si nada hubiera pasado, y otros, como éste, en los que simplemente no puede estar en el mismo lugar.

- eso pasa por andar entregando besos que no se quieren dar… - el pelioscuro dijo eso por sus dos amigos. Recuerden que está lo del beso que Yoochun y Junsu se dieron hace ya bastantes semanas. Y claro, Yunho le contó lo de Minnie, porque parece imposible poder ocultarle algo, pero sobre todo, porque no quería que después esa situación le trajera problemas.

- JaeBoo, yo no lo besé, él me besó a mí… - corrigió el moreno, junto con sus dos amigos, cambiándose de ropa, no quieren andar por ahí todos uniformados.

- ok, tú, pero… cierto ratón que conozco… - el pelinegro se hizo el desentendido, se sacó la camisa y cuando lo hizo.

Jae notó una imagen en la espalda de su amigo, un dragón apenas visible pero que seguro si Yoochun nota, tal como seguro ocurrirá pues está al frente de uno de esos espejos de tres partes que permiten una visión de cuerpo entero y ángulos de la espalda. Así que hizo lo primero que se le vino a la mente. Lo abrazó. El pelinegro sintió el desnudo pecho de Jae contra su desnuda espalda y brincó de la impresión.

- eh… - aclaró la garganta nerviosamente, y es que Yunho lo estaba matando con la mirada… - Jae, quieres soltarme…

- claro, solo te iba a felicitar por el gran trabajo que hiciste hace unos minutos… - sonriendo, tomó la playera que su amigo se iba a poner, y casi sin despegarse de él, dándose cuenta de que el tatuaje ya no estaba ahí, se la colocó… - así mejor… - murmuró el pelioscuro con algo de alivio, pero pensando en lo que acababa de ver, que si bien ya no está ahí, no puede asegurar que no volverá, y cuando lo haga, Yoochun tendrá muchas preguntas al respecto.

- bueno, los espero afuera… - el ratón tomó su chaqueta y su bolso, saliendo rápidamente, antes de que el moreno quiera enterrarlo seis metros bajo tierra, sobre todo considerando que él no ha hecho nada, fue Jae quien lo abrazó así como así.

Yunho terminó de vestirse, en silencio, sin mirar a Jae, con el ceño fruncido y la venita de la sien latiéndole furiosa.

- ¿Yunho?... ¿Yunho?... – pero no recibía respuesta alguna. Él también estaba cambiado ya. Fue hacia la puerta y cerró con pistillo, luego volvió hacia donde su amigo metía atropellada y violentamente, sus cosas en su bolso. Parando en seco cuando sintió las manos de Jae abrazarle suavemente. El pelioscuro recargó su rostro en la espalda del moreno, mientras sus manos subían por el pecho de su amigo… - ya no puedo más, Yunho… - comenzó a hablar, suave, despacio, su mejilla en la espalda del moreno… - no tienes porqué ponerte celoso, y menos del ratón miguelito… - ambos sonrieron ante eso. Yunho posó sus manos sobre las del pelioscuro… - me gustas… - confesó, así sin más preámbulos.

- ¿de verdad? – cuestionó con una sonrisa… - dijiste eso hace un par de meses y luego…

- shh, sé lo que pasó entonces… - un dejo de culpabilidad en su voz. El moreno se giró para verlo de frente, Jae tenía la vista en el piso, avergonzado e inseguro…

- ¿será diferente ahora?... – voz dulce, su mano acariciando la mejilla del pelioscuro…

- no lo sé, tú dime… - rostros sonrojados, acercándose lentamente, labios entreabiertos buscando contacto…

- me gustas, JaeBoo… - alientos mezclados… el sonido de la puerta siendo tironeada…

- ¿hay alguien ahí?… - preguntó una voz masculina desde fuera. Los chicos separados. Yunho resopló con frustración, era la segunda vez que lo interrumpían cuando está a nada de besar a su Boo. Jae abriendo la puerta.

- disculpe, nos estábamos cambiando… - se justificó el pelioscuro con una sonrisa nerviosa.

- excelente presentación muchachos… - fue todo lo que dijo un profesor. Que entró en busca del vestuario que usará para una pequeña obra teatral que el grupo de profesores preparó… - dense prisa o se perderán la magnífica actuación de sus profesores favoritos… - naturalmente, el hombre dijo aquello con sarcasmo.

- si profesor… - ambos salieron, bolso en mano, mirándose de soslayo con sonrisas que no les cabía en la radiante expresión que llevaban, roces constantes entre sus manos sin llegar a entrelazarlas… - ¿y Junsu?... – le preguntó al ratón cuando tomaron asiento para continuar viendo el Festival.

- salió con Minnie… - respondió, con tono celoso que no pasó desapercibido para sus amigos.

……………………………

Minnie y Junsu estaban sentados en una de las bancas dispuestas por los jardines de la Escuela. Ninguno ha dicho palabra alguna desde que salieron.

- ¿debería renunciar a él?

- no lo sé, Minnie, no creo poder aconsejarte en eso, mi hermano está involucrado también…

- lo siento…

- no te preocupes, sigo siendo tu amigo…

La vista de ambos adolescentes se quedó prendada en el cielo, cautivados por las sombras de la noche que caía como una cortina con pequeños puntos titilantes de luz plateada, el frío invierno soplando suavemente helándoles la piel. Y esa era una sensación que acentuaba la soledad de la que son presa ahora, pues los dueños de sus corazones no corresponden el amor que se les tiene.

……………………………

Jae se acostó con una sola cosa en mente… besar a Jung Yunho es su misión para la próxima vez que lo vea.

- rayos, solo espero que no se vaya de vacaciones a algún lado… - y sonriendo demasiado, demasiado feliz porque el moreno confesó que le gusta, dio bastantes vueltas en su enorme cama con doseles, pensando en un montón de formas en que le gustaría tener su primer beso con Yunho… - y que nadie interrumpa por favor, que la tercera es la vencida, y como alguien se atreva a aparecerse juro que lo mando por los aires… - se sentía bastante idiota pensando en todo eso, es decir, cuándo hubiera él pensado que pasaría enteros imaginándose besándose con otro chico, su mejor amigo… - por merlín, estoy estúpidamente enamorado de Yunho… - se tapó el rostro con una almohada mientras pataleaba emocionado bajo las cobijas. Hasta que un rato después, con muchos suspiros y mas ideas sobre dónde o cómo besar al moreno, concilió el sueño.

……………………………

La niebla alrededor le impedía reconocer apropiadamente el lugar en que estaba. Caminaba con sigilo agudizando sus sentidos, hacía un frío descomunal que le calaba los huesos. Árboles, árboles, y más árboles de gruesos troncos y frondosas copas, se alzaban ahí a donde su vista se dirigiera. Distinguió una luz suave a lo lejos, cuando llegó a ella pudo ver un lago… El Lago de la cabaña que su familia tiene en aquellas tierras. De pronto la escena cambió, todo era oscuridad y un murmullo abrumador era todo lo que podría escuchar hasta que un rayo rojo, débil y penetrante, apareció a su distancia como una fina línea que se descubría y daba vida a un ojo lleno de ira…

……………………………

Jae despertó agitado, sudado y con el cuerpo temblándole de frío. Salió de su cama e inmediatamente se fue a la ducha a tomar un baño de agua caliente, luego se vistió con ropa cálida, luego se vistió con ropa abrigadora. Después fue directo a la habitación de su hermano…

- ¡Junsu!... ¡Junsu!, despierta… - lo llamaba, sacudiéndolo por los hombros.

- mh, son vacaciones, hyung… - murmuró entre sueños el pelirrojo, girándose para que su hermano dejara de molestarlo y poder seguir durmiendo…

- tuve un sueño premonitorio… - soltó con voz ronca…

- sobre qué… - despertó completamente…

- creo que… tenemos que ir a la cabaña, no estoy seguro de lo que vi, pero se que es algo que hay que hacer cuanto antes…

- de acuerdo… - salió de su cama… - papá y mamá no deben saber, ¿cierto?

- no, creo que está relacionado con el tatuaje en tu espalda… y tal vez el del ratón…

- ¿Chunnie? ¿Él tiene un tatuaje?... – sorprendido y preocupado, el pelirrojo se aproximó a su hermano mirándolo directo a los ojos…

- bueno, ayer, mientras nos cambiábamos en los vestidores, estoy seguro de haber visto un dragón en su espalda, él no se dio cuenta… - aclaró de inmediato al notar que Junsu abría los ojos de par en par… - pero no era igual al tuyo, era de un color pálido, pero desapareció unos instantes después…

- ¿no lo imaginaste?...

- no, estoy seguro de que lo vi…

- es extraño…

- lo es, pero… mientras Yoochun no se de cuenta, es decir, que no sea que aparezca y él lo vea, debemos fingir que nada sabemos, recuerda que nuestros padres y los Sres. Park no quieren que sepa sobre su condición mágica hasta que cumpla los 18…

- digamos a papá y mamá que vamos a pasar unos días a la cabaña….

……………………………

Al día siguiente, seis chicos llegaban a la cabaña de los Kim en el Lago en tierras londinenses. Qué porqué seis chicos? Bueno, el asunto fue que Jae le comentó a Yunho cuando éste lo invitaba a Japón unos días, que no podría acompañarle porque tenía que hacer algo importante en su cabaña del Lago, y el moreno preguntó con pucherito de por medio, que si no le podía acompañar y pasar unos días tranquilos y de paso ayudarlo en lo que tuviera que hacer. El pelioscuro no pudo negarse, porque deseaba tanto poder pasar tiempo con él ahora que se habían dicho que se gustan, además, tuvo el presentimiento de que era mejor que fuera.

Luego, Minnie tenía que ir porque está más que involucrado con el asunto, Junsu le dijo que fuera con ellos porque cualquier cosa que tuviera que interpretarse, él era el mejor para ello. Aunque el menor se sentía como mal tercio dado que supo que el moreno iría.

Kenryu y Yoochun, ellos casi se les pegaron cuando, por alguna extraña razón ambos se aparecieron en casa de los Kim y al ver que iban de salida, ninguno quiso dejar pasar la oportunidad de estar con el pelirrojo en un lugar tan tranquilo. Que en fin, los seis terminaron viajando hacia Londres, Inglaterra.

Ahora cada uno era ubicado en las diversas habitaciones.

- bueno, Junsu y yo dormiremos en la de nuestros padres, ustedes pueden ocupar las otras cuatro, Minnie se puede quedar en la misma de siempre… - el menor asintió, subiendo las escaleras hacia la segunda planta… -

- Yunho puede… - intentó apoyar el pelirrojo, porque conociendo a su hermano y esa idea que se le ha metido de buscar liarlo con el ratón, seguro le decía al pelinegro que ocupara su habitación…

- se quedaré en mi recámara, Yoochun en la tuya y Kenryu en la otra para huéspedes… - interrumpió con una sonrisa el pelioscuro…

- pero… - el pelirrojo no pudo evitar sonrojarse, el castaño miró con el ceño fruncido a Jae, pero no dijo nada, y el pelinegro sonrió complacido, sí, le parecía excelente idea dormir en la cama de Junsu, donde seguro está su aroma y….

- my good, qué estoy pensando… - el ratón se dio un golpe mental.

- Kenryu, ven, te diré dónde es… - el menor lo llamó desde arriba, a lo que el castaño simplemente fue a donde él…

- Junsu, ¿le muestras al ratón?… - sonrisa de “hermano, necesitas pelear”

- de acuerdo, Yoochun, es por acá… - el pelinegro le siguió escaleras arriba, su recámara está a la derecha, las de Minnie y Kenryu, a la izquierda.

- tú vienes conmigo… - tomó la mano del moreno y lo llevó a la habitación en el fondo de un pasillo en donde se encuentra la habitación de sus padres y un baño…

- estás siendo obvio respecto a Junsu y Yoochun… - la habitación era amplia, muy ordenada y limpia, las paredes de madera, una ventana por donde se veía un bello paisaje verde, una cama matrimonial con cobertores azul claro y almohadones gruesos.

- no tanto según parece… - el pelioscuro cerró la puerta, tal vez era demasiado rápido, pero deseaba tanto probar sus labios, que no le importaba parecer ansioso al respecto.

- pero… - olvidó lo que iba a decir porque el pelioscuro lo abrazó pasando sus manos por su cintura, acercando su sonrojado rostro al de él…

- más vale que me beses esta vez, Yunho… - le dijo con una sonrisa coqueta, su mirada clavada en los labios del moreno.

Yunho sonrió atontado por la actitud lanzada de su Boo, pero estaba completamente de acuerdo con él, tenía que besarlo ya, casi no pegó ojo por estar pensando en eso, y durante el viaje no había podido hacerlo porque no les dejaban a solas ni un momento. Pero ahora… oh dios! Labios más suaves y dulces no deben existir. Yunho atrapó los labios de Jae con suavidad, con dulzura, probando lentamente a lo largo, pasando sensualmente su lengua por ellos, humedeciéndolos, haciéndolo temblar por la corriente eléctrica que le recorrió, dando pequeñas probadas a esa boca gruesa, que a la vez le respondía con los mismos movimientos. Hasta que el beso por fin se hizo más profundo cuando sus lenguas se animaron a encontrarse y entrelazarse una y otra vez, la respiración alterada de ambos, las manos de Jae alrededor de su cintura hasta cerrarse en su espalda, las del moreno igual en el delgado cuerpo de su Boo. Se separaron cuando, como siempre, el aire les hizo falta.

- wow… tienes unos labios deliciosos… - confesó el moreno, una linda sonrisa de satisfacción en su boca.

- idiota… - el pelioscuro se sonrojó por eso, pero sonrió feliz, por fin se habían besado.

- este idiota, está completamente enamorado de ti, así que no me culpes por decir lo que me haces sentir… - depositó otro beso, corto, en labios del pelioscuro.

- te quiero, Yunho… - otro corto beso…

- yo también te quiero, JaeBoo… - uno más, más largo, apasionado…

……………………………

En la planta alta…

- esta es la habitación… - el pelirrojo recordó que tenía una foto del ratón bajo su almohada, así que corrió y metió la mano bajo esta para sacarla y guardarla en su mochila… - es algo… personal… - dijo, a manera de disculpa, cuando el pelinegro le miró con una sonrisa divertida…

- ok, no te preocupes, no husmearé en tus cosas… - el chico dejó su maleta a lado de la cama, matrimonial también… - solo usaré la cama y ya, todo lo demás quedará tal como está…

- no, no quise decir que pensara que fueras a… - sonrojado, y sintiéndose tonto por su actitud, el pelirrojo no sabía que decir… -

- descuida, yo entiendo, no te preocupes… - se acercó al chico, y sin querer ni saber porqué, su mano fue a parar a la mejilla de un tomate Junsu, es que está tan colorado y nervioso el chico que… - me gustan tus sonrisas… - la mano se deslizó, sus dedos delineando los labios de un casi desmayado pelirrojo… - delfín… - el pelinegro sonrió ampliamente, le gustaba ese sonrojo violento en el rostro del menor de los dos, le gustaba esa sonrisa nerviosa, esa manera de mirarlo tímidamente… -

- voy… voy a… compermiso… - el delfín salió casi corriendo de la recámara, sentía que el corazón se le iba a salir del pecho de la emoción, le temblaba todo el cuerpo de los nervios, pero se sentía feliz… - le gustan mis sonrisas… - murmuró tontamente, llevándose sus dedos a su boca…

……………………………

El resto de ese día transcurrió normal, Yunho y Jae se besaban cada que, casualmente, quedaban a solas en la cocina, en la estancia, o donde fuera. Claro que, procurando no ser vistos por los otros cuatro, si bien parecía lo más claro del mundo. Minnie y Kenryu habían decidido hacer amistad, después de tremendo momento vergonzoso que vivieran hace días cuando el menor llegó algo tomado al departamento del castaño, pero, dejando aquello en el pasado, ahora compartían sus penas. Además, Yoochun se la pasaba hablando con Junsu, que ya no se sonrojaba tanto cada que el pelinegro le dirigía la palabra, le sonreía o, casualmente, le posaba una mano en el hombro o le tomaba la mano por brevedad.

Al día siguiente, Jae decidió tener un paseo con Yunho, caminar por el bosque montaña arriba y disfrutar del paisaje, el asunto fue que Minnie se anotó a tal paseo, y pues, Kenryu al notar la intención con que lo hacía, se les unió, para en un momento dado poder alejarlo del par de tortolos que no puede ocultar la miel que derraman, y así tener también una charla con el menor. De tal manera que, Yoochun y Junsu se quedaron solos en la cabaña, porque cuando los otros cuatro se marcharon, el pelirrojo aún dormía, y el pelinegro no había querido despertarlo (a pesar de que ya era algo tarde) así que dijo que él se quedaba a hacerle compañía.

Junsu sintió que el tatuaje en su espalda ardió y entonces simplemente tuvo claro lo que tenía que hacer… se levantó, se cambió con ropa cálida y sacó un tanque de oxigeno que tenía ahí porque en ocasiones le gusta nadar en las profundidades del Lago. Salió sigilosamente, esperando no tardar y que Yoochun se de cuenta de su ausencia. Se quedó anonadado unos minutos solo viéndolo desde fuera por la ventana, el pelinegro estaba sentado en la estancia, leyendo un libro de vaya a saber dios qué tema, porque lo único que el pelirrojo podía ver era la expresión concentrada del ratón que le daba ese toque intelectual y seductor que tanto le encanta…

- como si hubiera algo que no me encantara en él… - pensó, y luego se dirigió por fin al muelle para entrar al Lago.

Naturalmente que estaba helando, pero, tenía que hacerlo, qué exactamente no lo sabe, pero se dejaba llevar por esa especie de instinto que sentía. Entró en las heladas aguas y comenzó a nadar hacia las profundidades más alejadas. Llevaba una lámpara en la mano, el tanque le daría oxigeno por una hora, así que más vale darse prisa para lo que sea que tenga que suceder. De pronto un remolino lo jaló bruscamente y lo siguiente que supo es que se encontraba en un lugar que no conocía, la luz de la lámpara apenas servía para ver algo a unos cuantos metros a su alrededor. Lo suficiente para notar la entrada a lo que parece una cueva. Nadó hacia ahí y conforme se acercó pudo sentir que el agua se volvía caliente, era como un pequeño estante que surcaba con sus aguas los alrededores de un alto agujero de tierra firme y monumentales rocas aquí y allá. Junsu asomó la cabeza por sobre la superficie. Se aproximó a la orilla y salió sigilosamente, estaba bastante oscuro, y su lámpara comenzaba a fallar. Empero, podía notar unos puntos rojos brillando incrustados en lo alto y en las paredes rocosas. Eran como rubíes, piedras preciosas que llamaron bastante su atención y que sabía debía llevar consigo un par de ellos.

Dio unos cuantos pasos cuando escuchó un murmullo parecido a los ronquidos de una bestia salvaje. Intentó que su lámpara volviera a funcionar pero no funcionó.

- genial, tendré que usar magia… - extendió la palma de su mano y sobre ella apareció una pequeña flama de fuego…

Caminando cautelosamente hacia una de las paredes, pronto alcanzó a vislumbrar un bulto de proporciones voluminosas. Se acercó un poco más, hasta que sus ojos dieron forma a ese bulto y se encontró con algo que le ocasionó un sobresalto.

Un enorme dragón aurocobrizo yacía, aparentemente, dormido, sus fauces proferían un parsimonioso respirar e hilachas de humo. Y esa imagen bastaba para ser amenazante. Estaban también sus alas plegadas, que debían ser enormes en extensión para soportar el peso de tremenda bestia, y el color de su piel contrastaba con el de su vientre largo y pálido. Junsu tragó hondo, caminó suavemente en dirección opuesta al dragón, solo quería dos de esas gemas e irse, pero cuando dio unos cuantos pasos hacia atrás sin dejar de ver al dragón, distinguió un rayo rojo, débil y penetrante, que venía de lo que pudo identificar era el párpado bajo la ceja derecha del dragón.

- ¡¡te huelo y te siento, oigo cómo respiras!!... – la gruesa voz del dragón… sí, la voz… se escuchó como un estruendo en medio de una tormenta furiosa. El mago saltó en su lugar impresionado, para ser sinceros, nunca antes había estado ante un dragón, mucho menos escucharle hablar, y era realmente imponente… - a qué has venido, joven mago…

- necesito… - aclaró la garganta… - necesito dos de esas gemas… - gracias a Merlín su voz se escuchó segura, a pesar de los nervios que lo recorrían, del temor… no quiere ni siquiera imaginar tener que enfrentarse a un dragón.

- ¿llevas el Gen de Dragón? O porqué es que un simple mago adolescente quiere sangre de paloma…

- ¿sangre de paloma? – pensó contrariado el mago, pero no tuvo tiempo a más porque la voz gruesa del dragón resonó en aquel lugar…

- ¡magos! Magos desleales y deshonestos que solo buscan más poder, tu raza casi acabó con los míos hace siglos, porqué habría de permitirte llevar sangre de paloma cuando puedo matarte…

- no es mi intención tener más poder para someter a los tuyos u obtener sus dones mágicos… -

- entonces solo puedes darme algo a cambio de lo que llamas gemas… ¡venganza! – bufó, y la luz de sus ojos iluminó la cueva desde el terregoso suelo bajo sus patas hasta el alto y rocoso techo cual relámpago de un tono escarlata… - venganza, joven mago… y he de decirte que yo, que soy viejo y fuerte, no he visto con mis centelleantes ojos a nadie capaz de ir contra su propia raza para vengar el atroz ultraje de aquel mago oscuro de antaño, crees tú poder hacer tal cosa… - el dragón echó una mirada satisfactoria y maligna al mago, mientras se levantaba sobre sus patas y exclamaba… - tengo una piel impenetrable y he sido herido, mis dientes son filosas espadas y han sido quebrantadas, mi cola es un rayo y ha sido doblegado, mis alas un huracán y ha sido menguado, y aun mi aliento de muerte ha sido evadido… - se acercó peligrosamente a Junsu… - porque de los tuyos todos los que han venido a mí han tenido que enfrentarme para salir de aquí con las gemas en su poder, dime, joven mago, estás dispuesto a pelear a muerte contra mí, o demostrar que eres digno de las gemas, de que no las quieres solo por ambición…

- se lo he dicho, quiero esas gemas pero no con afán de más poder, solo se que lo necesito, porque el portador del Gen de Dragón lo requerirá cuando tenga que enfrentar su destino…

- inteligente sin duda eres… - con una sonrisa indescifrable, el dragón caminó lentamente a la orilla, donde las aguas se levantaron en paredes de vapor cuando escupió fuego sobre ellas… - temes a lo que no puedes ver, joven mago…

- temo a no poder cumplir con mi destino, eso es lo único a lo que debo tal muestra de respeto llamada temor… - respondió el pelirrojo, atento a todo a su alrededor…

Envuelto en un fuego azul y rojo, el dragón desató su ira humeando todo a su alrededor, estremeciendo la cueva. Junsu se protegió con un campo telepático creado por su mente, pero el poder de la embestida de la bestia era demasiado, y sus rodillas se doblegaron hasta caer al suelo y el calor despedido alrededor por el fuego comenzaba a asfixiarlo…


Continuará……

2 comentarios:

”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien